14 diciembre 2010

La mujer en la Historia del Perú: Epoca Prehispánica

LA UNIDAD DOMESTICA Y LA PAREJA
Para la época prehispánica no se puede hablar de familia nuclear, porque no está definido cuántas personas habitaban una vivienda ni cuál era el vínculo entre ellas. A esa convicción se llega revisando la Visita realizada casa por casa por Iñigo Ortiz de Zúñiga en Huanuco,en 1567. Por ese motivo es preferible usar el término de unidad doméstica que podía comprender a una o más esposas, sus respectivos hijos y a otros miembros de la familia.
Entre los varios términos usados para designar a la mujer según su estado y su edad tenemos las voces tasque, la jovencita; sipas, la mujer casadera; huarmi, la mujer casada. A las nobles decían paya y a la soberana coya.
La primera menstruación se festejaba en una ceremonia llamada quicochico y en ella el hermano de la madre, al que decían caca, cumplía el rol más destacado.
Desde la primera infancia tanto los niños como las niñas se iniciaban en el trabajo. Además de cuidar de los hermanos menores, cumplían tareas livianas, las mujercitas recolectaban diversas plantas medicinales,alimenticias o las usadas para tintes. El trabajo era dividido por género desde la niñez y esa división continuaba cuando mayores, en una complementariedad entre los sexos,según las circunstancias. Por ejemplo en la costa,en los lugares donde podían plantar la variedad de coca apropiada al micro-clima, en las chacras del Inca, eran las muchachas las que cogían las preciadas hojas, mientras en la misma región los ancianos hacían lo mismo en las tierras del curaca que teníala obligación de alimentarlos.
Existen discrepancias en la información sobre el matrimonio, que marcaba la llegada del adulto, tanto para el hombre como para la mujer. En unos cronistas es mencionado el hábito del servinacuyo matrimonio a prueba,con la posibilidad de un rompimiento de la pareja y el retorno de la mujer, con sus hijos, al seno de su ayllu de origen. Los hijos eran bienvenidos por significar futura fuerza de trabajo. Además de estas costumbres hay noticias sobre la injerencia del Estado en el matrimonio de los jóvenes y en la elección de la pareja.
El tener un hombre varias mujeres era considerado como una muestra de autoridad y de prestigio, sobre todo si una mujer había sido otorgada por el Inca o su representante. Se tenía en mucho esa distinción pues significaba una remuneración por servicios y un aumento de fuerza de trabajo en el hogar. De hecho, la mujer dada por el soberano tenía un status superior a cualquier otra.
La mayor parte de los hombres del común sólo poseían una mujer y si el hombre enviudaba pasaba un tiempo sin ninguna hasta que las autoridades le concediesen otra (Cobo 1956/ 1653. t.II. lib. 14. cap. 17). También señalaba Cobo que en cada región variaban las costumbres,ceremonias y formas de matrimonio y también las uniones sexuales. En ciertas poblaciones los padres tenían en sus casas a una mujer que se ocupaba del niño y se encargaba de vivir con él cuando llegaba a la pubertad, hasta su matrimonio. Luego permanecía en su casa. En otros casos, los huérfanos pobres eran confiados a mujeres acomodadas sin hijos y ellas los criaban como si fuesen suyos. Cuando el niño alcanzaba la edad viril, convivían ambos hasta que el joven se casaba y la mujer permanecía siempre en la casa del hombre.
Con el advenimiento del Estado Inca,se creó una ceremonia pública durante la cual el gobernador de un pueblo juntaba en la plaza a todos los mozos y mozas plebeyos que aún eran solteros y los unía. Algunos cronistas afirman que no consultaban a las parejas sobre sus preferencias.
El acto de casarse convertía al hombre en hatunruna u "hombre grande". Entonces éste ingresaba al ciclo vital de la reproducción humana y a la edad de la mayor prestación de servicios al Estado, y lo mismo sucedía con la mujer.
El parto era tonsiderado como un hecho natural y las mujeres daban a luz sin recibir mayor atención. Inclusive si una mujer se dirigía a algún lugar y sentía los síntomas del parto, se apartaba de la ruta, daba a luz, y continuaba luego su camino, después de bañar a la criatura en cualquier arroyo y de acomodarlo a sus espaldas.
Garcilaso (1943, t.1. lib.4. cap. VII) narra la forma de criar a los niños y, si bien por lo general las noticias proporcionadas por él hay que tomarlas con cierta reserva, cuando se trata de la infancia debió contar la suya propia y se le puede dar mayor crédito. Según él, la crianza e infancia eran muy espartanas, sin ningún mimo ni regalo. Al nacer bañaban al recién nacido en agua fría para acostumbrarlo a las bajas temperaturas y fortalecer sus miembros.
La criatura permanecía en su cuna, que era un banquillo tosco de cuatro patas, con una más corta que las demás para poderlo mecer. El lecho se componía de un red gruesa que no fuese dura. Se ataba los brazos del infante durante los tres primeros meses. Los dibujos de Guaman Poma muestran a los niños amarrados en semejantes cunas. Las madres lactaban a sus hijos y no se acostumbraba, por lo general, reemplazarla. Según Garcilaso, la madre no tomaba en brazos al bebe para que no fuese llorón. Durante la lactancia, que duraba dos años, no eran permitidas las relaciones sexuales entre los padres por temor de que se afectara la leche o la criatura se volviese débil.
Cuando el bebe comenzaba a gatear, era considerado el segundo ciclo de la infancia. Garcilaso cuenta que hacían un pozo de poca profundidad y allí ponían al niño como si fuese un moderno nido. Guaman Poma en sus "visitas" que se refieren a los ciclos vitales,llama a esas dos primeras etapas de la vida como "sin provecho" y "es para nada". Con esas palabras no quería decir quetuviesen en menos a la infancia sino indica que, al tener que invertir en ellos atención y cuidado, no representaban una fuerza inmediata de mano de obra. Las palabras del cronista reflejan el espíritu práctico y utilitario del Incario y la importancia conferida al trabajo.
Destetaban a los niños pasado los dos años y para los varones tenía lugar el primer corte de pelo. Garcilaso no especifica lo que sucedía con las mujercitas o si esta ceremonia era sustituida por otra. El acto se iniciaba por un primer golpe de tumi y por turnos cada miembro de la familia seguía,comenzando por el personaje más importante generalmente el hermano de la madre. Todos los asistentes traían regalos y luego continuaban la fiesta durante toda la noche. En el caso de personas de las clases elevadas, los regocijos se prolongaban varios días y se entregaban a beber. comer y bailar. En dicha oportunidad el niño recibía su nombre.
PARTICIPACION DE LA MUJER EN EL TRABAJO
Como es natural, en el Incario la situación de la mujer variaba según el nivel social al cual pertenecía. Las mujeres de las clases dirigentes gozaban de privilegios que las diferenciaban de las mujeres de los hatunruna u hombres del común.
La mujer tomaba parte activa en las labores agrícolas. Guaman Poma (1936. fojas referentes a los meses de junio y agosto) ilustra las faenas campesinas y muestra a los hombres roturando la tierra y a las mujeres agachadas rompiendo los terrones o bien depositando las semillas o los tubérculos en los surcos, tarea considerada como puramente femenina por darse a la tierra el mismo género. En un documento sobre la extirpación de la idolatría en Cajatambo,se especifica que las mujeres se encargaban de sembrar los camotes (Ipomea Batata) (L), y lo hacían sin hablar, hasta no terminar con el trabajo.
En la construcción de las casas, sobre todo cuando setrataba de casas nuevas para jóvenes parejas, se edificaba por medio de la minka, con una división por género del trabajo, desde el acarreo de los materiales hasta la conclusión de la obra, los documentos referentes a la extirpación de la idolatría en Cajatambo traen noticias interesantes y, entre ellas,la presencia de una pareja de huacas de hermano/hermana que presidían las labores y a las que honraban.
LA MUJER SACERDOTISA, SACRIFICADORA y SACRIFICADA
Las crónicas son bastante parcas sobre noticias de sacerdotisas. Sin embargo. Pedro Pizarro (1978/1571) cuenta haber visto a un ídolo femenino en Apurímac y su sacerdotisa en aquel entonces era una mujer llamada Asarpay y, para no caer en manos de españoles,prefirió matarse lanzándose a un abismo. Santillán (1927/1563) señala que la adoración a la luna y a la Tierra era muy antigua y su culto era particular de las mujeres.
En Otusco, en la región de Cajabamba, consideraban a la luna como la guardiana de los alimentos y de los vestidos y era adoradapor mujeres. En el Coricancha, en el Cusco,la luna disfrutaba de un aposento especial y sus sacerdotisas pertenecían a la élite cusqueña. Una de las mayores fiestas era el Coyaraimi y tenía lugar durante el equinoccio de setiembre y coincidía con la llegada de las primeras lluvias. Durante esos días, celebraban la fiesta de la Citúa, que consistía en actos purificadores para alejar del Cusco todoslos males (Molina 1943/1553). Las fiestas duraban varios días y el cuarto era dedicado a la luna y a la Tierra.
Los sacrificios humanos se dieron en el mundo andino aunque restringidos a ciertos acontecimientos importantes como el advenimiento de un soberano, la muerte o el peligro amenazante para un Inca,el inicio de guerras o si acaecían epidemias y desastres.
Molina (1943) habla de esos sacrificios cuando el Inca tomaba la mascapaicha. En aquel entonces, escogían más de doscientos niños de cuatro a doce años, hermosos y sin tachas, y de dos en dos, varón y hembra los enterraban vivos. Ellos eran ofrecidos al Sol, al Trueno, a la luna, a la Tierra y a la huaca de Huanacauri. Aparte de parejas de niños también sacrificaban doncellas, tal la hija del curaca de Ocros. llamada Tanta Carua. enterrada viva en una cámara subterránea (Hernández Príncipe 1923). Estos sacrificios humanos se llamaban Capac Cocha y sobre ellos tenemos importante información en el Archivo General de Indias.
LOS ACLLA HUASI
Y LA INSTITUCION DE LAS MAMACONA
Es imprescindible señalar el rol de los Aclla Huasi en la sociedad Inca. Esta institución fue comparada por los españoles a los conventos cristianos, pero en realidad sus funciones estaban lejos de tales propósitos. Su verdadero fin era el de servir de obrajes dedicados a producir textiles para el Estado (Murra 1975). Otra tarea era la preparación masiva de bebidas indispensables para la celebración de los ritos y ceremonias,como el cumplimiento de los ritos de la reciprocidad. Un tercer objetivo de los Aclla Huasi era el de establecer un depósito de mujeres para ser otorgadas por el Inca cuando la reciprocidad exigía un intercambio de mujeres o el soberano deseaba distinguir a tal o cual jefe étnico con una mujer entregada por él mismo.
Las niñas elegidas para los Aclla Huasi tenían la edad de ocho a diez años y en el Cusco las había de todo el Tahuantinsuyo. Ellas se dividían en diversas categorías según sus orígenes,su belleza o sus aptitudes (Cabello de Valboa 1952; Murúa 1943; Guaman Poma 1936). Santa Cruz Pachacuti (1927) menciona a las Yurac Aclla, siempre de sangre inca,ellas eran consagradas al culto y una era considerada como esposa del Sol. Seguían las Huayrur Aclla, generalmente las más hermosas muchachas y entre ellas el Inca escogía a sus esposas secundarias. Las Paco Aclla se convertían con el tiempo en las esposas de los curacas y jefes a quienes el Inca quería agradar, mientras las Yanac Aclla eran las muchachas que no destacaban ni por su rango ni por su belleza y cumplían las funciones de sirvientas de las demás. Murúa menciona una categoría más: las Taqui Aclla, escogidas por sus aptitudes de cantoras, ellas tañían tambores y pincullos, alegrando las fiestas de la corte.
Pedro Pizarro (1977/1571) dice que sólo las primeras permanecían vírgenes al ser consagradas al Sol, las demás no permanecían recluidas en los Aclla Huasi y podían salir y entrar durante el día.
LAS ESPOSAS DE LOS SOBERANOS DIFUNTOS
Cuando un Inca fallecía, no era enterrado sino que su cuerpo momificado continuaba en el palacio correspondiente a su panaca. Seguía disfrutando de las amplias tierras propias que poseía, de todos sus bienes en general, además de sus mujeres, esposas y criados. Las mujeres de tales soberanos gozaban de libertad y pasaban los días en fiestas y en comidas que se reciprocaban las momias de la genealogía inca. Esta costumbre repercutió y perjudicó el sistema político del Tahuantinsuyu porque los muertos ejercían sus influencias a través de sus mujeres y servidores. Formaron partidos políticos tomando o apoyando tal o cual soberano, oponiéndose o intrigando contra el personaje que detentaba el poder. Su poderío aumentaba cuando se trataba de las sucesiones al poder y las panacas de los difuntos soberanos jugaron un rol importante en la lucha entre Huáscar y Atahualpa.
LA MUJER Y EL PODER POLlTICO
Hemos mencionado los dos arquetipos femeninos existentes en tiempos pre-hispánicos y, si bien reunimos más arriba noticias sobre la subordinación de las mujeres, toca analizar a las mujeres que detentaban el poder político y representaban una imagen femenina distinta,la subordinación de la mujer está presente en la mítica Mama Ocllo,mientras el segundo tipo de mujer era el de Mama Huaco, libre, independiente y guerrera.
En documentos de archivos hemos hallado coya o reinas que poseían tierras propias, tal Mama Anahuarque, que legó sus bienes a sus "sobrinos" y no a los hijos habidos con el Inca (Rostworowski 1962). Según las informaciones de los cronistas, cada coya recibía un gran número de yana o servidores el día de su matrimonio, donación que podía ser acrecentada según el capricho del soberano. Es así que Mama Vilo, mujer secundaria de Huayna Capac, disfrutaba de una de las mitades del Señorío de lima en la persona de uno de los dos jefes duales del curacazgo.
a. Las mujeres curacas
El poder no era un privilegio del varón en el mundo andino: en numerosas regiones existían señoríos gobernados por mujeres curacas. La costumbre se mantuvo hasta el inicio de la República,con la diferencia que durante el virreinato el mando efectivo lo ejercía el marido. Es factible hacer el estudio de los casos conocidos tal el de Contar Huacho,mujer secundaria de Huayna Capac quien era señora de las cuatro guaranga de Huaylas. Después de la conquista española y cuando la rebelión de Manco II, ella salvó la ciudad de Los Reyes del cerco impuesto por el Inca,enviando un ejército para romper el ataque cusqueño.
b. Las Capullanas
En la región de Piura, en tiempos preincaicos existían mujeres jefes y señoras de sus curacazgos. La voz no proviene como creíamos en un principio de la prenda española "capuz", similar a la usada por aquellas señoras, sino de la lengua Catacaos. En efecto, en dicho idioma, se decía al hijo icuchin y a la hija icuchin capuc, o sea que capuc debía indicar el género, mientras los sufijos lla y na eran a no dudarlo, sufijos añadidos a la raíz que indicaban posiblemente el rango (Martínez Compañón).
Las Capullanas no solamente ejercían el poder sino que podían desechar a un marido y casarse con otro. Morúa cuenta haber visto a uno de aquellos maridos abandonados quejarse amargamente de su desgracia. Durante el virreinato continuó la existencia de las Capullanas pero,al igual que las curacas, eran los maridos quienes gobernaban en su nombre.
La conquista hispana causó un profundo y violento trauma en la población indígena, trauma que repercutió en el transtorno de las estructuras andinas. Las consecuencias a nivel de las clases sociales elevadas fue su casi total exterminio, sufriendo las mujeres de la élite el de tornarse mancebas de los españoles. En cambio las mujeres de los ayllus basados en las unidades domésticas y la familia extendida, tuvieron más posibilidades de sobrevivir que las de las clases elevadas. Esta situación hace posible estudiar las clases campesinas actuales,observar en ellas las posibles continuidades y/o rupturas con la situación anterior.
Fuente: LA MUJER EN LA EPOCA PREHISPANICA autor María Rostworowski. IEP Instituto de Estudios Peruanos - Documento de trabajo Nº. 17, Serie Etnohistoria Nº .1
Documento completo en PDF

07 diciembre 2010

El gato fastidioso

Había una vez un gato al que le
gustaba asustar a los perros
disfrazándose de león. El gato
decía:
—Soy el león.
Y los perros escapaban.
Un día, un perro le siguió y vio
que el león se metió a un cuarto y
que se le caía la piel. Dentro de la
piel vio al gato riéndose. El perro
fue y les avisó a los demás.
Un día, el gato disfrazado regresó para asustar a los perros, pero ningún perro corrió. Un perro se disfrazó de elefante y dijo:
—Te voy a aplastar.
Y el gato disfrazado de león huyó y huyó maullando «miau, miau».
Entonces el perro disfrazado, al escuchar la voz del gato gritó:
—Mira, ese león es un gato.
Así, por haber hecho esa broma, el gato fue castigado muy bien por los perros y nunca volvió a hacer sus bromas.
Pasaron ocho meses y un día se apareció un circo que traía leones, monos y un perro. La jaula del león se había abierto. El león se escapó y se encontró con los perros. Los perros no se movieron y
se rieron:
—Es el tonto gato otra vez disfrazado de león.
Y el león dijo:
—Yo no soy ningún gato.
—Miren, ahora imita la voz de un león— dijo uno de los perros—.
Oye, gato, parece que no escarmientas con el castigo que te dimos.
Vamos, muchachos, hay que castigarlo.
Y otro perro que sabía dijo:
—Esperen. Él no es el gato disfrazado, es un león de verdad.
—¿Cómo lo sabes?—le preguntaron.
—Yo he visto cuando se escapó de su jaula.
Los perros se detuvieron y huyeron de ese lugar. El león regresó a la jaula.
Fuente: EL GATO FASTIDIOSO autor Jason Paul Galdós Funes, 2do grado de secundaria
Alto Huarangal (Arequipa)