11 abril 2007

La Comunidad Campesina de San Cristóbal (Huancavelica)

La Comunidad Campesina de San Cristóbal se encuentra entre los 3,700 y los 4,000 m.s.n.m y se ubica en el departamento de Huancavelica, provincia y distrito del mismo nombre. San Cristóbal colinda con el radio urbano del distrito de Huancavelica, por lo cual, parte de ella se ha convertido en un barrio más de la ciudad. El lindero de separación lo constituye únicamente el curso del río Ichu.
Según el Directorio de Comunidades Campesinas del PETT (2002), la comunidad cuenta con 230 familias comuneras, sin embargo, a la fecha, en el padrón comunal sólo figuran inscritos 130 comuneros. Tomando como punto de partida la última cifra, podemos estimar que existe una población de 611 habitantes. La extensión de la Comunidad es de 2,143 Ha., de las cuales 100 Ha. son causa del conflicto que presentamos en el presente informe.
San Cristóbal fue reconocida como Comunidad Campesina el 17 de enero de 1952. En esa fecha, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Indígenas le otorgó personería jurídica con la inscripción de 180 comuneros. En 1990, los predios de Quilrachquichqui, Mancacota y Sacracancha, fueron adjudicados por el MINAG a la Comunidad. Allí residía un grupo de familias campesinas beneficiarias de la Reforma Agraria, agrupados en un caserío en el predio de Sacracancha, a 4,000 m.s.n.m. Ante la presión de las comunidades colindantes para apropiarse de sus terrenos, los habitantes del caserío tomaron la iniciativa de incorporarse a San Cristóbal como comuneros. Ello implicaba no sólo la adjudicación de tierras sino también de todos sus animales. De este modo, a través de Resolución Directoral, el 24 de junio de 1990, se adjudica a título gratuito la superficie de 634 Ha. de tierras de los tres predios a favor de San Cristóbal, resolviendo el Ministerio de Agricultura otorgar el título de propiedad correspondiente.
Actualmente, la Comunidad Campesina de San Cristóbal tiene un local comunal que funciona también como comedor popular, y se ubica en la plaza principal. Asimismo, tiene una iglesia, posta de salud y escuela primaria.
Las tierras de San Cristóbal son muy diversas dependiendo de las áreas en las que se encuentren ubicadas. De este modo, existen tierras de uso agrícola y pastos naturales y cultivados para la ganadería, pero también existen grandes extensiones de terreno no cultivable. Éstos son acantilados, formaciones rocosas o áreas de tierra con poca profundidad y piedras. De otro lado, buena parte de la extensión de las tierras ha sido progresivamente ocupada por las casas de pobladores, no necesariamente comuneros, extendiéndose el radio urbano de la ciudad de Huancavelica y constituyéndose así el barrio de San Cristóbal en la ciudad de Huancavelica.
Los comuneros inscritos en el padrón constituyen el grupo de campesinos calificados, con potestad para ser miembros de la Junta Directiva, para tener voz y voto en las Asambleas Comunales y para usufructuar las tierras comunales. Todos ellos se encuentran actualmente realizando labores agrícolas y/o ganaderas, sin embargo, algunos también se dedican a una segunda actividad económica, no agropecuaria. Esto se explica y se facilita por la cercanía que existe entre San Cristóbal y la ciudad de Huancavelica. Los comuneros pueden, así, ser también empleados públicos, mozos de restaurantes, o dedicarse a oficios como la zapatería, la construcción, entre otros. Inclusive, algunos son maestros en las escuelas públicas. Esta situación convierte a la actividad agrícola y/o ganadera en ocupación que no necesariamente constituye la principal actividad económica de los comuneros. A pesar de ello, el vínculo con la tierra y la organización comunal se mantienen y se defienden como lo haría, de hecho, una comunidad tradicional en la cual la tierra es el único medio de subsistencia.
En un primer nivel podemos, entonces, diferenciar a dos tipos de comuneros en San Cristóbal: aquellos que llevan una vida más articulada a la ciudad de Huancavelica y que realizan actividades económicas adicionales a las del campo, y aquellos cuya actividad principal se centra en la agricultura y en la ganadería. Los primeros, cuentan con mayores recursos económicos y con un mayor nivel educativo que los segundos, y son, además, los que suelen ocupar los cargos que componen a la Directiva Comunal y los que asumen el liderazgo. En el momento en el que realizamos el trabajo de campo, había transcurrido sólo un mes desde las elecciones comunales para el cambio de autoridades de la Directiva. El actual presidente de la comunidad, el Sr. Alejandro Huamán, es empleado de ESSALUD en Huancavelica y solicita permiso en su trabajo cada vez que necesita reunirse en Asamblea o para las faenas comunales. Del segundo grupo de comuneros, una parte se dedica sólo a la actividad ganadera y no reside en el perímetro urbano sino que tiene sus casas en las mismas estancias.
En la Comunidad de San Cristóbal no existen, como en otras zonas de la sierra del país, espacios de tierra establecidos para cada familia. En San Cristóbal la distribución de las áreas de trabajo agrícola para los comuneros varía año tras año. Normalmente, se distribuyen tres chacras de 0.25 Ha. a cada familia, independientemente del número de sus integrantes. Para ello se convoca a una Asamblea Comunal que designa a un comité compuesto por cuatro comuneros, que se encarga de la repartición de las parcelas. No existen, por ello, títulos de posesión de comuneros sino solamente el título de propiedad comunal. Ello responde a una estrategia de rotación de áreas de cultivo y de pastos, propia de zonas ganaderas. Debido a la altitud de las tierras de la comunidad y de los pocos espacios con riego, buena parte de ellas sólo pueden ser utilizadas para la ganadería. De otro lado, las tierras agrícolas son aptas sólo para pocos cultivos: la mayor parte de comuneros trabaja la papa y la cebada, y en pocos casos se siembra mashua, maca, habas y olluco.
Además de las tierras que cada familia trabaja individualmente, existe un espacio comunal que es designado en un área distinta cada año. En estas tierras se siembra papa y cebada que son comercializadas en Huancavelica. Actualmente, se han sembrado 3 Ha. de papa que se trabajan en faenas comunales obligatorias para todos los comuneros inscritos en el padrón. Las ganancias obtenidas son destinadas a un fondo comunal cuya utilización es decidida por la Asamblea.
El anexo de Sacracancha
En tiempos de la Reforma Agraria, los predios de Sacracancha, Quilrachquichqui y Mancacota fueron entregados a 14 campesinos beneficiarios de tierras afectadas a un particular. Ellos formaron parte de la Sociedad Agraria de Interés Social – SAIS Huancavelica Nº 40, sin embargo, no formaron una comunidad campesina pues entre los requisitos para poder ser reconocidos como tal se incluía (e incluyen hasta la fecha) tener un mínimo de 50 comuneros inscritos.
Con los años, las comunidades campesinas vecinas empezaron a invadir los terrenos de sus predios, razón por lo cual consideraron anexarse a una comunidad. Las comunidades de Palca, Huanaspampa y Sachapiti, colindantes con sus predios, estaban muy alejadas de ellos. Llegar a San Cristóbal, en cambio, resultaba mucho más sencillo. Es así que desde 1988, se anexan a la Comunidad de San Cristóbal, pero recién en 1990 se expide la Resolución que le adjudica oficialmente los predios a ésta.
En Sacracancha se encuentra la mayor parte de campesinos de los tres predios, sin embargo, algunos habitan dispersos en las estancias de Quilrachquichqui. De San Cristóbal al caserío de Sacracancha no existe camino carrozable, y a pie, la distancia es de aproximadamente una hora de camino. En el caserío de Sacracancha no existe ningún servicio básico, ni posta de salud, sólo tienen una pequeña escuela, construida con financiamiento de FONCODES.
Actualmente, los comuneros de los tres predios se han empadronado, llegando a un número de sesenta jefes de familia. Sin embargo, a simple vista se puede observar que la población total no alcanza las 150 personas. El alza deliberada en el número de pobladores se entiende por dos razones: la primera, por la intención de Sacracancha de alcanzar el número de comuneros necesario para llevar a cabo los trámites para ser reconocidos como comunidad; y, la segunda, porque buena parte de los comuneros inscritos ya no residen más en Sacracancha sino que han migrado hacia Huancavelica o a Huancayo.
Los comuneros que aún residen en los predios, se dedican a la agricultura de autoconsumo y a la ganadería. Los productos que siembran son, básicamente, papa y cebada. En cuanto a la ganadería, son criadores de ovejas y alpacas. Algunos de ellos tienen, adicionalmente, una segunda actividad económica que realizan en la ciudad de Huancavelica.
Fuente: Los conflictos externos e internos por la propiedad de la tierra en una Comunidad Campesina de Huancavelica: El caso de San Cristóbal - Informe final del trabajo de campo realizado en la Comunidad Campesina de San Cristóbal autor Zulema Burneo de la Rocha, Centro Peruano de Estudios Sociales – CEPES. Estudio de Caso de Conflictos por Tierras. Lima, Junio de 2003

10 abril 2007

Los empresarios chinos en Perú

El mayor aporte de los chinos a Perú ha sido proveerlo de empresarios. En la actualidad, una de las mayores empresas comerciales de este país pertenece al consorcio Wong, negocio de origen familiar que dirige cerca de 30 grandes establecimientos comerciales, super- e hipermercados, dedicados a ofrecer a todos los estratos sociales de Lima, y también de otras ciudades, abarrotes, electrodomésticos, vestido y calzado, entre otros productos.
La historia del fundador de la familia Wong es similar a la de otros tenderos chinos. La primera oleada migratoria comenzó en 1849, cuando se autorizó el ingreso masivo de trabajadores chinos, sobre todo para trabajar en las haciendas azucareras y algodoneras de la costa. Entre 1849 y 1874 llegaron, aproximadamente, 100.000 culíes. Al término de sus contratos, los miles de sobrevivientes a los maltratos y abusos se dedicaron a los más diversos oficios. Para ello se trasladaron a los pueblos y ciudades de la costa y la sierra, e incluso a la selva peruana, donde fueron reconocidos como comerciantes y, en menor medida, como cocineros.
Ya en las haciendas, en los galpones donde dormían, negociaban entre ellos. Al término de sus contratos, quienes habían logrado la confianza del hacendado podían establecer un tambo (palabra de origen quechua que significa «pequeña tienda») dentro de la hacienda. Estos comerciantes fueron conocidos como «chinos tamberos», y todavía se los encontraba en las grandes haciendas costeñas durante las primeras décadas del siglo XX.
A pesar de la condición de semiesclavitud, los culíes chinos conservaron sus costumbres alimenticias, de vestido y diversiones, y éstas les demandaban una gran cantidad de artículos provenientes de su país. La situación fue aprovechada por los comerciantes de Hong Kong, Guangdong y California, quienes establecieron sucursales en pleno Barrio Chino (en los alrededores del Mercado Central, en el corazón de Lima) y en otras ciudades importantes.
Las casas comerciales Pow Lung (inaugurada en 1866) y Wing On Chong (en 1873) no solo importaron productos desde China, Europa y EEUU; también exportaron mercancías peruanas, en un proceso de importación y exportación que continúa hoy, como puede comprobarse al recorrer los establecimientos del Barrio Chino.
Instalaron desde pequeñas tiendas hasta casas comerciales de venta al por mayor, cuyos dueños fueron conocidos como «chinos encomenderos». Estas casas, por lo general, eran administradas por uno o, como máximo, tres socios, para aprovechar al máximo el espacio. Los propietarios contrataban únicamente dependientes chinos, que se avenían a ganar muy poco pues lo que les importaba a los recién llegados era practicar el idioma y conocer el oficio. Muchos optaron por convertir las trastiendas en habitaciones o almacenes.
El éxito de los comerciantes chinos se explica por una serie de habilidades que desarrollaron, como la atención continua a las necesidades de su clientela, conformada principalmente por los sectores medios y bajos, a los que ofrecían precios módicos, mucha variedad y atención en horario corrido. A esto hay que añadir la habilidad organizativa y la voluntad para el ahorro, lo que proyectó una imagen de frugalidad que s recordada hasta hoy. Finalmente, fue clave la inteligencia creativa: entre las estrategias que utilizaron para mantener una clientela cautiva se incluye la «yapa», un pequeño agregado que no se cobraba, así como modestos obsequios por las compras, como un dulce para los niños.
Ahora bien, más allá de la estrategia comercial, los chinos pudieron consolidarse como una comunidad fuerte porque se vieron en la necesidad de ayudarse mutuamente a través de diversas organizaciones y sociedades de carácter comercial, étnicas y religiosas, todas ellas agrupadas desde 1886 bajo una coordinadora general, denominada luego Sociedad Central de la Colonia China, que subsiste hasta hoy. Estas organizaciones funcionaron como respaldo y asistencia, sobre todo ante las muestras de xenofobia.
De esta manera, entre 1930 y 1950, las esquinas de la cada vez más poblada ciudad de Lima fueron ocupadas por comerciantes cantoneses, conocidos y recordados como «el chino de la esquina». Junto con sus hijos y esposas, muchas veces peruanas, abastecían a las familias de los barrios populares y de clase media.
Los comerciantes chinos llevaron productos desde Lima hacia las provincias, se internaron en pueblos alejados y articularon así un mercado nacional. Un ejemplo es Chepén, en la costa norte de Perú, adonde llegaron miles de chinos a trabajar la tierra, muchos de los cuales se quedaron para establecer pulperías, bodegas y casas comerciales. Iban a menudo a Cajamarca, ubicada en la sierra, a vender y comprar productos, y formaron de esta manera una interesante red comercial. La influencia china todavía puede verse en el rostro de sus habitantes y en las organizaciones que crearon.
Del pasado al presente: los descendientes chinos hoy En la actualidad, hay miles de descendientes de chinos –conocidos como tusáns– en todas las actividades económicas y profesionales en Perú. Entre ellos, un caso notable es el de la ya mencionada familia Wong. Su iniciador fue Erasmo Wong, quien en 1942 fundó una pequeña bodega en una esquina de San Isidro, un barrio residencial limeño. Desde ese entonces, junto con su esposa e hijos, se dedicaron a convertir su negocio en uno de los más prósperos de Lima.
En 1983, la empresa, ya en manos de los hijos del fundador, comenzó su gran crecimiento con una segunda tienda en Miraflores, a la que luego sumaron otras sucursales. En pocos años, el consorcio Wong se convirtió en la cadena líder de supermercados: cuenta con 32 tiendas que operan bajo las marcas Wong (12 supermercados), Metro (ocho supermercados y 10 hipermercados) y Eco (un almacén), así como American Outlet (dos tiendas). En conjunto, el consorcio cuenta con más de 1.000 cajas registradoras para sus 50.000 productos.
Sus competidores más cercanos son los supermercados Vea y Santa Isabel, que forman parte de Disco Ahold, una empresa transnacional.
El crecimiento de la empresa ha ido de la mano de algunas innovaciones. Los supermercados Wong, orientados a los sectores peruanos más pudientes, brindan un alto nivel de servicio y calidad. La cadena Metro, dirigida a sectores medios y bajos, ofrece precios reducidos y ha generado un cambio en los hábitos de consumo en los barrios populares. En estos lugares, donde la mayoría de la población está constituida por los hijos de los inmigrantes del interior, ha sido una novedad comprar en estos establecimientos, equipados de manera tal que se convierten en un paseo familiar, ya que cuentan con espacios para niños y restaurantes, e incluso a veces se ofrecen espectáculos teatrales gratuitos.
Reflexiones finales
La familia Wong es un ejemplo más del modo en que los descendientes chinos se encuentran integrados a la sociedad peruana. Sus actividades no se circunscriben a Lima: ciudades como Chiclayo, Trujillo, Chepén, Nazca, Chincha y Chimbote, entre otras, cuentan con una activa participación de ellos, muchos de los cuales siguieron las tradiciones de sus antepasados reuniéndose en asociaciones y clubes. Una muestra de esta vitalidad ha sido la inauguración, en Chiclayo, del colegio Sun Yat-sen, sede del primer establecimiento educativo chino en América –el Diez de Octubre de Lima. Otro dato resulta revelador de la importancia que han alcanzado los herederos de los culíes en Perú: tres de los candidatos presidenciales para las elecciones del 9 de abril, Humberto Lay, Martha Chávez y Ricardo Wong, son de ascendencia china.
En suma, de lo expresado aquí se puede inferir que la habilidad comercial de los inmigrantes chinos, desarrollada desde la llegada de los primeros de ellos en el siglo XIX, es solo un aspecto más de su capacidad para insertarse, convivir y prosperar en América Latina.
Fuente: De la tiendita al súpermercado. Los comerciantes chinos en América Latina y el Caribe autor Milagros Lock Reyna publicado en la Revista NUEVA SOCIEDAD 203, Mayo-Junio 2006. Milagros Lock Reyna: historiadora de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su área de estudio son las actividades comerciales de los chinos en Perú. Actualmente se desempeña como editora del área de Ciencias Sociales del Grupo Editorial Norma-Perú.

07 abril 2007

El Mito de Yacana o La Constelación de la Llama (Lima)

En el antiguo Perú la mayoría de constelaciones que se veían en el cielo no estaban formadas por conjuntos de estrellas, como lo entendemos hoy nosotros, sino por las manchas negras, los espacios vacíos que hay entre los conjuntos de estrellas, la parte iluminada del cielo.

A continuación presentaremos el mito que se tiene en la provincia de Huarochirí (en la sierra de Lima) sobre esta constelación andina y la importancia que tiene para sus pobladores.
Mirando el cielo, la constelación andina se puede reconocer porque tiene la forma del cuello y la cabeza de una llama, y en el lugar de los ojos hay dos estrellas muy brillantes. Quizás por ser estas constelaciones andinas espacios oscuros, y por representar la llama, las llamas de lana negra eran muy usadas en las principales ceremonias religiosas del Tawantinsuyu.
El Mito de Yacana
La constelación que llamamos Yacana, es el camac de las llamas, osea su fuerza vital, el alma que las hace vivir.
Yacana camina por un grán río (la Vía Láctea). En su recorrido se pone cada vez más negra, tiene dos ojos y un cuello muy largo.
Se cuenta que Yacana acostumbraba beber agua de cualquier manantial, y si se posaba encima de alguien le transmitia mucha suerte. Mientras este hombre se encontraba aplastado por la enorme cantidad de lana de Yacana, otros hombres le arrancaban la fibra.
Todo esto ocurría siempre de noche. Al amanecer del día siguiente se veía la lana que habían arrancado la noche anterior. Esta era de color azul, blanca, negra, parda, las había de toda clase, todas mezcladas.
Si el hombre afortunado no tenía llamas, rápidamente compraba algunas y luego adoraba la lana de la Yacana en el lugar donde la habían arrancado.
Tenía que comprar una llama hembra y otra llama macho, y sólo a partir de estas dos podía llegar a tener dos mil o tres mil. Esta era la suerte que la Yacana confería a quienes se posaba encima de ellos.
Se cuenta que en tiempos muy antiguos, esto le ocurrió a muchas personas en muchos lugares. A la media noche y sin que nadie lo sepa la Yacana bebe toda el agua del mar, porque de no hacerlo el mar inundaría almundo entero.
Yutu (la perdíz) es una constelación pequeña que aparece antes que la Yacana. Según cuenta la tradición, la Yacana tiene un hijo que cuando mama ésta se despierta. Tambien hay tres estrellas que caminan juntas y en línea recta. A éstas les han puesto los nombres de Kuntur(cóndor), Suyuntuy (gallinazo) y Huamán (halcón).
La tradición narra que cuando aparecen estas estrellas más brillantes que antes, ese año será bueno para el cultivo. Si en cambio aparecen poco brillantes, ése será un mal año, con mucho sufrimiento.
(Fuente: Diccionario de Mitos y Leyendas elaborado por el equipo NAyA, 2002)
Enlace:
Red NAyA

06 abril 2007

La Pastoral Social de Ilave (Puno)

Pastoral Social: “construyendo espacios de concertación y diálogo”
La génesis de la Pastoral Social en Ilave se remonta a la irrupción de una Semana Santa diferente para la provincia de El Collao, la Pascua del 2004. No se podía vivir el ritual de la pasión del Señor dentro del templo cuando el “pueblo crucificado”, presencia de Jesucristo, estaba en la plaza, en las calles, frente al municipio. El malestar de la población reunida para reclamar la renuncia de su alcalde no nos permitía una vivencia solo ritual del Misterio Pascual sino que nos exigía como Iglesia local seguir el camino solidario que Jesús con su vida, pasión, muerte y resurrección al servicio de la humanidad nos había enseñado.
El asesinato del alcalde Cirilo Fernando Robles Callomamani agudizó el dolor del pueblo: la confusión, la violencia, las detenciones, la lista de los requisitoriados, los comentarios estigmatizantes de los medios de comunicación poblaron la vida cotidiana de Ilave y desafiaban nuestra presencia eclesial. Habíamos aprendido de las primeras comunidades cristianas y de la misma Iglesia del Sur Andino que ante el sufrimiento y la confusión una propuesta sabia es sumar esfuerzos, discernir juntos, buscar salidas poniendo en común lo que cada uno tiene. Acogimos la propuesta y la pusimos en práctica: formar un colectivo que denominamos “Pastoral Social en Ilave”.
En setiembre del 2004 cuando se reúne por primera vez la Pastoral Social se retoma el aporte que hizo la Comisión de la Verdad y Reconciliación acerca del papel de la Iglesia del Sur Andino en los últimos veinte años en el Perú. Este testimonio fortalece nuestra mística y compromiso:
Fue en medio de las luchas campesinas por recuperar tierras de las SAIS por vía pacífica y por mejorar la producción a través de las empresas comunales, que se hizo abiertamente presente la violencia de Sendero Luminoso, que venía rondando la zona silenciosamente, sobre todo a través de algunos estudiantes y de algunos profesores en el campo. En los años 80 era común escuchar que Puno iba a ser un segundo Ayacucho, por su pobreza y su gran población indígena, pero Puno se distinguía de Ayacucho en dos aspectos importantes. No sólo porque desde los años 70 distintos grupos de izquierda habían organizado a los campesinos, creando en ellos un nivel de conciencia política, sino también por el trabajo evangelizador de esta Iglesia solidaria, dinámica y progresista de la región, que había logrado crear un nuevo sentido de pertenecer a la Iglesia entre miles de pobladores.
Los campesinos del sur, que ya se habían organizado, supieron reaccionar ante la propuesta senderista que se dedicaba a destruir, no a apoyar sus organizaciones. A esta actitud contribuyó con su presencia una Iglesia renovada que supo estar a la altura del momento social.
La realidad actual es diferente pero la propuesta evangélica de defensa de la vida, de búsqueda de mayor justicia y paz sigue vigente. Nuestro primer objetivo como Pastoral Social fue “Promover la Participación ciudadana para la búsqueda de la Paz, el Bien Común, el Estado de Derecho y la Consolidación de la Democracia promoviendo la gobernabilidad local (Provincia El Collao). (Cf. Orientaciones pastorales 2001-2005. Prelatura de Juli. Pag 18)”. Por eso ante las elecciones complementarias del 17 de octubre del 2004 no dudamos en facilitar espacios de participación ciudadana y concietización acerca del valor de la democracia. Estos espacios, entre otros, han sido los talleres de sensibilización por los valores democráticos en las diferentes zonas de la provincia de El Collao, el Foro “Ilave por la democracia, la vida y la paz” con la participación de los candidatos y organizado por la Pastoral Social junto a otras ONGs y organizaciones gubernamentales, la Jornada Juvenil por la Paz, la Feria “Por la no violencia”, los programas de radio de “Sintonía Ciudadana” que hasta el día de hoy seguimos animando.
Una vez asumido el nuevo gobierno provincial apostamos por apoyar la reconstitución de la mesa provincial de concertación para la lucha contra la pobreza (MCLCP), pues siendo coherentes con nuestra mística cristiana creemos que es valioso unir esfuerzo entre sociedad civil y estado para la búsqueda de un mayor desarrollo humano en nuestra región. Hoy la Mesa provincial está animando el proceso de elaboración del Plan Concertado de Desarrollo. En continuidad con el deseo de unir esfuerzos con otros como Pastoral Social formamos parte del equipo multisectorial que acompañó el proceso de presupuesto participativo 2005 y 2006. En los talleres en los que se realiza este proceso de presupuesto participativo sufrimos algunos conflictos fomentado por personas y grupos que desconfían de la presencia de la Iglesia. Sin embargo, el compromiso valiente de varios cristianos que aman a su pueblo y su país y el deseo de la mayoría de las personas de crecer en participación hizo posible la realización de dichos talleres. Nos alegra ver este compromiso ciudadano en cada zona de la Provincia de El Collao.
Como segundo objetivo de nuestro accionar como Pastoral Social tenemos el “Fortalecer y promover nuevas experiencias de liderazgo y organización, en espacios de concertación, en búsqueda del desarrollo sostenible con incidencia en los espacios de decisión de la vida socio-política local (Provincia El Collao) y nacional”. (Cf. Orientaciones pastorales 2001-2005. Prelatura de Juli. Pag 15). La Escuela de Líderes de la Parroquia San Miguel constituye uno de los espacios a través del cuál intentamos poner en práctica este objetivo. Se prepara a los líderes para acompañar desde las comunidades y organizaciones los procesos de concertación, de participación ciudadana en búsqueda del desarrollo del pueblo de la provincia de El Collao.
Desde el comienzo de nuestro compromiso hemos privilegiado el acompañamiento psíquico-espiritual así como el asesoramiento jurídico de algunas familias afectadas por los conflictos del año pasado en Ilave. Otra opción importante de la Pastoral Social fue reabrir la oficina de la Vicaría de Solidaridad en Ilave junto a la atención que está brindando el equipo de Emaús.
La experiencia de comunión entre los miembros de las distintas instancias eclesiales que conformamos la Pastoral Social así como la concertación con los otros miembros de la sociedad civil y del estado es una realidad que queremos seguir fortaleciendo pues creemos que tender puentes y crear redes es una tarea humanizadora. Sin embargo, esta tiene como misión la tarea de pacificación de nuestra región para generar un desarrollo humano creciente y sostenible. Creemos que “la paz en América Latina no es, por lo tanto, la simple ausencia de violencia y derramamiento de sangre. Eso es importante pero sería una falsa paz si se pretende edificarla sobre los escombros de los derechos humanos más elementales.
Donde existen injustas desigualdades sociales hay un rechazo al don de la paz, más aún, un rechazo del Señor mismo” (Medellín, Paz, 14).
El Perú de ayer y de hoy
Los conflictos vividos en Ilave y que llevaron al asesinato del alcalde Cirilo Fernando Robles Callomamani han tenido como causal una larga historia de desigualdades sociales donde el desprecio y la estigmatización de los pueblos originarios producen “trincheras de resistencia y de supervivencia basándose en principios diferentes u opuestos a los que impregnan las instituciones de la sociedad”. Los hechos acaecidos en la provincia de El Collao expresan fracturas sociales históricas, que fueron descritas desde la literatura por Manuel Scorza, José Maria Arguedas entre otros, y que fueron acrecentadas durante los años de violencia política de las últimas dos décadas.
El presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Salomón Lerner Febres, al presentar al Presidente de la Nación, al Consejo de Ministros, al Congreso Nacional y a toda la población en general el informe final después de dos años de investigación acerca de los veinte años de violencia que vivió el Perú dijo:

“La historia del Perú registra más de un trance difícil, penoso, de auténtica postración nacional. Pero, con seguridad, ninguno de ellos merece estar marcado tan rotundamente con el sello de la vergüenza y el deshonor como el fragmento de historia que estamos obligados a contar en las páginas del informe que hoy entregamos a la Nación. Las dos décadas finales del siglo XX son — es forzoso decirlo sin rodeos — una marca de horror y de deshonra para el Estado y la sociedad peruana”.
Al constituirse la Comisión de la Verdad y Reconciliación se les encomendó la tarea de investigar y hacer pública la verdad sobre las dos décadas de origen político que se iniciaron en el Perú en 1980. Ese mismo año salía a la luz el PCP-Sendero Luminoso; organización responsable de la aniquilación de colectividades o el arrasamiento de aldeas así como el cautiverio de poblaciones indefensas, el maltrato sistemático, el asesinato como forma de impartir ejemplos e infundir temor. La Comisión ha encontrado que la cifra más probable de víctimas fatales en esos veinte años supera los 69 mil peruanos y peruanas muertos o desaparecidos a manos de las organizaciones subversivas o por obra de agentes del Estado. Al cabo de las investigaciones se ha encontrado que de cada cuatro víctimas, tres fueron campesinos o campesinas cuya lengua materna era el quechua. Se trata de un sector de la población históricamente ignorado por el Estado y por la sociedad urbana.
Estas dos décadas de destrucción y muerte no habrían sido posibles sin el profundo desprecio a la población más desposeída del país.
El 54,8% de la población peruana vive en condiciones de pobreza (14 millones 609 mil habitantes); es decir, ellos viven en hogares cuyo gasto total está por debajo del costo de una canasta básica de consumo. El 24,4% de la población nacional vive en situaciones de pobreza extrema (6 millones 513 mil habitantes); es decir, ellos residen en hogares cuyo gasto total está por debajo del valor de una canasta básica de alimentos. La sierra que ha sido la zona más afectada por la violencia en los últimos veinte años tiene el 72% de la población en pobreza y el 45,6% de la población en pobreza extrema. En el área rural la pobreza afecta al 78,4% de su población, en tanto que en el área urbana al 42%. En el caso de la pobreza extrema, los porcentajes son 51,3% y 9,9% respectivamente. Las mayores niveles de pobreza se encuentran en la Sierra rural donde la pobreza total afecta al 83,4% y la extrema al 60,8%.6
Es en la Sierra rural donde la violencia se inició y más precisamente en Ayacucho. Aquí se concentra el 40% de los muertos y desaparecidos reportados. Al sumar las víctimas consignadas por la Comisión de la verdad y reconciliación en los departamentos de Junín, Huánuco, Huancavelica, Apurímac y San Martín se llega al 85% así como la mayor cantidad de atentados, de destrucción de viviendas y pérdida de capital social. Sin embargo en el sur andino, integrado por Puno y Cusco y las provincias de Abancay, Grau y Cotabambas de la Región Apurímac, donde predomina la población indígena quechua aymara hablante, Sendero Luminoso fue derrotado por una alianza efectiva de diversos actores regionales, que incluía organizaciones campesinas, Iglesia, partidos políticos y fuerzas del orden. Precisamente en el Sur Andino la Iglesia está organizada entre varias prelaturas y diócesis en un proyecto pastoral con una clara opción por los pobres. Este es un dato de la realidad que retomaré más adelante pues es esencial en el momento del discernimiento de las opciones pastorales.
Evidentemente la discriminación cultural, social y económica persistente en la sociedad peruana es un estigma cuya sanación es el principal desafío a enfrentar. Por esta razón el gobierno de transición del presidente Valentín Paniagua crea dos comisiones a nivel nacional, que desde el espíritu de la concertación y la verdad tienen como misión enfretar la problemática de la pobreza. Una de ella es la “Comisión de la verdad y reconciliación” que presentó su informe final el 28 de agosto del 2003 y la otra comisión es la “Mesa de concertación para la lucha contra la pobreza”. Desde la Pastoral Social de Ilave se está animando esta Mesa de concertación para la lucha contra la pobreza (MCLCP) a nivel del distrito de Ilave y a nivel de la provincia de El Collao.
La participación de la Iglesia en el proceso de concertación
Al iniciar este punto quisiera aclarar dos cuestiones. La primera es que si bien haré referencia en general a la Iglesia en el Perú me detendré más específicamente en la Iglesia del Sur Andino Peruano pues es mi lugar de inserción pastoral y donde comparto la vida junto a los pueblos quechua y aymara. Lo segundo es que para tratar la participación de la Iglesia en el proceso de concertación lo haré desde el aporte de las dos Mesas que ya mencioné al comienzo del artículo: La “Mesa de la Verdad y Reconciliación” y la “Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza” pues combinando ambas muestra mejor el rol de la Iglesia en la lucha contra la pobreza.
Uno de los primeros y más recientes aportes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación que quiero rescatar es acerca del papel de la Iglesia en los últimos veinte años en el Perú. Refiriéndose a la respuesta de la Iglesia en diversas regiones del país la Comisión hace la siguiente afirmación:
En general, donde la Iglesia se había renovado según las líneas del Concilio Vaticano II y las asambleas episcopales de Medellín y Puebla, había mucho más resistencia a la prédica de los grupos subversivos, pues desarrollaba una pastoral social que la relacionaba con la población y respondía a sus inquietudes con un discurso de cambio y de exigencia de justicia, pero rechazando la violencia. Así fue el caso de ciertas diócesis del interior- Cajamarca, Puno, Chimbote, Huaraz, Piura, etc. En cambio, donde la Iglesia no había tomado tanto en cuenta el cambio impulsado por el Concilio, la subversión encontró un terreno mucho más fértil para enraizarse. Así fue el caso de Ayacucho y otras diócesis como Abancay y Huancavelica.
La Iglesia del Sur Andino, con su compromiso al lado del pueblo y con su palabra oportuna y pertinente, fue sin duda uno de los factores más importantes para que en la región no solamente no se expandiera Sendero Luminoso, sino para que no se produjeran masacres y violaciones sistemáticas de derechos humanos por parte de los subversivos y de las fuerzas del orden, como sucedió en otros lugares donde no hubo este tipo de presencia eclesial. Por esta misma razón me parece interesante detenerse a conocer un poco más de cerca la historia y las opciones pastorales de esta Iglesia.
La Iglesia del Sur Andino y sus opciones pastorales
El concilio Vaticano II tuvo una gran trascendencia para el presente y futuro de la Iglesia; éste influyo fuertemente en las preocupaciones pastorales de los obispos de Latinoamérica y del Perú. Muestra de ello será la Asamblea Episcopal de Medellín y, entre otras muchas nuevas realidades que surgieron durante esos años, el Instituto de Pastoral Andina.
En 1966, moseñor Ricardo Durand, arzobispo de Cusco en ese tiempo, comenzó a pensar en la posibilidad y conveniencia de un instituto pastoral para el mundo de la sierra, para lo cual inició una serie de consultas a otros obispos del Sur Andino y de otros lugares de la sierra del Perú. El entusiasmo despertado por esta idea y la gran acogida que tuvo la posible creación de una institución que investigara el mundo andino y ofreciera pautas para el trabajo pastoral decidió ya prácticamente la creación del Instituto de Pastoral Andina (IPA). El IPA nace con dos objetivos diferentes, pero que se coordinan para conseguir un solo fin: la investigación seria y científica de la religiosidad andina y la elaboración de líneas de acción pastoral. El 5 de julio de 1969, fecha considerada como la del nacimiento oficial del IPA, el P. Luis Dalle asume, por encargo de los obispos miembros del directorio, la organización y dirección de este instituto, en la misma asamblea en que fueron estudiados y aprobados los estatutos.
Uno de los primeros frutos del Departamento de Investigación del IPA fue El mundo religioso de Urcos, donde el autor, el P. Manuel Marzal, plantea la urgencia y necesidad de un diálogo entre el mundo religioso occidental, del que es portador el misionero, y el mundo religioso andino, que durante siglos, han coexistido juntos en una especie de “pacto de no agresión”. En el año 1970 surgen algunas novedades en la orientación del curso para agentes pastorales que anualmente había organizado el Departamento de Formación del IPA. A los temas tradicionales de antropología religiosa, historia del poblador andino, pastoral indígena, se añaden otros ligados a la situación sociopolítica que vivía el país, gobernado en ese momento por una junta militar, presidida por Velasco Alvarado, que intentaba una reforma radical de las estructuras del país. Entre los temas que aparecen por primera vez se encuentran reforma agraria, cooperativismo, educación, etc. Se intenta que estos cursos sean el lugar de reflexión y revisión del conjunto de los agentes pastorales del Sur Andino, del papel y la misión de la Iglesia y del trabajo pastoral. Se trata de pensar el trabajo de la Iglesia a la luz de las exigencias de la fe en el Señor Jesús y como respuesta a las necesidades del pueblo pobre.
La acentuación de la crisis económica y su mayor incidencia en los sectores populares impulsó a los obispos de la región a diferentes pronunciamientos: Carta pastoral de los obispos del Sur Andino sobre la situación social de la región, en la Navidad de 1973, Escuchando las aspiraciones del pueblo surandino(1975), Recogiendo el clamor (1977), Acompañando a nuestro pueblo(1978). Este último documento fue reflexionado, antes de su publicación por las comunidades cristianas como por los agentes de pastoral. La voz de la Iglesia fue pronunciada de forma clara y en su momento oportuno. Quisiera recordar algunas líneas de uno de estos documentos como expresión de las opciones que esta Iglesia del Sur Andino ha asumido:
Afirmamos que sin una organización autónoma del pueblo no se logra la liberación de este pueblo según el plan de Dios. Esta afirmación nos compromete a respaldar las organizaciones que, naciendo del pueblo porque son suyas o las asume como tales –no las que se le imponen-, favorecen el acceso de las personas a una mayor dignidad, permitiéndoles pasar de condiciones menos humanas a más humanas, en las que el hombre sea reconocido y se reconozca como hijos de Dios.
Hacia mediados de la década de los años ochenta comienza a aparecer una nueva realidad en el Sur Andino que cambiará drásticamente mucho del estilo y del trabajo pastoral que se venía haciendo: la violencia de Sendero Luminoso y la contrainsurgente de las fuerzas del orden. Lenta y progresivamente se va haciendo más difícil el trabajo, especialmente en el campo, aunque prácticamente todos los agentes pastorales optan por permanecer en sus lugares, acompañando momentos difíciles y continuando con su labor evangelizadora. Ya desde 1985 el IPA comenzó a animar un trabajo pastoral sobre la importancia de la paz y sobre las condiciones en que ella debía ser construida. El objetivo era que todos sintieran la importancia del rechazo a la violencia y se sintieran sujetos activos en ello. Esta etapa se alarga hasta después de 1992 y merecería un tratamiento mejor pero es imposible hacerlo en este artículo.
Otro espacio muy importante para la animación de la pastoral de la Iglesia del Sur Andino han sido las Semanas Sociales. En 1989 se organizó en Puno la primera Semana Social y en 1999 se organizó la II Semana Social con la perspectiva de reconocer y resaltar la dignidad de la persona humana, así como también dar respuestas posibles a los desafíos que plantea el nuevo milenio: “Esta Semana Social se inserta en la tradición de la Iglesia surandina de decir una palabra profética frente al acontecer regional”.
El compromiso eclesial en los proceso de concertación y participación ciudadana.
Así como en otros tiempos la Iglesia del Sur Andino acompañó a los campesinos en la reforma agraria o en la lucha por la pacificación del país, desde el año 2001 esta Iglesia acompaña el proceso de concertación para la lucha contra la pobreza y la formación de líderes para la participación ciudadana. Y la razón es que “la experiencia latinoamericana nos hizo comprender hace un tiempo que, en última instancia, la pobreza significa muerte. Muerte temprana e injusta“.
Lo que está en juego en el asunto de la pobreza es la vida y la muerte de las personas. Se ha dicho que el siglo venidero será un “siglo fascinante y cruel”, pero desde la realidad latinoamericana se sabe que el futuro inmediato no será, en verdad, fascinante y cruel para las mismas personas. Será fascinante para las personas que poseen un cierto nivel social y participan en los niveles de punta del conocimiento tecnológico. El siglo próximo será cruel, para los “insignificantes” de la historia. Su pobreza y marginación – si no se hace un inmenso esfuerzo de solidaridad- aumentará, habrá una mayor miseria y serán más numerosos los que sean amenazados en su vida.
La opción por los pobres hunde sus raíces en la gratuidad del amor de Dios y es requerida por ella. Es una opción teocéntrica y profética. El pobre debe ser preferido no porque sea necesariamente mejor que otros desde el punto de vista moral o religioso, sino porque Dios es Dios.
Desde estos fundamentos y convicciones teológicas la Iglesia del Sur Andino se ha comprometido apoyar la Mesa de Concertación para la lucha contra la pobreza, no sólo con una persona como el P. Gastón Garatea Yori, sscc, como presidente, sino que pone a su servicio las estructuras eclesiales como la Vicaría de Acción Social, Vicaría de Solidaridad, Cáritas, Asambleas Prelaturales, equipos de pastoral, coordinaciones pastorales.
Constantemente se están organizando espacios de formación donde se intenta mejorar las capacidades de intervención de los líderes locales, el conocimiento de los mecanismos de control y vigilancia ciudadana, se promueve el desarrollo de las capacidades locales para la participación en el proceso de concertación. En las parroquias, los planes estratégicos pastorales tienen en sus objetivos y actividades el apoyar el proceso de concertación. Por eso cuando en Ilave surgen los conflictos anteriormente descriptos no fue difícil formar un colectivo que denominamos Pastoral Social y donde sumamos esfuerzos todas las instancias eclesiales que intervenían en la jurisdicción de El Collao para favorecer la gobernabilidad y la pacificación.
Esto supone un cambio en la forma de mirar a los pobres, y de los pobres de mirarse a sí mismos. Las personas que sufren pobreza no por ello son menos personas, ni les falta capacidad para opinar y decidir sobre lo que podría ser más conveniente para ellas. Las Mesas de Concertación y la Iglesia en muchas regiones de Perú apuestan a continuar su lucha contra la pobreza desde esa capacidad que hay en los mismos pobres y desde la voluntad concertadora que hay en cada uno de los sectores que conforman el país: las instituciones públicas, los gremios empresariales, las organizaciones de base, los organismos no gubernamentales, las autoridades locales y regionales, y la Iglesia en medio de ellos como un sujeto más en la construcción de la nueva sociedad.
(Fuente: La Pastoral Social de Ilave- Perú: una experiencia de comunión para la pacificación autora Gabriela Zengarini O.P. “La paz es ante todo obra de la justicia. Si no hay justicia social no hay paz” (Medellín, Paz, 14).
Ilave, 23 de octubre del 2006)

05 abril 2007

Comunidad Campesina de Sarhua hasta 1998 (Ayacucho)

Sarhua es una comunidad reconocida de más o menos 1,000 habitantes ubicada en una pequeña valle a unos 3,400 metros entre cuatro cerros en la parte noreste de la provincia, a unas seis o siete horas suroeste de la ciudad de Ayacucho por carreteras hasta el Río Pampas, y un puente peatonal y unas dos a tres horas por herradura para subir a la comunidad misma.
Es la capital del distrito de Sarhua, que tiene cinco otras comunidades dentro de sus límites, todas de aceso bastante difícil desde Sarhua misma, y acesible de ella sólo por herraduras. Según el censo de 1993, el distrito tiene una población de 3,113, de los cuales 1,952 eran rurales, es decir, en centros poblados de menos de 40 viviendas. El distrito de Sarhua se caracteriza como pobre extremo, con un índice de pobreza de 30.77 porciento, el más pobre de la Provincia de Víctor Fajardo y entre los cuatro distritos más pobres en todo el Departamento de Ayacucho (de 109). (FONCODES 1998c)
Se conoce por su artesanía de tablas dibujadas y pintadas representando la vida cotidiana de la comunidad. Durante este periodo, los comuneros de Sarhua trataron de evitar problemas tanto de SL como del ejército con una postura de aceptación de la presencia dominante de uno u otro en su momento.
El ejército llegó en 1986, y hubo enfrentamientos en los cuales algunos sarhuinos se desaparecieron, pero vino a ser la fuerza dominante, aceptada por la comunidad, desde esos meses en adelante.
Durante los años más difíciles, entre 1982 y 1987, los sarhuinos en su mayoría quedaron en vez de desplazarse, adoptando la estratégia de subir a los cerros y a las cuevas en las noches para dormir en su deseo de evitar ataques tanto de SL como del ejército. Por esta combinación de iniciativas evitaron masacres como en muchas otras comunidades de la zona, pero aún así perdieron unos 20 a 25 comuneros en el curso de la violencia.
Sólo fue establecido un Comité de Autodefensa Civil en 1993, y por iniciativa de la base militar más cerca, en Pampa Cangallo, cuando llegaron representantes del ejército para dar instrucción militar y entregar unas 25 armas. Américo Ccoyllo, licienciado militar sarhuino quién coordina los ronderos del lugar y les da instrucción, notó que desde su formación no han habido incidentes con SL. (Ccoyllo 1998)
Desde la pacificación, han regresado unas 125 familias de Lima y unas 25 de Ayacucho, y se nota una expansión progresiva en la presencia de entidades del estado. Incluyen el programa del Vaso de Leche, FONCODES, PRONAMACHCS, y PAR.
Sus actividades abarcan el reparto de alimentos, un comedor popular, módulos para casas y aulas, un nuevo centro artesanal y máquinas para su equipamiento, programas de alfabetización y reforestación, la construcción (todavía sólo parcialmente ejecutada) de una carretera y un puente para conectar a la comunidad con la carretera a Chuschi, en la Provincia de Cangallo, y un centro de educación inicial.
Por aportes del gobierno central a la municipalidad del distrito a través de su Fondo de Compensación Municipal (unos S/. 20,000 mensuales), se ha hecho un sistema de agua potable, aulas, una loza deportiva, y la refacción de bañados de ganado. La mano de obra está contribuido por los sarhuinos en faenas comunales semanales, incluyendo aportes de la CAC.
Las organizaciones de sarhuinos en Lima y Ayacucho han aportado tanto donaciones como iniciativas directas a entidades estatales. En una indicación de como organizaciones tradicionales adaptan a nuevas realidades, los varayocs y sus ayllus ahora están organizados en uno compuesto mayormente de evangélicos y con un varayoc evangélico, y otro mayormente católico con su varayoc correspondiente.
Entre la red de organizaciones locales, se incluyen las tradicionales o establecidas por mucho tiempo como los varayocs, la junta directiva comunal, la municipalidad, la gobernación, el juez de paz, la iglesia católica, el centro artesanal, y centros educativos primarios; con los nuevos, como el Club de Madres, un centro de salud, el Vaso de Leche de la municipalidad, la iglesia evangélica, el comando de la ronda campesina, el comité de retornantes, y los núcleos ejecutivos de FONCODES y PRONAMACHCS.
Gente consultada en la comunidad nota cierta falta de coordinación entre esta gama de organizaciones que a veces limita su eficiencia. Otro problema es la percepción que el alcalde actual no está administrando bien los fondos de la comunidad y tampoco está llevando a cabo gestiones apropiados para conseguir programas adicionales de entidades del gobierno central para su comunidad.
Pueden explicar en parte por qué el distrito de Sarhua ha recibido un menor número de proyectos de lo que su nivel de pobreza señala que le corresponde. Por ejemplo, entre 1992 y 1997, FONCODES sólo ha desarrollado 15 proyectos en todo el distrito, a un costo de S/. 773,000, y sólo tres en la comunidad de Sarhua. (FONCODES 1998d) El Jefe Zonal de FONCODES de Ayacucho, Ing. Víctor Sevilla, lo explica como una combinación de un distrito de difícil aceso y una capital divorciada de sus anexos, una falta de iniciativa local, autoridades no muy activas, y una tendencia de seguir el antiguo patrón de pedir ayuda en vez de gestionarla. (Sevilla 1998b)
(Fuente: LA POLÍTICA INFORMAL EN EL PERÚ: RESPUESTAS LOCALES EN AYACUCHO autor David Scott Palmer, Boston University. Preparado para presentar en el Congreso Internacional de la Asociación de EstudiosLatinoamericanos, LASA, en Chicago IL, 24-26 de septiembre de 1998. Profesor Visitante Fulbright, Universidad Nacional de San Cristóbalde Huamanga (UNSCH), y Profesor Principal de Relaciones Internacionales y CienciasPolíticas de la Universidad de Boston, con aportes importantes de Ponciano del Pino, Profesor de Historia, UNSCH. Preparado para presentar en LASA, Chicago, el 25 deseptiembre de 1998. TERCER BORRADOR, terminado el 21 de septiembre de 1998).

04 abril 2007

Franklin Pease García–Yrigoyen

Nada que tuviera que ver con el Perú le era ajeno. Capacidad, entusiasmo y dedicación se aliaron para hacer de Franklin Pease uno de los grandes historiadores peruanos contemporáneos. Se fue demasiado pronto, siempre nos lo parece cuando se trata de alguien a quien queremos. Queda su impresionante legado de más de 150 obras, entre monografías, ediciones y artículos. Pero no se trata de una cuestión de números, Franklin Pease fue por encima de todo un maestro.
Emprendió largos caminos por la historia del Perú, que se bifurcaban a medida que los transitaba y que le llevaron a avanzar a través de la reflexión, el replanteamiento y la profundización constantes.
Fue maestro porque para Pease la Historia era un viaje por el conocimiento que él no entendía en sentido patrimonial. Investigación, docencia, labor editorial y gestión cultural y educativa eran para él caras de un mismo poliedro y a todas atendió y todas las compartió con colegas, estudiantes y aquéllos, que fuera de la esfera de lo académico, se interesaran por la historia del Perú.
En el ámbito de la investigación, sin duda su preocupación de más largo aliento ha sido la reconstrucción de la historia andina a través de las crónicas.
Desde sus primeras publicaciones en la década de 1960 al proyecto, en avanzado estadio de elaboración, de editar un CD con 45 crónicas hispano andinas con un sistema de búsqueda de palabras a partir de un programa informático sobre cuyo diseño se mostraba justamente orgulloso, van 40 años de localización de originales y copias, de contraste y análisis profundo de fuentes.
Reconocido como uno de los artífices de la etnohistoria andina, en esta línea troncal de investigación Pease volcó su afán por la renovación metodológica y la aplicación de las más avanzadas técnicas. Los resultados se traducen en obras consistentes y confiables, entre las que cabe entresacar de su extraordinario curriculum la edición crítica de las crónicas de Felipe Guamán Poma de Ayala (1970, 1980, 1993), Pedro Cieza de León (1984) y Agustín de Zárate (1995), referencias ineludibles para la comprensión de elementos fundamentales de la cultura de las sociedades andinas. En Las Crónicas y los Andes (1995) sintetizó sus preocupaciones sobre las fuentes históricas y su utilización, compaginando un exhaustivo estado de la cuestión, con el estudio crítico de los cronistas y su obra y el análisis de los significados de las crónicas como discurso.
Pease quiso también dejar constancia de su interés por la historia reciente, Perú, Hombre e Historia. La República (1993) no es un manual convencional, sino la selección de temas que consideraba claves y que trató básicamente, en una muestra de lo que era su sentido del respeto a la propiedad intelectual, a partir de lo que otros especialistas habían aportado. Fruto de esta inquietud fue también Breve historia del Perú contemporáneo (1995) y el diseño de una Historia del Perú en el siglo XX.
Para Pease la especialización no estaba reñida con la divulgación, entendida como acercamiento necesario de la historia a círculos más amplios de la sociedad. A las obras de carácter general citadas habría que añadir otras como Del Tawantinsuyu a la Historia del Perú (1978, 1989), Perú: Hombre e Historia entre el siglo XVI y el XVIII (1992) o la coordinación de la reciente Gran Historia del Perú editada en fascículos por El Comercio (1998). En 1984 la UNESCO le nombró vicepresidente del Comité Científico que coordinaría la Historia General de América Latina, cuyo volumen sobre el primer contacto y la formación de las nuevas sociedades dirigió y que se ha publicado este año.
Su implicación en la actividad editorial se manifestó en la promoción, bien desde la dirección o la redacción, de publicaciones relevantes: Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Director, 1967-1974, miembro del Consejo, 1975), Historia y Cultura del Museo Nacional de Historia del Perú (Secretario de Redacción, 1964-1968, Director, 1969-1974), Historia Boliviana, Kuntur (Lima), Cuadernos de Historia (Santiago de Chile) y Colonial Latin American Review (New York). En 1999, el Departamento de Historia de América I, a través del cual promovió vinculaciones institucionales entre la Pontificia Universidad Católica y la Universidad Complutense de Madrid, y en el que contaba con tan buenos amigos, le nombró miembro del Consejo Asesor de la Revista Complutense de Historia de América.
Sólo desde el conocimiento sistemático y riguroso pueden acometerse trabajos de historiografía del calado de los que Pease realizó. Sirvan de ejemplo, «Sobre la obra peruanista de Riva Agüero» (1962), Perú: una aproximación bibliográfica (1979), «Tendencias actuales de la Etnohistoria en el Perú» (1983), «Historiografía peruana y la Universidad Católica» (1992), «La historiografía peruana y la Revista Histórica» (1997), y «Cuatro décadas de Etnohistoria andina» (1998).
El interés por compartir también le llevó a dictar cursos en centros académicos de numerosos países. Fue profesor en la Universidad de California-Berkeley (1979 y 1982-1983), el Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid (1983), la Escuela de Antropología de México (1983), la Universidad de Cambridge (1987), la Universidad de Santiago de Chile (1987), la Escuela de Altos Estudios de París (1988) y las Universidades de Maryland y John Hopkins (1989).
El reconocimiento de la comunidad científica internacional se concretó en distinciones y en la incorporación a instituciones profesionales del más alto nivel.
Así fue miembro de número de la Academia Nacional de la Historia del Perú, y correspondiente de las Academias de la Historia de Argentina, Bolivia, Chile, México, y de la Real Academia Española de la Historia. Estuvo asociado a diversos centros e institutos de investigación peruanos, como el Centro de Estudios Histórico-Militares, el Instituto Peruano de Historia de Derecho y el Instituto Peruano de Historia Eclesiástica del Cuzco y fue miembro vitalicio del Instituto Riva Agüero.
Convencido de que el desarrollo de un país pasaba por el impulso de su educación y cultura, asumió distintos puestos de responsabilidad en instituciones peruanas. Fue Director del Museo Nacional de Historia (1969-1974), Director General de la Biblioteca Nacional del Perú (1983-1986), y miembro de la Comisión Consultiva del Ministerio de Relaciones Exteriores (1995-1997).
El principal escenario de su actividad fue la Pontificia Universidad Católica del Perú. En ella estudió Humanidades y Derecho y se doctoró en Historia en 1967. En ella ejerció el magisterio desde 1965 y desempeñó puestos de responsabilidad (Decano de Humanidades entre 1980 y 1983 y desde 1993 en adelante, y Director de Publicaciones, 1975-1982). La fundación (1977) y dirección de la revista Histórica, órgano de expresión del Departamento de Humanidades, fue una de sus empresas más queridas. Proyectó su concepción global de la historia del Perú convirtiéndola en una publicación de prestigio internacional y en plataforma desde la que investigadores peruanos y peruanistas de variadas procedencias y con preocupaciones diversas pudieron dar a conocer sus trabajos.
Su despacho era un lugar cálido y abierto en el que se le encontraba siempre y, a pesar de lo apretado de su agenda, era como si tuviera todo el tiempo disponible para conversar, para dar o pedir una referencia o una publicación, para abrir proyectos que nos emplazaban a una futura cita en el Perú o donde quiera. Su hospitalidad continuaba en su casa de Santa Isabel donde nos recibía Mariana, su compañera de caminos con quien creó una familia y compartió intereses, destinos, amigos, la vida. Mariana Mould de Pease, que le siguió sin abandonar su propia trayectoria profesional como historiadora y defensora del patrimonio cultural del Perú y que ahora está empeñada en que sus proyectos sigan adelante.
Para alumnos y compañeros queda el Franklin que entendía el oficio de historiador como una forma de compartir y de entender la vida. Crítico, polemista, conversador, curioso, abierto... Respetaba tanto lo que hacía, que se volvía riguroso, implacable llegado el caso, cuando consideraba que se había procedido con superficialidad o aviesamente en el tratamiento de algún tema. Pero era estimulante, constructivo y generoso con los que empezaban o con aquellos que se mostraban abiertos a debatir, como él lo hacía, para avanzar o replantearse una línea de investigación.
A lo largo de los años Franklin Pease fue tejiendo una red de colegas-amigos que tenían en él a un referente intelectual y afectivo. La noticia sacudió como un aldabonazo. Vinieron meses de incertidumbre, de esperanza y desaliento. Pero seguimos vivos mientras nuestro recuerdo se perpetúe. Y desde muchos lugares y en muchos momentos, en muchas aulas y reuniones científicas, en muchos libros y artículos escritos y por escribir Pease, el maestro, continuará abriendo horizontes, y las sólidas bases sobre las que asentó sus investigaciones serán pautas sobre las que otros avanzarán en el conocimiento de la historia del Perú, que él tanto amó.
Fuente: Franklin Pease García-Yrigoyen (1939-1999). In memoriam autora Ascensión Martínez Riaza, publicado en la Revista Complutense de Historia de América 2000, 26: 373-376.

03 abril 2007

El Distrito de Paucarpata (Arequipa)

Ubicación Geográfica y extensión territorial
El Distrito de Paucarpata se encuentra ubicado a una distancia de 7.5 Km de la ciudad de Arequipa, ubicado a 2,487 m.s.n.m. al sur oeste de la ciudad de Arequipa entre los 16 grados, 25’ 46’’ de latitudsur y 71 grados 30’ 08’’ de latitud oeste, con una extensión de 41.34 Km2.
Límites
El distrito tiene los siguientes límites:
• Por el Norte con el Distrito de Mariano Melgar.
• Por el Sur con los Distrito de Sabandia
• Por el Este con los Distrito de Chiguata.
• Por el Oeste con el Distrito de José Luis Bustamante y Rivero.
Reseña Histórica
Su origen trasciende a la epoca del incanato, presumiéndose que los primeros pobladores fueron los mitimaes. La procedencia del nombre de Paucarpata, según los entendidos, procede de las palabras quechua “Pauqar” que significado Florido y “Pata” que significa Andén: Paucarpata es la tierra de los “ANDENES FLORIDOS”, el lugar elevado de colores matizados, andenería de flores o sitio florido. No se conoce el nacimiento del pueblo de Paucarpata. Sus orígenes se remontan al Paleolítico, lo que está demostrado con Investigaciones arqueológicas realizadas en sus andenerías que existen antes de los Incas y en centros arqueológicos, como Porongoche.
Anteriormente estuvo poblada por Lupacas, tiahuanacos, collas, yarabas, ubinas, carumas, seques y algunos de habla puquina como los mitimaes traídos por el Inca Mayta Capac; también por pobladores que vinieron de Viraco, llamados Chilpacas; Canchas del Cusco y Yuminas del repartimiento de Socabaya.
La antigua andenería que dejaron los primeros habitantes de este sector, fue aprovechada y ampliada por los Incas, que transmitieron de generación a generación esa vieja ocupación.
Los incas no sólo se quedaron prendados de la belleza natural del sector, sino también de su estratégica ubicación, que simulaba como una atalaya que vigila Arequipa y controlar el amplio espacio sobre el que tenían completo dominio. Desde un colina se puede apreciar la esplendidez de la campiña arequipeña y toda la extensión de la ciudad a la distancia.
En la colonia, fue uno de los Repartimientos del Corregimiento de Characato y Vítor. En este período se construye la Iglesia de Santa Ana de Paucarpata, cuya fecha de construcción no se ha precisado con exactitud, sólo se puede detallar como referencia la siguiente inscripción que hasta el terremoto de 1958 existió en una de sus naves “Admejorem Gloria del 1619”.
En el año de 1572, la población de Paucarpata se encontraba dispersa, en parajes y pequeños poblados, estando concentrada en el lugar donde está el Pueblo Tradicional; llevándose a cabo su fundación en julio de 1572, bajo los nombres de San Juan de la frontera o Villa de Santa Cruz de Paucarpata.
El 17 de Noviembre de 1837, se firmó el tratado de Paucarpata entre el Mariscal Andrés de Santa Cruz a nombre de la Confederación Perú Boliviana y el General Manuel Blanco Encalada, a nombre de la República Chilena, estableciéndose a través de él Paz perpetúa y amistad, entre ambos estados.
El 29 de octubre de 1883, se suscribió el acta de Paucarpata entregándose la ciudad de Arequipa a las tropas chilenas, al término de la Guerra del pacífico.
A comienzos de 1960 predominan las características netamente agrícolas en Paucarpata, en esa fecha comienza la expansión urbana de Arequipa, hacia la zona sur de la ciudad, a través de las avenidas Jesús y Alcides Carrión (La Pampilla). Se ocuparon las zonas agrícolas y también zonas eriazas.
Creación Política
Paucarpata fue fundada por el Capitán español don Juan Maldonado Buendía el 26 de julio de 1572. En 1975, el Concejo de Paucarpata, encuentra la fecha de creación política del distrito y se señala la fecha del 07 de Agosto de 1825. El Alcalde de ese entonces Gilberto Luján y Luján mediante Decreto de Alcaldía del 07 de agosto de 1976 oficializa el Acuerdo de Concejo adoptado en Sesión Ordinaria del 23 de setiembre de 1975, por el que se declara que la creación política del distrito de Paucarpata, ocurrió el 07 de agosto de 1825, por la Administración del Libertador Simón Bolívar en la ciudad de Puno, expidió el decreto administrativo dictatorial que le otorgó al igual que a otros muchos distritos en el ámbito nacional la categoría de Distrito.
Paucarpata al momento de surgir como distrito estaba conformado por los barrios tradicionales de: La Pampilla, Quinta Tristan, Lambramani, La Apacheta, Dolores, Porongoche, Colon, Tasahuayo, Alangui Tres Acequias abarcando además una gran extensión territorial la que con el correr del tiempo, ha ido decreciendo por las distintas subdivisiones a que ha sido expuesto.
Así pues es necesario reconocer que el actual distrito de Paucarpata es producto de un conjunto de desmembraciones que con el correr del tiempo han devenido en la extensión geográfica que hoy en día comprende en distrito.
Así tenemos entre otros que el desmembramiento más importante sufrido fue el que se da por medio de la Ley Nro. 26455 del 25 de Mayo de 1995, con el que se crea el nuevo distrito de José Luis Bustamante y Rivero, en base a la parte baja del distrito, queda por tanto reducido a lo que es actualmente el distrito de Paucarpata, perdiendo para ello gran parte de su andenería y además valores históricos que le caracterizaban.
La obra documental en que la Municipalidad de Paucarpata, basa su acuerdo y decreto de alcaldía, es “El Diccionario de la Demarcación Política del Perú” de don César García R.
Topografía
El distrito de Paucarpata pertenece a la región Yunga marítima, en base a la clasificación de el Dr. Javier Pulgar Vidal. La Topografía es variada y básicamente presenta dos zonas:
• Zona Alta: que es bastante accidentada y formada esencialmente por cerros, con taludes que presentan hasta un 60% de pendiente.
• Zona Baja: que presenta morfología mas suave y llana que fluctúa entre un 4.5% hasta un 7% de pendiente. La pendiente en ambas zonas en general esta orientada de este a oeste.
El distrito es cruzado por tres torrenteras y un río, que también definen otra sectorización (que se superpone transversalmente a la anterior) para el trazado urbano de los pueblos.
Hidrografía
a) Aguas Superficiales
Cuenta con el río Andamayo de escaso caudal durante todo el año, y tres torrenteras (segunda, tercera y cuarta torrentera) que cuando ingresan son un constante peligro para la comunidad. En todos los casos esta agua alimentan la cuenca hidrográfica del río Chili. El río Andamayo y la tercera torrentera son aprovechados como limites naturales del distrito.
b) Aguas Subterráneas
Existen dos manantiales: el de Jesús y el Pozo Negro, cuyas aguas son utilizadas para los baños y zonas agrícolas.

Clima
Similar al de Arequipa, es clasificado como templado – seco, pero la zona verde y de campiña le otorga un microclima especial más fresco a dicho sector, quedando en la parte alta la zona árida y seca, con un clima en ocasiones sofocante por el calor reinante. En las noches el cambio de temperatura es brusco y descendiente en mayor forma en las zonas altas y desprotegidas, por acción de los vientos.
A) Temperatura
- Media Anual : 13,1 C
- Mínima (Invierno) : 2,4 C
- Máxima (Verano) : 23,4 C
B) Precipitaciones
Las precipitaciones pluviales se registran generalmente en la época de verano con una intensidad variada provocando en algunas situaciones el ingreso de torrenteras con los consiguientes problemas que acarrea.
C) Humedad
La falta de humedad en el ambiente empeora las condiciones climáticas, acrecentando el calor y el asoleamiento, dicho fenómeno es producto de la carencia de vegetación como elemento regulador.
D) Vientos
Los vientos se desplazan en sentido NE en el día, a una velocidad de 13 Km/hr. y con el sentido inverso en el transcurrir de la noche.
E) Asoleamiento
Debido a que el cielo de Arequipa es despejado en un promedio de 300 días del año (82%), existe una fuerte luminosidad como una intensa insolación.
Vegetación
Existe una gran cantidad de vegetación domestica en comparación con la vegetación silvestre.
La vegetación domestica (agrícola) viene disminuyendo progresivamente por la expansión urbana, empeorando las condiciones ambientales y disminuyendo las fuentes de producción.
La Escasa vegetación silvestre responde a 19 especies aproximadamente, encontradas entre la vegetación herbácea destacando la Ambriosa Fructiosa o “Chilhua”, que es la mejor adaptada al ecosistema. (Según los ecólogos Percy Jiménez y Villasante) En ambos casos cumplen funciones bioclima ticas y de estabilidad de los suelos.
Recursos Naturales
• Por estar cerca de yacimientos de greda y arcilla, utilizados en la confección de ladrillo, el río y la torrentera contienen agregados de gran uso en la industria de la construcción.
• Destacan las aguas termales de Jesús a cargo de la Beneficencia Pública de Arequipa (productores de el agua mineral del mismo nombre) y las aguas de el legendario pozo El Negro.
• Finalmente y en buena calidad se cuenta con los terrenos cultivados y de apropiadas condiciones agrícolas, seleccionados hace mucho tiempo por los primeros pobladores del lugar.
Pueblos Conformantes
La Municipalidad Distrital de Paucarpata tiene dentro de su jurisdicción un total de 101 pueblos los cuales son:
Pueblo Tradicional de Paucarpata, Villa Quinta, Manco Cápac, Jesús Nazareno, Quince de Agosto, Nueva Alborada, Jesús María, Asociación de Vivienda Villa Los Pinos, Jorge Chávez, Pedro Vilcapaza, Manuel Prado, Héroes de Angamos, Francisco Mostajo, Cristo Rey, Juventud Francisco Mostajo, Alejandro von Humbolt, Villa Artesanal Arequipa, Balneario de Jesús, José Carlos Mariátegui, Melitón Carbajal, Progresista, Villa El Sol, Quince de Enero, A. H. Ampliación Nueva Alborada, Ampliación Paucarpata, Las Cucardas, Malecón Arica, A.H. Mirador La Chacrita, Miguel Grau, Mariscal Nieto, Guardia Civil, Asoc. de Vivienda Señor de los Milagros, Villa María del Triunfo, San Salvador, Cooperativa 19 Porongoche, La Colonial, Cooperativa Clisa, COVI SEAL, Ciudad Blanca, Villa Belén, Pedro P. Díaz, A. H. Santa María, A.H. Ampliación Ciudad Blanca II, Malecón Paucarpata, César Vallejo, Paraíso, Los Pinos, La Calerita, Asoc. El Progreso, Pro Viv. Granja Taller, Nuevo Perú, La Fabela, Parque Industrial Apima, Asoc. Viv. Trabajadores U.N.S.A., Asoc. de Vivienda La Quebrada, Cerrito Verde, Doscientas Millas, A.H. Santo Domingo, Parque Industrial Cayro, A.H. Contisuyo, Alto Jesús, Asociación José María Arguedas, California, Quinta Inmaculada Concepción, Campo Marte, A. H. La Ramosa, Israel, A. H. La Posada de Cristo, Transportistas, A. H. Villa Jesús, Leoncio Prado, Asoc. de Viv. Virgen del Carmen, Establo Los Pinos, Oasis de Jesús, Morro de Arica, San Antonio, A. H. 29 de Agosto, Viña del Mar, A. H. Villa Belén, Santa María, A. H. Naciones Unidas, Ulrich Neisser, A. H. Cerro Buenavista II, Villa Jardín, Asociación de Vivienda Los Álamos, Villa Porongoche, Asociación de Vivienda Los Jazmines, Luz y Alegría, Asociación de Vivienda El Mirador de Jesús, El Pedregal, Asociación de Vivienda Los Zafiros, Sor Ana de los Ángeles, Asociación Pro vivienda Ciudad Nueva, Nicaragua, A. H. Los Girasoles, P.J Texas 2000, Asoc. Viv. Santa Rosa de Chiguata, P.J. Santa Fe de Miguel Grau, A.H. Santa Teresa de Jesús, Cerrito de Huacsapata, A.H. Villa Pacifico, Santa Maria II, Asociación de Vivienda Las Mercedes, Asociación de Vivienda Las Terrazas.
Potencialidades
Las principales potencialidades del distrito de Paucarpata están representadas por:
• Recursos Hídricos:
Nuestro principal recurso hídrico son los acuíferos subterráneos, estos recursos provienen de las filtraciones de la Cuenca de la Laguna de Salinas, Ubicada en la parte este del Nevado Pichu Pichu.
Esto ha permitido la construcción de un pozo tubular para el llenado del Reservorio del P.J. Nueva Alborada, el cual servirá para dotar de agua a todo este sector.
• Recursos Turísticos:
Entre los atractivos turísticos tenemos:
- Templo Colonial Santa Ana, Monumento Histórico, construido en el siglo XVII por los Padres Dominicos.
- Los Baños Termales de Jesús, los cuales tienen propiedades medicinales.
- Andenería de Paucarpata patrimonio Cultural de la Nación.
- Festividades Tradicionales (Fiesta del Señor de la Amargura)
- Festividades por Semana Santa
Población
Tomando como base el ultimo censo de población realizado en el mes de julio de 1993, se hacen las proyecciones según la tasa de crecimiento de la población, la cual para el distrito de Paucarpata oscila entre 2% y 2.5%, de esto se obtiene que la población al 2004 es de 153 258 habitantes aproximadamente.
Así mismo se debe tener en cuenta que según las proyecciones y las tasas de crecimiento para el distrito de Paucarpata se tendría una población estimada de 170 0160 habitantes para el año 2007.
Educación
El distrito de Paucarpata según datos de la Dirección Regional de Educación de Arequipa cabe mencionar que muchos de estos centros educativos carecen de la infraestructura básica para brindar un buen y normal dictado de clases y esto conlleva a que la calidad de la educación sea muy poco eficiente.
Salud
En la actualidad el Distrito de Paucarpata cuenta con los siguientes centros y puestos de salud para la atención de la población en general:
Hospital Edmundo Escomel
Centro de Atención Luz y Alegría
Centro de Salud Ampliación Paucarpata
Centro de Salud Ciudad Blanca
Centro de Salud Class 15 de Agosto
Centro de Salud Nueva Alborada
Centro Universitario de Salud Pedro P. Díaz
Posta Medica Reconciliación
Puesto de Salud Alto Jesús
Puesto de Salud Class Campo Marte
Puesto de Salud Class Israel
Puesto de Salud Class San Juan
Puesto de Salud de Manuel Prado
Puesto de Salud Miguel Grau B
Puesto de Salud Miguel Grau C-D
Puesto de Salud Modulo A Miguel Grau
Comercialización
El Distrito de Paucarpata en la actualidad cuenta con los siguientes centros de Abastos (mercados y mercadillos)
Mercado Juana Cervantes de Bolognesi - P.J. Campo Marte
Mercado Alfonso Ugarte - P.J. Alto Jesus
Mercado Zonal Israel - P.J. Israel Zona "B"
Mercado Belén - P.J. Israel Zona "A"
Mercado Santa Rosa - P.J. Ciudad Blanca
Mercado Micaela Bastidas - P.J. Ciudad Blanca
Mercado Alto Porongoche - Urb. Porongoche
Mercado Morro de Arica - P.J. Miguel Grau
Asoc. Mercado Zonal Miguel Grau - P.J. Miguel Grau
Mercado 15 de Agosto - Urb. 15 de Agosto
Mercado Manuel Prado - Urb. Manuel Prado
Mercadillo Inmaculada Concepción - P.J. Ciudad Blanca Cmte. 24
Mercadillo Nuevo Amanecer - P.J. California
Asoc. Feria Popular Paucarpata - Urb. Industrial Cayro
Fuente: PLAN ESTRATÉGICO DE DESARROLLO CONCERTADO DEL DISTRITO DE PAUCARPATA 2004-2007 elaborado por la MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE PAUCARPATA.

02 abril 2007

El Distrito de San Juan de Miraflores (Lima)

BREVE RESEÑA HISTORICA
La historia de San Juan de Miraflores hunde sus raíces por un lado, en las “invasiones” urbanas más importantes del Sur de Lima en las décadas del 50 (Ciudad de Dios) en la margen izquierda de la antigua carretera a Atocongo), el 60 y 70 (Pamplona) , el 80 (Pampas de San Juan, María Auxiliadora y Panamericana Sur) realizadas por miles de familias pobres de Lima; y por otro lado en los programas de expansión urbana alentados desde el Estado (por la Junta Nacional de la Vivienda creada en 1963) como el de la Urbanización “San Juan” (Zonas A, B, C, D, E) para sectores medios de los trabajadores estatales de las distintos Ministerios, así como para sectores del personal de las Fuerzas Armadas y Policiales (especialmente FAP, Ejercito y Policía); y luego otras Urbanizaciones más recientes a través de ENACE y por Asociaciones y Cooperativas de Vivienda que en los 90’ han ido ocupando de manera desordenada y sin planificación los últimos espacios urbanos, configurando de manera caótica lo que ahora es el Distrito de San Juan de Miraflores.
Mención a parte requiere una de las últimas invasiones en la zona denominada la Nueva Rinconada que abarca las partes mas altas de los cerros de Pamplona Alta (Chancherias) surgida en los últimos años de la década de los 90 y que constituye una de las zonas de mayor pobreza y de más difícil acceso en el Distrito .
Lo que hoy es San Juan de Miraflores era una zona de desarrollo agropecuario, especialmente las partes más planas y tenia como punto central de convergencia la vieja Casa Hacienda “San Juan” que se remonta a la época de la Colonia, alrededor de la cual se aglutinaban pequeños grupos de viviendas bastantes dispersos.
Además somos un Distrito heroico ya que en su territorio se libró la Batalla de San Juan (1881) en lo que fue la tercera línea de defensa en la Guerra del Pacífico y donde el pueblo y especialmente la juventud limeña se inmoló defendiendo a la patria frente al invasor chileno.
Durante el primer Gobierno de Fernando Belaunde se crea nuestro Distrito de San Juan de Miraflores por Ley 15382 del 12 de Enero de 1965, en base a los Centros Poblados de Ciudad de Dios, Pamplona Alta, Pamplona Baja y la Urb. San Juan, teniéndose por Capital del Distrito a Ciudad de Dios.
El primer Alcalde del Distrito fue el señor Miguel Campos Hormaza de triste recordación por la venta de terrenos comunales en beneficio propio . En la década del 70 los Alcaldes fueron designados por la Junta Militar de Gobierno
dentro de una concepción corporativa del Estado de coptación de los sectores sociales, bastante alejados de las reales necesidades de la población. El Distrito, sin reales gobiernos locales siguió creciendo en la improvisación, mediocridad y sin planificación urbana.
El retorno a la democracia en 1980 permitió la elección de autoridades municipales, pero no significó un cambio sustancial en las relaciones entre Estado y Comunidad y menos el mejoramiento de los servicios públicos frente a una creciente demanda de la población de los diferentes pueblos de San Juan de Miraflores y de los nuevos Asentamientos Humanos emergentes.
Las últimas dos décadas (1980 –2000) en San Juan de Miraflores podría denominarse como la historia de un saqueo, ya que ha sido la corrupción y la ineficiencia lo que ha marcado el derrotero de sus Gobiernos Locales. Desde Moscoso San Miguel de Acción Popular -que terminó preso- pasando por Núñez Luque del Movimiento OBRAS y Ocampo en sus ultimas dos gestiones (Cambio 90 y Vamos Vecinos) quienes también fueron vacados y presos, la historia ha sido la misma: ineficiencia más corrupción igual descalabro y atraso para los pueblos de nuestro Distrito.
Con el triunfo de Paulo Hinostroza Guzmán en el 2002, (Movimiento Salvemos San Juan en alianza con el Partido Somos Perú), se abre un nuevo futuro para nuestro Distrito en tanto encarna las aspiraciones más sentidas de nuestro pueblo y está llevando a la práctica un Gobierno democrático participativo y concertador y que ha puesto en marcha como lo prometiera el proceso de formulación e implementación del Plan de Desarrollo Integral (PDI) de San Juan de Miraflores 2003 – 2012.
UBICACIÓN GEOGRAFICA
El Distrito de San Juan de Miraflores se encuentra ubicado en el Área Sur de Lima Metropolitana a la altura del Km 15 de la Panamericana Sur; a 141 m.s.n.m. y abarca una superficie de 23.98 Km2. siendo, comparativamente uno de los más pequeños del Cono.
Sus pueblos se asientan sobre un territorio de suelos inestables y alto riesgo tectónico, aprovechándose los pocos espacios llanos así como las laderas de los contrafuertes andinos de fuerte pendiente y de difícil acceso1. Sus límites son por el Norte con el Distrito de La Molina, por el Sur con el Distrito de Villa El Salvador, por el Este con el Distrito de Santiago de Surco y el Distrito de Chorillos y por el Oeste con el Distrito de Villa María de Triunfo.
División Territorial
San Juan de Miraflores es un distrito heterogéneo en el cual se puede ubicar seis Zonas territoriales de planificación y un Zona como Area de tratamiento especial:
Zona # 1: Pamplona Alta
Zona # 2: Ciudad de Dios/ Pamplona Baja /San Juanito
Zona # 3: Zona Urbana Cercado
Zona # 4: Maria Auxiliadora
Zona # 5: Pampas de San Juan
Zona # 6 Panamericana Sur
Zona # 7 Urbanizaciones residenciales Monterrico Sur y tras limítrofes con Surco. (Área tratamiento especial)
ASPECTOS DEMOGRAFICOS
De acuerdo al Censo de 1993 San Juan de Miraflores tenia una población de 283,349 habitantes. Para el año 2003 se estima de acuerdo a las proyecciones que ha aumentado a 382,915 habitantes, siendo el Distrito de mayor población de toda el Área Sur con una densidad poblacional de 15,309.8 Hab/Km2 .
Tasa de Crecimiento Intercensal
La tasa de crecimiento demográfica de San Juan para el período 93-2003 ha sido de 3.6 % lo que significa un decrecimiento en relación a los periodos intercensales 72-81 que fue de 5.1 % y 81-93 que fue de 4.3%. Sin embargo, es todavía una tasa promedio alta en relación al promedio del crecimiento metropolitano de 2.4%.
Distribución espacial de la población
La población de San Juan de Miraflores se encuentra distribuida de manera heterogénea en las siete zonas del Distrito. Las zonas de mayor concentración poblacional son las Urbanizaciones que conforman la Zona Nº 3 Zona Urbana Cercado con 6 Urbanizaciones y 105,000 habitantes. Esta es la zona más consolidada del Distrito. Le sigue Pamplona Alta (Zona Nº 1) con 79 pueblos (26 Sectores poblacionales, 3 Asociaciones de Vivienda, 5 Asentamientos Humanos, 45 Ampliaciones) y 95,000 habitantes. Luego la Zona Nº 5 (Pampas de San Juan ) con 46 pueblos (37 Asentamientos Humanos, 5 Asociaciones de Vivienda, 4 Cooperativas de Vivienda) y 56,915 habitantes. Panamericana Sur (Zona Nº 6) con 50 Pueblos ( 36 Asentamientos Humanos, 8 Asociaciones de Vivienda, 5 Cooperativas de Vivienda, 1 Urbanización) y 50,000 habitantes. La Zona Nº 2 (Ciudad de Dios / Pamplona Baja /San Juanito) abarca 32 Pueblos (1 Ciudad de Dios, 17 Pamplona Baja, 3 Sanjuanito)y 35,000 habitantes. Finalmente el sector de Maria Auxiliadora (Zona Nº 4) con 17 Pueblos (14 Asentamientos Humanos, 1 Asociación de Vivienda, 2 AAHH sin reconocimiento) y 25,000 habitantes y finalmente las Urbanizaciones Residenciales colindantes con Surco (Zona Nº 7 Área de tratamiento especial) con 16,000 habitantes.
Composición social
La población mayoritaria de San Juan de Miraflores son jóvenes y niños. El 34% de la población son menores de 15 años y si sumamos a esto el grupo de 15 a 25 años (21%) claramente se configura una de las características demográficas mas importantes del Distrito. Las mujeres (51%) son un poco más que los hombres (49%) manteniéndose una tendencia que se repite a nivel nacional.
Del total de mujeres el 16% son matronas con más de 4 hijos y el 12% son madres solteras lo que de por sí constituye un grupo de atención especial. De igual forma los niños constituyen otro grupo de atención especial. El 26 % del total que asiste a la Primaria presentan una desnutrición crónica y casi el 30% de la población en edad escolar no asiste a la Escuela, manteniéndose todavía una tasa de analfabetismo alta de 4.8% , que para el caso de las mujeres se duplica a 8.0%.
Hábitat, vivienda y niveles de pobreza
Con relación a los hogares encontramos que, de acuerdo a estimaciones en base a los datos del último Censo, San Juan de Miraflores cuenta con aproximadamente 76, 538 viviendas de las cuales un 16.5% se encuentran en situación de hacinamiento y casi el 10 % no cuentan todavía con servicios de agua, desagüe y luz eléctrica.
Otra característica importante de San Juan de Miraflores es que mas del 55% de la población se encuentra en situación de pobreza, habiendo más de 10% en situación de extrema pobreza especialmente en las partes altas de Pampas de San Juan y de Pamplona Alta. Los niveles de insatisfacción de las necesidades básicas es alto. El 21% de la población vive en viviendas hacinadas y el 14% vive en viviendas sin agua y desagüe.
Estratos socioeconómicos
En San Juan de Miraflores de manera global predominan los hogares de estrato socioeconómico Bajo (34.2%) . Sin embargo, esto varia en cada una de las zonas del distrito. Así tenemos que en la Zona 1 (Pamplona Alta) mayoritariamente el 60% de sus hogares son de un estrato socioeconómico Bajo. En la Zona 2 (Ciudad de Dios, Pamplona Baja, San Juanito) predominan los hogares de nivel socioeconómico Medio Bajo (50%). En la Zona 3 (Zona Urbana Cercado) los hogares son mayoritariamente de un estrato socioeconómico Medio (70%).
En cambio en la Zona 5 (Pampas de San Juan) predominan los hogares de un nivel socioeconómico Bajo (50%). Así mismo, en la Zona 4 (Maria Auxiliadora) el 65% de los hogares son de un estrato socioeconómico Bajo. En la Zona 6 (Panamericana Sur) predominan también los hogares de un estrato socioeconómico Bajo (50%). Finalmente en la Zona 7 (Urbanizaciones Monterrico Sur) predominan los hogares de nivel socioeconómico Medio (60%) y Medio Alto (35%), como se puede apreciar en los siguientes cuadros.
DESARROLLO ECONOMICO
La principal característica económica de San Juan de Miraflores es la presencia dinámica de las actividades comerciales y de servicios, existiendo 12,860 establecimientos o unidades económicas.
El porcentaje de participación del comercio en la economía del Distrito es del 67%, Servicios 22% y Producción 11%. De estos establecimientos económicos la gran mayoría (95%) son medianas y pequeñas empresas MYPES, como podemos observar en el siguiente cuadro.
La población económicamente activa PEA, alcanza al 67% de la población total del Distrito. Sin embargo, solamente el 54% de esta se encuentra ocupada. Asi mismo, de toda la PEA Ocupada el 72% se encuentra en actividades de comercio y servicios, lo que marca desde ya una dinámica propia en todo el Cono Sur.
Una de las características de San Juan de Miraflores es que sus actividades económicas se concentran alrededor de sus principales ejes viales de carácter interdistrital y metropolitano (longitudinalmente la Panamericana Sur y Av. San Juan y su prolongación; y transversalmente las Av. Pachacutec, De los Héroes y Av. Defensores de Lima (Ex. Salvador Allende o Pista Nueva).
A parte de los Conglomerados Comerciales que se articulan en base a los ejes Av. Pachacutec, De Los Héroes / Av. San Juan; Av. De Los Héroes / Av. Miguel Iglesias; Prolongación Av. San Juan / Av. Defensores de Lima; Av. Vargas Machuca / Av. Canevaro, hay que tomar en cuenta toda la Franja Industrial de la Av. Pedro Miotta que corre en paralelo a la Panamericana Sur, y al mayor Conglomerado de Entidades Bancarias y Financieras del Cono Sur que actúan en nuestro Distrito (Banco de la Nación, Banco de Crédito (2), Banco del Trabajo, Banco Continental, Banco Financiero, Banco Interamericano, Banco Wiese Sudameris) y que se encuentran concentradas en la Zona Urbana Cercado, y que constituyen potenciales económicos que hay que desarrollar.
EDUCACIÓN Y SALUD
Educación
Como hemos visto el 50% de la población total de San Juan de Miraflores esta compuesta por jóvenes y niños en edad escolar, lo que convierte a la educación en una demanda muy significativa en la población. No debemos olvidar que casi el 30% de los niños y jóvenes en edad escolar no asisten a la escuela, y que tenemos todavía una alta tasa de analfabetismo de 4.8%.
En ese sentido, la necesidad de mayor cobertura educativa pero principalmente su calidad, es una de las reivindicaciones más sentidas por la población y que ha sido recogido de los distintos talleres realizados con la presencia de dirigentes de todas las zonas del Distrito. Esta calidad educativa no sólo tiene que ver con la infraestructura o una buena metodología sino con la promoción de valores humanos y una visión integral del desarrollo.
En San Juan de Miraflores contamos con 493 Centros Educativos; 133 Estatales y 360 Particulares en sus distintos
niveles y modalidades, los cuales se encuentran distribuidos en las diferentes Zonas del Distrito. En la Zona Urbana es donde se concentra la mayor cantidad 203 CE. En Pamplona Alta 85 CE. en Pampas de San Juan 55 CE. En Ciudad de Dios, Pamplona Baja y San Juanito 87 CE. En Maria Auxiliadora 16 CE. y en Panamericana Sur 47 CE.
La Unidad de Servicios Educativos (USE) N° 1 es la encargada de administrar los servicios educativos de 493 CE en sus distintos niveles y modalidades distribuidos en las diferentes Zonas de nuestro Distrito.
La oferta de servicios educativos de parte del estado todavía es deficitaria atendiendo este año 2003 a un total de 67,997 alumnos matriculados es su diferentes niveles y modalidades como podemos apreciar en el siguiente cuadro.
Hay que destacar que en nuestro Distrito existe un 85 % de la población de 15 o más años con primaria completa o menos, y el 46% de la población femenina de 15 ó más años presenta una educación de nivel secundaria completa o más. Sin embargo, todavía el 5% de niños de 9 a 15 años presenta atraso escolar.
Salud
San Juan de Miraflores, a nivel del Estado, cuenta solamente con 4 Centros de salud, 13 Postas, 1 Hospital Materno Infantil, y un Hospital General (Maria Auxiliadora) para todo el Cono Sur. Existe además una Clínica Particular “San Pablo” y varios pequeños Centros Médicos privados. Todo esto indica todavía un alto déficit en cuanto a infraestructura de salud en el distrito, especialmente en sus zonas más deprimidas.
La creciente pobreza de la población influye negativamente en sus niveles de nutrición creando condiciones para niveles altos de morbilidad, especialmente infantil. No debemos olvidar que todavía en el Perú de cada mil niños que nacen casi 80 mueren al cumplir un año de vida. Los altos grados de contaminación ambiental encuentran un debilitado sistema de defensas, ampliando los niveles de morbilidad, en especial en las zonas de mayor pobreza del distrito.
A pesar del esfuerzo desplegado por el Ministerio de Salud, los servicios de salud proporcionado no cubre las necesidades de la población tanto en cantidad como en calidad de atención. La crisis económica ha llevado a un colapso en la operatividad de los servicios de salud, principalmente en los primeros niveles de atención. La infraestructura esta deteriorada y los equipos y materiales son insuficientes.
En relación a los recursos humanos en San Juan de Miraflores hay 1-2 Médicos por cada 10,000 habitantes cuando lo que se requiere es por lo menos 10 Médicos por cada 10,000 habitantes.
Sin embargo, desde hace algunos años, existen esfuerzos desde el Ministerio de Salud, y del sector privado a través de algunas ONGs quienes vienen interviniendo en la prevención de la salud del distrito incorporando la participación de las Organizaciones Sociales de Base. Este último año, el Gobierno local se ha sumado ha este esfuerzo. Si embargo todavía son esfuerzos e iniciativas que hay que articular y potenciar.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
La Organización vecinal
La organización vecinal de base territorial es una de las más dinámicas; sin embargo se encuentra en una situación de debilidad, desorganización dispersión y anomia en muchos casos, y con escasos niveles de centralización. Esto tiene que ver con la crisis social y económica que ha vivido nuestro país en las ultimas décadas.
Hay una perdida de credibilidad del ciudadano común en el conjunto de las instituciones y entre ellas la organización vecinal restringiendo su participación. Situación que poco a poco empieza a revertirse en nuestro Distrito a partir de varios factores que tienen que ver con la recuperación de la democracia, y a los nuevos escenarios que se generan en el marco del proceso de descentralización que vive el país y los nuevos Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales. Es más, la nueva Ley Orgánica de Municipalidades establece nuevas reglas de juego, y obliga a la concertación para la formulación de los Planes de Desarrollo, el Presupuesto Participativo y la constitución de los Concejos de Coordinación Local.
El desarrollo de un modelo de gestión municipal verdaderamente democrático y participativo en San Juan de Miraflores ha propiciado que muchas juntas vecinales se renueven y avancen en iniciales niveles de centralización zonales. Este año 2003, por ejemplo, Pamplona Alta ha reactivado y renovado su antiguo Comité Central y también las Pampas de San Juan ha renovado la Junta Directiva de su Organización Central Vecinal al igual que otros pueblos; sin embargo todavía falta afianzar las organizaciones de base y capacitar a los dirigentes, especialmente a los jóvenes para que estos asuman nuevas responsabilidades y renueven la clase dirigente de nuestro distrito.
La organización funcional
Una de las estrategias desarrolladas por la población de San Juan de Miraflores, ante la agudización de la pobreza debido a los programas de ajuste estructural, ha sido la implementación de mecanismos colectivos de sobrevivencia. Así surgieron los Comités del Vaso de Leche, los Comedores Populares y los Clubes de Madres.
Los Comités de Vaso de Leche, surgieron el año 1984, a raíz de un Programa Municipal creado en Lima Metropolitana por el Gobierno de Barrantes (IU) y que se inició precisamente en San Juan de Miraflores. Al pasar los años y debido a la crisis económica, estos se convierten en uno de los mecanismos fundamentales para capear el temporal producto del shock del gobierno de Fujimori. Sin embargo, por su carácter colectivo, rápidamente se han convertido en organizaciones para la movilización y la lucha en el campo de la alimentación y la sobrevivencia.
Existen hoy en nuestro Distrito 18 Centro de Acopio y 187 Comités de Vaso de Leche en funcionamiento en los diferentes Zonas del distrito, atendiendo aproximadamente a 67,606 beneficiarios.
Los Clubes de Madres, surgieron en su mayoría durante la década del los 80, tanto por Gobierno de Belaunde como por el Gobierno Aprista. Del mismo modo que los Comités de Vaso de Leche estos se convirtieron luego en espacios importantes para la lucha por la sobrevivencia. Los Comedores Populares, nacen en su mayoría, inmediatamente después de la aplicación del Shock de 1,990,
convirtiéndose en bastiones de la lucha por la sobrevivencia en los distritos populares de Lima y de todo el país. El enfrentamiento al Shock de 1990 y a la crisis luego, fue posible gracias al esfuerzo de miles de mujeres que se organizaban alrededor de las cocinas populares, los Comités de Vaso de Leche, Comedores y Clubes de Madres. Existen en la actualidad alrededor de 120 Comedores y 50 Clubes de Madres en funcionamiento en los diferentes Zonas del distrito, especialmente en los sectores más deprimidos.
Otra organización funcional que ha surgido con fuerza en los últimos años y que merece destacarse son las Juntas de Vecinos de Seguridad Ciudadana, Comités de Vigilancia, que trabajan en coordinación con la PNP y la Municipalidad, y que frente al aumento de la inseguridad producto de la violencia callejera, el pandillaje, la delincuencia, la drogadicción y la proliferación de la prostitución vienen desarrollando una importante labor en todas las zonas de nuestro Distrito.

Fuente: PLAN DE DESARROLLO INTEGRAL DE SAN JUAN DE MIRAFLORES 2003-2012 - Versión preliminar elaborado por EQUIPO TÉCNICO PDI, MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN JUAN DE MIRAFLORES. DICIEMBRE 2003