10 febrero 2013

Situación Medio Ambiental del Perú al 2012

El Perú es uno de los diez países de mayor
diversidad biológica del mundo. Esta megadiversidad se expresa a través de ecosistemas, especies y recursos genéticos muy variados, que coexisten con pueblos originarios que han desarrollado una importante diversidad cultural. Veamos algunas cifras: 84 de las 117 zonas de vida del planeta; segundo lugar en diversidad de aves, con 1 816 spp; 128 de las áreas más importantes para la observación de aves (IBAs); quinto lugar en especies de mamíferos, con 515 spp; quinto lugar en especies de reptiles, con 418 spp; cuarto lugar en especies de anfibios, con 449 spp; primer lugar en especies de peces, cerca de 2 000 spp de aguas marinas y continentales, 10% del total mundial; octavo lugar en especies de plantas con flor, con 25 000 spp; primer lugar en especies de mariposas con 3 532 spp; y alberga alrededor del 10% del total de orquídeas del mundo.
De esta manera, la conservación y uso de la biodiversidad se constituye en componente fundamental de las propuestas de desarrollo sostenible. En tal sentido, es importante que el crecimiento económico se encuentre armonizado con el cuidado del patrimonio natural, integrando el uso del territorio y los recursos naturales en un marco general de sostenibilidad que permitan beneficiar a todos los peruanos y peruanas de hoy, sin hipotecar el futuro y la calidad de vida de las nuevas generaciones.
Por ello es de vital importancia priorizar la conservación de nuestros recursos naturales y la biodiversidad, estableciendo medidas especiales, promoviendo la participación y el compromiso de la sociedad peruana, establecer e implementar mecanismos para su conservación, entre las cuales las Áreas Naturales Protegidas – ANP, juegan un rol preponderante.
El SERNANP, ha identificado los siguientes efectos que afectan a las Áreas Naturales Protegidas: Pérdida de hábitat, Sobre uso de recursos, Contaminación y Desplazamiento de especies nativas por introducción de especies exóticas, descritas en la Metodología de efectos por actividad.
El Perú, como país que forma parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica - CDB10, se comprometió a que sus acciones de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica a nivel nacional contribuyan con el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011- 2020 y las Metas de Aichi, aprobadas en el año 2010, dicho instrumento es un marco de acción de diez años para todos los países ya que la diversidad biológica sostiene el funcionamiento de los ecosistemas y proporciona servicios de los ecosistemas esenciales para el bienestar humano.
Deforestación y tala
La tasa de deforestación entre 1990 y 2000 fue aproximadamente de 150 000 ha/año representando un costo anual de casi 440 millones de soles o US$ 130 millones.11 Al año 2010, existían 628 360 ha de bosques certificados, de las cuales 246 732 ha son bosques manejados comunalmente12.
En la amazonia, debido principalmente a la agricultura migratoria, se habría generado un cambio de uso de 150 000 ha/año con una generación consecuente de 57 millones de Toneladas de CO2 equivalente13.
Al año 2000, se estimó que la superficie de bosque amazónico remanente era de 69 millones de ha14. Más recientemente, en el periodo del 2009 al 2011 en el país se habría deforestado aproximadamente 212 mil hectáreas; siendo San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco, las regiones con mayor tasa de deforestación15.
Sin embargo, es preciso señalar que existen otras formas de afectación a la biodiversidad como la sobre explotación de recursos naturales especialmente en el caso de fauna silvestre, los problemas derivados de la contaminación y del desplazamiento de las especies nativas por especies exóticas, el cambio climático, entre otros.
Zonas de agrobiodiversidad
El marco legal vigente, como la Ley Nº 26839 – Conservación y Aprovechamiento Sostenible de la Diversidad Biológica y su Reglamento (aprobado por Decreto Supremo N° 068-2011-PCM), establece entre otros, la conformación y reconocimiento de las zonas de agrobiodiversidad como un mecanismo de conservación in situ. Los pueblos indígenas podrán constituir estas zonas como Áreas de Conservación Privadas descritas en la Ley Nº 26834 - Ley de Áreas Naturales Protegidas – ANP y su Reglamento. A la fecha, no se cuenta con norma específica en relación de las zonas de agrobiodiversidad, por lo tanto éstas aún no han sido constituidas.
En tal sentido, existen importantes avances en relación a la conservación de la biodiversidad, como es el caso de la ANP, donde se ha manifestado además del crecimiento del SINANPE, la ampliación de las Áreas de Conservación Regional y Áreas de Conservación Privada que registra un crecimiento importante en los últimos años, alcanzando un poncentaje de superficie terrestre protegida por ANP de 16.93% al 201216, en tanto en el 2010, este porcentaje fue de 15% de la superficie nacional17.
Sistemas de producción sostenible: biocomercio18 y econegocios
La diversidad biológica constituye importante fuente para el biocomercio, el cual registró un importante crecimiento en los últimos diez años; pasando las exportaciones de productos nativos en el 2000 de un valor de US$ 67,4 millones; a US$ 153,8 millones en el 2009. Igualmente, los bionegocios registran una tendencia creciente.
Evaluación y Valoración del Patrimonio Natural
Para promover la gestión estratégica del patrimonio natural primero se requiere conocer qué se tiene y en qué estado se encuentra, información que se obtiene a través de inventario y evaluación. En la actualidad se cuenta con algunos lineamientos metodológicos orientados a estandarizar los procesos y procedimientos para realizar inventario y evaluación del patrimonio natural, entre los que se puede señalar el “Mapa Nacional de Cobertura Vegetal del Perú al 2009”, la “Guía de Evaluación de Fauna Silvestre” y la “Guía de Evaluación de Flora Silvestre” (en proceso de elaboración). Asimismo, el MINAM conjuntamente con el Ministerio de Agricultura (MINAG) y el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), ha iniciado el Proyecto “Inventario Nacional Forestal y Manejo Forestal Sostenible del Perú ante el Cambio Climático”.
La valoración económica es una herramienta que consiste en evidenciar los beneficios de los bienes y servicios de los ecosistemas; así como su degradación. Para orientar este proceso se encuentra en elaboración los “Lineamientos de Valoración Económica de Impactos Ambientales” y la “Guía Nacional de Valoración Económica del Patrimonio Natural”.
Asimismo, la inclusión y análisis de la variable ambiental en las cuentas nacionales, genera el desarrollo de las cuentas ambientales, la cual permite medir la interrelación entre el ambiente y la economía evidenciando la contribución del patrimonio natural al bienestar económico, así como los costos ocasionados por el agotamiento y degradación de éste y los generados por la contaminación ambiental. A la fecha se vienen realizando estudios que contribuyen en el proceso de elaboración de las cuentas ambientales en el país; asimismo, se ha logrado modificar el clasificador funcional en materia ambiental. Por otro lado, se viene desarrollando el Proyecto “Las Cuentas Ambientales en el Perú” aprobado en la X Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Técnica y Científica Perú-México, en el que se ha priorizado para una primera etapa la elaboración de las cuentas de gastos de protección ambiental, la cuenta de agua y la cuenta de bosques.
Entre los mecanismos que permiten la conservación de los servicios ecosistémicos, se encuentra el esquema de Retribución por Servicios Ecosistémicos (RSE), que se viene consolidando con la propuesta del “Proyecto de Ley de Promoción de Mecanismos de Retribución de Servicios Ecosistémicos”.
En cuanto a la compensación ambiental, se cuenta con una propuesta de “Directiva de Compensación Ambiental” a fin de asegurar y mantener el stock neto del patrimonio natural para su aprovechamiento sostenible. Asimismo, se cuenta con una propuesta de “Lineamientos para la Formulación y Evaluación de Proyectos de Inversión Pública relacionados a los Servicios Ecosistémicos y la Diversidad Biológica - SNIP VERDE”, a fin de promover la inversión en capital natural.
Cambio Climático
Mitigación y Adaptación al cambio climático
El Perú, por sus características geográficas, es especialmente vulnerable a las variaciones del clima y a los riesgos de desastres que los fenómenos naturales ocasionan por sus consecuencias en la salud de las personas, en el patrimonio natural y en la infraestructura en general; por ende en el desarrollo sostenible. En este sentido, la adaptación al cambio climático es prioritaria para el país.
Los costos estimados de los impactos producidos por el cambio climático, superan largamente las inversiones en prevención y reducción de riesgos requeridas, dado que sus consecuencias se dan principalmente en la población en situación de pobreza; siendo las actividades agropecuarias las más afectadas por fenómenos naturales y antrópicos.
El Perú dispone de un importante capital natural para la provisión de servicios ambientales incluyendo el agua, el patrimonio forestal, los recursos marinos, la diversidad biológica y los recursos genéticos; que sin embargo, está amenazado por diversas causas tanto naturales como antrópicas, y en particular por los efectos del cambio climático.
La alta diversidad geográfica, biológica y cultural de su territorio hace de nuestro país, altamente sensible a los potenciales efectos negativos del cambio climático. Los retos a enfrentar incluyen: la ubicación de al menos el 80% de la población en la franja desértica costera y las montañas andinas, ambas zonas altamente sensibles a los efectos del cambio climático; el 62.4% de la población debe ser abastecida con tan sólo el 1.8% de los recursos hídricos disponibles; alrededor de un 15% del PIB y 33% de la Población Económicamente Activa – PEA estén asociados a actividades económicas sensibles al cambio climático como agricultura, ganadería, pesca, minería, energía y agua; y los niveles de exposición al riesgo climático están entre los más altos del mundo.
Estudios respecto del costo económico que el cambio climático podría tener en la economía peruana, estiman un impacto negativo potencial, en un escenario sin políticas de atención al tema, de entre 1% y 4% del PIB al año 203019 y entre 3% y 20% para el año 2050, lo cual resulta coincidente con los resultados del estudio Stern y con investigaciones similares realizadas para otros países de la subregión andina.
La problemática principal en el tema está asociada a altos grados de incertidumbre acerca de la evolución futura del clima en el mediano y largo plazo, especialmente a escala regional y de cuencas; limitado conocimiento sobre los impactos, actuales y potenciales, del cambio climático en actividades productivas clave; fuerte crecimiento en los niveles de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), como resultado de un crecimiento económico sostenido pero sin mejoras en la gestión de recursos de la tierra y cobertura forestal, e ineficiencia en el uso de la energía y alto nivel de vulnerabilidad de sectores clave (agua, agricultura, ganadería, pesca, generación eléctrica, entre otros) a los potenciales efectos negativos del cambio climático.
Si bien el Perú no es un gran emisor de GEI en cifras absolutas, presenta emisiones comparables a países con PBI mayores, que ya han logrado desacoplar su crecimiento económico al crecimiento paralelo de sus emisiones.
El proyecto “Planificación ante el Cambio Climático” (Plan CC), presenta una primera aproximación de las emisiones de GEI en el país a nivel nacional al año 2009, que comprende el cálculo preliminar de emisiones que se genera en cinco sectores o categorías: Energía (incluido Transporte), Procesos Industriales, Agricultura, Residuos, y finalmente Uso del Suelo, Cambio de Uso del Suelo y Silvicultura (USCUSS). Los resultados obtenidos revelan que las emisiones de GEI al 2009 ascienden a 146,783 Gg de CO2eq reflejando un incremento (21%) con respecto al 2000, lo cual se explica principalmente por el aumento en la producción, crecimiento poblacional, el cambio en la matriz energética, entre otros factores.
Sobre la temática de bosques y cambio climático el MINAM viene diseñando la Estrategia Nacional REDD+ con el objetivo de contribuir a reducción de emisiones por la deforestación y degradación forestal y contribuir con el manejo sostenible de los bosques, promover la conservación de los bosques e incrementar las reservas de carbono.
Asimismo, se busca diseñar Medidas Nacionales Apropiadas para la Mitigación (NAMA, por sus siglas en inglés), que son acciones que contribuyen a la reducción de emisión de GEI, apoyándose en políticas, regulación, incentivos, programas y proyectos, que además contribuyan al desarrollo sostenible del país. Se ha iniciado el diseño de NAMAs para la Gestión Integrada de Residuos Sólidos, uso de la Bioenergía y eficiencia energética en la producción de materiales de la construcción.
Por otro lado, el MINAM está concentrando sus acciones en elaborar una Red Nacional de Generación de Datos para Inventarios de GEI denominada “INFORMAGEI”, la cual permitirá la recopilación de información y elaboración periódica de los inventarios nacionales de GEI y así superar las barreras de acceso a la información.
En los temas de adaptación, las necesidades principales están vinculadas a la disponibilidad de información técnica de apoyo a la toma de decisiones. Por ejemplo, existe limitado número de escenarios climáticos a nivel cuencas, lo que dificulta la planificación de medidas concretas de adaptación; la limitada coordinación y cooperación entre diferentes instituciones con mandatos compartidos y complementarios, lo que unido a la disponibilidad limitada de financiamiento dificulta la generación y aplicación de instrumentos de gestión; y, el bajo nivel de transversalización del enfoque de cambio climático en algunos sectores altamente vulnerables como por ejemplo minería y salud.
El Perú, ha avanzado en la identificación de prioridades y áreas críticas, y se ha realizado diversos trabajos e investigaciones orientadas a identificar y caracterizar los sectores, ecosistemas y áreas vulnerables del territorio nacional. Las evaluaciones de vulnerabilidad y adaptación han considerado dos enfoques: el sectorial, relacionado a sectores económicos y recursos naturales específicos; y el geográfico, relacionado a cuencas hidrográficas y regiones geopolíticas.
Actualmente se cuenta con una propuesta de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y con nueve Estrategias Regionales de Cambio Climático aprobadas en Amazonas, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Loreto, Lambayeque, Junín y Piura. Asimismo, seis regiones y cuatro sectores (agua, agricultura, energía y transporte) cuentan con análisis de vulnerabilidad actual y futura frente al cambio climático.
Salud de las personas y Calidad Ambiental
Disponibilidad y calidad del Agua
Si bien el Perú cuenta con una gran cantidad de lagos, lagunas, ríos, quebradas, etc.; aproximadamente el 30% de las cuencas hidrográficas se sitúan en zonas áridas, semiáridas y sub-húmedas secas, sometidas a diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas; existiendo una distribución asimétrica del agua. Entre las causas que afectan la disponibilidad y calidad del agua, podemos mencionar: el escaso tratamiento de los efluentes o aguas servidas, el incremento del estrés hídrico en la zona costera, la limitada implementación de un sistema de gestión integrada de las cuencas, (al 2011 existían sólo dos Consejos de Recursos Hídricos conformados, el Chira-Piura y el Chancay-Lambayeque), la escasa eficiencia del riego, la débil aplicación de políticas y estrategias multisectoriales de recuperación de cuencas muy deterioradas.
El deterioro de las cuencas altas de los ríos es extremadamente grave en la sierra y en la selva alta, debido a los niveles de deforestación, de destrucción de la cobertura vegetal, de erosión laminar y contaminación urbana y minera 20. Así, en el caso de la cuenca del Rímac, los 62 vertimientos entre aguas residuales mineras, industriales y domésticas representan un caudal total de 3.188 litros/seg (más de 100 millones de m3 al año) y adicionalmente se arroja en esta cuenca la basura de 22 botaderos identificados, equivalentes a 20 toneladas por día.21 A ello se suma el riesgo de deslizamiento hacia el río Rímac de relaves mineros depositados en San Mateo de Huanchor (Huarochirí), a 90 km de Lima.
El país, por los niveles de deterioro alcanzados, ha priorizado la intervención en 10 recursos hídricos : Bahía Ferrol, Río Rímac, Río Mantaro, Lago Titicaca, Río Chili, Río Chillón, Río Santa Rosa, Río Hualgayoc, Río Vilcanota, y Río Madre de Dios.
Según lo reportado por la Autoridad Nacional del Agua - ANA, la disponibilidad hídrica total de aguas superficiales y subterráneas al año 2008, se estimaba en 1 768 172 Hm3 (millones de metros cúbicos), de los cuales el 80% correspondía a uso agrario. En los últimos, 35 años se ha perdido el 22% del agua, estimándose que los glaciares ubicados debajo de 5,500 msnm podrían desaparecer al 2015, con las subsecuentes consecuencias en la disponibilidad de agua.
El escaso tratamiento de los efluentes o aguas servidas, el inadecuado manejo de residuos del ámbito municipal, industrial, hospitalario, etc, los lixiviados provenientes de algunas actividades informales, tales como la minería22, determinan niveles de contaminación que inciden en la salud de las personas23.
Calidad de Aire
El deterioro de la calidad del aire, se debe a las emisiones provenientes de las fuentes móviles como el transporte y de las actividades productivas y extractivas. Entre las principales causas de la contaminación del aire, se pueden señalar la presencia de combustibles fósiles en la matriz energética del país y la limitada implementación de tecnologías limpias en las actividades productivas, debido a variables de orden tecnológico y económico que impiden disminuir las emisiones y mejorar la calidad del aire.
El país ha priorizado la implementación de acciones para la mejora de la calidad del aire en 31 ciudades capitales, contándose con Planes de Acción para la mejora de la calidad del aire en trece zonas de atención prioritaria: Arequipa, Chiclayo, Chimbote, Cusco, Huancayo, Ilo, Iquitos, La Oroya, Lima – Callao, Pisco, Piura, Trujillo, Cerro de Pasco; de las cuales, dos están formulando su línea base y una se encuentra en proceso de revisión de su plan; y, en las dieciocho restantes se está formulando sus planes de acción. El 53.6% de la población del país ha sido beneficiada con las medidas de control implementadas. En el Perú se cuenta con seis redes de monitoreo de calidad del aire.
La normatividad actual que regula la calidad del aire en el país resulta todavía insuficiente y muy dispersa, y es de menor rango que otras normas que propician actividades de orden productivo y de servicios, razón por la cual resulta necesario contar con una norma con rango de Ley que regule la gestión de la calidad del aire y protección de la atmósfera en el país, de tal forma que no sólo se regule la contaminación química del aire ambiental, sino también la contaminación ambiental generada por agentes físicos (ruido, radiación electromagnética) que se transmiten a través del aire.
Cabe señalar que Lima Metropolitana, el distrito de Sabandía de Arequipa y la provincia de Cajamarca cuentan con regulación aprobada para el control de ruidos molestos. Asimismo, se cuenta con el Reglamento para la Implementación de los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para Ruido (Decreto Supremo N° 085-2003-PCM).
Degradación y contaminación de suelos
Los niveles de desertificación y degradación de la tierra24 en el país son elevados, comprometiendo el 27% del total de la superficie del territorio nacional que significa un total de 34 384 796 ha. Este total se distribuye en 3 862 786 ha desertificadas (3% de la superficie total del país) y 30 522 010 ha en proceso de desertificación (24% del territorio nacional). De acuerdo a la Evaluación Mundial de la Degradación de la Tierra y Manejo Sostenible (GLADA, por sus siglas en inglés), sólo entre 1981 y el 2003 en el Perú se degradaron unos 19 271 100 ha, es decir, el 15,3% del territorio. La tasa simple de degradación llegó al 4,5% anual, afectando casi al 11% de la población del país. De continuar este ritmo de degradación, al 2 100, el 64% del territorio del Perú estará afectado por procesos de esta naturaleza, lo que incluye a la Costa y Sierra que constituye el 38% del territorio nacional, donde se asienta el 88% de la población y se desarrollan actividades agrarias que generan el 9% del PIB, 30% de la PEA, 9% de las exportaciones y casi la totalidad de actividades mineras e industriales.
La degradación de la tierra fue reconocida como un problema ambiental serio y su manejo sostenible como uno de los retos más importantes para la producción de alimentos, el abastecimiento y conservación de agua en el siglo 21 (Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, Johannesburgo 2002, Sudáfrica). Luego de 20 años, en la Cumbre de Rio +20, se destaca la importancia de la Tierra como base para la implementación sinérgica de las Convenciones de Rio (CMNUCC, CDB, CNULD25). Se considera al carbono orgánico del suelo, uno de los principales reservorios globales de carbono según la CMNUCC, además del elemento básico para la vida en los suelos; y, por lo tanto existe una estrecha relación entre los niveles de carbono orgánico del suelo / calidad y la diversidad biológica esto en relación al CDB. El carbono orgánico del suelo es un buen indicador de los procesos de desertificación, ya que está estrechamente relacionada con la temperatura y la humedad.
Residuos sólidos
La generación de residuos sólidos ha experimentado en los últimos años un incremento significativo, asociado al crecimiento económico, estimándose una generación diaria de 23,260 toneladas26.
La gestión integral de los residuos por parte de las autoridades locales es aún insuficiente, llegando a afectar la salud de la población en varias partes del país. Dicha situación se manifiesta en que sólo se dispone en rellenos sanitarios el 38% del volumen de los residuos generados. Actualmente, sólo existen ocho rellenos sanitarios autorizados en el país, por lo que la mayoría de ciudades en el país, traslada sus residuos a botaderos. Además, se persiste en prácticas inadecuadas, como la quema de los residuos sólidos con la finalidad de disminuir el volumen y el uso de áreas para botaderos; asimismo, en éstos lugares se realiza la segregación informal de residuos sólidos y la crianza de cerdos que son alimentados con restos de alimentos, generándose un grave riesgo a la salud de la población.
Cabe señalar que 144 Municipalidades cuentan con Programas de Segregación en la fuente, en concordancia con el Programa de Modernización Municipal 201127. En el Perú se estima que hay 108 595 recicladores a nivel nacional; de los cuales, 4 737 están asociados a 127 organizaciones.28
Respecto a los residuos peligrosos29 el estado y la población tiene un limitado acceso a la información sobre la generación, manejo y disposición final de estos residuos, lo cual limita el accionar eficiente y adecuado del estado, para prevenir potenciales riesgos a la población y al ambiente (Anexo 4).
Fuente: AgendAmbiente Perú 2013-2014 - Agenda Nacional de Acción Ambiental - Ministerio del Ambiente.

15 enero 2013

Breve contexto económico y social del Perú 2013

El país ha conseguido una estabilidad macro económica que se expresa en el crecimiento sostenido del Producto Bruto Interno (PBI), que se proyecta en 2.6 veces entre 1990 y el 2015, la reducción de la deuda pública y en el mantenimiento de los niveles de inversión5. Durante los últimos cinco años6, el PBI creció a tasas por encima del 7.0% anual, y el conjunto de indicadores macroeconómicos perfiló un comportamiento positivo. Así, la inflación se mantuvo baja, el sol se fortaleció frente al dólar, la balanza comercial mostró balances positivos (habiendo aumentado significativamente tanto las exportaciones como las importaciones); y la presión tributaria se mantuvo constante (Anexo 3).
Las perspectivas para el período 2013-2014, son las de mantenerse como la economía de mayor crecimiento en la región y crecer a tasas sostenidas, en torno del 6% anual. El reto es evitar que el Perú enfrente una desaceleración en su ritmo de crecimiento. El crecimiento de mediano plazo estará liderado por la inversión privada, la cual podrá materializarse en la medida que se concreten importantes proyectos de inversión anunciados para los próximos años; estimándose que los principales se concentrarán sobre todo en los sectores minería e hidrocarburos, electricidad e industria y en proyectos de infraestructura concesionados.
Lo antes señalado, impone una serie de importantes desafíos a la política pública que implica la adopción de medidas destinadas a elevar la competitividad y productividad, a través de: i) mejora sustancial del capital humano; ii) reducción de la brecha de infraestructura a través de asociaciones público-privadas; iii) simplificación administrativa; iv) impulso a la innovación tecnológica; v) diversificación de la oferta productiva; vi) mayor profundización financiera y desarrollo del mercado de capitales; y viii) diseñar acciones de sostenibilidad ambiental. El futuro comportamiento de las inversiones privadas y también públicas, demandará del sector ambiental un fortalecimiento de sus labores fiscalizadoras y reguladoras.
Por otro lado, en la dimensión social del desarrollo, son fundamentales los indicadores de población, pobreza y cobertura de los servicios públicos.
Según los resultados del Censo Nacional de Población del 2007, el Perú tenía una población compuesta por 27 412 157 personas, estimándose que al 2012, ésta asciende a 30 135 8757. Por otra parte, se aprecia que la estructura poblacional del país se está transformando, pues en el área urbana la población menor de 14 años está disminuyendo, mientras la población en edad de trabajar se está incrementando. Este fenómeno, conocido como bono demográfico, constituye una fortaleza para el país.
En un marco de estabilidad macroeconómica, el crecimiento económico sostenido de los últimos años contribuyó significativamente a la reducción de la pobreza, principalmente de las zonas y sectores más articulados a la dinámica de la economía, sin embargo, aún se mantienen excluidos a importantes segmentos de la población, especialmente de las zonas rurales. La pobreza se ha reducido a través de dos vías: mediante el aumento del empleo (que ha incrementado el ingreso de los hogares) y los mayores ingresos fiscales, que han permitido financiar un mayor gasto social en apoyo a la población más vulnerable.
Sin embargo, la permanencia de brechas sociales, principalmente en territorios donde se conjugan el aprovechamiento de los recursos naturales y las expectativas de las poblaciones rurales con elevados signos de exclusión social y económica por conseguir beneficios concretos y mejorar sus condiciones de vida, se expresa en un aumento de conflictos socioambientales. Al respecto, es preciso señalar que el Gobierno tiene como una de sus metas principales la reducción de la pobreza y de las brechas sociales que son causa de los conflictos ambientales y no ambientales.
El escalamiento de conflictos registra una tendencia creciente en los últimos años. Las regiones afectadas pasaron de 12 en el 2006, a 15 en el 2007; 19 en el 2008; 23 en el 2009 y en el 2010 abarcaron las 24 regiones del país. También se evidencia una mayor intensidad de los conflictos, con aumento de las acciones de violencia, que conllevan elevados costos sociales, económicos y políticos.
La creación de la nueva Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la Presidencia del Consejo de Ministros - PCM es parte del esfuerzo institucional del gobierno para impulsar el diálogo como mecanismo para lograr el entendimiento entre los ciudadanos, las empresas y el Gobierno. Asimismo, se busca impulsar una cultura de diálogo entre el Estado, los partidos políticos, la sociedad civil y el empresariado.
El primer reporte de la citada oficina, señala que el mayor número de conflictos sociales tienen origen en la actividad minera (38.1%) seguidos por las actividades de hidrocarburos y minería informal (15.2%) y actividades agrarias, que incluyen producción de hoja de coca, concesiones forestales, reservas comunales y territoriales y áreas naturales protegidas (12.1%). Las regiones con mayor número de conflictos son: Loreto, Cusco, Junín, Ancash, Cajamarca, Puno9.
La paz social del territorio nacional se ha visto afectada por la presencia de diversos conflictos socio ambientales, muchos de los cuales han creado situaciones de violencia no deseada, que ha generado costos económicos, sociales y políticos, que requieren un manejo adecuado a fin de asegurar las condiciones de viabilidad económica y la gobernabilidad del país.
En este contexto es relevante que nuestras acciones y respuestas consideren la diversidad cultural del país: más de 14 familias etnolingüísticas, 72 grupos étnicos y al menos 44 etnias distintas, de las cuales 42 se encuentran en la Amazonía. Existencia de 4 101 590 pobladores indígenas, que constituyen más de 1 500 comunidades.
Al respecto con la creación del Ministerio de Cultura, se está trabajando sobre la reducción de las desigualdades correlacionadas con los factores étnicos y culturales, en nuestro país, demandan un accionar coordinado de las distintas entidades públicas. No obstante, los esfuerzos sectoriales orientados a atender a la población indígena en el respeto a sus derechos, así como la afrodescendiente, carecen de una plataforma institucional que garantice la articulación intersectorial e intergubernamental.
Fuente: AgendAmbiente Perú 2013-2014 - Agenda Nacional de Acción Ambiental - Ministerio del Ambiente.

16 enero 2012

La leyenda de los Pururaucas

Decía Tomás Carlyle, el mayor exaltador de los héroes en la Historia: "Existe un deber* sempiterno que impera en nuestros días, como en los días de ayer, como en todos los tiempos: el deber de ser valientes".
El hombre necesita libertarse del temor, que es instinto natural que lo ata y esclaviza, y marchar adelante en todas las ocasiones, por difíciles que sean, portarse como se portan los hombres, confiando en su destino, desafiando los obstáculos y adversidades, con el solo apremio de vencerse a sí mismo, subyugar el temor y hacerle morder el polvo de sus pies, como aconseja Carlyle.
Para avivar el culto del valor marcial de un pueblo, ningún estímulo mejor que el de los ejercicios viriles, el desarrollo de las fuerzas físicas, el adiestramiento en la lucha, la agilidad de los músculos y la práctica fecunda de la solidaridad social que favorecen los entrenamientos colectivos y hacen más sincera y más cierta la idea de un origen y de un destino común, que es la Patria. Ese sentimiento solidario adquirido en la fatiga del esfuerzo compartido, se aviva, sobre todo, con el estímulo espiritual que nos viene del fondo de nosotros mismos, tocado de esa forma de grandeza que tiene todo aquello que atraviesa los siglos por medio de la tradición.
El pueblo incaico, al que algunos cronistas e historiadores se empeñan en pintar como un pueblo apacible, tímido y fatalista, tuvo en sus días de auge el culto del valor y la vocación por la milicia. La educación de la juventud, la vida del plebeyo y del noble, –el trabajo, la fiesta y la oración– tendían a exaltar entre los Incas, los sentimientos de virilidad y de poderío, la conciencia del triunfo contra las fuerzas hostiles de la tierra y contra las tribus díscolas desconocedoras del signo de grandeza del Imperio. La más grande emoción del pueblo incaico y la visión más genuina del Cuzco Imperial, no es la de los días de siembra y de cosecha, con sus ingenuas rondas y cantos de alegría rural, ni tampoco el solemne espectáculo sacerdotal del Inti Raymi, no obstante la vocación agrícola de los primitivos pobladores; sino el estruendo guerrero de los días de reparación militar y la estrepitosa algazara de la entrada de los Incas victoriosos al Cuzco.
La educación de la juventud que había de marchar a la guerra, se inspiraba en principios de disciplina, de abstención rigurosa, de estoica resistencia y en ejercicios de agilidad, fuerza y destreza. A los dieciséis años los jóvenes nobles eran sometidos a prueba –en el ayuno en Colcampata, comiendo sin sal ni uchu o ají, absteniéndose de bebidas espirituosas–, corriendo desde el cerro de Huanacaure hasta la fortaleza de Sacsahuamán, casi legua y media, luchando en equipos contrarios, atacando o defendiendo la fortaleza, haciendo varias noches la vela de los centinelas y rivalizando en el manejo de la lanza y el arco, en puntería y en distancia. Todo el pueblo presenciaba y alentaba estos esfuerzos viriles. Los padres y parientes iban al borde del camino, en el que corrían sus hijos, para animarlos, "poniéndoles delante, dice Garcilaso, la honra y la infamia, diciéndoles que eligiesen un menor mal reventar antes que desmayarse en la carrera". Los simulacros de lucha eran a veces tan reñidos que algunos mozos eran heridos o morían en ellos por la codicia de la victoria. El mayor quilate de un guerrero indio era la impasibilidad ante el peligro. Los maestros jugaban
con los discípulos, pasándoles las puntas agudas de las lanzas delante de los ojos, o amenazándolos herir en las piernas, sin que los jóvenes debieran siquiera pestañear o retraer algún músculo. Si lo hacían eran rechazados, diciendo que quien temía a los ademanes de las armas, –que sabía que no le habían de herir–, mucho más temería las armas de los enemigos y que los guerreros incaicos debían permanecer sin moverse
"como rocas combatidas del mar y del viento". ¡Profunda y bien aprendida lección de estoicismo que admiró el conquistador español, cuando el caballo de Soto, llegó hasta el solio de Atahualpa, en desbocada carrera, salpicando con su espuma las insignias imperiales, sin que un sólo músculo del rostro del Inca se contrajera ante la insólita y desconocida amenaza!
La fiesta que podríamos llamar pre militar del Incario era el Huarachicu, en la que los guerreros nóveles, recibían, después de pruebas deportivas de carrera, de lucha, de arco y de honda, las insignias y signos militares, los pantalones o huaras y las ojotas y se horadaban las orejas para usar los grandes aretes distintivos de su rango. Ese día el pueblo bailaba repetida e incansablemente el taqui llamado huari, instituido por Manco Cápac, que duraba una hora y los jóvenes cadetes se presentaban ante el Inca que los exhortaba a "que fuesen valientes guerreros y que jamás volviesen pie atrás".
Otra visión del Cuzco de la época heroica es la de los días de salida de los ejércitos del Inca para expediciones lejanas o del retorno de éstos victoriosos y las ceremonias del triunfo guerrero. En los días de apresto bélico, el ejército llevando delante de sí el Suntur Paucar y la capacunancha con sus plumerías irisadas, iba rodeando el anda del Inca al son de las caxas, pincujillos, wallayquipus o caracoles, antaras y pututos, en un bullicio ensordecedor que hacía caer aturdidas a las aves del cielo. Los soldados aclamaban al
Inca y entonaban sus Hayllis de guerra. Antes de emprender la jornada los sacerdotes hacían los sacrificios y alzaban su plegaria al Hacedor: "¡Oh sol, padre mío que dixiste haya cuzco y tambos, y sean estos tus hijos, los vencedores y los despojadores de toda la tierra; que ellos sean siempre mozos y jóvenes y alcanzen siempre victoria de sus enemigos!". El día del triunfo del Inca vencedor de los Chancas o de los Collas, llegaba anunciado por el ruido de su ejército y pasaba por la calle que llevaba al Coricancha, pisando los despojos y las armas de sus enemigos. Hombres y mujeres delirantes entonaban a su paso el haylli y loa de la batalla.
El triunfo de los Incas en todas sus campañas se debió, sin duda, a la superioridad de su organización política y social y al mayor adelanto de su técnica militar. Fue el champi o maza, con la punta de bronce, aleación que sólo los Incas conocieron en América, el más poderoso resorte o la verdadera arma secreta de las victorias incaicas. Pero lo fue también, principalmente, su moral heroica, su capacidad para la lucha y el sufrimiento y su confianza en sí mismos que es el mejor acicate del heroísmo.
La conciencia nacional del Incario se forjó repentinamente en el reino de Viracocha con el avance de los Chancas sobre el Cuzco y la huida del Inca hacia Urcos. La angustia del peligro ha sido siempre la gran forjadora del alma colectiva. Ante la feroz agresión de los Chancas a la ciudad imperial, surge la joven figura vencedora del príncipe Yupanqui, que convoca a los ayllus dispersos, recoge las armas abandonadas y se alista en contra  del invasor. Los habitantes del Cuzco consternados ven salir al imberbe arrogante y temen que sea contraria su suerte ante la ferocidad, experiencia bélica y número de los Chancas. Sin embargo, el Inca joven regresa pocos días después vencedor, trayendo las cabezas de sus enemigos para ofrecerlas para una lección viril, a su padre anciano y a su hermano tránsfuga.
La causa de este milagro bélico está relatada en una leyenda que no figura por desgracia en los textos de historia nacional, no obstante ser una de las más bellas y sugestivas lecciones del espíritu heroico de los Incas. El joven Yupanqui relató, al regresar al Cuzco, que su victoria la debía no sólo al valor de sus soldados y a su resistencia desesperada sino a una ayuda divina que le había enviado su padre y Dios,  Viracocha. El Dios, después de recibir los sacrificios que se le hicieron antes de la batalla, anunció al príncipe que le ayudaría y alentaría en la mitad de la lucha. Y contaba el príncipe valiente, que en el fragor de la batalla, cuando entre la gritería y sonido de trompetas, atabales, bocinas y caracoles, veían disminuir el número de los suyos a su alrededor, sentía que llegaban nuevos contingentes silenciosos que se incorporaban a pelear a su lado y extenuaban el empuje de los contrarios. Un rumor corrió entonces en  el ejército incaico, seguro de su destino y del apoyo de sus dioses. Los soldados del Cuzco dieron voces anunciando a sus enemigos que las piedras y las plantas de aquellos campos se convertían en hombres y venían a pelear en defensa del Cuzco, porque el Sol y Viracocha se lo ordenaban así. "Los Chancas –dice Garcilaso– como gente creadora de fábulas, agoreros como todos los indios, desmayaron entonces en su ímpetu y cedieron en la lucha". Ellos mismos bautizaron a sus invisibles vencedores con el nombre de los Pururaucas, que quiere decir "inconquistados enemigos". Los pururaucas, dice la leyenda, después de vencer a los Chancas, fieles a su destino mítico se convirtieron en piedras. Cuenta otro cronista que desde entonces el mito de los Pururaucas fue uno de los más poderosos incentivos de las victorias incaicas. Los soldados del Cuzco entraban a la batalla animados por esa fuerza divina, incapaces de miedo, y los enemigos de los incas no osaban resistirles, tiraban las armas y se disgregaban, a veces sin llegar a las manos, al sólo grito que anunciaba la llegada de los hombres de piedra. Inca Yupanqui completó entonces su hazaña mítica. Afirmó que había visto en sueños a los Pururaucas y que estos se habían quejado de que, después de haberle prestado tanto favor, los incas los hubiesen dejado abandonados en el campo, convertidos en piedra, sin hacerles homenajes y ofrendas como a los otros dioses. El Inca Viracocha y sus capitanes fueron al lugar de la batalla y recogieron las piedras que el propio Inca indicaba ser de los Pururaucas y las llevaron en triunfo al Cuzco, donde fueron veneradas entre sus huacas más ilustres.
El mito de los Pururaucas es tan sólo una bella alegoría incaica para honrar el valor de las propias fuerzas y enaltecer la grandeza del Espíritu cuando los hombres sienten el acicate de la dignidad y del patriotismo, cuando son capaces del sacrificio y del riesgo, cuando se han educado en el roce del sufrimiento y del esfuerzo, cuando se han sobrepuesto al temor, entonces sus fuerzas se duplican y surgen junto a ellos los invisibles compañeros de granito, que desconocen el miedo y sólo saben el camino de la victoria. Los Pururaucas son los héroes silenciosos y leales que acompañan sólo a los que se atreven. Los Pururaucas son los traidores escondidos que acechan a los incrédulos y a los pusilánimes. Los Pururaucas no faltan nunca a la cita con los valientes. Son los enviados del optimismo, los mensajeros de la fe y de la confianza en nosotros mismos, los soldados de piedra de la convicción heroica. Son, sobre todo, la encarnación misteriosa de las fuerzas telúricas de la amistad secular entre la tierra y el hombre nativos, que se unen fielmente para rechazar al bárbaro extraño, transformando hasta las duras peñas y los árboles delicados, en corazones pujantes para el combate.
Los Pururaucas son la primera expresión de un profundo y generoso amor: el sentimiento defensivo de la Patria.
Fuente: La leyenda de los Pururaucas autor Raul Porras Barrenechea. Publicado en: Excelsior, Lima, ene-feb. 1945, N° 143-144, p. 23-24; Revista de Infantería, Chorrillos (Lima), agosto de 1950, N° 1, p. 339-342; y Equis, Lima, octubre de 1955, p. 11-12.
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04 octubre 2011

La Comunidad Campesina de Oyón

La Comunidad Campesina de Oyón se encuentra cerca de las cuevas de Lauricocha (Huánuco), en
donde el Ing. Augusto Cárdich encontró uno de los restos antropológicos más antiguos del Perú. Estos
testimonios confirmarían que el territorio de la Comunidad Campesina de Oyón fue habitado desde
el Paleolítico. Los primitivos pobladores de la zona habrían dejado de ser nómadas para convertirse de
cazadores recolectores en agricultores-horticultores, por los vestigios de una agricultura incipiente encontrados en el paraje llamado Altar Machay.
En épocas preincaicas, los pobladores de la zona se asentaron en las partes altas de los cerros como lo
atestiguan los complejos arqueológicos de Golguej, Marka-Marka, Quillahuaca, Cumpin, Chulin Pata,
Yapac y Mallay. Estos lugares se caracterizan por la presencia de viviendas pétreas, canales de irrigación
y sistemas de andenería dedicadas al cultivo de productos agrícolas.
Durante el período incaico, donde se encuentra hoy la localidad de Oyón, se habrían establecido dos
ayllus: los Quilcas y los Ucrush. Estos ayllus darían origen a los dos primeros barrios de la comunidad
(Quircas y Ocros) y su unión posterior sería la base de la actual Comunidad Campesina de Oyón. En la
Colonia, los pobladores de la zona fueron integrados al sistema de la mita minera que los obligaba a
trabajar en minas de oro y plata y estar al servicio de los latifundistas de la región.
La Ley de Reforma Agraria favoreció a la comunidad de Oyón con terrenos ubicados en sectores como
Pampacocha, Punco Lanhuay, Quichas, Surasaca, Shugshapaj y Raura, de propiedad de Moisés Subiaur;
Pucayacu, Tabladas, Jatumpata, Jachacancha Sura, Uchuc Chacua, Racracancha Chico y Jircachaca,
de propiedad de la empresa Angolán y la familia Fernandini; Ruco y Parconga, de propiedad de Lino
Díaz; Japichaca, de propiedad de Abel Fuentes Rivera; Jichiu y Pomacancha, de propiedad de la
familia Vizurraga. Posteriormente, las comunidades de Viroc y Quichas se constituyen en nuevas
comunidades campesinas con tierras asignadas por la Comunidad de Oyón con pleno reconocimiento
de su autonomía económica, social y legal.
Recursos Naturales
Clima
En la Comunidad Campesina de Oyón el clima es semiseco y frío, las temperaturas medias anuales
máxima y mínima son 15.1Cº y 4.1Cº respectivamente.
Se observan dos periodos bien marcados durante al año: de mayo a octubre, con presencia de sol y heladas intensas por las noches, y de noviembre a abril con fuertes precipitaciones.
Configuración geográfica
Su geografía es la típica de los valles del sistema hidrográfico del Pacifico. Sus orígenes son los nevados
y las lagunas andinas, cuyas aguas confluyen al Océano Pacífico. En el espacio se ubican picos
elevados cubiertos de nieves de considerable altitud, llegando los más altos a superar los 4800msnm.
Cortes altitudinales de la Región Lima
SuelosEn Oyón se presentan dos zonas edáficas claramente diferenciadas. En la zona media de la comunidad predominan los suelos residuales con fuerte influencia de rocas parentales y la topografía local. Con texturas
medias a finas, aunque en algunos sectores con presencia rocosa. Se pueden encontrar texturas todavía
más gruesas, de colores pardo oscuro a pardo rojizos o negruzcos, dependiendo de los contenidos variables
de materia orgánica, la que está muy influenciada por la dinámica de uso de los suelos y el pastoreo que
se desarrolla en ellos. En general, se trata de suelos moderadamente buenos para el cultivo siempre que
se apliquen prácticas para prevenir la erosión, ya que la mayoría de estos suelos tienen pendientes empinadas y el riesgo de erosión es muy alto.
Las partes altas de la comunidad presentan suelos de clara influencia glaciar (suelos de naturaleza
orgánica, de coloración negruzca, sometidos a acumulaciones temporales o permanentes de agua).
Estos suelos configuran los bofedales con altos contenidos de materia orgánica en las hondonadas de
las altiplanicies y en las zonas relativamente planas, acompañados de suelos poco desarrollados hacia
las laderas en las colinas.
Los suelos de estas zonas son utilizados en forma indiscriminada, sin tomar en cuenta su capacidad de
uso mayor ni aplicando técnicas conservacionistas.
HidrologíaLa Comunidad Campesina de Oyón tiene importantes recursos hídricos. Destacan sus lagunas como
Patón, Anilcocha, Chacua, Suerococha, Tabladas, Cochaquillo y Checchi; y sus ríos como Chacua,
Pampahuay, Gasuna y Ucruschaca, todos tributarios del río Huaura. El río Huaura recibe el nombre
de Quichas desde su nacimiento hasta la zona de Ucruschaca y la desembocadura de Pampahuay.
Flora y faunaEn el territorio de la comunidad, se encuentran diversas especies vegetales. Entre los arbustos,
destaca la chilca; en árboles, el quinual; en plantas aromáticas, la muña.
Flora de la comunidad
Árboles Arbustos y pastos Plantas aromáticas Plantas medicinales Hortalizas
. Quinual
. Ciprés
. Eucalipto
. Guinda
. Pino
. Rayán
. Chilca
. Huamanpinta
. Retama
. Trébol
. Coronilla
. Ichu
. Grama
. Pasamuña
. Muña
. Manzanilla
. Cedrón
. Menta
. Ruda
. Hierbabuena
. Orégano
. Chincho
. Huamanrripa
. Anís
. Llantén
. Pachasalvia
. Berros
. Hercanpuri
. Humantimpay
. Gamatay
. Alcachofa
. Goyal
. Matico
. Congona
. Puropuro
. Coladecaballo
. CharquiShanca
. Zanahoria
. Betarraga
. Apio
. Poro
. Rabanito
. Col
. Lechuga
. Cebolla china
. Ajo
. Cebolla roja
La fauna en la comunidad de Oyón viene siendo afectada por los cambios climáticos. Sin embargo, existen
todavía vizcachas, zorros, aves, algunos reptiles, peces, entre otros.
Fauna de la comunidad
Animales silvestres Aves silvestres Reptiles Peces
. Vicuña
. Vizcacha
. Venado
. Zorro
. Zorrillo
. Puma
. Perdices
. Gallinetas
. Gaviotas
. Patos silvestres
. Huachhuas
. Cóndor
. Palomas
. Gavilán
. Jilgueros
. Loritos
. Gorriones
. Lagartijas
. Culebras
. Sapos
. Truchas
. Bagres
. Challhuas
Minerales metálicos y no metálicosEn el territorio de Oyón, se presentan numerosas reservas de minerales metálicos y no metálicos, que
con frecuencia se encuentran en forma sedimentaria y volcánica. La zona fue atravesada por intrusivos
que han aportado la mineralización metálica, como plata, oro, plomo, zinc y cobre, y la presencia de
ricos yacimientos de carbón. Asimismo, las piedras calizas son abundantes y merecen un estudio detallado.
En la actualidad, la explotación de los yacimientos de minerales metálicos está a cargo de empresas
como Buenaventura, Los Quenuales, Iscaycruz y Raura, mientras que los yacimientos no metálicos
como el carbón de piedra, por la empresa Cemento Andino y por pequeños empresas mineras.
Mapeo de recursos (talleres de diagnóstico)
Aspectos sociales
Aspectos demográficos
El distrito de Oyón tiene un población total de 12,812 habitantes (Censo 2007) que se distribuye
en un 53.23% varones y 46.77% mujeres. La marcada diferencia en los porcentajes se debe a la
condición de distrito minero que ofrece mayores oportunidades de empleo para varones. El 71.24%
de la población es considerada como urbana y sólo el 28.76 % como rural.
El padrón de comuneros de la Comunidad Campesina de Oyón en el año 2006, registró 646 comuneros
(542 varones y 104 mujeres).
A nivel de los barrios de la comunidad, Puente Piedra es el que tiene mayor número de comuneros
mientras que el de Naranjal ostenta el menor número.
La evaluación demográfica del distrito de Oyón muestra un crecimiento positivo moderado entre los
censos de 1981 y 2005. Las cifras de los dos últimos censos, 2005 y 2007, indican un crecimiento significativo al pasar la población de 10,416 a 12,812 pobladores. Este crecimiento implica una fuerte
presión sobre los servicios básicos en general.
Las cifras del censo 2007 revelan que el 18,86% de la población de Oyón no ha nacido en el distrito.
Se trata de un porcentaje alto que significa el arribo de muchas personas foráneas para establecerse en
el distrito.
Población económicamente activaSegún el padrón de comuneros, la mayoría de sus integrantes tiene como ocupación principal la de
obrero, 50.71%. Se trata de obreros que se desempeñan como trabajadores de las empresas mineras.
El siguiente grupo es el de agricultores con 13.74%.
El padrón agrupa ocupaciones como trabajadores independientes, comerciantes, empleados, choferes
y otras, las que en conjunto suman alrededor de 18%. Casi la totalidad de las comuneras manifiesta
ser ama de casa.
Los datos del padrón muestran que los comuneros dedicados a las actividades agrícolas y pecuarias
como ocupaciones principales son una minoría y se encuentran ubicados en su mayoría en los cuatro
barrios rurales de la comunidad. Estas características son fundamentales para diseñar propuestas de
desarrollo comunal.
EducaciónEntre los servicios sociales básicos, la educación es reconocida como la herramienta de mayor
impacto para revertir situaciones de pobreza. La educación es considerada como la mejor inversión
social para quebrar la denominada “transmisión intergeneracional de la pobreza”. El disponer de
una mejor educación incrementa las posibilidades de acceder a los mercados laborales en condiciones
más favorables y lograr mejores niveles de vida.
En el distrito de Oyón, y especialmente en sus áreas rurales, el nivel de la educación que se imparte
todavía no es la óptima. Diversos factores explican esta situación. A nivel del distrito, la condición de
analfabeto afecta al 12% de la población aunque entre los comuneros esta cifra disminuye al 5%.
En la comunidad, más de la mitad de los comuneros manifiesta contar con estudios secundarios o
superiores.
La población escolar del distrito, según el Censo 2007, comprende 4,292 estudiantes. En el distrito,
funcionan seis instituciones educativas públicas de nivel inicial, siete de primaria, tres de secundaria,
una de secundaria de adultos, una de educación básica alternativa y una de educación especial.
En el nivel superior, el distrito cuenta con dos instituciones educativas públicas, el CEO Industrial y el
Instituto Superior Tecnológico. Por otro lado, existen cinco instituciones educativas privadas, dos del nivel
inicial, dos de primaria y una de secundaria. En el grupo de instituciones educativas privadas, tres
son de gestión fiscalizada ligadas a las empresas mineras y dos particulares. En conjunto, se aprecia
una oferta educativa bastante amplia y diversa para la población local.
En general, la infraestructura educativa presenta condiciones aceptables salvo algunos centros de
educación inicial que aún tienen aulas de material rústico. El estado del mobiliario en el 50% de
planteles es reportado como regular y sólo en el centro educativo José San Martín es catalogado
como en malas condiciones. En el caso del equipamiento informático, el problema principal no es
si los centros cuentan con computadoras sino el déficit en capacidades para un aprovechamiento
óptimo.
SaludLos servicios de salud que existen en el distrito de Oyón son el Centro de Salud del Ministerio de Salud
(MINSA), que forma parte de la red de Huacho, la Posta Médica de EsSalud y el Hospital Santa Rosa de
la empresa Buenaventura instalada en Uchuchacua.
Estos servicios atienden a una población aproximada de 12,000 habitantes incluyendo a los comuneros
y comuneras y sus familiares.
Las enfermedades más comunes que afectan a la población de Oyón son las infecciones respiratorias
agudas que, por el frío, la altitud y la falta de abrigo, ocasionan amigdalitis y faringitis agudas, problemas
bronquiales y otras enfermedades respiratorias. En una proporción menor se presentan enfermedades
estomacales (diarreas, parasitosis y enterocolitis), con mayor incidencia entre los niños, debido a
la falta de higiene, el déficit de los servicios de saneamiento básico y al consumo de agua de mala
calidad.
El personal médico y paramédico del Centro de Salud está compuesto por 13 profesionales y 5
técnicos, mientras que la posta médica de EsSalud cuenta con 9 profesionales y 3 técnicos.
Servicios de saneamiento básico
El mapa de pobreza de Foncodes indica que el 14% de la población no tiene servicio de agua
potable de la red pública, mientras que el censo reporta que el 16% de las viviendas utilizan agua
de río o acequia. De igual manera, el mapa de pobreza indica que el 45% de la población carece
de desagüe o letrina y el censo precisa que 1,188 viviendas carecen de desagüe, lo que equivale al
44,26% del total de viviendas. Las cifras revelan una situación preocupante por la enorme influencia que
tienen los servicios de saneamiento en las enfermedades gastrointestinales que afectan especialmente
a niños y niñas.
El déficit en la cobertura del servicio de desagüe se presenta principalmente en viviendas de zonas
periféricas del área urbana y las zonas rurales. Se debe destacar que los desagües arrojan sus cargas
directamente a terrenos agrícolas y luego llegan hasta el río Huaura, lo que constituye un grave
problema de contaminación.
Energía eléctricaEl servicio de energía eléctrica está administrado por la Municipalidad Provincial, a través de la Unidad
de Distribución de Energía Eléctrica (UNDEEL), con una cobertura que alcanza el 87% de las viviendas
del distrito. El mayor déficit se encuentra entre las viviendas de las zonas rurales.
Vivienda
Según los datos del Censo 2007, la mayor parte de las viviendas del distrito se encuentra en el área
urbana (65.26%). El 93% de viviendas son casas independientes y predominan las construcciones de
adobe o tapia (72.61%). Las viviendas de ladrillo o bloque de cemento representan el 21% del total de
viviendas del distrito.
Nivel de pobreza
A partir de las características descritas en los puntos anteriores, la evaluación realizada por FONCODES
en el año 2006 sobre condiciones de pobreza, califica a la provincia de Oyón entre las cuatro más
pobres de las diez provincias que tiene la Región Lima. La misma evaluación aplicada a los distritos
de Oyón tiene como resultado el calificativo generalizado de pobres a todos los distritos.
Aspectos culturalesEn la provincia de Oyón, la identidad cultural está impregnada de componentes indígenas. Estos componentes se reconocen en las maneras de pintar, el manejo del espacio y los colores, la talla de madera
y piedra, los acabados de los cuadros y esculturas, los cantos, las danzas, las narraciones, las tradiciones,
las leyendas, los mitos, las representaciones teatralizadas, la confección de telas y prendas de
vestir y la preparación de sus platos típicos. A pesar de la recreación y el mestizaje, la raíz indígena se
mantiene.
La provincia de Oyón es considerada la cuna del arpa. Este instrumento predomina y es característico
de la música local. La principal festividad del distrito es la fiesta a la Santísima Virgen de la Asunción
(Achuquita) que se realiza todos los años en el mes de agosto y expresa el encuentro entre la cultura
indígena y la española.
Calendario festivo de la Comunidad Campesina de Oyón
Meses Festividad Descripción
Enero Marcación del ganado
Se realiza el rodeo, marcación del ganado vacuno, ovino y equino en las estancias. Se canta y danza con una tinya y guitarras. Es comunal y familiar. Al finalizar, se preparan y consumen pachamancas.
Febrero Carnavales, La Calistrada Usan disfraces coloridos y los bailantes se pintan las caras. Se realiza el cortamonte.
Mayo Fiesta de crucesEn los barrios Puente Piedra, Quirca, Ocros, Capillapata, Ushnupata, Pampahuay, Cashaucro, se adornan las cruces con cintas y velos. Las celebraciones son animadas con orquestas. Se completa la festividad con paseos de antorchas y presentación de platos típicos.
Agosto
Fiesta a la Santísima Virgen de la Asunción (Achuquita)
Empieza en julio con la celebración de novenas y misas de alba. Se organizan procesiones y tardes taurinas, tardes deportivas. Culmina el 22 de agosto con el pachacuy (la distribución de comidas y bebidas
entre todos los asistentes).
Noviembre Aniversario de Oyón Fiesta organizada por la municipalidad. Se invitan artistas y celebran
tardes deportivas.
Diciembre Los negritos Dura 8 días. Bailan los caporales y los negritos adorando al niño Jesús.
La fiesta se cierra con un pachacuy.
Fuente: Encuesta de Diagnóstico Comunal - 2008
En cuanto al arte culinario, en el distrito de Oyón se consumen los platos propios de las localidades
de sierra. Sin embargo, destaca como el plato local el muñahuanco. Cuando se trata de festividades,
los platos característicos son la chicha en caldo y el cebiche de oreja de chancho.
Comidas de consumo familiar
Comidas de fechas festivas
Sopa de morón Chicha en caldo
Sopa de alverjas (harina) El puchero
Patasca Picante de cuy
Mondongo El rogro
Sopa verde El lechón
Chicharrón El ponche
Caldo de cordero El calentado
Caldo de gallina Chicha de Jora
Seco de cordero Chicha de maní
Segundo de quinua Cebiche de oreja de chancho
Pachamanca Jacrarogro
Muñahuanco
Colishrogro
Fuente: Entrevista a los directivos comunales. ET PDC2008
Economía y producciónDisponibilidad de tierras
Como se ha indicado, la extensión de la superficie total de la comunidad superaría las 58 mil hectáreas.
Sin embargo, estudios encargados a la Universidad Nacional Agraria La Molina sobre la potencialidad
de la ganadería, consignan la capacidad de uso de 32 mil hectáreas. Según los resultados de estos
estudios, existe un potencial interesante para el desarrollo de la ganadería, por la gran extensión de
praderas naturales en la comunidad. En la actualidad, las superficies dedicadas a la agricultura y al
cultivo de pastos son relativamente pequeñas.
Actividad agrícolaEn la Comunidad de Oyón, por la escasez de parcelas, predomina el cultivo asociado. Este
tipo de cultivo permite a las familias conducir en simultáneo varios productos, pero los volúmenes
de las cosechas son bajos por cada cultivo y son destinados casi exclusivamente al autoconsumo.
Sin embargo, se dispone de una mayor extensión de terrenos aptos para la agricultura en sectores donde
los terrenos se encuentran en descanso desde hace varios años y han sido invadidos por cactáceas y
especies arbustivas.
Principales productos agrícolas en la comunidad de Oyón
Productos Variedad
Papa Nativas, Blanca, Yungay, Canchan
Trigo Común
Cebada Común
Habas Común, Señorita
Mashua Jergón, Amarillo
Oca De colores
Olluco Amarillita
Fuente: Encuesta de Diagnóstico Comunal
Área agrícolaLos rendimientos de la producción agrícola son bajos en la comunidad. Por ejemplo, en el caso de
la papa, el rendimiento promedio varía entre 3 y 4 TM/ha, muy por debajo del rendimiento en otras
zonas de similares características donde el promedio alcanza las 12 TM/ha. Las razones de los pobres rendimientos son el manejo tecnológico inadecuado, la baja calidad de las semillas, la difícil topografía,
la pobreza de los suelos, el reducido tamaño de la mayoría de parcelas y el uso poco eficiente del
agua de riego.
La comunidad cuenta con los ríos Huaura y Patón y los riachuelos Gasuna y Pampahuay, como sus
principales fuentes de agua de riego. Estas aguas son captadas por una infraestructura de riego que
requiere mantenimiento, diversos trabajos de reparación y su ampliación. El sistema de riego utilizado
es por “inundación”. Se transporta el agua a través de acequias (canales artesanales) o canales de concreto
para luego inundar los terrenos. Las condiciones de la infraestructura de riego y el sistema de riego
generan diversos inconvenientes: pérdidas por infiltración y evaporación durante el transporte del
agua y el riego de las parcelas, erosión y arrastre de capas de suelo por las pendientes de los terrenos
agrícolas. Infraestructura de riego deficiente
Actividad pecuariaEn la Comunidad de Oyón, los principales tipos de ganado son ovinos, vacunos y alpacas. Según los datos
de los talleres de diagnóstico, el 15% de familias comuneras tiene ganado ovino, el 10% ganado vacuno,
3% cría alpacas y equinos y el 20% combinan la crianza de ovinos y vacunos. Además, el 25% de
familias cría gallinas y cuyes, mientras un 10%  cerdos y un importante 14% tiene animales menores.
La actividad pecuaria de la comunidad se desarrolla a través de la Empresa Ganadera Comunal y las estancias comunales. La Empresa Comunal está conformada por una Asociación Ganadera (integrada por
comuneros ganaderos) y la Comunidad Campesina de Oyón. Su administración es mixta y usufructúan
los pastos naturales del territorio comunal.
Las estancias de propiedad comunal están ubicadas en Pampacocha, Rucu y Yurajcorral. Los animales
están a cargo de caporales (coordinadores y supervisores) y en cada estancia se cría un tipo de ganado.
La mayor parte de las familias ganaderas utiliza el sistema de crianza extensiva, donde el pastoreo es
a campo abierto aprovechando casi exclusivamente los pastos naturales. Por su parte, la organización
comunal viene empleando el sistema de crianza intensiva.
La comunidad cuenta con infraestructura básica para la crianza del ganado aunque es deficitaria para el
número de cabezas existente.
A nivel de la familia, la infraestructura se limita a cobertizos precarios para los animales menores.
Actividad piscícolaLa comunidad cuenta con un potencial hídrico para el desarrollo de la actividad piscícola conformado
por lagunas ubicadas en las partes altas de las vertientes de los ríos Huaura y Patón, y el río Pucayacu.
En la actualidad, funcionan dos piscigranjas que producen truchas para el mercado local de Oyón
y Churín.
Forestación
Las tierras altas de pendiente moderada que predominan en algunas zonas de la comunidad, muestran
un gran potencial para la instalación masiva de especies forestales como quinual, eucaliptos, ciprés y
pinos. Las áreas forestadas con pinos ofrecen además la posibilidad de producir hongos.
Actividad mineraLa minería es la principal actividad económica del distrito de Oyón y es la que absorbe la mayor
cantidad de la población económicamente activa y la que marca la dinámica del mercado local. El
crecimiento experimentado por la actividad minera en los últimos años ha generado una mayor demanda
por áreas urbanas y rurales del distrito, pero, también, ha contribuido a mejorar los servicios y
la infraestructura urbana.
La actividad minera explota diversos metales, como plata, zinc, plomo, oro y cobre. En el distrito, existen
tres empresas mineras importantes dedicadas a los metales mencionados: Compañía de Minas
Buenaventura, Empresa Minera Los Quenuales y Compañía Minera Raura. En la zona, también
existen yacimientos de recursos no metálicos como el carbón, yesos y canteras materiales de construcción.
Estos recursos son explotados por Compañía Cemento Andino y pequeñas empresas.
Actividad turísticaLos restos arqueológicos, el calendario festivo y las costumbres de la comunidad, representan atractivos
que podrían integrarse al circuito turístico de la provincia. Sin embargo, en la actualidad, la promoción del turismo local es nula por falta de iniciativas empresariales y la escasa articulación de esfuerzos entre autoridades y sociedad civil para implementar programas y proyectos relacionados a la actividad turística.
Organización y administración comunal
Organización comunal
La Comunidad Campesina de Oyón es reconocida por Resolución Suprema del 19 de Junio de 1942.
Tiene persona jurídica y se rige por lo dispuesto en la Constitución Política del Perú y las Leyes Nros.
24656 y 24657.
Los órganos de gobierno de la comunidad campesina son la asamblea general, la directiva comunal,
los comités especializados y los comités de barrios.
La existencia de los comités responde a la necesidad de representación de los diferentes núcleos poblacionales (o barrios) y a la necesidad de distribuir responsabilidades con tareas específicas.
En general, las directivas comunales, no obstante la heterogeneidad de sus miembros, muestran un
alto nivel de compromiso e identificación con el desarrollo de la comunidad. En épocas más recientes,
las directivas comunales realizan mayores esfuerzos de coordinación tanto al interior de la comunidad como con instituciones y organizaciones del entorno local y regional. Los dirigentes que conforman la junta directiva y los comités de los barrios, trabajan según la disponibilidad que cada uno tiene de tiempo y recursos, ya que estos cargos son ad-honorem.
En las últimas décadas, la organización comunal ha experimentado un cambio sustantivo en sus aspectos
básicos, por influencia de las relaciones mercantiles y socioculturales de los contextos regional y nacional.
Dos procesos socioeconómicos tienen especial importancia: la subsistencia de formas colectivas de
trabajo y los patrones de consumo.
A pesar del tiempo transcurrido y los cambios, subsisten en la comunidad la práctica ancestral
de la reciprocidad andina que se manifiesta en las acciones de ayni y las faenas. Los comuneros continúan
recurriendo a la reciprocidad para ayudarse mutuamente en actividades productivas, agrícolas
y ganaderas, y también en la organización de celebraciones y fiestas religiosas y costumbristas.
En Oyón, las faenas comunales se mantienen vigentes y gozan de total legitimidad. Las faenas no sólo
son procesos de trabajo colectivo, sino espacios de dialogo, concertación e identidad. Se realizan en
las siembras y labores culturales, la instalación de cercos, la construcción de locales públicos, la limpieza
de caminos y otras obras de infraestructura.
En la mayoría de casos, las faenas son jornadas de trabajo que se convierten en fiestas y sirven para
unir más a los comuneros.
Las faenas también son convocadas para proteger los pastos naturales de la comunidad. Todos los
años, en el mes de septiembre, se realizan rodeos que consisten en la captura de los animales que
hacen daño a los pastos de propiedad comunal y de los animales de los comuneros que incumplen
los pagos por derecho de usufructo de los pastos comunales.
En los rodeos se organizan cuadrillas de comuneros que visitan estancias, parajes y tierras comunales
capturando animales, los que luego son trasladados al “coso” (el estadio del distrito de Oyón). Los
propietarios deben acudir al coso a recuperar sus animales, previo pago de derecho o multas.
En los últimos 20 años, en la comunidad han disminuido las áreas cultivadas y las unidades pecuarias, y los actuales rendimientos y volúmenes de producción son mínimos. En estas condiciones, las
actividades agrícolas han reforzado su orientación a la subsistencia y las actividades pecuarias tienen una
mayor orientación al mercado local. En consecuencia, la participación de las familias en el mercado
es muy débil y se aprecia una reducida oferta de productos locales.
El crecimiento de la minería ha inducido a un mayor número de comuneros para que abandonen o reduzcan
sus actividades agropecuarias. El incremento de recursos monetarios ha generado una mayor
demanda de bienes y servicios que son cubiertos con productos foráneos. Existe un consumo de
productos manufacturados e industrializados que reemplaza a los productos tradicionales de la zona.
Estos cambios, que involucran bases productivas, relaciones de mercado y patrones de consumo,
están influenciando en las percepciones de los comuneros sobre la tierra, sus recursos y también
sobre su organización comunal. El diseño de políticas de desarrollo comunal deberá tener en cuenta
estos procesos.
Usufructo de las tierras comunalesLa distribución y el uso de los terrenos de la comunidad ocurren sin un sustento técnico adecuado, ya
que no se cuenta con una zonificación para diferenciar las áreas que deben ser dedicadas a actividades
agrícolas, pecuarias, forestales y otras. En relación a los terrenos otorgados a los comuneros en cesión de
uso, la mayoría los considera como muy pequeños ya que no garantizan una producción que permita
tener una despensa mínima de alimentos para sus familias.
En cuanto a los terrenos comunales actualmente en explotación, los límites no están bien definidos ni
tampoco el horizonte de la producción pecuaria. Sin estos elementos, los beneficios hacia los comuneros
son inciertos.
Fuente: Plan de Desarrollo de la Comunidad Campesina de Oyón 2009-2018 elaborado por desco Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo - 2009.
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30 julio 2011

El distrito de San Juan Bautista (Ayacucho)

El distrito de San Juan Bautista está localizado en la sierra central del Perú, al Sur Este de la ciudad de Ayacucho, en la provincia de Huamanga, departamento de Ayacucho, a una altitud promedio de 2800 msnm, a 13° 10’ 06” latitud sur y 14° 13’ 14” longitud Oeste. El distrito posee una extensión territorial de 18.71 km², representando el 0.627% del territorio total de la provincia de Huamanga. El distrito ostenta la categoría de ciudad y fue creado por la ley No. 13415 del 07 de abril de 19602.
Límites.
La delimitación Distrital está dado por el puente Prado (Puente Nuevo de San Juan Bautista), carretera a Cusco hasta el cementerio general, Avenida Arenales, Puente de Huatatas (Ccacha molino) y quebrada de Huatatas hasta Kuchomolino (restos arqueológicos de la cultura Warpa), cerro de Acuchimay, calle Lluchallucha, Puente de la Alameda, río de Alameda hasta el puente nuevo. Teniendo los siguientes límites:
 Por el Este: Con los Distritos de Tambillo
 Por el Oeste: Con el Distrito de Carmen Alto
 Por el Norte: Con el Distrito de Ayacucho.
 Por el Sur: Con el Distrito de Chiara y Carmen Alto.
Características Demográficas.
El distrito de San Juan Bautista de acuerdo a las proyecciones poblacionales realizadas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en base al Censo Nacional 2007. XI de Población y VI de Vivienda cuenta con una población de 38,457.
Según el Cuadro Nº 01, se observa el 10.25% está representada por la población infantil, las mismas que son referentes para que el gobierno local tome estrategias en la mejora de la calidad de los servicios básicos como es educación, salud, vivienda y trabajo.
ANALISIS SITUACIONAL POR DIMENSIONES DE DESARROLLO
Dimensión Social
El distrito de San Juan Bautista, en cuanto a servicios de salud cuenta tan solo con cuatro establecimientos de salud de niveles I-3 y I-2, cuya infraestructura ha rebasado su capacidad para una población de 38,457 habitantes, cuenta con 33 instituciones educativas (PRONOEIs, Inicial, Primaria y Secundaria) sin embargo
el rendimiento académico es muy bajo. Teniéndose también otras características relevantes que se muestran en el cuadro Nº 02.
Dimensión económica
El Cuadro Nº 03, muestra la PEA según la ocupación principal, un 23.9% de la población está considerado en el grupo de trabajador no calificado, peón, vendedor, ambulante y afines; 22.1% en trabajador de servicios personales y vendedor del comercio y mercado; y un 15.7% están considerados en el grupo de
profesores, científicos e intelectuales. Otras ocupaciones representa el 38.3% que comprende a personas dedicadas a la agricultura, empleados de oficina, técnicos de nivel medio y otros. La Población Ocupada Total3 representa el 93.32% (12454) de su Población Económicamente Activa –PEA (13345).
Desde la perspectiva de la demanda, existe poca capacidad de absorción de la mano de obra dentro de la estructura productiva formal de la economía distrital. En ese sentido, se hace evidente que los sectores privado y público han sido desplazados por la capacidad expansiva en la generación de empleos del sector informal (23.9%); en consecuencia, constantemente se generan empleos de menor calidad, lo que posibilita que cada vez sea más extensiva la precariedad y la baja calidad de los empleos.
En el Distrito de San Juan Bautista el comercio y los servicios se imponen como la principal actividad económica. Según el cuadro Nº 04, el 24.0% de la población ocupada realiza actividades de esta índole. Desde los ancestros la ocupación principal de la población fue la carnicería, el comercio de ganados, tallado de piedra y la curtiembre, las dos últimas en proceso de extinción por motivos de competitividad y tecnológicos.
En cuanto a la actividad comercial y servicios se ha identificado a 13 actividades económicas más importantes. En el sub-grupo de comercio la más importante por volumen en términos monetarios resulta ser el comercio dominical de ganados vacuno, ovino, caprino y porcino, el vacuno en su mayoría tiene como destino los centros de engorde de la periferia de Lima; seguido por el comercio de carne roja y pollo que es comercializado en la ciudad de Ayacucho y provincias del norte de la región principalmente incluido el VRAE; en tercer orden por la cantidad de familias involucradas esta el comercio dominical de artículos de segunda (cachina) que en estos últimos 15 años ha experimentado un crecimiento vertiginoso; finalmente en
toda el corredor económico de las avenidas Ramón Castilla y Cusco están ubicados un grupo importante de comercio de ferreterías, abarrotes, agroquímicos, 
autopartes y combustibles. En cuanto al sub-grupo de servicios por la cantidad de
pasajeros que hacen uso de este servicio diariamente y por las actividades conexas
que demanda (taxistas, estibadores, vivanderas, panaderas, etc.) se ubica en primer
lugar el transporte interprovincial por cuanto el distrito es el puerto de embarque y
llegada de pasajeros que viajan al: centro, sur de la Región y a la zona de
Chincheros, Andahuaylas; le sigue los servicios que prestan las factorías en la
reparación y mantenimiento de vehículos livianos y pesados quienes están ubicados
generalmente en toda la avenida Cuzco y aledaños.
Entonces este sector terciario, constituido por los servicios y el comercio es la
principal fuente generadora de riqueza y de ocupación de la PEA en el Distrito. La
mayor parte de la prestación de servicios y comercio se realiza a nivel micro
empresarial, sin apoyo técnico ni crediticio, convirtiéndose en actividades
informales de subsistencia y no en actividades competitivas que generen utilidades
capitalizables. Gran parte de estas actividades informales se desarrollan en
condiciones infrahumanas porque son espacios inseguros, antihigiénicos, a la
MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN JUAN BAUTISTA
PLAN DE DESARROLLO INSTITUCIONAL 2011- 2014
15
intemperie obstaculizando en algunos casos el transporte vehicular y peatonal es
decir se requiere de un ordenamiento e infraestructura adecuada que facilite las
transacciones comerciales en mejores condiciones a compradores y vendedores.
.2.3 Dimensión Territorial – Ambiental
San Juan Bautista, tiene una población con educación y conciencia ambiental débil,
que se acrecienta con el crecimiento desordenado de la población trayendo como
consecuencia la deforestación de terrenos para ser remplazado por construcciones
para vivienda, sin embargo existen todavía espacios que se podrían aprovechar para
la forestación y reforestación.
Considerándose que el 98% es una población urbana, se observa que también la
contaminación ambiental está en crecimiento, la producción per cápita de residuos
sólidos ha incrementado, pese a que los servicios públicos han mejorado el sistema
de recojo, los pobladores continúan contaminando los ríos (río Alameda y
Chaquihuacco) con desechos sólidos y efluentes líquidos (aguas residuales), existe
una contaminación con gases producto del parque automotor y otros producto de
la quema de llantas, plásticos u otros utilizados como combustible en la
transformación de productos (producción de papa seca).
San Juan Bautista tiene como superficie total 1871 Hectáreas, de los cuales 212 es un
área rural de los cuales se dispone 112 Hectáreas para la agricultura quedando aún
100 Hectáreas por explotar. En esta pequeña extensión existen aún plantas y
animales nativos.
En la zona urbana contamos con áreas verdes como parques, jardines, bermas,
sardineles y áreas verdes rústicas.
Se cuenta con recursos hídricos dispuestos en micro cuencas (micro cuenca
alameda y micro cuenca Huatatas).
1.3.2.4 Dimensión Institucional
Una variable importante a tener en cuenta al analizar el Desarrollo Institucional
son la presencia de instituciones y organizaciones, la forma como operan y cómo
influyen en el desarrollo del Distrito, en ese sentido se refiere no sólo a la cantidad
de instituciones públicas y privadas que exista en un espacio determinado o a la
cantidad de recursos económicos con que cuentan, sino a la calidad de sus
capacidades, intervenciones y resultados. Existe mayor capital institucional cuando
éstas desarrollan un trabajo concertado, complementando esfuerzos y recursos;
cuando obran como facilitadores de la movilización y el desarrollo de los capitales
sociales de las poblaciones con las que actúan. Existe capital institucional cuando
las instituciones actúan con transparencia y cuando muestran apertura para
aprender de la propia sabiduría de las poblaciones.
Es necesario que las instituciones operen de manera inteligente y democrática, son
capaces de combinar las múltiples formas de capital (natural, humano, social,
construido, económico financiero etc.), generando sinergias y externalidades
positivas que permitan generar procesos sostenibles e incluyentes sustituyendo el
círculo vicioso de la pobreza por un círculo virtuoso hacia el desarrollo4.
En el distrito se verifica la existencia de un complejo entramado de relaciones
político institucionales, representado por una gestión municipal que manifiesta una
vocación de apertura a la participación y concertación y una población organizada
que expresa también una apreciable disposición hacia ello, sin embargo es posible
percibir que los espacios de concertación no son debidamente apropiados por
ambas partes, lo que genera desencuentros y niveles de desconfianza que no
permiten configurar todavía un entorno favorable a la materialización conjunta de
las iniciativas de desarrollo que se vienen impulsando en el distrito.
La inversión pública y privada es el motor de desarrollo del distrito, sin embargo,
las deficiencias de infraestructura, equipamiento, servicios básicos y de transporte
existentes, se vienen convirtiendo en serias limitaciones para competir en el medio
local y regional.
Sin embargo, más allá de la problemática existente y sus limitaciones, debe
destacarse que existen una creciente voluntad de concertación, fomento de
espacios de concertación y medios de comunicación con sensibilidad social.
El cuadro Nº 05 muestra las instituciones públicas y privadas que participan en el
desarrollo del distrito de San Juan Bautista.
Asimismo, la población civil se encuentra organizada en diferentes organizaciones
sociales de base, que representan un potencial y aliado importante en el
emprendimiento del desarrollo del distrito, sin embargo se hallan débilmente
fortalecidos y con débil liderazgo. El distrito de San Juan Bautista cuenta con:
 40 Asociaciones Barriales
 72 Clubs de Madres
 72 Comités del Programa de Vaso de Leche
 02 Asociación de Jóvenes
 02 Asociación de Adultos Mayores
 42 Juntas Vecinales
 01 Asociaciones de personas con discapacidad
1.5 PRINCIPALES PROBLEMAS DEL DISTRITO DE SAN JUAN
BAUTISTA
1. Alta tasa de desnutrición crónica infantil en niños menores de 5 años en el
Distrito de San Juan Bautista.
 2009: 19.1 % de desnutrición crónica infantil, 8.0% desnutrición
Global, 3.40% desnutrición aguda.
2. Limitado acceso a los servicios de salud con calidad en el Distrito de San Juan
Bautista.
 2008: 53.33 % de la población no accede a ningún tipo de seguro de
salud
3. Reducido acceso a viviendas con servicios básicos adecuados en el Distrito de
San Juan Bautista.
 23.26% de viviendas no cuentan con servicio de agua potable
 21.26 % de viviendas no cuentan con sistema de desagüe
 13.80 % de viviendas no cuentan con servicio de energía eléctrica
4. Limitado acceso de la población a los servicios educativos de calidad.
 El 12.23% de la población total están en la condición de analfabetos y el
23.89% del total de la población menor de 24 años no acceden a
servicios educativos
5. Limitada promoción y desarrollo de la actividad económica empresarial del
distrito.
 Elevada informalidad empresarial, comercial, etc.
 Dificultades de acceso al mercado (local, regional y nacional), al
financiamiento y capacitación.
 Deficiente infraestructura, equipamiento y bajos niveles de
asociatividad.
6. Limitado acceso a empleos que aseguren buenas condiciones laborales e
ingresos económicos.
 De la PEA ocupada el 6.68% (891 personas) se encuentra en condición
de desocupado.
 El 77% de los padres que tienen hijos menores o iguales a 3 años
perciben un ingreso muy por debajo del ingreso mínimo vital (550 nuevo
soles).
MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN JUAN BAUTISTA
PLAN DE DESARROLLO INSTITUCIONAL 2011- 2014
31
 El 53.8 % de la mano de obra es no calificada, limitando el acceso a
empleos en buenas condiciones y adecuadamente remunerados.
7. Deficientes condiciones de infraestructura física - vial y de energía para
favorecer la actividad económica empresarial.
 Existe un alto % de vías no pavimentados que limitan la transitabilidad
vehicular y peatonal.
 El 85.38% de viviendas accede a los servicios eléctricos y el 14.62% no
accede a este servicio, por lo es necesaria una ampliación del servicio,
básicamente del tipo trifásico, para poder facilitar procesos económicos
inclusivos.
8. Deficiente manejo sostenible de recursos naturales renovables y de la
conservación de la diversidad biológica.
 Deficientes áreas verdes (jardines y parques) en relación a la cantidad de
habitantes urbanos.
 Disminución de Flora y fauna nativas por su extracción indiscriminada y
desordenado crecimiento urbano.
 Deforestación del valle de río Huatatas.
9. Inadecuado ordenamiento territorial y Zonificación Ecológica Económica.
 Se presenta un escenario de expansión urbana desordenada como
consecuencia de no contar con instrumentos de planificación urbana.
10. Inadecuada gestión Integral de los residuos sólidos y efluentes líquidos en el
Distrito.
 Se cuenta con programas de implementación del PIGARS, GALS Y
SIGAE – El distrito genera 35 tn/día de residuos sólidos (0.88 kg/habdía),
dispuestos al vertedero controlado administrado por la
Municipalidad Provincial de Huamanga.
 Se viene ejecutando un proyecto de mejoramiento de la calidad de
servicio de limpieza pública.
11. Limitada articulación entre las diferentes Instituciones de Gobierno (Nacional,
Regional y Local) para logar un gestión pública transparente y efectiva
 El CCL desconoce sus funciones y solamente hacen acto de presencia en
las reuniones de presupuesto participativo
Fuente: Plan de Desarrollo Concertado del Distrito de San Juan Bautista 2010 – 2024. MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN JUAN BAUTISTA.
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11 julio 2011

La Independencia del Peru


EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA
Los acontecimientos del período de la Emancipación, que ahora serán examinados en términos de las estructuras esbozadas anteriormente, conforman un proceso bastante complejo. En efecto, en el interior de las luchas por la emancipación política, llevadas a cabo por fuerzas militares venidas de fuera, ayudadas por grupos de guerrilleros nativos, se desarrolló una lucha de los grupos medios y provinciales contra la élite criolla y la dominación de Lima. La llegada de San Martín, primero, y de Bolívar, después, pusieron término a esta lucha interna. Estos líderes, después de varios años de conflicto con sus propios gobiernos nacionales, llegaron al Perú convencidos de la necesidad de establecer un control aristocrático y autoritario a fin de lograr un gobierno estable. Para lograrlo, San Martín y Bolívar trataron de entregar el control político a la élite de Lima, pero su profunda debilidad y los largos años de guerra hicieron fracasar sus esfuerzos y surgió un poder competitivo en la persona de las principales figuras militares.
La rebelión de Tupac Amaru II, tradicionalmente mencionada como uno de los antecedentes de la Emancipación peruana, aunque por razones opuestas debe ser incluída en un análisis de los acontecimientos de la Independencia. Esta rebelión, a pesar de lo que corrientemente se afirma, no tuvo vinculación directa con la Independencia. Para comenzar, se produjo cuatro décadas antes y fracasó, originando una brutal venganza del estado español contra todos los que jugaron un papel importante en ella. De manera que cuando se busca conocer sus vinculaciones con la Independencia, antes que preguntarse si Túpac Amaru fue reformista o revolucionario, si buscaba o no un mejoramiento del sistema administrativo español o si encabezaba o no un movimiento separatista, problemas importantes en sí, conviene más interrogarse sobre el impacto de su movimiento en los diversos grupos de la sociedad peruana colonial.
En este sentido, una de las consecuencias de la rebelión de Túpac Amaru II fue que, en su mayoría, los líderes indios fueron eliminados o atemorizados; con la posible excepción de quienes encabezaron la rebelión del Cuzco de 1814, son pocos los que participan en las guerras de la Independencia. En el caso de los criollos, el recuerdo de la rebelión de Tupac Amaru y el miedo de su repetición fueron factores determinantes de su rechazo para apoyarse en las masas populares. La rebelión de Tupac Amaru II, que cierra un ciclo de rebeliones indígenas comenzadas a mediados del siglo XVII, coaligó a criollos y españoles ante la amenaza de una rebelión social de parte de los sectores más oprimidos de la sociedad colonial. Tanto criollos como peninsulares tuvieron la convicción fundada de que la participación indígena en los movimientos políticos conduciría, necesariamente, al ataque a los fundamentos de la propiedad y a los privilegios de los miembros de la élite. Toda coalición de los criollos, incluso a un nivel provincial, con los grupos más bajos de la sociedad colonial fue tentativa y efímera (Macera, 1955: pp. 45-51). La reducida acción de los movimientos con participación indígena revela más que la vacilante respuesta de los grupos más bajos de la sociedad, el temor a una revuelta social y la repulsión de los miembros de la sociedad criolla.
Treinta años después de la rebelión de Tupac Amaru, los acontecimientos europeos desencadenaron el comienzo de los movimientos de la Independencia de Hispanoamérica. Como ya mencionáramos, la_ invasión de España por Napoleón y la abdicación de Fernando VII precipitaron las primeras acciones en el virreinato peruano. Pero ya una década antes de estos acontecimientos se sintió en este virreinato el peso de las guerras europeas, a través de la interrupción del comercio con Europa y del incremento de las exigencias financieras de la Corona española. En una economía que dependía casi enteramente del comercio y de la exportación de metales, el impacto de las guerras europeas fue particularmente grande. Ellas lesionaron a la élite criolla, principalmente a los sectores directamente vinculados al comercio.
El virrey Avilés, en 1808, había señalado que "la menor conmoción de Europa t!1vo el efecto de paralizar el comercio y al mismo tiempo incrementar los gastos", (Fisher, 1970: pp. 120). Bajo el doble impacto de la interrupción del tráfico comercial y de la exigencia de mayores "donaciones" para aliviar las tensiones financieras de la Corona española, la solidez de los vínculos de los criollos con la metrópoli comenzó a debilitarse aún más. Estaba ya lesionada por el fracaso de éstos en convencer a la Corona de restablecer el viejo monopolio, fundamento de su control del comercio sudamericano contra los comerciantes de Buenos Aires. Pero el comercio enteramente libre, anhelo de los comerciantes bonaerenses, tampoco era una salvación para los comerciantes peruanos, por la clara desventaja que tenían frente a los de Buenos Aires.
La ambivalencia de la actitud de los mercaderes criollos respecto a la metrópoli se desprende claramente de sus acciones. En el transcurso de las luchas por la Emancipación los criollos solicitaron a la Corona el envío de tropas, pero al mismo tiempo los virreyes se lamentaron contínuamente de la negativa del Consulado a la ayuda pedida por la administración colonial a fin de constituir las tropas necesarias para luchar contra los rebeldes de Buenos Aires, el Alto Perú y Chile. Los criollos pensaban más bien que el virrey debía negociar con los rebeldes, sobre la base del reconocimiento de la nueva situación creada (Fisher, 1970: p. 153). Esto significaba, en la práctica, renunciar a los territorios conquistados por los rebeldes, a condición de que no extendieran sus acciones hasta el virreinato peruano.
En 1809 llegaron al Perú las noticias de la formación en España de la Junta Central, como respuesta a la invasión francesa. Mientras que en el Alto Perú y en Quito no se reconoció su autoridad y se formaron Juntas autónomas para sostener nominalmente a Fernando VII, todo el Perú proclamó su adhesión a la Junta Central. Los decretos del Consejo de Regencia, que en España sucedió a la Junta, llegaron al Perú poco tiempo después. En la primera parte de este trabajo se ha mencionado que sus decisiones más importantes fueron la libertad de prensa, el reemplazo de los cabildos tradicionales por organismos elegidos y la elección de representantes de Hispanoamérica ante las Cortes de España.
El virrey Abascal, aunque opuesto a estas reformas por su convencimiento de que llevarían necesariamente al debilitamiento de la autoridad de España, cuidó sin embargo del cumplimiento de estas decisiones. Así ordenó que las ciudades del virreinato nombrasen sus representantes
ante las Cortes. Las elecciones fueron indirectas: los distritos de las ciudades debieron designar a sus electores, los cuales, a su vez, nombraban a sus diputados. Este proceso fue enteramente urbano. A su sombra, al igual que a la de la reciente libertad de prensa, emergieron una vez más los antagonismos y las ambiciones de los criollos. Estas ambiciones fueron alentadas aún más por la sorprendente invocación de la Regencia quien, dirigiéndose a los criollos de Hispanoamérica, manifestó: "Vuestro destino no depende más de los virreyes, gobernadores y ministros; él está ahora en vuestras propias manos", (citado, por Kirkpatrick, 1969: p. 284).
Las elecciones se realizaron en Lima, Cuzco, Guayaquil, Trujillo, Tarma, Arequipa, Piura, Huamanga y Huánuco y pese a las tensiones y al temor del virrey hubo pocos incidentes en su desarrollo. Sin embargo, surgió un problema relacionado con la población indígena. El número de diputados, en efecto, débió ser proporcional a la población. Los representantes peruanos ante las Cortes querían incluir a la población indígena en el cálculo de población total, porque esto permitiría el nombramiento de un mayor número de delegados. Pero al mismo tiempo se tomaron precauciones para que los indios no pudiesen elegir ni ser elegidos. El miedo y el desprecio hacia los indios, sentimientos que llegaron a su máxima expresión a raíz de la rebelión de Túpac Amaru, aparecen crudamente expuestos en las palabras de un representante criollo ante las Cortes, quien se pronunció en contra de la participación y representación de los indios por "las graves dificultades que generaría una igualdad de este tipo, particularmente en el Perú", (Fisher, 1970: p. 215).
El impacto de los cambios que se producían en la metrópoli no fue inmediato, pero contribuyó fuertemente al desarrollo de las rebeliones que ocurrieron más tarde en las ciudadesprovinciales del virreinato. Todas estas revueltas fueron oportunamente registradas por la historiografía tradicional, pero en su relación es bastante difícil distinguir entre la participación minoritaria y la participación masiva de las clases populares. Es por esto que solamente serán discutidas aquí las rebeliones de Huánuco (1811) Y del Cuzco (1814), en un intento de evaluar la participación popular en aquellos movimientos y de detectar las razones de su movilización. Se desea, al mismo tiempo, sugerir algunas líneas de análisis para profundizar posteriormente estas investigaciones.
El levantamiento de Huánuco fue iniciado por unos cuantos criollos de la ciudad, cuyos orígenes sociales e historias personales son todavía bastante desconocidos; sus objetivos, al comienzo del levantamiento, son igualmente ignorados. Los inicios de la rebelión, sin embargo, pueden vincularse directamente con la conciencia cada vez mayor de la debilidad de la metrópoli y con la convicción de que el vacío político que se producía en las colonias a causa de la crisis española sería permanente y no temporal.
Los líderes criollos de la rebelión de Huánuco obtuvieron las fuerzas que les eran necesarias al lograr la adhesión de los indios de las áreas circundantes. Esta adhesión fue obtenida por la exhortación de los criollos a los indios, para que se rebelaran contra la explotación de que eran objeto. Es así como el movimiento pudo expandirse rápidamente. Los documentos hasta hoy disponibles sobre esta rebelión indican que las motivaciones de la participación indígena fueron fundamentalmente sociales, inherentes a su propia condición. Las masas indias no pudieron, no podían hacerlo, establecer una neta diferenciación entre criollos y peninsulares, entre un gobierno autónomo de los criollos y un gobierno colonial dependiente de la metrópoli. Los indios invadieron la ciudad de Huánuco y ahuyentaron a sus habitantes, quienes buscaron y consiguieron el apoyo del intendente y del virrey. El movimiento se disolvió rápidamente ante el ejército enviado desde Lima.
En el caso de la rebelión del Cuzco de 1814 estas líneas de división entre criollos e indios se revelan con mayor claridad. La rebelión comenzó oficialmente como un movimiento criollo, en enfrentamiento al controlejercido por Lima sobre la administración local. La intransigencia del virrey y la necesidad de los criollos de encontrar apoyo popular, motivaron el llamado que éstos formularon a los indios. La rapidez de la reacción india atemorizó a los criollos, provocando que se separaran rápidamente del movimiento que ellos mismos habían originado. La dislocación interna condicionó el colapso del movimiento antes que las tropas del virrey ingresaran a las provincias del Sur.
El movimiento del Cuzco comenzó con la tumultuosa elección de los miembros del Cabildo Constitucional. El resultado fue el nombramiento de un pequeño grupo, abiertamente opuesto a la Audiencia y a las autoridades virreinales. Luego se sucedieron una serie de incidentes que incrementaron aún más la tensión existente. La guardia del virrey fue reforzada ante la amenaza de un complot tendiente a derrocar a las autoridades virreinales. Tres muertes se produjeron cuando la guardia disparó contra un grupo de manifestantes. El Cabildo responsabilizó a la administración colonial de estas muertes; la respuesta fue la condena de los sospechosos de haber instigado la manifestación. Pero ni la seguridad ni la estabilidad pudieron ser restablecidas. Dos personas acusadas de conspiración fueron liberadas mientras que otras, nominalmente condenadas, entraban y salían libremente de la prisión. La rebelión contó, además, con la complicidad de los oficiales de la milicia, los cuales, una vez estallada la rebelión, aceptaron ser enviados una noche a arrestar a todos los españoles y funcionarios del gobierno real.
Si bien los líderes de la rebelión no fueron miembros de la élite cuzqueña, sino mestizos y blancos pobres, poco después la élite, incluyendo al obispo y a las autoridades eclesiásticas, se unió al movimiento y participó en la instalación de un nuevo gobierno. Este gobierno incluyó al antiguo gobernador interino y cacique de Chincha, Mateo Pumacahua, a quien se le persuadió que aceptara la autoridad de los oficiales elegidos por la ciudad en reemplazo de los funcionarios españoles depuestos. El virrey, mientras tanto, demandó el restablecimiento de las antiguas autoridades. El pedido del virrey fue reforzado por la acción de las tropas mandadas desde Lima, llevando a Pumacahua a invocar el apoyo de los indios.
Los indios acudieron prontamente al llamado y el movimiento pudo de esta manera vigorizarse y desarrollarse. Sin embargo, en la medida en que la participación indígenase incrementaba, los criollos empezaron a atemorizarse, y su temor aumentó con las forzosas donaciones que estuvieron obligados a hacer para sostener a las tropas en armas. A medida que los criollos limitaban su apoyo personal y financiero, el movimiento comenzó a debilitarse, posibilitando así su derrota en el campo de batalla por los ejércitos reales. La ambición de los criollos y el antagonismo contra Lima fueron insuficientes para alejar el espectro de una rebelión social provocada por la movilización de tropas indias.
La restauración de Fernando VII significó el fin de la Constitución, las Cortes y los Cabildos elegidos por las colonias. Las órdenes enviadas tendían al restablecimiento de la situación de 1808. En el Perú este propósito fue alcanzado. Pero pronto el virreinato tuvo que hacer frente a otro cambio que afectó España: el levantamiento del generalRiego y la revolución liberal de 1820. Este acontecimiento, en áreas como Nueva España, provocó que los miembros conservadores de la sociedad criolla cambiasen su antigua lealtad hacia la Corona por un inesperado y decidido deseo de independizarse de ella. Es el nacimiento de la profesión independentista de Itúrbide.
Los textos y documentos hasta ahora publicados no permiten medir el significado que tuvo este acontecimiento en el Perú. Sin embargo, sería útil preguntarse, si la adhesión a la causa de la Independencia de hombres como Riva Agüero, un declarado partidario de mantener intactas las estructuras de la sociedad colonial en el Perú independiente, no estuvo inspirada por una similar reacción de temor ante el triunfo del liberalismo en España.
La llegada de San Martín en 1821, el paso del ejército libertador en su camino hacia Lima, fueron saludados con calor en las ciudades costeñas. Pero los propietarios de las haciendas del litoral huyeron con anterioridad al avance hacia Lima de dichoejército, mientras que muchos de sus esclavos abandonaron las haciendas y se incorporaron o fueron reclutados a la fuerza a las filas del ejército. A los indios de las ciudades costeñas se les dijoque los patriotas habían venido para liberarlos del tributo y otros sacrificios. El general Miller, un testigo excepcional, observó queesta promesa provocó en los indios "un extraordinario sentimiento de patriotismo" (Miller, 1828: vol. I, p. 325). Lima, por otra parte, se mantuvo sólida contra San Martín. Las acciones de sus tropas yel bloqueo impuesto por Cochrane lesionaron los intereses no sólo de los ricos comerciantes sino también de todos aquéllos, como losportuarios, que de distintas maneras estaban vinculados a laactividad comercial. La población de la ciudad confiaba todavía en la protección del virrey, y cuandoéste decidió ábandonar Lima ante el avance de las tropas patriotas, un pánico total se apoderó de ella.
En la Sierra Central se manifestóun considerable movimiento en favor de la Independencia, sobre todo a través de laorganización de las fuerzas guerrilleras en apoyo del ejército deSan Martín. El conocimiento de la composición social de estosgrupos es fundamental para comprender la naturaleza y el alcance de las fuerzas sociales comprometidas en las luchas por la Emancipación. Lamentablemente, las fuentes disponiblesproyectan muy poca luz sobre este problema. Los pocos informesde que se dispone sugieren, sin embargo, que los grupos guerrilleros -con excepción de los organizados directamente porlos ejércitos libertadores- estuvieron compuestos por miembros de los grupos medios provincianos y de los sectores marginalesurbanos, principalmente del bandidismo local, (Miller, 1828: Vol. 1, p. 364; Vol. II, pp. 122-3; Hall, 1920: pp. 112-113; Rivera Serna 1958: pp. 138-145).
Existe también alguna evidencia de la participación de gruposindios. Por lo menos uno de los líderes de la banda de guerrillas de la Sierra Central, Ignacio Quispe Ninavilca, fue indio. Era el último descendiente de los caciques de Huarochirí, cuyos ancestros remontan hasta los curacas que dominaron la provincia bajo los Incas. Esta afiliación colocaba a Ninavilca, al igual que a Pumacahua, en una posición estratégica para lograr el apoyo de las masas indias del área. Para ellos, obviamente, era más fácil confiar en uno de los suyos, que en un
blanco desconocido aun si este curaca participaba de la explotación de los mismos indios.
En Lima, la presencia del ejército libertador fue aceptada poco más tarde; en cambio hay poca evidencia del apoyo de su población criolla a lo largo de todo el período de la Independencia. Los criollos ricos de Lima no estuvieron dispuestos a donar fondos al ejército libertador, de la misma manera en que anteriormente no estuvieron dispuestos a socorrer económicamente al virrey. La participación criolla en las fuerzas patriotas fue igualmente reducida.
La historia de los movimientos y batallas de los ejércitos patriotas y realistas que condujeron a la Independencia política del Perú es bastante conocida y es innecesario repetirla aquí. Sin embargo, el comportamiento de los líderes criollos durante los años 1821-1824 no ha sido examinado suficientemente.
Este análisis podría esclarecer el dilema de la élite criolla en el período de la Emancipación. Muchos de los líderes peruanos no parecen haber sido capaces de adaptarse a la nueva situación. Riva Agüero, presidente del Perú, fue exilado por sus negociaciones con el virrey; Torre Tagle, también presidente, cambió de bando varias veces y murió como realista durante el sitio del Callao. Sus vacilaciones reflejan las dificultades reales de su situación. Los criollos, en su mayor parte, sostuvieron al virrey hasta que se hizo cada vez más evidente que las tropas españolas no podrían defenderlos. Por otra parte, se sintieron poco seguros en su nueva situación, sobre todo al conocer los decretos de San Martín que manumitían a todos los hijos de los esclavos nacidos en el Perú desde el ingreso de las tropas patriotas, y que suprimían el tributo indio, la mita y todo tipo de trabajo forzado. El miedo y el descontento eran evidentes, incluso si estos decretos no llegaron nunca a ser aplicados, o lo fueron sólo temporalmente. Tampoco les inspiraba confianza la apropiación de los bienes de los españoles exilados, con quienes los criollos habían mantenido relaciones de parentesco o de clientela.
Por otra parte, el reemplazo de la dictadura encubierta de San Martín por la dictadura declarada de Bolívar, reforzada por la presencia impuesta de las tropas colombianas, provocó muchos levantamientos que fueron seguidos por otros sectores de la sociedad. Riva Agüero, y varios líderes de las guerrillas, se rebelaron contra Bolívar y se retiraron a Cajamarca. La alianza de Riva Agüero, el aristócrata deseosode mantener el orden colonial, con los líderes de las guerrillas, con los criollos y mestizos provinciales y con los caciques indios, es bastante sorprendente, y merece un estudio mucho más cuidadoso del que se ha realizado hasta ahora. Igualmente, el cuadro geográfico de las acciones que preceden a la Independencia, entre 1821 y 1825, plantea otros problemas nuevos. ¿Por qué se retiran Riva Agüero y los líderes de las guerrillas a Cajamarca? ¿Qué papel jugaba esta región antes de convertirse en refugio de estos hombres? Además: ¿por qué hubo guerrillas solamente en la Sierra Central? ¿Cuáles fueron las características sociales y económicas de esta región, que hicieron de ella el centro de los que parecen ser los únicos levantamientos espontáneos entre 1821 y 1825, pese a que esta espontaneidad se revela más a nivel de los pequeños caciques y gamoriales que a nivel de las masas populares?
Por último, ¿cuál fue el papel del Suren la última etapa de la lucha por la Independencia?
Aparte del hecho que la aristocracia arequipeña proporcionó algunos de los realistas más convencidos y dedicados, Arequipa parece que participó en el movimiento de la Independencia sólo en el último momento, cuando un grupo de poderosos de la ciudad, sin ninguna participación popular, juró la Independencia, pasando así la región a la etapa republicana sin mucha pena. Mientras tanto, ¿qué ocurría en el Cuzco entre 1821 y 1825? Como ya mencionamos esta región fue el centro del levantamiento contra Lima y contra España en 1814. En los textos de la Independencia la región del Sur peruano apenas si aparece. Este fenómeno, si no se debe a una simple omisión de los historiadores, puede plantear un problema importante: ¿por qué el inmovilismo del Sur peruano -si en efecto fue así- se transformó en un activismo decidido, sobre todo durante los años de la Confederación Peruano-Boliviana, en que el Sur peruano buscó ardorosamente la separación de Lima? Al abandonar la historia de unos pocos héroes, en gran parte concentrados en Lima, y emprender el estudio de las estructurasde la sociedad regional será posible comprender la trayectoria un tanto anómala de los grupos y regiones que integraron el espacio que fue peruano después de la Independencia.
SIGNIFICADO HISTÓRICO DE LA INDEPENDENCIA
Resumamos ahora las conclusiones obtenidas dando respuestabrevemente a la pregunta inicialmente formulada: el significado histórico de la Independencia. En América Latina y en el Perú los movimientos libertadores lograron la ruptura política de los lazos con la metrópoli, pero este desprendimiento externo no estuvoacompañado por una transformación de las estructuras internas de la sociedad forjadas durante el período colonial. El caráctercolonial de la economía y de la sociedad hispanoamericanas se mantuvo hasta más allá del ocaso del siglo XIX.Esta estructura colonial sirvió de base a una dominación de nuevo tipo, ejercida esta vez por Inglaterra, la potencia hegemónica del momento. Los nuevos tiempos hicieron posible que el neo-colonialismo resultara de un juego de procesos y mecanismos esencialmente económicos, sin que fuera necesaria una vinculaciónpolítica formal con la metrópoli.
En el Perú, como en América Latina, las rebelionesinconclusas se explican a nivel interno por la composición y naturaleza de los grupos que las iniciaron. A diferencia de las clásicas revoluciones burguesas de la Europa de los siglos XVIII y XIX, en esta parte del mundo no existió una clase que orientara y condujera la lucha con una clara conciencia del sentido del proceso. En el caso del Perú esta situación es mucho más patética.
Para comenzar, la élite peruana no luchó por la Independencia. Se conformó y se acomodó ante le fait accompli. Quienes trajeron la Independencia, por otra parte, fueron militares convencidos de la necesidad de derrotar a los ejércitos realistas en el Perú como condición indispensable para consolidar la liberación de las otras regiones de Hispanoamérica. En estas últimas, estos militares habían luchado con la seguridad de que bastaba conquistar el poder político para eliminar los frenos a la expansión económica de la burguesía criolla. Para casi todos los ideólogos criollos de Hispanoamérica, la expansión económica estuvo identificada con la expansión comercial. En muy raras ocasiones es perceptible la oposición de la metrópoli por el hecho de que esta vinculación forzaba a las colonias a su especialización como simples productoras de materias primas; la viva conciencia de la desventaja originada por tal especialización se forma mucho más tarde. Es por esto que la cuestión del mercado nacional y la naturaleza de la fuerza de trabajo aparecen muy pocas veces; en el Perú nunca se plantearon en forma explícita. Para la burguesía criolla peruana, la prosperidad económica dependía no de la conquista de la plena libertad comercial, sino del retorno a las condiciones comerciales exclusivistas y monopólicas de la época colonial. Existió, pues, una clara divergencia de intereses entre las burguesías de las regiones periféricas del Imperio y la burguesía peruana. Para esta última la vinculación con la metrópoli no fue un obstáculo sino una necesidad. Ella creció y se robusteció a la sombra de España.
Estas características de la burguesía criolla peruana explican en buena parte el hecho ya señalado de que su ideología fuera inestructurada y embrionaria. La Independencia, precisamente, llegó, a1 Perú en una etapa en que su élite no había clarificado ni desarrollado la conciencia de sí misma como un grupo distinto y opuesto a España, elemento esencial para la constitución de una "patria" o de una "nación". Las clases altas de la sociedad peruana fueron célebres por su hispanismo, y este complejo de la hispanidad aparece vigente por lo menos hasta la década de 1880, pese a la invocación de la grandeza del pasado Inca (nostalgia que por otra parte no tenía nada que ver con la presencia contemporánea de los indios).
Incluso la mayoria de losmismos colaboradores del Mercurio Peruano, tradicionalmente citados entre los "precursores" de la Independencia, fueron españoles y no criollos; a diferencia de quienes consideran el interés de los criollos por el territorio en que vivían como el inicio de un proceso que llevó inexorablemente a su ruptura con la metrópoli, ellos no veían ninguna contradicción entre su fascinación por su tierra adoptada y su lealtad a la corona española.
De la burguesía criolla peruana, grupo ya en decadencia y cuya época de prosperidad y riqueza estuvo ligada no a los cambios de las últimas décadas de la colonia, sino al sistema colonial tradicional de los siglos XVI yXVII, no era posible esperar que ofreciera una nueva formulación política, económica o social. Pero la inmovilidad de estas clases, su oposición abierta o latente, pudo haberse compensado si los ejércitos de San Martín o de Bolivar hubiesen invocado la adhesión de indios, mestizos y negros -en una palabra, de las clases oprimidas por el régimen colonial. De hecho, el ejército de San Martín hizo algunas tímidas llamadas a los grupos oprimidos, ofreciendo la manumisión de los negros esclavos de las haciendas costeñas, a cambio de su enrolamiento en las tropas, y declarando la abolición del tributo y del servicio personal de los indios. Existen evidencias de una respuesta positiva de parte de los negros, pero en cambio los indios no se identificaron con la causa de los ejércitos libertadores. La reticencia india se debió a razones sociales y culturales y, probablemente, también al hecho de queel ejército sanmartiniano no penetró en la sierra, con excepción de algunas pocas incursiones. Bolívar, criollo de la región venezolana, cuya proximidad a Haití sirvió para que los blancos incrementasen sus pesadillas ante la posible repetición en Venezuela de un levantamiento negro, tampoco buscaba formar un ejército popular.
Existen, en efecto, pocos indicios de una movilización popular a gran escala en 1821 o más tarde. El ejército de Bolívar, por ejemplo, se vio obligado a recurrir a medidas propias del enganche para obtener de los pueblos los hombres que le eran necesarios. Estos fueron conducidos a los centros de operaciones bajo fuerte custodia para evitar su deserción. Pero, pese a esta vigilancia, los desertores fueron tan numerosos como los reclutas; los oficiales locales, en efecto, informaban continuamente que los indios desertaban de sus hogares y huían a las montañas *. No hay señales de movilizaciones regionales semejantes a la de 1812 o a la de 1814. ¿Se debía esto a que la situación y las características de las masa populares en 1821 eran distintas de las de años anteriores, o más bien a que la élite local tenía una capacidad mucho mayor para controlar de cerca la situación? Las respuestas a estas preguntas pueden aclarar no solamente las características de las sociedad provinciana, sino también los cambios que experimentó a lo largo del período turbulento e inseguro de la Emancipación. En todo caso, en estas condiciones el Perú de la Independencia no fue sino la inmensa escena de enfrentamiento de los ejércitos patriotas y realistas, donde su élite y sus clases populares no hicieron sino asistir impasibles a la decisión de sus destinos; la primera, con miedo, las últimas, en silencio.
Pero el hecho de que la Independencia no haya significado la transformación sustantiva de la estructura colonial, no quiere decir que el proceso peruano no sufriera algunas alteraciones durante esta etapa. Este es un problema delicado y sobre el cual conviene reflexionar un momento. Los cambios ocurridos, si se permite la formulación, en lugar de modificar o reorientar el proceso anterior a las guerras de la Independencia, no hicieron sino acelerarlo e intensificarlo. Es decir, acentuaron la debilidad de la élite criolla, incrementaron sus dificultades económicas, aceleraron la desintegración regional y consolidaron el control económico de Inglaterra, control que fue mas extenso y más decisivo que el ejercido anteriormente por la metrópoli española.
La burguesía criolla, ya en crisis en el siglo XVIII, se debilitó aún más por la acción de las largas guerras de la Emancipación. La burguesía comercial se vio maltratada por los sucesivos bloqueosde los puertos y por la invasión de las mercancías europeas; la facción de la burguesía que estuvo vinculada a otros sectores productivos, como la minería o la agricultura, sufrió un impacto aún más fuerte, en la medida en que fueron virtualmente arruinados por la guerra. Parte del capital comercial emigró durante las guerras y el resto salió con la expulsión de los españoles. Además, el nuevo Estado que surge con la Independencia fue un Estado completamente débil, desprovisto de una estructura bancaria y financiera. Esta debilidad se agravó en la primera década después de la Independencia con los múltiples "pronunciamientos" de los caudillos militares que para sostenerse debieron recurrir a la expoliación de la población rural y urbana.
Es esta profunda crisis la que en gran medida explica la facilidad y la profundidad de la penetración británica en el Perú. Los valores de la exportación inglesa al Perú, en libras esterlinas, permiten medir los ritmos de esta expansión: 1818: 3,149 £.; 1819: 30,000; 1820: 39,322; 1821: 86,329; 1822: 111,509; 1823: 288,292; 1824: 401,695; 1825: 602,709, y así sucesivamente, (Bonilla, 1970: Vol, I, p. 56). Hacia 1824, cuando se silenciaron las armas en Junín y Ayacucho, en Lima había 20 casas comerciales británicas fuertemente establecidas y 16 en Arequipa, (Public Record Office, Londres, 1826 ms). El control del mercado peruano fue suficiente para atenuar y compensar los fiascos y pérdidas considerables representados por la inversión temprana de los capitales ingleses, particularmente en el sector minero, mientras que los préstamos británicos al indefenso Estado peruano colocaban los primeros eslabones de su posterior encadenamiento financiero. Es así como la economía peruana pasó de la dominación española a la dominación británica, sin transición alguna, casi automática e inmediatamente.
Por otra parte, la aparición de loscaudillos militares y su constitución como grupo de poder y de dominio a través de casi todo el siglo XIX, es otro de los cambios que aparece como consecuencia de las guerras de la. Independencia. Pero el ejército, si bien representó para sus componentes un vehículo de rápida ascensión social y económica, no hizo prácticamente nada para estimular o provocar el cambio del orden social heredado de la colonia. Por el contrario, lo perpetuó.
Los militares reclutaron muchos elementos del bandolerismo local, del pequeño comercio, de los grupos medios provinciales, ya mencionados anteriormente y cuyos anteriores intentos de levantamiento fueron frenados por la sociedad colonial. En la organización militar encontraron una vía rápida de ascenso social, ya que constituía una suerte de bandidismo medio institucionalizado. Para su sostenimiento impusieron fuertes cupos a los sectores acomodados de la sociedad provincial, a cambio de la protección de sus vidas, sus casas y de parte de su fortuna. Afectaron así el proceso de distribución económica, reorientando parte de la riqueza producida a otros sectores de la sociedad: hacia ellos mismos y hacia los comerciantes, principalmente ingleses o representantes de casas inglesas y francesas que proveyeron de mercancías importadas al mercado interno peruano, en este caso de armas y pertrechos de guerra.
Pero la presencia de este nuevo grupo que era el ejército republicano no alteró la naturaleza de la producción, que siguió siendo colonial. Además, no obstante que las relaciones entre la élite provinciana y los soldados emergentes fueron muchas veces antagónicas, teñidas por ambos lados de un fuerte desprecio, existió una vinculación estructural entre ambos. La existencia de este bandidismo casi institucionalizado representado por el ejército republicano, dependía de la capacidad de la élite provinciana para satisfacer sus demandas, en la medida en que sus miembros no eran productores directos. Si bien, por su misma idiosincracia el ejército no podía alterar la naturaleza de la producción, en cambio, acentuó la contracción de la economía regional cuando su expoliación en riqueza y hombres fue lo suficientemente grande como para interrumpir el proceso económico.
Esta nueva situación intensificó e hizo más perceptibles los cambios ya latentes en el siglo XVIII. Entre estos debe mencionarse la profunda desarticulación del espacio peruano, la acentuación de la regionalización, la expansión en gran escala de los grandes dominios agrícolas, la destrucción de la producción interna, la extensión del caciquismo regional, la constitución de clientelas regionales a base de la incorporación de gran parte de la población nativa, con la consiguiente crisis de la fuerza de trabajo, y la conquista del mercado interno por los textiles británicos. Fueron estos, por otra parte, los factores mayores que generaron la perdurabilidad de la crisis interna de la economía peruana y que sustentaron la absoluta hegemonía de la economía británica.
El pensamiento político y social de la nueva república reflejaba la persistencia, cuando no la extensión, tanto de las actitudes como de las estructuras coloniales. Los conceptos sociales de los miembros de la nueva república fueron los mismos que los de la colonia, heredados directamente de ella. Estos conceptos, a su vez, se inspiraron en la concepción medieval de estamentos jerárquicamente organizados. De esta manera el pensamiento político de la nueva república mezcló dos conceptos: la república política, basada en la igualdad universal, y la desigualdad social como convicción. En toda situación de conflicto y de crisis ha habido un choque entre estos conceptos, con la derrota y el abandono de la idea más débil: la de democracia o igualdad política. Esta subsistió sólo a nivel de las palabras, camuflando una realidad distinta y opuesta. "Pretender que todos los hombres sean perfectamente iguales es una quimera de la ficción,
la moral y la política", dice un periódico de la época, para continuar afirmando que "en todasociedad ha de haber gradaciones: si así no fuese, muy en breve, desatados los lazos de la subordinación, caeríamos en una homicida anarquía", (El Verdadero Peruano, en Macera, 1971: p.38).
Las condiciones coloniales dificultaron el desarrollo mismo del concepto de "patria" peruana. ¿En qué consiste, en efecto, esta nueva patria republicana? ¿Cómo se definen quienes comparten la condición de compatriotas? En Europa antes de 1789 -y en Hispanoamérica antes de la Emancipación-la noción de patria estuvo íntimamente ligada a la persona -simbólica-del monarca, que individualmente podía ser odiado o atacado, sin afectar la idea misma de la monarquía. Este concepto integraba la sociedad en un todo organizado, con una jerarquía de dominación y subordinación, teniendo al monarca en la cúspide de tal sociedad. Por consiguiente, a través de esta relación común, los súbditos de un monarca pertenecían a una misma patria, los que no lo eran resultaban extraños a esta patria. Pero cuando el monarca desaparece, ¿sobre qué se funda el concepto de nación? En los paises europeos del siglo XIX hubo varios criterios: el de vivir dentro de ciertas fronteras territoriales, el compartir el mismo idioma o una misma cultura. Pero en el Perú republicano, donde no se delimitó el territorio nacional sino varios años después de la Emancipación política, donde se hablaba por lo menos tres idiomas, ¿con qué criterios se contó? De hecho, es bastante difícil precisados y aunque se hablaba muy a menudo de la "patria" y del "deber patriótico", no siempre es fácil distinguir a quienes iban dirigidas estas palabras. El criterio implícito de patria, sin embargo, parece haber estado ligado a la cultura y a la lengua españolas, que en el caso del Perú automáticamente excluía a los indios, es decir a la mayoría de los residentes de un territorio que la Independencia convirtió en República del Perú. Por eso, los indios, definidos durante la época colonial como una "república" aparte, con sus propias leyes, relaciones, y características, ligados a los criollos solamente por el hecho de compartir con ellos la condición de súbditos de la corona española, pasaron a ser ignorados en la nueva república, levantada sobre el modelo de la sociedad criolla.
Todo lo expuesto hasta ahora permite pues concluir que la Independencia del Perú, a diferencia de lo que corrientemente se sostiene, no hizo sino acentuar la desorganización interna -política, social y económica- y reforzar su articulación asimétrica con las potencias dominantes.
REFERENCIAS CITADAS
BONILLA, Heraclio
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au XIXe siècle. Tesis para optar el grado de Doctor en la Universidadde París. 2 vols. París.
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1964 L'Amérique et les Amériques. París.
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1970 Government and Society in Colonial Peru: The intendant system, 1784-1814. London.
HALL, Basil
1920 El general San Martín: en el Perú. Buenos Aires.
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1969 The establishment of Independence in Spanish America. En: The Cambridge Modern History. 2ª edi- ción Vol. X, pp. 300-327. Cambridge.
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MILLER, John
1928-(1929) Memorias del Gral. Miller al servicio de la República del Perú, escritas por Mr. John Miller. 2 vols. (trad. del Gral. Torrejos). Londres. [PUBLIC RECORD OFFICE, Londres] 1826 ms Charles Milner Ricketts to George Canning. Lima, 27 de diciembre de 1826. F. O. 61/8.
RIVERA SERNA, Raúl
1958 Los guerrilleros del centro en la emancipación peruana. Lima. 1971
VILLALOBOS, Sergio
1968 El comercio y la crisis colonial. Ediciones de la Universidad de Chile. Santiago.
Fuente: La Independencia en el Perú: las palabras y los hechos autores HERACLIO BONILLA - KAREN SPALDING. En: La Independencia en el Perú - INSTITUTÓ DE ESTUDIOS PERUANOS, IEP.