19 julio 2008

Costumbres y tradiciones afroperuanas 1

Costumbres y tradiciones de las comidas típicas del distrito de San Luis elaborado por Lucero Martha Rosas Vargas
Una comida típica de San Luis es la carapulcra y la sopa seca. También tenemos los tamales, la papa rellena y los anticuchos. La carapulcra y la sopa seca son comidas tradicionales que se preparan mayormente en fiestas como cumpleaños, reuniones familiares, agasajos a personajes públicos, recibimientos a los turistas y otros eventos.
Los tamales se preparan siempre para Semana Santa y los fines de semanas, para los desayunos. Los frijoles colados se preparan también junto con tamales que las personas de la capital disfrutan a gusto.
En dulces, tenemos la mazamorra, el arroz con leche, los alfajores y los quesitos dulces, muy buscados por las personas que visitan nuestro distrito.
También como costumbre tenemos la celebración de cada santo en nuestro distrito, como por ejemplo: la fiesta de fundación de San Luis, que se celebra en enero; la Semana Santa; el Señor de los Milagros y la fiesta de San Martín de Porras.
En nuestro distrito, tenemos otras celebraciones durante el año. Las personas que visitan San Luis quedan muy agradecidas al ser bien recibidas por el pueblo.
Además tenemos el baile del festejo, que s
e realiza por agrupaciones de nuestro distrito, entre los que están los grupos de la familia Ayacucha que bailan el landó y la zamacueca.
Finalmente, el domingo 23 de octubre celebramos la fiesta del Señor de los Milagros, realizando noches de novenas a cargo de los fieles devotos de la localidad. También se rinde homenaje al Señor de los Milagros con sanos y salvos en medio de tantos desastres que están pasando en otros lugares; y agradeciendo, acompañamos una procesión que recorre todas las calles del distrito de San Luis.
El volcán de San Luis elaborado por Rosa Angela Thalía Sánchez Gutierrez
Cuentan que el origen de la cruz Santo Solano de San Luis se debió a que anteriormente, en ese lugar, había un volcán, el cual sonaba demasiado por las noches. Se oía ruidos como de agua que fluye y quiere salir. Esto atormentaba a las personas. Entonces, tanto era el susto, que preocupados, trajeron a un sacerdote para celebrar una misa y rezar mucho en ese lugar.
El sacerdote puso en la boca del volcán un hueso y dijo que si un perro comía ese hueso y el perro era comido por el volcán, éste dejaría de erupcionar. Y así fue: el volcán se comió al perro y desde entonces es que tenemos la Santa Cruz. En homenaje al milagro concedido, se celebra la fiesta en el mes de mayo tod
os los años.
El amor a la zamacueca elaborado por Dayan Sharon Figueroa Zacaríos
En un pueblo llamado Macueca, ubicado en el sur de África, se desata la historia de dos enamorados que luchan contra todos para sacar adelante su amor. En aquel lugar, el amor entre jóvenes estaba prohibido hasta que cumplieran los veinticinco años. Las fiestas se desarrollaban en tiempos separados para mujeres y varones.
Un grupo de jóvenes, entre los doce a veinte años, presentó en una fiesta una danza, cuya dirección estaba a cargo de Babalú, un muchacho de diecisiete años. En esta danza, sólo de varones, ellos bailaban alegremente y con mucho coqueteo.
Después de varias horas, se presentó un grupo de muchachas en una fiesta patronal. Babalú, vio en esa fiesta a Zamalí, una muchacha de quince años.
Luego de una semana, Zamalí se citaba a escondidas con Babalú en el llamado ‘‘Callejón del Amor’’, una calle muy abandonada, en la cual habían muerto muchos jóvenes por intentar reunirse con sus enamoradas. Al descubrir una señora del pueblo que Babalú y Zamalí se encontraban allí, decidió contárselo a los padres de Zamalí.
Ellos acudieron al lugar y los sorprendieron besándose; entonces, golpearon fuertemente a Babalú. Al enterarse de lo ocurrido, los padres de Babalú, deciden hacer lo mismo con Zamalí. Ella, al igual que Babablú, terminó internada en un hospital tras la dura golpiza.
Después de todo lo sucedido, llegaron a salvarse los dos adolescentes. Sus padres, desde ese entonces, decidieron separar a sus hijos y hacer todo lo posible para distanciarlos. Pero el amor entre ellos fue creciendo, y al sanarse por completo, se citaron para encontrarse en el lugar de siempre. Así se siguieron viendo durante muchos meses, hasta que un día, Zamalí se dio cuenta de que estaba embarazada. Se lo contó a Babalú y él decidió viajar al centro de su país para poder obtener dinero y casarse con ella.
Cuando los padres de Zamalí se enteraron del embarazo de su hija, buscaron a Babalú, pero él había desaparecido del pueblo. Después de un mes, Babalú regresó y no encontró a su amada. Ella estaba encerrada en una casa vieja y abandonada del Callejón del Amor, la calle donde se encontraban cuando eran enamorados. Zamalí estaba próxima a dar a luz; entonces, Babalú decide llevarla con él. Ella alumbró un niño muy lindo, al cual le pusieron como nombre Martín.
A Babalú y Zamalí, les empezó a sonreír la vida. Babalú encontró un trabajo que lo trajo al Perú. Él vino con quien ya era su esposa, Zamalí, y su hijo Martín.
Babalú trabajaba como danzarín y lo hacía con mucho carisma y muy alegremente. Cuando le preguntaban el nombre de su baile, no sabía qué contestar, ya que éste no lo tenía. Babalú además cantaba y había compuesto una canción, la cual también acostumbraba bailar en su pueblo africano.
Un día, Babalú y su hijo Martín asistieron a la procesión del Señor de los Milagros y delante de toda la procesión, se pusieron a cantar y bailar debido a la emoción de ver un santo moreno al cual miles y miles de personas querían llevar en hombros. Entonces, un empresario musical, que se había quedado impresionado con la forma de bailar de Babalú, lo contrató por dos años para bailar en diversos espectáculos.
Babalú hacía pasos que sólo él podía realizar con su singular manera de desplazarse. Su fama creció con el pasar de los años y ganó mucho dinero. Después se convirtió en profesor de danzas y puso una academia de danzas afroperuanas. En una de sus presentaciones, le hicieron una entrevista.
Gracias a ésta se hizo conocido en todo el país; durante la entrevista, contó la historia que su esposa y él habían pasado en su pueblo.
Zamalí trabajaba en un restaurante pequeño en el cual enseñó a preparar tamales y turrones. Juntos salieron adelante. Babalú, tras relatar su historia, finalmente le pudo dar un nombre a los pasos tan famosos que trajo al Perú, los nombró ‘‘zamacueca’’, por su amada y por el lugar donde habían nacido los pasos que mostraba en cada presentación: ‘‘zama’’ por Zamalí y ‘‘cueca’’ por su pueblo llamado Macueca.
Él, por amor a su esposa, creó el nombre del baile, que con el tiempo llegó a ser una danza muy conocida por los peruanos. La zamacueca es otro hermoso baile, que, como muchos, nos han traído los africanos. Así nació la zamacueca, debido al amor de dos adolescentes africanos. Hoy en día, podemos apreciar esta danza en las peñas de nuestro grandioso Perú.
Historia de Santa Efigenia, protectora del arte negro y la cultura negra del Perú elaborado por Cindy Paola Loa Cuaresma
Nuestra Santa Efigenia nació en el siglo I de nuestra era. Fue hija del rey de Egipto y de Eufemia de Etiopía.
Durante la estancia de San Mateo, uno de los apóstoles de Cristo, en esa tierra del África, el pequeño hijo del rey enfermó de muerte.
La intervención del apóstol logró el milagro de la resurrección del niño y, por ello, la fe y la conversión al cristianismo de sus padres y de Efigenia. Cuando falleció el rey de Egipto, su hermano Hitarco usurpó el trono y pretendió desposar a su sobrina Efigenia. Ella se negó al enlace, prohibido por los cánones del cristianismo, que condena el matrimonio entre familiares cercanos. Por negarse, Efigenia fue condenada a la hoguera por su tío, el tirano e idólatra Hitarco.
Santa Efigenia, virgen y mártir del cristianismo, por sus virtudes fue canonizada por San Mateo.
En la época de la Conquista, fueron traídos esclavos negros del África y con ellos trajeron la imagen de la santa, escondida entre las pertenencias de sus amos, ya que a ellos les estaba prohibido traer equipajes.
Al ser traída la imagen al Perú, llegó a la hacienda La Quebrada, jurisdicción del distrito de San Luis de Cañete, lugar en el que se halla actualmente. Los esclavos se pasaron la voz de que su patrona y protectora se encontraba en los galpones de La Quebrada y se las ingeniaron para agradecerle por darles fuerza y valor en sus fatigosas tareas agrícolas.
Así, cada noche, se reunían cientos de esclavos para bailar y cantar alrededor de ella, suplicándole que aplaque la ira de sus amos, convencidos de que ella intercedería y aparecería bailando y cantando ante los amos, y así lograría que el castigo fuera menor.
Estas celebraciones se realizaban a escondidas de los hacendados, ya que para ellos, los negros no podían ser católicos.
Sin embargo, a los amos les llamaba la atención los ruidos que hacían durante las noches en los galpones. Hasta que un hacendado logró convencer a un esclavo negro para que le cuente lo que pasaba allí. Con la descripción de la imagen mandó pintar un óleo. Entonces, decidieron sacar la imagen de Santa Efigenia de los galpones y dejaron que la llevaran a la capilla de la iglesia.
Un festival ‘‘gatonómico’’en La Quebrada elaborado por Cindy Paola Loa Cuaresma
‘‘Gatonómico’’, sí, señó. Se trata del festival gastronómico minino que se realizó por primera vez en el año 1995, un año después de haber sacado a la luz a la Santa Efigenia. Este festival se realizó con el fin de atraer a más turistas para que conozcan a nuestra santa y nuestro centro poblado.
Este primer concurso gastronómico se realizó con el entonces congresista de la República, doctor Antonio Llerena Marotty, quien fue el primero en apadrinar y obsequiar un trofeo de un metro veinte de alto para premiar al ganador de dicho concurso.
Participaron Barranca, Chincha, Pisco y otros lugares, y salió ganador La Quebrada. La idea de este festival fue de los entonces cultores del arte negro, Sabino Caña Angulo, José Pasos Navarro y Juan Orellana, que fueron apoyados por los congresistas y padrinos del evento, el doctor Antonio Llerena Marotty, Carlos Sertzen Seminario y Jorge Brignole Santolaya. Y gracias a la difusión que se hiciera por radio El Sol, llegaron muchos turistas nacionales y extranjeros.
Incluso, se contó con la presencia de diecinueve canales, entre nacionales e internacionales: CNN, Univisión y muchos otros. Esta noticia recorrió todo el mundo y hasta hoy nos ha dado un sitio importante a nivel mundial. Ésta es una costumbre actual entre los afrodescendientes de esta parte del Perú, y si no me crees, prueba la siguiente receta de este delicioso picante de gato.
Ingredientes
- Cebolla.
- Pimienta, comino, ajos.
- Ají o rocoto molido.
- Carne de gato.
- Azúcar, vino o vinagre, orégano y pasas.
Preparación
Se fríe las presas. Se prepara el aderezo friendo la cebolla picada en cuadraditos, luego se le agrega pimienta, comino, ajos, ají picante y una pizca de azúcar; luego, una copa de vino o vinagre y, por último, pasas y orégano. Se sirve con papas, arroz o yuca y ensalada. Disfrútalo…
Fuente: ¡ÉCOLECUA! ¡ÉCOLECUA! Cuentos, poemas y relatos del pueblo afroperuano.Los textos pertenecen a los ganadoresdel Primer Concurso de Literatura InfantilAfroperuana organizado por la ex DINEBI,hoy DEIB, con diversas instituciones de la sociedad civil en el año 2005. MINISTERIO DE EDUCACIÓN. BIBLIOTECA DE AULA EIB

4 comentarios:

Unknown dijo...

Felicito el esfuerzo pero debo señalar que la imagen presentada como Santa Efigenia, no es la que veneramos en La Quebrada, San Luis
Jorge Brignole Santolalla
Ex Alcalde de Cañete
Presidente de la Asoc. por el Arte y la Cultura Santa Efigenia

Anónimo dijo...

De:atorres,felicitaciones por la pag. yo como cañetano me siento orgulloso de esta rica tradicion q esta por explotar por su rico historial que todo debemos saber y sobre todo gastronomico,espero que sea esto el inicio de una gran fuente de un historial que tiene para ser explotado, ojala q nuestros gobernantes de turno no se duerman en sus laureles.

Anónimo dijo...

yo como cañetano me siento muy contento por saber q esto es el comienzo de una gran historia.

Osvaldo dijo...

Además de lo maravilloso que tiene para recorrer el país de Peru tiene riquísimas delicias para pobar con su familia. Lo más curioso es que la primera vez que probé la comida Peruana fue en los domicilios en cali ya que mi familia pidió delivery de esa clase de comida