06 abril 2010

La Cucarachita Martina

La cucarachita Martina estaba barriendo, barriendo, barriendo, de pronto encontró dinero y exclamó: ¡oh que suerte! Luego pensó, si me compro un caramelo se me acaba, si me compro una galleta se me acaba, si me compro un helado se me acaba. Ya sé, me compraré unos listones y estaré más linda. En efecto, adquirió unos listones rojos, se los ató en el cabello y se puso a su ventana.
A poco pasó el toro y le dijo:
- Cucarachita Martina, ¿qué haces en tu ventana?
- Buscando con quién casarme. Dijo la cucarachita.
- Cásate conmigo. Le propuso el toro.
¿Cómo gritas por la noche? Preguntó la cucarachita.
Muuu, muu, muu. - Mugió fuertemente el toro.
¡No, no, no, porque me asustas!
Y el toro se fue triste.
A poco pasó el caballo y le dijo:
Cucarachita Martina, ¿qué haces en tu ventana?
Buscando con quién casarme
Cásate conmigo.
¿Cómo gritas por la noche? Preguntó la cucarachita.
Yiii, yiii, yiii. - Relinchó fuertemente el caballo.
¡No, no, no, porque me asustas!
Y el caballo se fue triste.
A poco pasó el burro y le dijo:
Cucarachita Martina, ¿qué haces en tu ventana?
Buscando con quién casarme.
Cásate conmigo.
¡Cómo gritas por las noches?
Aaah, eeeh, uuuh. - Rebuznó fuertemente el burro.
¡No, no, no, porque me asustas!
Y el burro se fue triste.
A poco pasó el chancho y le dijo:
Cucarachita Martina, ¿qué haces en tu ventana?
Buscando con quién casarme.
Cásate conmigo.
¿Cómo gritas por las noches?
Oink, oink, oink. - Gruñó fuertemente el chancho.
¡No, no, no, porque me asustas!
Y el chancho se fue triste.
A poco llegó el perro y le dijo:
Cucarachita Martina, ¿qué haces en tu ventana?
Buscando con quién casarme.
Cásate conmigo.
¿Cómo gritas por las noches?
Guau, guau, guau. - Ladró fuertemente el perro.
¡No, no, no, porque me asustas!
Y el perro se fue triste.
A poco llegó el gato y le dijo:
Cucarachita Martina, ¿qué haces en tu ventana?
Buscando con quién casarme.
Cásate conmigo.
¡Cómo gritas por las noches?
Miauuu, miauuu, miauuu. - Maulló fuertemente el gato.
¡No, no, no, porque me asustas!
Y el gato se fue triste.
A poco llegó el ratoncito y le dijo:
Cucarachita Martina, ¿qué haces en tu ventana?
Buscando con quién casarme.
Cásate conmigo.
¿Cómo gritas por las noches?
Cuiii, cuiii, cuiii. - Musitó suavemente el ratoncito.
¡Ay qué lindo! - Me casaré contigo.
Se casaron. Luego habría una gran fiesta, invitándose a todos los animales. Para ello, la cucarachita fue al mercado y dejó al ratoncito para que mueva la olla; recomendándole no lo haga con el cucharón chiquito, sino con el grande. Cuando la cucarachita se fue, el ratoncito no hizo caso y empezó a mover la olla con el cucharón chiquito, cayó dentro y murió.
Cuando regresó la cucarachita Martina, no encontró al ratoncito.
Llegaron los invitados, se sirvió la sopa y en el plato de la cucarachita Martina, apareció el cuerpo del ratoncito.
Y colorín, colorado este cuento ha terminado.
Fuente: Cinco cuentos orales infantiles peruanos autor Eduardo De la Cruz Yataco. Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil- APLIJ. Encuentro por la lectura y escritura. “Leer y escribir: Responsabilidad compartida”UPCH – Centro Andino de Excelencia para la Capacitación. Lima - Perú.

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