01 octubre 2008

La enseñanza de nuestra lengua Qichwa

Los niños y las niñas monolingües quechua-hablantes reciben una educación uniformizadora y atentatoria solamente en castellano, ¿cuál es el resultado? No se logran castellano-hablantes, pero sí sujetos renegados de su cultura y de su lengua materna. Niños y niñas que muy pronto abandonan esa escuela «castellanizadora» y los que logran quedarse por obligación de sus padres acaban la educación primaria en 8, 9 ó 10 años en lugar de hacerlo normalmente en 6 años de acuerdo a las normas.
La cosa está muy clara, una socialización en una lengua que no se la maneja exige pues un doble aprendizaje: el de los conocimientos, procesos y conceptos y el «aprendizaje» a patadas de una lengua extraña, luego el o la profesora trata de «burros» a estos aprendices. Si a estos cristianos monolingües en castellano llamados profesores les enseñáramos a cocinar un plato ruso empleando solamente el idioma ruso, ¿cuánto y qué aprenderían? Y esta vez, ¿quién sería el «burro»? Aunque burro es un animal cuadrúpedo y mamífero, también lo es el que no comprende este problema. No se puede aprender contenidos temáticos en una lengua que no se la maneja. Cualquier sujeto puede aprender cualquier contenido temático si se le enseña en la lengua que sí la maneja y empleando las estrategias apropiadas.
Tanto los quechuas como los aimaras y los hablantes de otras lenguas vernáculas tenemos derecho a ser educados en nuestras lenguas, pero también como miembros de una sociedad mayor castellana estamos en la obligación de aprender EL castellano, para luego también aprender EN castellano. Tampoco debemos quedarnos ahí, tenemos la necesidad de aprender otras lenguas extranjeras para comunicarnos o informarnos de los productos y hechos creados por hablantes de esas otras lenguas.
Para solucionar este problema se ha propuesto la educación bilingüe intercultural. Subsistema educativo que inicia la alfabetización de los aprendices en la lengua indígena que manejan, donde también se inician en el aprendizaje de una segunda lengua, que en nuestro caso es el castellano. Ya van pasando más de tres décadas y todavía no hay una propuesta exitosa y replicable para la enseñanza del castellano como segunda lengua. La escuela todavía es incapaz de resolver este problema, si los quechua-hablantes o hablantes de otras lenguas vernáculas se
apoderan del castellano precisamente no es en la escuela. Este aprendizaje se suscita en la Ciudad o en lugares donde solamente se habla en esta lengua. Entonces, ¿dónde está el problema?
Nuestras andanzas por los caminos de la educación bilingüe intercultural nos Indican que no se está enseñando EL castellano sino solamente se está enseñando
EL PROBLEMA Y NUESTRA INTENCIÓN
EN castellano, a este hecho se debe la pobre adquisición del castellano por esos niños y niñas. Esta situación es peligrosa para la continuación de la EBI. Entonces hay que buscar las causas y los por qué de este problema, sin embargo mientras tanto hay que ayudar a los profesores de las escuelas bilingües en el estudio contrastivo de las lenguas quechua y castellana.Cada una de éstas tiene sus particularidades y en todos los niveles de la lengua; precisamente cuando no tomamos en cuenta esas particularidades es que no podemos enseñar adecuadamente el castellano, además, ¿cómo es que una persona que no maneja bien el castellano la pueda enseñar? Creemos que una de nuestras fallas radica precisamente ahí. Entonces tocaría estudiar más profundamente el castellano, para estar en mejores condiciones de enseñar el castellano; pero por otro lado, los niños y las niñas aprenderán mejor el castellano si es que han reflexionado muy profundamente sobre la lengua materna, en nuestro caso sobre el quechua, así como nos dice Cummins: «existe una interdependencia de desarrollo lingüístico que determina que a mayor aprendizaje y mejor uso de la lengua materna, se da un igualmente mayor aprendizaje y mejor uso de la segunda lengua, en tanto éste se sustenta en los aprendizajes y experiencias previas de los educandos» (Lopez y Küper 2000: 39)
En el aprendizaje de una segunda lengua es muy importante conocer todas las estructuras de la lengua materna, así como también reflexionar sobre ella, a fin de facilitar una transferencia positiva de algunas características de la lengua materna hacia la segunda lengua (elementos comunes).
Un estudio contrastivo de todas las estructuras de la lengua materna y de la segunda lengua, en nuestro caso del quechua y del castellano, será muy necesario en el aprendizaje de ésta con la metodología de segunda lengua. Es en este entender que en el presente trabajo describiremos y analizaremos los niveles fonético y sintáctico de la lengua quechua, a fin de contrastarla con la castellana para facilitar su enseñanza y su aprendizaje como segunda lengua. También se tocarán algunos puntos relacionados con la cultura y el nivel morfológico. Iniciamos el trabajo con la presentación del marco teórico-conceptual que nos apoyará en la descripción mencionada.
MARCO TEORICO-CONCEPTUAL
El Quechua es una lengua hablada por diversos pueblos indígenas de Sudamérica (López, 1988: 28). Los individuos hablantes de esta lengua reciben el mismo nombre. Los quechuahablantes habitan principalmente en los Andes y son en la actualidad aproximadamente ocho millones y medio de hablantes entre monolingües y bilingües (Cerrón-Palomino, 1987: 76). Por los datos que nos ofrece Cerrón-Palomino una distribución actual de quechua-hablantes por paises es:
Ecuador : 2 233 000
Colombia : 4 402
Perú : 4 402 023
Bolivia : 1 594 000
Argentina : 120 000
Brasil : 700
Chile : ---
TOTAL : 8 354 125
Como se sabe, el quechua fue la lengua de la administración en el Tahuantinsuyo. A la llegada de los españoles el Tahuantinsuyo fue un verdadero mosáico de lenguas (Cerrón-Palomino, 1995: IX).
Entre las lenguas mayores se hallaban estas cuatro: la quechua, la aimara, la puquina y la mochica. La lengua quechua, debido a su ámbito extendido como también al tiempo en el que sus usuarios no se comunicaron cara a cara, fue sufriendo variaciones y subvariaciones a tal extremo de haber ininteligibilidad entre los dialectos más alejados geográficamente. Estudiosos como Gary Parker y Alfredo Torero hacen clasificaciones de las variedades dialectales del quechua; así, Quechua Grupo Central, denominado quechua B (QB) por Parker y quechua I (QI) por Torero; luego, Quechua Grupo Norteño-Sureño, denominado quechua A (QA) por Parker y quechua II (QII) por Torero (Parker, 1972: 114). El Quechua Central cubre casi la totalidad de los departamentos de Ancash, Huánuco, Pasco, Junín y parte de Lima. A su vez el Quechua Norteño-Sureño está subdividido en 3 subgrupos más a saber: QN-SA que comprende: Pacaraos, Lincha, Cajamarca y Ferreñafe, el QN-SB que comprende: Chachapoyas, Ecuador y Colombia; y el QN-SC que comprende los quechuas hablados en: Ayacucho, Cuzco, Bolivia y Argentina.
Como se desprende del párrafo anterior, el Quechua de Puno y del Cuzco están incluidos en el Quechua de la variedad cuzqueña. Las razones para establecer estas clasificaciones corresponden a los niveles fonológico y morfológico básicamente (Cerrón-Palomino, 1980: 10). De esta suerte la descripción y el análisis que ofrecemos en este documento es del quechua sincrónico de Puno y provincias altas del Cuzco, quitándole la escritura de las laringalizadas (consonantes aspiradas y glotalizadas).
En el nivel fonológico de la lengua, la fonética trata de la descripción de los sonidos, tanto desde el punto de vista acústico o sea de cómo suena; como del punto de vista articulatorio, o sea de cómo y con qué órganos se producen. En cambio la fonología se ocupa de los sonidos distintivos de una lengua. Es decir de los sonidos que nos permiten establecer una diferencia de significado entre una palabra y otra. Los sonidos distintivos de una lengua se llaman fonemas. Ejemplo de segmentos fonéticos:
- del castellano : [a], [m], [e], [s], [i], [I], [e], etc.
- del quechua : [a], [m], [u], [o], [i], [e], [e], [O], [q], [I], [U], [A], etc.
Empleando éstos y otros signos del alfabeto fonético internacional (AFI) podemos transcribir el habla de las personas en los diferentes idiomas. Así:
- En el castellano: [mésa], [mísa], [mIsa], [mesa], [séma], [síma], etc.
- En el quechua: [éma], [íma], [úma], [óma], [áma], [óqA], [OqA], [UqA], etc. de acuerdo al
hablante.
En los ejemplos se han empleado muchos alófonos, por lo que decir: [mísa] o [mIsa] significa lo mismo, así como también en [mésa] o [mEsa], esto en el castellano.
En el quechua sucede algo similar, así por ejemplo para la glosa 'cabeza' es permitido decir: [úma], [óma], [Uma], [Oma]. De igual manera para la glosa 'qué' (pronombre interrogativo) es permitido decir: [íma], [éma], [Ima] o [Ema]. De los dos párrafos anteriores podemos inferir que los segmentos empleados en los mismos contextos son alófonos, y éstos no son distintivos. O sea el empleo de cualquiera de ellos no cambia el significado. Pero el conjunto de estos alófonos tiene que tener un solo representante, y éste es pues el fonema. Los fonemas son distintivos.
Empleados en el mismo contexto cambian de significado. Entonces las realizaciones anteriores se reducen a:
- En el castellano: /mesa/ 'mueble' y /misa/ 'ceremonia'.
- En el quechua: /ima/ 'qué', /uma/ 'cabeza' y /ama/ '¡no!' (no prohibitivo).
En el nivel morfológico, la morfología se ocupa de los elementos que constituyen las palabras y de su significado. La unidad mínima de significado de una lengua se llama morfema. El morfema está constituido por una secuencia de fonemas que, al unirse, conforman una expresión con significado. Ejemplos de morfemas:
- En el castellano: /m/ + /e/ + /s/ +/a/ =
- En el quechua: /u/ + /m/ + /a/ = 'cabeza'
Tanto como son morfemas raíces a los que podemos agregarle afijos, veamos:
- En el castellano: + -s = .
- En el quechua: + -kuna = , 'cabezas'
En estos ejemplos los morfemas son: las raíces y 'cabeza' y los sufijos pluralizadores: -s y -kuna para ambas lenguas respectivamente. Los morfemas del quechua pueden ser: nominales, verbales y partículas en lo referente a raíces, así como también los morfemas sufijos: nominales, verbales e inclíticos o independientes.
En el castellano las partes de la oración o morfemas raíces o bases son 9, a saber: nombre o sustantivo, artículo, adjetivo, pronombre, verbo, adverbio, preposición, conjunción e interjección (Ragucci, s/f: 98); en cambio en el quechua las raíces se agrupan en tres grandes grupos, a saber: nominales, verbales y partículas.
DESCRIPCIÓN DEL ASPECTO CULTURAL
La lengua es un producto cultural, pero al mismo tiempo como un instrumento del desarrollo
intelectual, lleva consigo la cosmovisión de sus hablantes. En un contexto en el que dos sociedades (la urbana occidental y la rural andina) están en contínuo conflicto, es difícil saber hasta dónde es lo andinio y lo no andino; pero los grupos humanos practican algunas normas o patrones culturales que por socialización o educación reciben de sus ancestros; entre éstos podemos mencionar:
La práctica del convido o haywarisqa.
El hombre quechua hace partícipe de sus alegrías y tristezas. Si prepara y come algún plato especial y en ocasiones especiales (fiestas, raymi y kusikuy) primero ofrece un tantito a la Pachamama y a los Apus (cerros tutelares de cada lugar), luego a las almas de los antepasados, a las personas ausentes. A estos últimos se sopla para que por lo menos con el olor se satisfagan. Se sirven ellos y finalmente se envía a los vecinos ausentes. Si hay algún acontecimiento (fiestas, techumbre, o duelos) los vecinos se hacen presente sin invitación alguna; pero éstos no vienen con las manos vacías, de todas maneras aportan con algo que ha de utilizarse en el acontecimiento, por lo menos se va con cuchillo para pelar papas y ayudar en la preparación de la comida (yanupakuy).
Si los vecinos no asisten, son mal mirados. Si en una techumbre algún vecino o pariente no asiste, muy tranquilamente proceden a cumplir las diferentes tareas y luego los festejos.
Los asistentes aparte de aportar algo materialmente prestan su mano de obra; por eso hay el tipakuy o prendido de billetes en los matrimonios o en los alferazgos (cargoyuq). En todos los casos están los munaq waylluq o sea las amistades cariñosas. La comunicación en todos estos casos es en quechua, existiendo un léxico "especializado" para cada caso. Por ejemplo el "achuqalla" en realidad es la comadreja. Animal que nos mira por las rendijas de los muros, se oculta y de vez en cuando causa daño, comiéndose por ejemplo sólo el cerebro de los cuyes. A las personas que no participan de los acontecimientos inusuales y especiales, les dicen "achuqalla", que sólo atinan a observar ocultos, importándoles más sus quehaceres personales. Luego de la fiesta a estos "achuqallas" los sorprenden muy de temprano, a muchos todavía en su cama, cantando:
"Achuqallay tiw tiw,
achuqallay tiw tiw."
Imaraykum(i) pakallamanta
Qawakamurqanki.
Mikunaypas kakuchkan,
machanaypas pisiwanchu.
Nispachu mana rikurimurqanki.
"Achuqallay tiw tiw,
achuqallay tiw tiw."
Luego lo llevan amarrado con sogas como a preso y en la casa del acontecimiento lo cuelgan de un tijeral (warmi warkuna). Las mujeres les echan trago fuerte en la boca del achuqalla por turno y por repetidas veces. El achuqallasqa tiene que mandar a comprar trago o mandar a matar un carnero o por lo menos un gallo para el consumo del día. De no encontrarlo al jefe de familia, de todas maneras se llevan un animal para beneficiarlo y consumirlo durante el día.
Las instituciones de la minka y el ayni.
La minka como una invitación, también una especie de súplica con sumaq sunqu que es una especie de cariño para ser aceptado, consistente en coca o en la especie que se posee (carne, productos agrícolas, coca, fiambre, queso, lana, o por lo menos pan, etc.) puede ser para ayudar en un trabajo, también para que acompañe en una fiesta, en una ceremonia o en un pedido de mano. Como recompensa se devuelve en lo que pida el servidor, generalmente es en productos agrícolas y subproductos pecuarios.
En cambio el ayni es voluntario, por eso una persona que en lo posterior tiene algún compromiso tiene que ir a aprender o por lo menos a observar cómo se procede en tal o cual ocasión, por lo que él mismo se ofrece a ayudar en ayni, a fin de que el servicio o préstamo de bienes sea devuelto cuando éste lo requiera. Estas instituciones están vigentes con alguna modificación.
Muchos términos empleados en el quechua son intraductibles al castellano, salvo que se las parafrasee.
Entre éstas tenemos:
Waraka que es un instrumentos de pastoreo, trenzado de lana de alpaca o de llama con diferentes figuras. Con él se lanza piedras a distancias que pueden variar de 30 a 50 metros de distancia. Por extensión semántica se le denomina onda.
Riwi o liwi, fue un instrumento de caza de aves y de mamíferos silvestres, trenzado de tientos
de cuello de llama con triple bifurcación en uno de los extremos, que rematan en puntas con peso de piedras boleadas. Posteriormente este instrumento fue introducido como arma de guerra. En castellano le dicen boleadora.
Kispiñu, es un panecillo hecho de masa de quinua o cañigua con cal, cocinado al vapor.
Llipta, es un bolillo elaborado en base a ceniza de tallo de quinua o cañigua para acompañar el masticado de la coca.
Chaqu, es una variedad de arcilla de color blanco, del que se prepara una especie de salsa con
sal, para comer con papa, especialmente con las papas amargas. Este mineral también se empleó como detergente tanto para lavar ropas como para la cabellera.
Entonces, los quechuas tuvieron y tienen productos culturales y procesos propios de los que se sirven en su subsistencia.
Harwiy, es un proceso que consiste en tostar a medias granos como quinua, cañigua, cebada y otros, para luego frotarlos, aventarlos y a la molienda. Este término no tendría una traducción biunívoca en el castellano. Este proceso enriquece los productos alimenticios.
Qunay, proceso que consiste en moler granos u otros productos secos en unos instrumentos de piedra denominados quna, que consta de la mama quna, wawan o makin y la chillpa o sawnana, términos que no tienen equivalencia en el castellano, como en el caso de manka : olla.
El quechua tiene las siguientes personas actoras:
Ñuqa : yo
Qam : tú
Pay : él/ella
Ñuqayku : nosotros (exclusivo)
Ñuqanchik : nosotros (inclusivo)
Qamkuna : ustedes
Paykuna : ellos/ellas
La 1ra. persona plural tiene dos formas. La forma exclusiva ñuqayku menciona a una parte del grupo, mientras que la inclusiva ñuqanchik menciona a todos: hablantes y oyentes.
Por esta forma del inclusivo es que, se pregunta por ejemplo: ¿Imam sutinchikqa? o sea ¿Cuál es nuestro nombre?. Pareciera que queremos averiguar los nombres de las dos personas (hablante y oyente), pero no es así. Esta es la forma de averiguar el nombre de nuestro abordado. De igual manera si se recibe una visita por ejemplo, el jefe de familia pasa un plato de comida diciendo: kayllatapas mikurikusunchik o sea sirvámonos siquiera estito. Con esta expresión quiere decir: sírvase Ud. siquiera esto, y no, que ambos coman del mismo plato como se entendería en castellano. Esto nos haría pensar que el quechua es más colectivo, mientras que el castellano es más individualista.
Respecto al género de las palabras es verdad que no existe a lo castellano, pero hay términos como china y urqu para referirse a femenino y masculino respectivamente. Estos géneros están presentes no solamente en los animales y en los humanos, los quechuas tenemos plantas de los dos géneros como: china kisa y urqu kisa o sea ortiga hembra y ortiga macho, cerros e islas con género como Tayta Azoguini y Mama Kancharani. Tanto el viento, como los cerros y las rocas "hablan" y tienen espíritus o sean tienen vida y no son seres inertes.
Los tiempos futuro y pasado.
El tiempo es horizontal: lo vivido se llama ñawpa pacha, el tiempo desconocido es el qipa pacha y el momento actual o el límite entre estos dos tiempos es el kunan pacha. Los quechuas miramos el ñawpa pacha o sea el tiempo vivido, éste es pasado, por ello podemos decir: ñawpaqqa allinta mikurqani. Siempre se avanza mirando el ñawpa pacha, entonces el futuro está detrás, por ello es que se dice: qipamanqa muchusaqpaschari, esto es el futuro o sea el qipa pacha.
En cambio el castellano parlante avanza con cara hacia el futuro, por ello dice: atrás quedaron mis sufrimientos esto es el pasado, el presente es el momento actual y el futuro está adelante, por ello se dice: en adelante espero no sufrir.
El lexema pacha encierra dos semas: a saber, en el eje horizontal está el concepto de tiempo, pero en el eje vertical está el concepto de espacio. Así lo de arriba se llama hanaq pacha que no equivale a 'cielo' cristiano, sino a ese espacio por donde vuelan las aves, y que es la morada del Sol, de la luna y de las estrellas. De alli viene la lluvia, todavía constituye un misterio. El kay pacha es el territorio que habitamos, que sembramos y que nos cobija, es propiamente la Pacha mama. También hay el uku pacha que no es el 'infierno' de los cristianos, sino las profundidades de la Pacha mama, allá nos enterrarán cuando fallezcamos 'Uku pachapiqa wañusqakuna tiyan' 'En el mundo de abajo moran los muertos'
Fuente: “Reflexionando sobre nuestra lengua” Ayacucho Chanka Qichwa Simi autores Nonato Rufino Chuquimamani Valer y Carmen Gladis Alosilla Morales. Ministerio de Educación - 2005.
Impreso con apoyo de UNICEF

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