08 mayo 2010

Compadre Gallinazo

Había una vez en la Lima de hace muchos años un zorro que causaba muchos destrozos en los corrales de la vecindad. Cierto día cansados de sus tropelías, los dueños de los gallineros sorprendieron al zorro introduciéndose en un frondoso, tupido y enorme cañaveral que había, hace ya mucho tiempo, por El Altillo y la Pampa de Amancaes. Entonces, por distintos lados, prendieron fuego a todos esos mogotales.
El zorro pronto quedó cercado por la candela, en un hoyo cercano a una acequia que corría bordeando las faldas del cerro de Las Ramas.
Cuando todo parecía perdido apareció imprevistamente el gallinazo, que venía volando del cerro San Cristóbal. El zorro lo divisó y llamó a gritos: ¡compadre gallinazo, sálveme compadrito! El gallinazo, entonces, planeó sobre los incendiados matorrales y descendió donde estaba el zorro ahogándose por el humo.
- Compadre zorro, ahora sí que está usted en un problema grave.
- Sálveme compadrito gallinazo, que se lo agradeceré mucho. Dijo el zorro con lágrimas en los ojos.
- Bueno, compadre zorro, cójase de mis patas y lo elevaré por los aires.
- Gracias, compadre gallinazo.
El gallinazo, con mucho esfuerzo, empezó a volar llevando al zorro y, a pesar del peso de éste, fue subiendo, aleteando, aleteando, aleteando, hasta donde las llamas no los quemasen ni los humos los sofocasen. De pronto el zorro dice:
- Compadre gallinazo...
- ¿Qué pasa compadre?
- Le apesta el cuerpo*, compadre.
- No sea malcriado compadre, que lo estoy salvando
Un poco más arriba, cuando ya estaban muy alto:
- Compadre gallinazo ...
- ¿Qué pasa compadre?
- Le apesta mucho compadre.
- Mire compadre, no sea malcriado y malagradecido, lo voy a a tirar como siga así.
Mucho más arriba, ya por las nubes, casi a salvo porque el gallinazo iba a planear hacia tierra.
- Compadre gallinazo...
- ¿¡Qué pasa compadre!? Dijo el gallinazo ya molesto.
- Pero compadre gallinazo, le apesta el poto.
- Fuera de acá malcriado. Y sacudiéndose enérgicamente hizo que el zorro se desprendiera y cayera entre las hogueras del incendiado cañaveral.
Y colorín, colorado, este cuento ha terminado.
Fuente: Cinco cuentos orales infantiles peruanos autor Eduardo De la Cruz Yataco. Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil- APLIJ. Encuentro por la lectura y escritura. “Leer y escribir: Responsabilidad compartida”UPCH – Centro Andino de Excelencia para la Capacitación. Lima - Perú.

No hay comentarios.: