29 mayo 2010

Situación de la Agricultura Peruana

I. LAS BASES FISIOGRÁFICAS DE LA AGRICULTURA PERUANA
La agricultura de Perú tiene como base fisiográfica la montaña andina que es parte de la Cordillera de los Andes. De las 104 zonas de vida que hay en el planeta 84 están en nuestra montaña. De los 34 climas y 65 microclimas que hay en mundo, contamos con 24 climas y 60 microclimas respectivamente. Estamos en una montaña que al estar cercana a la línea ecuatorial, poseer aguas calientes y frías en el océano Pacifico y tener 107 Cuencas hidrográficas, ha configurado un ecosistema nacional, que ha llevado a que seamos considerados como un país que contiene una alta mega biodiversidad.
En Flora, tenemos el 10% del total mundial. Después de China, somos los segundos en el rubro de plantas conocidas y somos los primeros en especies nativas domesticas. En Fauna, somos un país que sobresale a escala planetaria, al ser los primeros en especies de peces, los segundos en aves, los terceros en mamíferos. Según, el destacado biólogo peruano, Antonio Brack, nuestro país, no sólo tiene una alta diversidad de recursos genéticos, sino que somos los primeros en el mundo. En conclusión, la montaña andina peruana, además de ser uno de los centros mundiales de origen de agricultura y la ganadería, contiene en sus diferentes parajes o pisos altitudinales, una riqueza invalorable, tanto de orden biológico como cultural y humano.
El reconocimiento de este potencial biogenético no nos lleva desconocer que estos ecosistemas también son frágiles, como consecuencia de la falta de planes de prevención de parte del Estado y la población, frente a los recurrentes cambios de la oferta climatológica (como El Fenómeno del El Niño, sequías, friajes y otros); del hecho de que las actuales vías de comunicación (escasas y deficientes), no transforman ni facilitan el acceso a lo abrupto del relieve de nuestra montaña; así como al desarrollo de tecnologías que no se adaptan a las características de la montaña andina. Tenemos que reconocer que en los últimos tiempos, se viene profundizando negativamente la brecha, entre la escasez del recurso tierra y el crecimiento de la población.
Como también se debe identificar el desfase hídrico existente, el sentido de que cada vez hace más evidente, la ausencia de planes de pequeña infraestructura de riego en la sierra para retener el agua, de planes de drenaje para detener la creciente salinización de las tierras en la costa, que incluso neutraliza los avances que se realizan cuando se gana frontera agrícola. Con otras palabras, no hay un verdadero y consistente plan nacional para un manejo integrado cuencas y micro cuencas, sobre todo en la sierra peruana, ámbito en el cual se encuentra la gran mayoría de productores y los recursos naturales tienen un alto de deterioro, debido a la presencia de una poderosa industria transnacional minera, gasífera y petrolera.
II. LOS PRINCIPALES RASGOS ESTRUCTURALES DE LA AGRICULTURA PERUANA
Entre los más destacados, pasamos a señalar, los siguientes:
􀂉 LA PRODUCCION AGRARIA EN DECLIVE.
El PBI del sector agropecuario, actualmente tan solo representa el 7.6% del PBI nacional, que constituye la mitad de lo que fue hace cuatro décadas. Descenso productivo preocupante para el desarrollo nacional, si tomamos en consideración que este fenómeno económico-social, ocurre justamente (2003), cuando las familias peruanas siguen dedicando el 45% de su presupuesto a la alimentación ( Especie en Extinción. R. Webb. El Comercio.26/07/04).
A pesar de esta limitante en la generación de valor y de otras adversidades políticas, económicas y sociales, la agricultura peruana, juega sin embargo, un rol fundamental en el desarrollo del país, porque de este sector dependen directamente por lo menos, un tercio del total de la población (27 millones de habitantes); en términos de empleo absorbe cerca del 30% de la Población Económicamente Activa (PEA, cerca de 12 millones); y sigue siendo, el soporte básico de alimentación local, regional y nacional.
􀂉 PRODUCIMOS LOS ALIMENTOS BASICOS DE LA HUMANIDAD Y POSEEMOS UNA GRAN DIVERSIDAD DE CULTIVOS Y CRIANZAS.
De los 4 cultivos más importantes para alimentación humana, el Perú produce masivamente tres de ellos, como es el caso de la papa que se cultiva en la sierra y la costa (con 330 variedades reconocidas y 3,000 por reconocer), del maíz que se cultiva en la sierra y la selva (amiláceo y duro, con mas de 300 variedades) y el arroz que se cultiva en la costa y la selva; así como tenemos condiciones para ampliar la producción del trigo, en sus distintas variedades; que se cultivan en 19 regiones de las 25 que existen en el país, principalmente en los valles interandinos. A estos cultivos hay que añadir la gran variedad de: hortalizas (espárragos, cebolla, tomate); tubérculos (además de la papa, producimos la yuca, el comote); menestras (variedades de frijoles); frutas (650 especies , entre ellas, el mango, uva, limón); cultivos industriales (azúcar, café, algodón, palma aceitera); los granos andinos de alto valor proteico (quinua, maca, tarwi, Kiwicha y otros); y cerrando este círculo agrícola, producimos la hoja de coca.
En el sector pecuario, entre las crianzas más importantes destaca la producción de vacunos, ovinos, cerdo y los camélidos Sudamericanos (Alpaca, llama y vicuña); señalando que para la alimentación ganadera contamos con más de 400 tipos de pastos naturales desarrolladas en importantes praderas altiplánicas (principalmente Puno), además de contar con cultivos forrajeros. No es una anécdota señalar, que este conjunto de alimentos de diverso origen regional y biológico, son los que a su vez nos proporcionan una variada dieta alimenticia que contiene una importante calidad nutricional.
􀂉 LA PREDOMINANCIA DE LA PEQUEÑA PRODUCCIÓN EN LA NUEVA TENECIA DE LA TIERRA.
En las últimas 4 décadas del siglo XX, como fruto de la reforma agraria (1969), pero sobre todo como resultado de las masivas luchas del movimiento campesino por la tierra (desde 1960 hasta fines de los 80s), presidido de la orientación Allparayku Poder Kama, se ha producido una gran transformación de la estructura de la propiedad y tenencia de la tierra.
Se puede señalar con pertinencia que en el Perú - a diferencia de otros países - no hay latifundio; y lo que en la actualidad prevalece, es la predominancia de la pequeña producción (Unidades Agropecuarias - UAs - menores de 20 has).
Sumados los tres primeros rangos de superficie, se puede afirmar que la pequeña producción, alcanza aproximadamente al 92.11% del total de productores que existen el país; los cuales se distribuyen espacial y regionalmente en la siguiente proporción: 15.1% en la costa, 14.3 % en la selva y 70.6% en la sierra; que están acompañados -en menor proporción- por una importante capa de mediamos productores (principalmente en la costa); donde ambas - respecto a décadas anteriores - le otorgan una singular fisonomía a la nueva estructura de la tenencia de la tierra.
Esta pequeña producción (de menos de 20 has), del total de la tierra de uso agrícola que existe en todo el país y que llega a la cantidad de 5 millones 476 mil has, son propietarios de 3 millones 612 mil hectáreas que constituyen 66% de ese total. Del universo de pastos naturales que existen en el país (17 millones de has), según el mismo censo, la pequeña producción controla 868 mil has. Pero, vía las Comunidades Campesinas, se calcula que la pequeña producción controla no menos del 55% de los pastos naturales existentes.
Como parte de este nuevo rasgo estructural de la agricultura peruana, hay que destacar su control sobre la calidad de tierra; ya que de un lado, esta misma pequeña producción, tiene el control de cerca del 75% del total de la tierra de cultivo bajo riego (1millón 729 mil has) y el 62% del total de la tierra de cultivos de secano (2 millones 308 mil has). De otro lado, del total del Valor Bruto de la producción agropecuaria (alimentos y bienes intermedios- insumos), el 71.5% proviene de la pequeña producción. De la misma manera, cerca del 60% de la producción que se destina al mercado externo, compromete a la pequeña producción.
Desde el ángulo que relaciona la propiedad con la producción, según el censo del 94, esta importancia, se confirma, cuando las estadísticas revelan que la pequeña propiedad menores de 5 has representa el 67% del área dedicada a los cultivos transitorios y 48% de la dedicada a los permanentes. El señalamiento de este rasgo estructural nos indica que para hacer viable al conjunto de agricultura peruana tiene que hacerse necesariamente viable a la pequeña producción.
􀂉 LOS TIPOS DE AGRICULTURA QUE EXISTEN EN EL PAÍS.
La agricultura peruana tiene como punto de partida la diversidad, es decir, no es una sola unidad y existen diversas agriculturas que varían según el piso ecológico, el mercado que abastecen y que han dado lugar a diversas maneras de organizar el territorio. Sin embargo, se puede hacer una tipología general que corresponde a otro rasgo estructural de la agricultura peruana.
En primer lugar, está la agricultura que destina su producción al mercado externo. Veamos apretadamente algunas de sus características:
(a) A diferencia de décadas pasadas en las que la agro exportación se concentraba en el azúcar, algodón y lanas; ahora fruto de una nueva relación entre la industria y la agricultura en los marcos de un nuevo orden agrícola mundial, de cambios científicos - tecnológicos que generan en los laboratorios los sustitutos y los Organismos Genéticamente Modificados (OGMs - semillas), que han dado lugar a una nueva división internacional del trabajo; la agro exportación peruana, se concentra en aquellos productos que no producen los países desarrollados (llamados exóticos) y que tienen una demanda especifica (los llamados nichos de mercado). Así, desde estos parámetros de intercambio, actualmente los productos estrella son el espárragos, frutas (uvas y mangos), cebollas y otros; a las cuales hay que incorporar la exportación tradicional del café, que sigue constituyendo el producto de exportación de mayor trascendencia pese a la crisis de precios internacionales que vive.
(b) Este tipo de agricultura viene creciendo, tiene algunos niveles de innovación tecnológica y es la única que ofrece rentabilidades y beneficios que fundamentalmente se concentran en los eslabones superiores de las cadenas agro exportadoras, aunque varían según los ciclos de los precios internacionales. Es en este sector y en menor medida en el café, donde se concentra la política de de subsidios y ventajas que les otorga el Estado. Sin embargo, esta agricultura de exportación no tradicional, que en lo fundamental sigue siendo de producción primaria con escaso valor agregado, tiene un débil impacto en el desarrollo de la agricultura peruana, ya que sólo comprometen a 70 mil hectáreas de más de dos millones y medio que se cultivan anualmente en el país y sus beneficiarios (empresas agro exportadoras), solo constituyen el 0.17 % del total que existen en el país (conclusiones VI Conveagro. 2002).
(c) Se encuentra liderado por la organización empresarial agro exportadora, cuyos núcleos de dirección están dispuestos a sacrificar a cualquier precio la agricultura interna del país para conseguir ventajas en los mercados externos (APTDEA y ahora en el TLC). En este tipo de agricultura se encuentra también una importante capa de pequeños productores, que están ubicados en los eslabones inferiores de las llamadas cadenas agro exportadoras. En los últimos tiempos vienen crecientemente fortaleciendo su organización gremial, una de cuyas finalidades es cambiar las condiciones de sobre explotación y de inequidad, que sufren en estas cadenas. Un ejemplo de ello, es la lucha de los productores algodoneros (que según el censo del 94, son aproximadamente 28 mil) con la finalidad de frenar la importación del algodón subsidiado norteamericano y su batalla contra las desmontadoras y las empresas textiles, que siempre buscan pagarles el precio más bajo.
En segundo lugar, está la agricultura cuya producción se destina a los mercados urbanos del país, que ha venido creciendo conforme se ha ido acrecentando la migración del campo a la ciudad. Sus características básicas, son:
(a) Está comprometida en la producción de alimentos de consumo masivo urbano como las hortalizas, papa, cebollas, frutas, leche, carnes, entre otros; y en la producción de insumos para la agroindustria, aunque cada vez en menor proporción. Se ubica principalmente en la costa y en menor medida la en selva y en la sierra. Este tipo de agricultura ha venido creciendo en el curso de las últimas décadas, ha realizado esfuerzos inconclusos de innovación tecnológica; y desde 1989 a la fecha, su rentabilidad es cercana a cero (0), por la caída sistemática de los precios en chacra. Su evolución depende de los ciclos de la economía en general, que como se sabe tiene fases de expansión y de recesión; y por ello, al igual que el conjunto de la agricultura, es bastante sensible a la evolución de la capacidad adquisitiva de la población.
(b) Se le conoce también con el nombre de agricultura comercial y en esa medida, compite en primera línea con las importaciones de alimentos y de insumos agropecuarios. Se encuentra también enfrentada por el control del mercado de insumos agropecuarios con una agroindustria monopólica procesadora de alimentos y que es alta y crecientemente dependiente de insumos que provienen de la importación subsidiada. Desde fines de los 80s pero sobre todo en la década de los 90s hasta la fecha, no sólo esta acosada y sufre los estragos de las importaciones subsidiadas; sino que no cuentan con políticas sectoriales sostenidas que mejoren los precios en chacra y que reduzcan los costos productivos, sobre todo de los pequeños productores.
Es bueno hacer notar, que los estragos que producen las importaciones subsidiadas como sustitos directos a la producción nacional del azúcar, los lácteos y el arroz, son menores respecto a otros productos de este tipo de agricultura. Por un lado, debido a que han contado con un nivel de protección parcial que se deriva del arancel AV (Ad Valoren), sobretasas y los derechos específicos variables; aunque estas medidas de frontera no logran del todo corregir las distorsiones que generan los precios internacionales subsidiados. Es adecuado informar que desde 1991, se aplica los derechos específicos variables y en el 2001 fueron remplazados por el sistema de la Franja de precios.
Por otro lado, a que en el último lustro (1998-2003), los precios internacionales del azúcar, lácteos y arroz, se han encarecido por factores de coyuntura internacional (que no es motivo de análisis del presente artículo), lo que ha hecho que sus precios de internamiento al país se hagan mucho más caros todavía. Ello, antes que políticas internas del gobierno, pero sobre todo el esfuerzo de los propios productores, son las causas que explican la recuperación transitoria de la producción de estos cultivos. Pero es menester señalar que si con la firma del T LC con EEUU, se elimina la Franja de precios, los estragos que traerá la importación subsidiada sobre estos cultivos, serán perores a los que ahora se vive.
(c) En este tipo de agricultura, hay que acotar también, que los estragos de la importación subsidiada es desigual en el conjunto de productores de la producción del azúcar, lácteos y el arroz; debido a que los pequeños productores si sufren casi todos los rigores de los estragos de la importación; en especial las UAs menores de 5 has, que como sabemos son los últimos eslabones de las cadenas productivas ligadas al abastecimiento de los mercados urbanos; no sólo porque tienen escaso financiamiento de la banca comercial y no son beneficiarios de planes de innovación tecnológica; sino porque los intermediarios aprovechando su posición de dominio en estas cadenas, a los pequeños productores les pagan en chacra, el menor precio posible.
En esta situación se encuentran los pequeños sembradores de caña de azúcar que existen en los valles de Lambayeque, la Libertad, del norte chico de Lima y El tambo en Arequipa. Siempre según el censo del 94, en esta misma situación se encuentran 30, 035 pequeños productores de arroz, que están sobre explotados, y que constituyen el 41.1% del total que hay en este sector (72,095). En el caso de la producción de leche, que pese a que 850 mil UAs cuentan con ganado vacuno, sólo un pequeño porcentaje de cerca de 72 mil 475 UAs comercializan su producción lechera y que apenas constituyen el 8.5%. De esta escasa cantidad, apenas 15 mil productores eran proveedores de plantas industriales. Estos últimos productores son los que tienen mejores condiciones para afrontar los estragos de la importación de lácteos subsidiados; los demás, que constituyen el 91.5%, están en la precariedad y abastecen principalmente los mercados locales, vendiendo también con precios precarios, que se refleja en el estancamiento de la producción y los precios de la carne, leche y del queso serrano.
(d) En esta agricultura, existe una importante capa de medianos productores, que están dotados de una organización por línea de producto (arroz, leche, maíz amarillo), que también viene fortaleciéndose y que tienen capacidad de negociación oficiosa con el MINAG. Asimismo existe también una extensa y masiva capa de pequeños productores, que están en condición de sobre explotación, tanto respecto a su producción como a sus ingresos. Su fuerza de trabajo es familiar, su producción es especializada y está destinada hacia el mercado. En medio de ellos, existe una amplia gama de trabajadores rurales.
En tercer lugar, está la agricultura cuya producción se destina a los llamados mercados restringidos, que están dominados más por dinámicas comerciales que por dinámicas productivas. Veamos algunos de sus trazos que diseñan sus más importantes particularidades:
(a) Este tipo de agricultura al tener principalmente como base fisiográfica la sierra peruana, se desarrolla en los valles interandinos, mesetas, praderas y en las zonas de puna, que son partes que conforman la unidad de la montaña andina peruana. Se puede afirmar que tiene una agricultura de ladera que se combina consustancialmente con actividades pecuarias que hacen un uso extensivo de pampas y pajonales.
(b) En este tipo de agricultura están la gran mayoría de los productores que no bajan del 70 % del total que existen en el país. Su forma principal de organización es territorial, donde el eslabón más importante de ella, es la comunidad campesina. En el Perú, hay cerca de 5, 818 comunidades campesinas que se ubican principalmente en la sierra sur y en el centro del país.
(c) Su producción agropecuaria, medida en términos macro e incluso regional, se encuentra estancada, con bajos rendimientos, sin la adecuada innovación tecnológica, donde los recursos productivos y naturales tienen un fuerte grado de deterioro; como consecuencia de la falta de políticas diferenciadas (económicas y sectoriales) que atiendan al núcleo motor y trascendente de este tipo de agricultura: La Economía Campesina Comunera.
A diferencia del pequeño productor de la costa y en menor medida de la selva, su producción no es especializada y su mano de obra es familiar. Tiene un amplio portafolio de cultivos y crianzas y gran parte de su producción la destina al autoconsumo; aunque es necesario distinguir que las actividades pecuarias están más integradas a los circuitos comerciales de los mercados locales, regionales e incluso nacionales, en tanto que constituye su principal fuente de ingresos. Su forma de relación con estos mercados restringidos, corresponde a la producción mercantil simple, cuya lógica es intercambiar bienes, para obtener ingresos que le permitan satisfacer necesidades que están más allá de las alimenticias; antes que la ganancia en los términos y la lógica de la producción capitalista.
(d) Como resultado de las políticas de ajuste estructural y del recrudecimiento del centralismo, las agriculturas de este tipo de economías, no solo se han descapitalizado a una velocidad inusitada por falta de inversión publica (productiva y social), sino que se han desvalorizado en extremo sus PBIs, al hacerse producido una violenta caída de los precios en chacra. Este fenómeno económico - social, ha desembocado en el desarrollo, por lo menos, de dos tendencias.
La primera: La desvalorización de la producción agropecuaria ha traído como contrapartida, el incesante desarrollo de actividades no agrarias (comercio, servicios, artesanía y otros), que
engrampándose con las migraciones al interior de las regiones, han dado lugar también a un crecimiento inusitado de los centros poblados, que constituyen los nuevos focos rurales que concentran las demandas de educación, salud, vivienda, vías de comunicación, entre otros.
La segunda, es que se incrementa, aún más, las tendencias hacia el autoconsumo de la producción agrícola, lo que amplían un margen de juego a los alimentos industriales en las ciudades intermedias. Sin embargo, es necesario recalcar, que nada de lo señalado líneas arriba, desnaturaliza la importancia estratégica de proyección de vida, que tiene para el campesino, la tierra y la producción de alimentos.
En ese contexto, arrastrados por las políticas del libre mercado y liberalización comercial, la relación de intercambio campo-ciudad, ha caminado y ha sido abiertamente desfavorable para la economía de la familia campesina y sus ingresos han caído sistemáticamente en las últimas décadas; lo cual constituye una de las causas principales de por qué la pobreza se concentra en este ámbito.
(e) Finalmente, es bueno resaltar que este tipo de agricultura, también sufre los todos los impactos de la importación de alimentos y de insumos agropecuarios, como son los casos, entre otros, del consumo del pollo que afecta a miles de pequeños productores de vacuno de la sierra; y el trigo duro importado que aplasta a la producción de trigo blando, la cual esta principalmente en manos de los pequeños productores serranos.
Como también es correcto poner en primer plano, que en este tipo de agricultura, por raíces históricas, culturales y de derecho propio, el campesino vía las comunidades campesinas tiene el control de su tierra y territorio; y por ello, ha entrado en conflicto con la agresión de la gran minería trasnacional, que a demás de llevarse nuestros recursos sin que haya una justa retribución para el desarrollo de nuestros pueblos, tampoco desarrolla verdaderos planes de recuperación y potenciación ambiental.
􀂉 SOMOS UNA SOCIEDAD PREDOMINANTEMENTE RURAL.
Si bien, del total de la población del Perú, el 70% es urbana; también es cierto, que esta población se concentra en 6 grandes ciudades que principalmente se ubican en la costa (sólo Lima Metropolitana tiene más de 7 millones de habitantes). Es decir, la gran mayoría de regiones del interior del país, son predominantemente rurales, no solo porque la población rural de estas regiones oscila entre el 35 y 75 % del total, sino porque su principal actividad productiva sigue siendo la producción agropecuaria; aunque es indispensable distinguir, que éstas tienen distinto grado de conexión con el mercado.
Pero hay que considerar que fruto de las migraciones, esta predominancia rural se da en medio del desarrollo de nuevas dinámicas poblacionales, que han traído transformaciones en la sociedad rural y en la relación entre el campo y la ciudad, que han conducido a que la sociedad rural se urbanice y las ciudades intermedias regionales se ruralicen; fenómeno que trae connotaciones económicas, sociales y culturales. A las demandas para el desarrollo agrario se han eslabonado las de que provienen de esta nueva ruralidad.
􀂉 LA SEGURIDAD ALIMENTARIA ES CADA VEZ MÁS PRECARIA AL PUNTO QUE NOS HEMOS CONVERTIDO EN UN PAÍS QUE ESTÁ CALIFICADO COMO UN PAÍS IMPORTADOR NETO DE ALIMENTOS (PINA).
El repliegue de la producción nacional que cada vez ocasiona una menor producción Per Cápita, ha llevado a que se incremente la dependencia alimentaria. Este es el caso de la papa que constituye el cultivo más representativo de la agricultura peruana y que comprometen a no menos de 597 mil productores que representan el 39% del total que hay en el país. Así, en 1950, la producción per cápita era de 175 kilos por persona y en el año del 2002 fue apenas 115 (Agro data CEPES).
Indudablemente que la otra cara de esta misma medalla, es la estrepitosa caída de la capacidad adquisitiva de la población. Según INEI – BCR (2003), al medir la evolución del salario mínimo real (1985 = 100), encuentra que este índice en 1970 era de 225 y en el año del 2002 este mismo índice es de apenas 60; cayendo aproximadamente en cuatro veces el salario mínimo real; es decir estos salarios perdieron cerca del 75% de su capacidad adquisitiva respecto a 1970.
Otro factor, que hace vulnerable la soberanía y la seguridad alimentaria, es el incremento incesante de las importaciones agrarias. Así por ejemplo, en la década de los 70, el promedio anual de importación era de 256 millones de dólares, en los 80 paso a 527 millones y en la década de los 90s, se incremento hasta 1,166 millones. En estas importaciones destaca el trigo duro que significa como promedio anual la cantidad de US $ 180 millones, el maíz amarrillo duro (US $ 100 millones), lácteos, soya, aceites, cebada y otros.
A esta situación ha contribuido la imposición de una dieta alimentaria basada en alimentos procesados que tienen un alto componente importado como es el caso del consumo de la leche evaporada, del pan con trigo importado y del pollo, particularmente en los grandes centros urbanos. Dentro del incremento anual de este tipo de alimentos, hay que destacar, que el consumo per cápita de pollo que en la década de los 50s fue de 1.8 kilos por persona; ha pasado para el año del 2001, a la cantidad de 23.8 kilos por persona; afectando abiertamente al consumo de carnes rojas – vacuno (Guillermo Rebosio. 2004)
Otros efectos de esta misma naturaleza y con consecuencias más dañinas, es la que trae la importación del trigo duro, no sólo porque arrinconan a los productores que siembran anualmente cerca de 130 mil has y producen 180 mil toneladas de trigo blando; sino porque a través de la industria molinera se introducen masivamente el consumo del fideo y la galleta, que también arrinconan y no dan espacio a la industria harinera nacional; añadiéndose el agravante de que aún cuando cuentan con precios artificialmente bajos y con un arancel pequeño (17%); y sin embargo, ello no se refleja en la disminución de los precios del consumidor. Por el contrario han subido, como es el caso del precio del pan.
􀂉 OTRO RASGO ESTRUCTURAL, ES QUE LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS Y SECTORIALES DE LAS ULTIMAS CUATRO DÉCADAS, NO HAN TENIDO COMO CENTRO - POR PARTE DEL ESTADO - LA PROMOCIÓN Y DESARROLLO DE LA AGRICULTURA.
A pesar de la inmensa importancia del agro y que hemos descrito líneas arriba, cuenta contradictoriamente con políticas económicas que han generado un entorno adverso a su desarrollo y políticas sectoriales que no han hecho de la agricultura una base del desarrollo del país. Un ejemplo que grafica esta situación es la caída sistemática de la inversión pública para atender las necesidades productivas y sociales que requiere el agro peruano, cuado constatamos que de cada 100 soles que gasta el Estado peruano, solo 2 soles va para la agricultura; con el agravante de que no están dirigidas centralmente a la transformación productiva e innovación tecnológica.
Un reflejo de este mismo proceso es también la caída sistemática del conjunto de precios agropecuarios, que según el documento del MINAG, Lineamientos de Política Agraria para el Perú, señala que "durante las tres últimas décadas, los precios reales agrarios han disminuido, y registran para el año 2000 un equivalente al 33% del nivel de 1971". Política que se complementa con el escaso financiamiento crediticio y la ausencia de una sistemática política de sostenimiento de precios.
Pero será la pequeña producción de menos de 10 has que constituyen cerca del 84% del total de productores que existen el país (en especial la de menos de 3 has. que aproximadamente son un 1 millón), las que sufren todos los rigores del abandono, exclusión y marginación económica, social y política. De la misma manera, las demandas que surgen de la nueva ruralidad no cuentan con verdaderas políticas públicas para atender las necesidades de educación, salud, vivienda; así como de otras actividades comerciales y fuentes de recojo de ingresos no agrarios, como es el caso del turismo rural.
􀂉 LA POBREZA OTRO RASGO ESTRUCTUTAL DEL AGRO.
Este conjunto de factores que tienen que ver con la dimensión económica, social, cultural y política, ha llevado a que en el sector rural se concentre la pobreza y extrema pobreza.
La crisis estructural de la agricultura peruana y la extensión de la pobreza, han llevado a que en las últimas décadas los ámbitos rurales se conviertan en escenarios de constantes convulsiones sociales y de casi ruptura con el orden establecido, donde se distinguen los movimientos campesinos del sur andino. Entre las más connotadas desde una visión histórica, están la lucha por la tierra, la violencia que impusieron en el campo las políticas contrainsurgentes del Estado y Sendero Luminoso; y en el año 2000, su participación en la Marcha de los Cuatro Suyos, que contribuyó a derrotar la dictadura Fujimorista.
Fuente: LA AGRICULTURA PERUANA EN LOS TIEMPOS DEL TLC por Víctor Torres Lozada - Área Técnica CCP. CONFEDERACIÓN CAMPESINA DEL PERU DOCUMENTO DE TRABAJO PARA EL X CONGRESO NACIONAL
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

La agricultura peruana desde la conquista de los españoles, ha sufrido un revés; es decir, que, la agricultura, hoy por hoy, viene reemplazándose por la minería.
Para que esto suceda, estos "extranjeros", con la minería vienen fabricando grandes maquinarias pesadas, pero solo en beneficio de ellos; mientras, el agricultor peruano, viene empobreciendo cada día más; lo más cruel, por la necesidad y no poder sostenerse, ya que los fertilizantes, también manejados por ellos, muchos están vendiéndolos a estos mismos que trabajan en la minería.
Estos "extranjeros" para logra esto, se vienen asentando en los lugares "santos o misteriosos" de la naturaleza; es decir, en los lugares donde la naturaleza emana sus espíritus o gases, y hoy, están sentándose estos extranjeros día a día con sus maquinarias; y así; cambiar el clima de nuestro medio ambiente; y poco a poco, este “paraíso” ir convirtiéndose desértico; es decir, la agricultura se está reemplazando por la minería "poco a poco". Como lo ven.
Estos fenómenos del cambio climático, los extranjeros los vienen “emitiendo” desde todo el litoral peruano y desde las cabeceras de cuenca de nuestra cordillera de los andes.
Estas empresas son:
Desde el litoral:
La fábricas de cemento de Pacasmayo, lima, el sol.
Las fabricas siderúrgicas: sider Perú de Chimbote, de lima, aceros Arequipa y demás fabricas “homicidas” que nos vienen engañándonos con sus riquezas pero condenando al mundo de pobres.
Desde las cabeceras de cuenca: la minera yanacocha, antaminas, la barrick, golgd fiel, buenaventura; y otras, asentadas en toda la cabeceras de cuenca de la cordilleras de los andes.
Todas estas empresas vienen provocando: inundaciones, sequias, temblores y terremotos, las plagas y enfermedades.
estas tragedias, es debido al almacenamiento de todos los gases y vapores de agua, debido a la presión que ejercen las empresas transnacionales desde las costas del litoral y desde las cuencas del pacifico ( es necesidad de repetir esta palabras, ya que es necesario) provocando lo antes mencionado.
Por razón, tiene que ver un “gobierno natural” para que ordene a todas estas empresas, y no sean manipuladas por el maldito dinero que ciega a todos.
Ya es tiempo de “echarlos fuera” a estos demonios extranjeros_ homicidas que vienen quitando la vida a todo el mundo.

Anónimo dijo...

La agricultura peruana desde la conquista de los españoles, ha sufrido un revés; es decir, que, la agricultura, hoy por hoy, viene reemplazándose por la minería.
Para que esto suceda, estos "extranjeros", con la minería vienen fabricando grandes maquinarias pesadas, pero solo en beneficio de ellos; mientras, el agricultor peruano, viene empobreciendo cada día más; lo más cruel, por la necesidad y no poder sostenerse, ya que los fertilizantes, también manejados por ellos, muchos están vendiéndolos a estos mismos que trabajan en la minería.
Estos "extranjeros" para logra esto, se vienen asentando en los lugares "santos o misteriosos" de la naturaleza; es decir, en los lugares donde la naturaleza emana sus espíritus o gases, y hoy, están sentándose estos extranjeros día a día con sus maquinarias; y así; cambiar el clima de nuestro medio ambiente; y poco a poco, este “paraíso” ir convirtiéndose desértico; es decir, la agricultura se está reemplazando por la minería "poco a poco". Como lo ven.
Estos fenómenos del cambio climático, los extranjeros los vienen “emitiendo” desde todo el litoral peruano y desde las cabeceras de cuenca de nuestra cordillera de los andes.
Estas empresas son:
Desde el litoral:
La fábricas de cemento de Pacasmayo, lima, el sol.
Las fabricas siderúrgicas: sider Perú de Chimbote, de lima, aceros Arequipa y demás fabricas “homicidas” que nos vienen engañándonos con sus riquezas pero condenando al mundo de pobres.
Desde las cabeceras de cuenca: la minera yanacocha, antaminas, la barrick, golgd fiel, buenaventura; y otras, asentadas en toda la cabeceras de cuenca de la cordilleras de los andes.
Todas estas empresas vienen provocando: inundaciones, sequias, temblores y terremotos, las plagas y enfermedades.
estas tragedias, es debido al almacenamiento de todos los gases y vapores de agua, debido a la presión que ejercen las empresas transnacionales desde las costas del litoral y desde las cuencas del pacifico ( es necesidad de repetir esta palabras, ya que es necesario) provocando lo antes mencionado.
Por razón, tiene que ver un “gobierno natural” para que ordene a todas estas empresas, y no sean manipuladas por el maldito dinero que ciega a todos.
Ya es tiempo de “echarlos fuera” a estos demonios extranjeros_ homicidas que vienen quitando la vida a todo el mundo.