14 diciembre 2010

La mujer en la Historia del Perú: Epoca Prehispánica

LA UNIDAD DOMESTICA Y LA PAREJA
Para la época prehispánica no se puede hablar de familia nuclear, porque no está definido cuántas personas habitaban una vivienda ni cuál era el vínculo entre ellas. A esa convicción se llega revisando la Visita realizada casa por casa por Iñigo Ortiz de Zúñiga en Huanuco,en 1567. Por ese motivo es preferible usar el término de unidad doméstica que podía comprender a una o más esposas, sus respectivos hijos y a otros miembros de la familia.
Entre los varios términos usados para designar a la mujer según su estado y su edad tenemos las voces tasque, la jovencita; sipas, la mujer casadera; huarmi, la mujer casada. A las nobles decían paya y a la soberana coya.
La primera menstruación se festejaba en una ceremonia llamada quicochico y en ella el hermano de la madre, al que decían caca, cumplía el rol más destacado.
Desde la primera infancia tanto los niños como las niñas se iniciaban en el trabajo. Además de cuidar de los hermanos menores, cumplían tareas livianas, las mujercitas recolectaban diversas plantas medicinales,alimenticias o las usadas para tintes. El trabajo era dividido por género desde la niñez y esa división continuaba cuando mayores, en una complementariedad entre los sexos,según las circunstancias. Por ejemplo en la costa,en los lugares donde podían plantar la variedad de coca apropiada al micro-clima, en las chacras del Inca, eran las muchachas las que cogían las preciadas hojas, mientras en la misma región los ancianos hacían lo mismo en las tierras del curaca que teníala obligación de alimentarlos.
Existen discrepancias en la información sobre el matrimonio, que marcaba la llegada del adulto, tanto para el hombre como para la mujer. En unos cronistas es mencionado el hábito del servinacuyo matrimonio a prueba,con la posibilidad de un rompimiento de la pareja y el retorno de la mujer, con sus hijos, al seno de su ayllu de origen. Los hijos eran bienvenidos por significar futura fuerza de trabajo. Además de estas costumbres hay noticias sobre la injerencia del Estado en el matrimonio de los jóvenes y en la elección de la pareja.
El tener un hombre varias mujeres era considerado como una muestra de autoridad y de prestigio, sobre todo si una mujer había sido otorgada por el Inca o su representante. Se tenía en mucho esa distinción pues significaba una remuneración por servicios y un aumento de fuerza de trabajo en el hogar. De hecho, la mujer dada por el soberano tenía un status superior a cualquier otra.
La mayor parte de los hombres del común sólo poseían una mujer y si el hombre enviudaba pasaba un tiempo sin ninguna hasta que las autoridades le concediesen otra (Cobo 1956/ 1653. t.II. lib. 14. cap. 17). También señalaba Cobo que en cada región variaban las costumbres,ceremonias y formas de matrimonio y también las uniones sexuales. En ciertas poblaciones los padres tenían en sus casas a una mujer que se ocupaba del niño y se encargaba de vivir con él cuando llegaba a la pubertad, hasta su matrimonio. Luego permanecía en su casa. En otros casos, los huérfanos pobres eran confiados a mujeres acomodadas sin hijos y ellas los criaban como si fuesen suyos. Cuando el niño alcanzaba la edad viril, convivían ambos hasta que el joven se casaba y la mujer permanecía siempre en la casa del hombre.
Con el advenimiento del Estado Inca,se creó una ceremonia pública durante la cual el gobernador de un pueblo juntaba en la plaza a todos los mozos y mozas plebeyos que aún eran solteros y los unía. Algunos cronistas afirman que no consultaban a las parejas sobre sus preferencias.
El acto de casarse convertía al hombre en hatunruna u "hombre grande". Entonces éste ingresaba al ciclo vital de la reproducción humana y a la edad de la mayor prestación de servicios al Estado, y lo mismo sucedía con la mujer.
El parto era tonsiderado como un hecho natural y las mujeres daban a luz sin recibir mayor atención. Inclusive si una mujer se dirigía a algún lugar y sentía los síntomas del parto, se apartaba de la ruta, daba a luz, y continuaba luego su camino, después de bañar a la criatura en cualquier arroyo y de acomodarlo a sus espaldas.
Garcilaso (1943, t.1. lib.4. cap. VII) narra la forma de criar a los niños y, si bien por lo general las noticias proporcionadas por él hay que tomarlas con cierta reserva, cuando se trata de la infancia debió contar la suya propia y se le puede dar mayor crédito. Según él, la crianza e infancia eran muy espartanas, sin ningún mimo ni regalo. Al nacer bañaban al recién nacido en agua fría para acostumbrarlo a las bajas temperaturas y fortalecer sus miembros.
La criatura permanecía en su cuna, que era un banquillo tosco de cuatro patas, con una más corta que las demás para poderlo mecer. El lecho se componía de un red gruesa que no fuese dura. Se ataba los brazos del infante durante los tres primeros meses. Los dibujos de Guaman Poma muestran a los niños amarrados en semejantes cunas. Las madres lactaban a sus hijos y no se acostumbraba, por lo general, reemplazarla. Según Garcilaso, la madre no tomaba en brazos al bebe para que no fuese llorón. Durante la lactancia, que duraba dos años, no eran permitidas las relaciones sexuales entre los padres por temor de que se afectara la leche o la criatura se volviese débil.
Cuando el bebe comenzaba a gatear, era considerado el segundo ciclo de la infancia. Garcilaso cuenta que hacían un pozo de poca profundidad y allí ponían al niño como si fuese un moderno nido. Guaman Poma en sus "visitas" que se refieren a los ciclos vitales,llama a esas dos primeras etapas de la vida como "sin provecho" y "es para nada". Con esas palabras no quería decir quetuviesen en menos a la infancia sino indica que, al tener que invertir en ellos atención y cuidado, no representaban una fuerza inmediata de mano de obra. Las palabras del cronista reflejan el espíritu práctico y utilitario del Incario y la importancia conferida al trabajo.
Destetaban a los niños pasado los dos años y para los varones tenía lugar el primer corte de pelo. Garcilaso no especifica lo que sucedía con las mujercitas o si esta ceremonia era sustituida por otra. El acto se iniciaba por un primer golpe de tumi y por turnos cada miembro de la familia seguía,comenzando por el personaje más importante generalmente el hermano de la madre. Todos los asistentes traían regalos y luego continuaban la fiesta durante toda la noche. En el caso de personas de las clases elevadas, los regocijos se prolongaban varios días y se entregaban a beber. comer y bailar. En dicha oportunidad el niño recibía su nombre.
PARTICIPACION DE LA MUJER EN EL TRABAJO
Como es natural, en el Incario la situación de la mujer variaba según el nivel social al cual pertenecía. Las mujeres de las clases dirigentes gozaban de privilegios que las diferenciaban de las mujeres de los hatunruna u hombres del común.
La mujer tomaba parte activa en las labores agrícolas. Guaman Poma (1936. fojas referentes a los meses de junio y agosto) ilustra las faenas campesinas y muestra a los hombres roturando la tierra y a las mujeres agachadas rompiendo los terrones o bien depositando las semillas o los tubérculos en los surcos, tarea considerada como puramente femenina por darse a la tierra el mismo género. En un documento sobre la extirpación de la idolatría en Cajatambo,se especifica que las mujeres se encargaban de sembrar los camotes (Ipomea Batata) (L), y lo hacían sin hablar, hasta no terminar con el trabajo.
En la construcción de las casas, sobre todo cuando setrataba de casas nuevas para jóvenes parejas, se edificaba por medio de la minka, con una división por género del trabajo, desde el acarreo de los materiales hasta la conclusión de la obra, los documentos referentes a la extirpación de la idolatría en Cajatambo traen noticias interesantes y, entre ellas,la presencia de una pareja de huacas de hermano/hermana que presidían las labores y a las que honraban.
LA MUJER SACERDOTISA, SACRIFICADORA y SACRIFICADA
Las crónicas son bastante parcas sobre noticias de sacerdotisas. Sin embargo. Pedro Pizarro (1978/1571) cuenta haber visto a un ídolo femenino en Apurímac y su sacerdotisa en aquel entonces era una mujer llamada Asarpay y, para no caer en manos de españoles,prefirió matarse lanzándose a un abismo. Santillán (1927/1563) señala que la adoración a la luna y a la Tierra era muy antigua y su culto era particular de las mujeres.
En Otusco, en la región de Cajabamba, consideraban a la luna como la guardiana de los alimentos y de los vestidos y era adoradapor mujeres. En el Coricancha, en el Cusco,la luna disfrutaba de un aposento especial y sus sacerdotisas pertenecían a la élite cusqueña. Una de las mayores fiestas era el Coyaraimi y tenía lugar durante el equinoccio de setiembre y coincidía con la llegada de las primeras lluvias. Durante esos días, celebraban la fiesta de la Citúa, que consistía en actos purificadores para alejar del Cusco todoslos males (Molina 1943/1553). Las fiestas duraban varios días y el cuarto era dedicado a la luna y a la Tierra.
Los sacrificios humanos se dieron en el mundo andino aunque restringidos a ciertos acontecimientos importantes como el advenimiento de un soberano, la muerte o el peligro amenazante para un Inca,el inicio de guerras o si acaecían epidemias y desastres.
Molina (1943) habla de esos sacrificios cuando el Inca tomaba la mascapaicha. En aquel entonces, escogían más de doscientos niños de cuatro a doce años, hermosos y sin tachas, y de dos en dos, varón y hembra los enterraban vivos. Ellos eran ofrecidos al Sol, al Trueno, a la luna, a la Tierra y a la huaca de Huanacauri. Aparte de parejas de niños también sacrificaban doncellas, tal la hija del curaca de Ocros. llamada Tanta Carua. enterrada viva en una cámara subterránea (Hernández Príncipe 1923). Estos sacrificios humanos se llamaban Capac Cocha y sobre ellos tenemos importante información en el Archivo General de Indias.
LOS ACLLA HUASI
Y LA INSTITUCION DE LAS MAMACONA
Es imprescindible señalar el rol de los Aclla Huasi en la sociedad Inca. Esta institución fue comparada por los españoles a los conventos cristianos, pero en realidad sus funciones estaban lejos de tales propósitos. Su verdadero fin era el de servir de obrajes dedicados a producir textiles para el Estado (Murra 1975). Otra tarea era la preparación masiva de bebidas indispensables para la celebración de los ritos y ceremonias,como el cumplimiento de los ritos de la reciprocidad. Un tercer objetivo de los Aclla Huasi era el de establecer un depósito de mujeres para ser otorgadas por el Inca cuando la reciprocidad exigía un intercambio de mujeres o el soberano deseaba distinguir a tal o cual jefe étnico con una mujer entregada por él mismo.
Las niñas elegidas para los Aclla Huasi tenían la edad de ocho a diez años y en el Cusco las había de todo el Tahuantinsuyo. Ellas se dividían en diversas categorías según sus orígenes,su belleza o sus aptitudes (Cabello de Valboa 1952; Murúa 1943; Guaman Poma 1936). Santa Cruz Pachacuti (1927) menciona a las Yurac Aclla, siempre de sangre inca,ellas eran consagradas al culto y una era considerada como esposa del Sol. Seguían las Huayrur Aclla, generalmente las más hermosas muchachas y entre ellas el Inca escogía a sus esposas secundarias. Las Paco Aclla se convertían con el tiempo en las esposas de los curacas y jefes a quienes el Inca quería agradar, mientras las Yanac Aclla eran las muchachas que no destacaban ni por su rango ni por su belleza y cumplían las funciones de sirvientas de las demás. Murúa menciona una categoría más: las Taqui Aclla, escogidas por sus aptitudes de cantoras, ellas tañían tambores y pincullos, alegrando las fiestas de la corte.
Pedro Pizarro (1977/1571) dice que sólo las primeras permanecían vírgenes al ser consagradas al Sol, las demás no permanecían recluidas en los Aclla Huasi y podían salir y entrar durante el día.
LAS ESPOSAS DE LOS SOBERANOS DIFUNTOS
Cuando un Inca fallecía, no era enterrado sino que su cuerpo momificado continuaba en el palacio correspondiente a su panaca. Seguía disfrutando de las amplias tierras propias que poseía, de todos sus bienes en general, además de sus mujeres, esposas y criados. Las mujeres de tales soberanos gozaban de libertad y pasaban los días en fiestas y en comidas que se reciprocaban las momias de la genealogía inca. Esta costumbre repercutió y perjudicó el sistema político del Tahuantinsuyu porque los muertos ejercían sus influencias a través de sus mujeres y servidores. Formaron partidos políticos tomando o apoyando tal o cual soberano, oponiéndose o intrigando contra el personaje que detentaba el poder. Su poderío aumentaba cuando se trataba de las sucesiones al poder y las panacas de los difuntos soberanos jugaron un rol importante en la lucha entre Huáscar y Atahualpa.
LA MUJER Y EL PODER POLlTICO
Hemos mencionado los dos arquetipos femeninos existentes en tiempos pre-hispánicos y, si bien reunimos más arriba noticias sobre la subordinación de las mujeres, toca analizar a las mujeres que detentaban el poder político y representaban una imagen femenina distinta,la subordinación de la mujer está presente en la mítica Mama Ocllo,mientras el segundo tipo de mujer era el de Mama Huaco, libre, independiente y guerrera.
En documentos de archivos hemos hallado coya o reinas que poseían tierras propias, tal Mama Anahuarque, que legó sus bienes a sus "sobrinos" y no a los hijos habidos con el Inca (Rostworowski 1962). Según las informaciones de los cronistas, cada coya recibía un gran número de yana o servidores el día de su matrimonio, donación que podía ser acrecentada según el capricho del soberano. Es así que Mama Vilo, mujer secundaria de Huayna Capac, disfrutaba de una de las mitades del Señorío de lima en la persona de uno de los dos jefes duales del curacazgo.
a. Las mujeres curacas
El poder no era un privilegio del varón en el mundo andino: en numerosas regiones existían señoríos gobernados por mujeres curacas. La costumbre se mantuvo hasta el inicio de la República,con la diferencia que durante el virreinato el mando efectivo lo ejercía el marido. Es factible hacer el estudio de los casos conocidos tal el de Contar Huacho,mujer secundaria de Huayna Capac quien era señora de las cuatro guaranga de Huaylas. Después de la conquista española y cuando la rebelión de Manco II, ella salvó la ciudad de Los Reyes del cerco impuesto por el Inca,enviando un ejército para romper el ataque cusqueño.
b. Las Capullanas
En la región de Piura, en tiempos preincaicos existían mujeres jefes y señoras de sus curacazgos. La voz no proviene como creíamos en un principio de la prenda española "capuz", similar a la usada por aquellas señoras, sino de la lengua Catacaos. En efecto, en dicho idioma, se decía al hijo icuchin y a la hija icuchin capuc, o sea que capuc debía indicar el género, mientras los sufijos lla y na eran a no dudarlo, sufijos añadidos a la raíz que indicaban posiblemente el rango (Martínez Compañón).
Las Capullanas no solamente ejercían el poder sino que podían desechar a un marido y casarse con otro. Morúa cuenta haber visto a uno de aquellos maridos abandonados quejarse amargamente de su desgracia. Durante el virreinato continuó la existencia de las Capullanas pero,al igual que las curacas, eran los maridos quienes gobernaban en su nombre.
La conquista hispana causó un profundo y violento trauma en la población indígena, trauma que repercutió en el transtorno de las estructuras andinas. Las consecuencias a nivel de las clases sociales elevadas fue su casi total exterminio, sufriendo las mujeres de la élite el de tornarse mancebas de los españoles. En cambio las mujeres de los ayllus basados en las unidades domésticas y la familia extendida, tuvieron más posibilidades de sobrevivir que las de las clases elevadas. Esta situación hace posible estudiar las clases campesinas actuales,observar en ellas las posibles continuidades y/o rupturas con la situación anterior.
Fuente: LA MUJER EN LA EPOCA PREHISPANICA autor María Rostworowski. IEP Instituto de Estudios Peruanos - Documento de trabajo Nº. 17, Serie Etnohistoria Nº .1
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07 diciembre 2010

El gato fastidioso

Había una vez un gato al que le
gustaba asustar a los perros
disfrazándose de león. El gato
decía:
—Soy el león.
Y los perros escapaban.
Un día, un perro le siguió y vio
que el león se metió a un cuarto y
que se le caía la piel. Dentro de la
piel vio al gato riéndose. El perro
fue y les avisó a los demás.
Un día, el gato disfrazado regresó para asustar a los perros, pero ningún perro corrió. Un perro se disfrazó de elefante y dijo:
—Te voy a aplastar.
Y el gato disfrazado de león huyó y huyó maullando «miau, miau».
Entonces el perro disfrazado, al escuchar la voz del gato gritó:
—Mira, ese león es un gato.
Así, por haber hecho esa broma, el gato fue castigado muy bien por los perros y nunca volvió a hacer sus bromas.
Pasaron ocho meses y un día se apareció un circo que traía leones, monos y un perro. La jaula del león se había abierto. El león se escapó y se encontró con los perros. Los perros no se movieron y
se rieron:
—Es el tonto gato otra vez disfrazado de león.
Y el león dijo:
—Yo no soy ningún gato.
—Miren, ahora imita la voz de un león— dijo uno de los perros—.
Oye, gato, parece que no escarmientas con el castigo que te dimos.
Vamos, muchachos, hay que castigarlo.
Y otro perro que sabía dijo:
—Esperen. Él no es el gato disfrazado, es un león de verdad.
—¿Cómo lo sabes?—le preguntaron.
—Yo he visto cuando se escapó de su jaula.
Los perros se detuvieron y huyeron de ese lugar. El león regresó a la jaula.
Fuente: EL GATO FASTIDIOSO autor Jason Paul Galdós Funes, 2do grado de secundaria
Alto Huarangal (Arequipa)

27 noviembre 2010

Distrito de Puerto Bermudez

Ubicación y superficie
El Valle del río Pichis se encuentra ubicado políticamente en el Distrito de Puerto Bermúdez en la zona oriental de la provincia de Oxapampa del Departamento de Pasco, al Noreste del departamento de Junín y al Sur Oeste del departamento de Huanuco. La zona comprende la parte periférica de la selva central como espacio regional, la cuenca se encuentra situada en las falda Nororiental de las Cordilleras San Matías y San Carlos.
El Valle del río Pichis tiene unos 180 Km. de largo y unos 60 Km. de ancho discurriendo de Sur a Norte; Puerto Bermúdez, la capital de distrito esta situada en el centro del valle sobre la margen izquierda.
Ecología
De las 04 formaciones ecológicas existentes en la selva central; bosque seco tropical, bosque húmedo subtropical, bosque muy húmedo subtropical y bosque húmedo tropical, en el valle del río Pichis podemos encontrar 3 formaciones: La formación de bosque húmedo subtropical se encuentra en los flancos septentrionales del macizo de San Carlos; esta área presenta una mezcla de bosque y pajonal debido a su ubicación por encima de los 700 a 1,000 SNM
El bosque muy húmedo subtropical se encuentra en zonas cuya altitud oscila entre los 600 y 1700 SNM. , donde las precipitaciones llegan hasta los 6.000 mm. anuales, y las temperaturas promedio son relativamente bajas (19°) dando como resultado un bajo nivel de evapo-transpiración, motivando que el 60% de la precipitación se evacue por escurrimiento superficial y propiciando un alto índice de erosión en áreas desboscadas. Esta formación ecológica se ubica en las partes altas del río Pichis en los afluentes de: Azupizú, Neguache y Apurucayali
El bosque húmedo tropical comprende las partes bajas del río Pichis - menos de 600 a 700 SNM. - donde las precipitaciones fluviales son muy altas, pero compensados con las fuertes temperaturas que favorecen la evapo-transpiración, reduciendo de esta forma la erosión de los suelos en zonas desboscadas. Esta formación se caracteriza por presentar áreas de depósitos aluviales, terrazas no-inundables y colinas suaves y aptas para la agricultura.
Hidrografía.
La cuenca del río Pichis y sus afluentes es uno de los últimos espacios reservados para los Ashaninkas que cuentan con un área aproximada de 296,428,91 Has (PETT) cedidas por el Estado para las comunidades de la zona.
La cuenca del Pichis tiene 5 importantes micro-cuencas de ocupación Ashaninka, la cuenca del Apurucayali cuyas aguas desembocan en la parte baja del río Pichis, la micro cuenca del Nazarategui que desemboca en la parte media del río Pichis, la micro cuenca Neguachi, Nazarategui y Azupizu que desemboca en la parte alta del río y dan origen al río Pichis
La configuración del río Pichis y sus afluentes han dado lugar a que las 104 comunidades del Valle presentan una gran variabilidad en acceso a los recursos y mercado, que han determinado la configuración de cada comunidad en cuanto a los procesos de cambio por los cuales atraviesan.
La cuenca del río Palcazu: Este río nace en la cordilleras orientales del Perú y recorre desde la altura del valle de Villa Rica que recorre el valle de Izcozacin el valle de codo de Pozuzo, la comunidades Yaneshas como Flor de un Día y Ciudad Contitución. Este río juntoal río Pichis dan origen al río Pachitea que a su vez desemboca en el río Ucayali.
Climatología.
El Valle del Pichis y Palcazu se encuentra dentro de las altitudes de 320m hasta los 800 m.s.n.m., cuya vegetación predominante de porte arbóreo conforman masas boscosas. La precipitación anual en el valle del Pichis es de 3,300 mm, el Rango de temperatura dl valle del Pichis varía entre 23°C y 27°C
En el valle del Pichis las épocas lluviosas con mayor intensidad se presentan en los meses de noviembre hasta abril, presentándose una temporada con escasas lluvias entre los meses de Julio a setiembre.
Fisiografía.
La cuenca del Pichis - Palcazú presenta una diversidad de formas variadas desde terrenos planos, suaves colinas, a colinas medias.
Flora y fauna.
La biodiversidad de la cuenca del río Pichis Palcazú es muy alta tanto en flora como en fauna, de ellos podemos citar las especies mas conocidas y las mas preciadas.
En estos bosques se han identificado las siguientes especies forestales: cedro (Cederla odorata), caoba (Swietenia macrophylla), Tronillo (Cedrelinga catenaeformis), alcanfor (Ocotea sp), Cumala (virola surinamensis), capirona (calycophyluni spruceanum) copaiba (copaifera otticinalis) Bolaina (guazuma spp) moena (neetandra sp); diversas especies del género inga (shimbillo, pacae, guaba) palo balsa o topa o poroto (Ochroma sp), cético (Cecropia sp), diablo fuerte (prumnopytes harmasiana) leche caspi, lagarto caspi (Calophylum brasiliensi) mashonaste o tupay (clarisia acemosa), pashaco (Schizolobium sp), alterann muchas especies de palmeras, como Shapaja (Scheelea sp) pona (Socratea sp), huicungo (Astrocaryum sp) aguaje, yarina, pijuayo, ungurahui, entre otras. La fauna es un recurso natural muy diversificado que esta en vía de extinción, la causa principal es por la zaza excesiva de las comunidades Nativas que lo realizan con fines comerciales y consumo, y en algunas especies por su piel. Entre ellas podemos citar los siguientes: Añuje (dasyprocta sp), majaz (Agouti pacca), Sajino (Tayassu tajacu), Venado (mazama americana), armadillo (Dasypus noveincinctus), ronsoco (Hydrochaeris sp), monos, otorongo (Felis onca), triguillo (Felis paradlis); etc.
Entre las aves: Paujil (Mitu mitu), gallito de las rocas (pupicola peruviana) halcón (falco sp), puca cunga (Penélope jacquacu) loro (Brotogeris sp) Tucan (ramphastos sp) etc.
Entre los reptiles: Iguana (Tupinanbis higropunctatus) Taricaya (podocnemis unifilis) motelo (geochelone denticulata) caimán blanco (caiman cocodilus), jergón (bothrops atrox), loro machaco (Bothrops bilineatus) Shushupe (lachesis muta) etc, peces crustáceos y una diversidad impresionante de insectos.
VIAS DE ACCESO.
a. Transporte terrestre.
La articulación vial de las comunidades en el río Pichis es predominantemente fluvial. Sin embargo la cuenca se encuentra articulada a la red vial regional, a través de la marginal LIMA-LA OROYA-TARMA-LA MERCED, tramo considerado de segunda categoría y la carretera VILLA RICA-PUERTO BERMÚDEZ-CIUDAD CONSTITUCION 233 Km, tramo afirmado de tercera categoría que articula longitudinalmente el valle de Sur a Norte por la margen derecha, pasando por las comunidades de Santa Rosa de Chivis-Santa Isabel de Pelmas, Quirishari, Milagro y Porvenir. Esta carretera de penetración es la única vía que dinamiza la actividad comercial de la cuenca, ya que a través de ella transitan los productos industriales y agrícolas comercializados en los principales mercados del distrito.
Puerto Bermúdez es uno de los centros políticos y articulador del ámbito distrital, constituye uno de los centros más importantes de comercialización; articulando a los anexos y comunidades de la parte alta y media del río Pichis vía río y a través de una red de caminos comunales que une las diferentes comunidades con la carretera marginal y ésta con Puerto Bermúdez.
Ciudad constitución es otro de los centros políticos que articula la parte baja del río Pichis, dinamizando la actividad comercial a través de pequeños puertos como Lorencillo que articula las comunidades y anexos asentados en el Apurucayali (afluente) y las comunidades cercanas.
b. Transporte fluvial.
A pesar de existir la carretera marginal que articula la cuenca de sur a norte por la margen izquierda, esta se encuentra distante (1 a 2 horas a pie) de los poblados comunales asentados a orillas del río Pichis. Es por esta razón que el transporte fluvial es el medio de comunicación más importante del valle, articula las comunidades y sus anexos desde Pto. Bermúdez (Puerto de mediano calado) aguas arriba hasta las comunidades de Nueva Unión, Jordán, Santa Isidora, en los afluentes Neguache, Anacayali, Azupizu respectivamente y aguas abajo hasta la parte media del río Pichis.
Lorencillo puerto de pequeño calado, es otro centro comercial importante que articula la parte baja del río Pichis especialmente la cuenca del Apurucayali; conectando a un importante número de comunidades llegando con regular frecuencia hasta las comunidades de Dinamarca y Pto. Davis, quedando articulada de manera esporádica las comunidades San Luis de Chinchihuani y otras asentadas aguas arriba.
Ciudad Constitución es otro puerto de mediano calado ubicado a orillas del río Palcuzú, este dinamiza la actividad comercial del Palcazu como del bajo Pichis y alto Pachitea. Desde Ciudad Constitución se articulan las comunidades de Yarina, Amistad y Pto. Porvenir, asentados en la parte baja del río Pichis.
Cabe mencionar que las comunidades más distantes a estos puestos son poco articuladas quedando generalmente desconectados; las pocas embarcaciones que llegan son de instituciones de apoyo o de comerciantes y madereros que se interna en la zona con fines específicos, así mismo las embarcaciones de los propios Ashaninkas y colonos son las que transitan con mayor frecuencia.
Los puertos en el valle del río Pichis no cuentan con ningún tipo de infraestructura salvo el caso de Pto. Bermúdez que presenta una rampa o embarcadero las demás son espacios de agua formadas naturalmente por el río que se encuentra próximos a los centros poblados o comunidades.
En cuanto a las embarcaciones, estas son de pequeño calado con una capacidad de 1 a 2 toneladas, la mayoría de ellos están equipados con un motor fuera de borda de poca potencia (20Hp) que llegan a transportar hasta 3 toneladas.
La mayoría de las embarcaciones son las denominadas peque-peque, que funcionan con motores adaptados, que alcanzan a 16 Hp. con embarcaciones de poco calado que llegan a transportar hasta 2 toneladas, con un costo menor en 50% de combustible con relación a los motores fuera de borda.
La afluencia de embarcaciones es regular en la parte alta del río Pichis hasta la comunidad de Nevati, así como en la parte media y baja del mismo y hasta la comunidad de Leticia en el afluente Apurucayali; A partir de Nevati hasta las comunidades asentadas, aguas arriba no existe frecuencia establecida de transporte fluvial, del mismo modo desde Leticia a Davis y desde este a San Luis de Chinchihuani.
INDICADORES SOCIALES
a. Tenencia de tierra.
La tierra para los Ashaninkas del río pichis ha constituido una de las principales reivindicaciones, que en la actualidad viene siendo superada, ya que se a titulado un gran porcentaje. Sin embargo un 50% de las mismas no se encuentran registradas en los registros públicos sin la cual carecen de valor.
Es importante señalar que en la titulación de tierras se han producido algunos vicios, por ejemplo la existencia de comunidades “fantasmas”, es decir fueron tituladas a nivel personal asignando tierras a Ashaninkas para la explotación forestal. Estas “comunidades” en la actualidad carecen de población ya que solo sirvieron para intereses personales.
Existen también comunidades cuya población es de una a dos familias, estas comunidades debieron ser tituladas de la misma manera que las descritas anteriormente, las mismas que constituyen comunidades receptoras de Ashaninkas que viven en comunidades de mayor población colona. En este sentido será necesario revisar esta situación para incluir estas áreas a las comunidades ya existentes.
Otro de los problemas que se tiene con relación a la tenencia de tierras, es el relacionado a las tierras de las ex-misiones, tal es el caso de la antigua comunidad de Redención Nevati, donde existen 23 familias Ashaninkas con una población de 150 habitantes, los que vienen solicitando la titulación de estas áreas, viéndose imposibilitado por que la iglesia Adventista alega su propiedad.
b. Población.
Los Ashaninkas es uno de los grupos de mayor población en nuestra amazonía, habitan diferentes valles como: el Apurímac, Perenne, Palcazo, Ene y Pichis. Si consideramos la población en el ámbito del distrito de Puerto Bermúdez (16,632), podremos notar que Puerto Bermúdez es uno de los tres distritos más poblados en el ámbito provincial, con una población mayoritariamente rural e indígena de filiación étnica Ashaninka. Pero estos datos solo son aproximativos ya que los censos realizados por el INEI, no se ajustan a la realidad. (En muchos casos no pudieron llegar a las comunidades más distantes).
Como se puede apreciar no se tiene información confiable al respecto. La organización representativa ANAP de acuerdo a los padrones de las comunidades que se actualizan durante sus congresos manifiesta la existencia de 15,000 hab., pese a ello existen muchas irregularidades. Para este análisis consideramos los datos obtenidos por el Ministerio de Salud que tiene presencia en la zona
La población de las comunidades del ámbito del AFAPROCAP, de acuerdo a los grupos etéreos, refleja que el grupo poblacional entre 0 a 4 años es el más numeroso, con un porcentaje de participación del orden del 13.8% (1,822 habitantes), seguido del grupo entre 5 a 9 años con el 12.6% (1,652 habitante) y el de 10 a 14 años con el 11.5% (1,516 habitantes). La población en Edad Económica Activa entre los 15 a 59 años es de 57.1% (7,517 habitantes) que tiene la responsabilidad de velar por el bienestar del 42.9% (población entre 0 a 14 años y población mayor de 60 años que asciende a 5,639 habitantes. El detalle se puede apreciar en la tabla siguiente:
c. Poblado y Comunidades Nativas.
En el ámbito del AFAPROCAP, existen diferentes tipos de comunidades, en atención a su patrón de asentamiento, filiación cultural y ubicación, estas son:
• Comunidades Nucleadas.
Las comunidades nativas en el valle del río Pichis presentan diversas características, así tenemos a comunidades que devienen de la formación de las misiones en el valle, como es el caso de la comunidad de Cahuapanas (San Francisco) que presenta un patrón de asentamiento nucleado y mayor concentración de población, las casas se encuentran dispuestas alrededor de una plaza o área verde una contigua a la otra, siendo diferentes en sus anexos.
• Comunidades con Asentamiento Disperso.
Atendiendo el nivel de contacto con la sociedad mayor y sus prácticas culturales en el río Pichis encontramos un patrón de asentamiento disperso las que generalmente se encuentran asentadas en las cabeceras de los afluentes. En estas comunidades las familias se encuentran al borde de los ríos, que limitan a la comunidad, el centro poblado apenas esta compuesto por unas 4 o 5 familias que viven entorno a la escuela, a la posta sanitaria. En el Valle del Río Pichis podemos citar a las comunidades San Fausto, Nueva Unión y San Carlos, esto solo por nombrar algunos.
• Comunidades Poli étnicas.
Este es el caso de la comunidad de El Porvenir que se encuentra compuesta por familias Ashaninkas y por familias Yaneshas, las mismas que se encuentran divididas en dos sectores, el sector Ashaninka se encuentra ubicado en el lado del río Pichis y las familias Yaneshas ubicadas al borde de la carretera.
Esta diferencia en ubicación manifiesta la voluntad de cada grupo, de vivir independientemente, de tener una propia organización interna de realizar sus trabajos productivos a nivel "comunal" donde no participa el otro grupo, sin embargo cabe recalcar que existen muchas familias compuestas por Ashaninkas y Yaneshas que viven en la comunidad eligiendo el sector Yanesha.
De este sincretismo el grupo Yanesha es el que va siendo absorbido por la cultura Ashaninka, los niños de estas parejas poli culturales y de las parejas Yaneshas aprenden el idioma valores y costumbres de los Ashaninkas.
• Comunidades de Frontera Demográfica.
Este tipo de comunidades se encuentra en el valle del río Pichis, y en los afluentes en zonas donde existen núcleos de población colona, tal es el caso de la comunidad nativa Dinamarca, que por presión de los colonos vienen perdiendo su espacio político administrativo. Ejemplo de ello es: en el centro poblado el colegio no es bilingüe, la junta directiva de padres de familias esta presidida por colonos, el club de madres que administra el vaso de leche de la misma forma, la posta sanitaria esta a cargo de un colono en tal sentido los Ashaninkas de la Comunidad de Dinamarca van perdiendo el manejo de su centro poblado y con el todas las oportunidades de beneficiarse de los pocos programas que tiene el Estado, por ejemplo que el colegio no sea designado como bilingüe y que sus hijos no tengan la oportunidad de leer y escribir en su idioma, para luego entender al mundo exterior.
d. Filiación Étnica.
Los grupos amazónicos en el Perú generalmente han sido conocidos con denominaciones genéricas que no representa ninguna filiación cultural, fueron otorgados por viajeros, misioneros, etc. Así una de las denominaciones externas para los indígenas del Pichis es de Campa o Campas, sin embargo, la denominación más adecuada y auténtica es la auto-denominación. Es decir como el indígena se reconoce así mismo, en este caso la auto denominación es Ashaninka.
En el Pichis y Palcazu existe el grupo étnico Yanesha, los Ashaninkas presenta una población heterogénea encontramos cuatro sub. clasificaciones.
e. Población Colona
Los emigrantes que en su mayoría son de origen quechua, se dedican al comercio en el área urbana, y a la agricultura y ganadería en el área rural, se constituyen bajo el aspecto económico en el grupo dominante (comerciantes, ganaderos, agricultores, madereros, regatones). Existe una relación de intercambio negativo para las comunidades nativas.
f. Instituciones Nacionales y Privadas
El gobierno central está presente con sus Unidades Operativas de los sectores de Salud, Educación, Agricultura, INRENA, PIMA, Municipalidad Distrital, DEVIDA. Así mismo en los Valles del Pichis y Palcazú operan otras instituciones como Naciones Unidas, Eco Desarrollo, Medio Ambiente y Reforestación EDMAR.
Las organizaciones productivas campesinas con mayor representación en el valle del río
Pichis son:
• Asociación de Familias Productoras de Caucho del Río Pichis AFAPROCAP, constituida por 73 familias que vienen produciendo caucho y pertenecen a 10 comunidades nativas, con una producción promedio de 750 Kg., mensual.
• Asociación de Productores de Palmito APP, constituida por comunidades nativas y colonos, integrado principalmente por pobladores del río Chives hasta Ciudad Constitución.
• Asociación de Ganaderos del Valle del Pichis AGVP, constituida principalmente por familias colonas, su producción se refiere principalmente para carne y es fluctuante.
• Asociación de madereros del Valle del Pichis AMVP, constituida principalmente por comerciantes de madera. Las maderas que comercializan principalmente son: tornillo, cedro, moena, caoba.
• Asociación de Ganaderos y Productores de Ciudad Constitución, constituida principalmente por familias colonas, su producción principalmente para carne, en algunos casos leche,
• La Asociación Ganaderos y Productores del Valle Palcazú, integrada principalmente por familias colonas, producción principalmente para carne.
Como organizaciones gremiales de base, se pueden citar a la Asociación de Nacionalidades Ashaninkas del Valle Pichis – ANAP, que representa a todas las comunidades nativas asentadas en el valle del Pichis; promueve la Defensa Territorial de sus ámbitos así como la revaloración de sus valores culturales y busca el desarrollo sostenido a través de proyectos integrales.
Según la estrategia focalizada de Lucha Contra la Pobreza Extrema 1996 – 2000, del Ministerio de la Presidencia, en este distrito 6,151 habitantes están considerados como muy pobres, básicamente estos pobres son los habitantes de las comunidades indígenas.
• Organización interna
La organización de los Ashaninkas al interior de las comunidades deviene de una serie de cambios producidos generalmente por factores exógenos, que han transformado la dinámica de reproducción natural de sus instituciones sociales. Dichas organizaciones sociales estaban basadas en relaciones de parentesco con un patrón de asentamiento disperso, que permita la formación de pequeños grupos co-residentes de 4 a 6 familias nucleares emparentadas entre sí, que ocupaban distintas zonas de vida, estos grupos no tenían a un jefe o líder común que manejara el poder de todos estos grupos residenciales o nampitsi, sino eran el resultado de la creación de sus lideres locales o pinkathari, estando constituido por el conjunto de sus seguidores36. Esta forma de organización con algunos cambios, aún subsiste en las diferentes comunidades de manera intrínseca.
Al interior de cada una de estas familias los comuneros organizan el trabajo, de esta manera los peña crían su ganado de forma conjunta, realizan su reforestación con ayuda mutua, etc. sin embrago se debe señalar que al interior de estas familias no todo es colectivo, existe muchas actividades que son individuales, como el cultivar sus chacras, criar sus animales menores, etc, lo importante es, que la familia extensa es utilizada para actividades pesadas o para tomar decisiones conjuntas que involucren a todas las familias al interior de ellas. Es necesario señalar también, que existen algunas familias nucleares que sus lazos de parentesco son de tercer a cuarto grado o que poseen solo parentesco ficticio.
Los principales cambios en este tipo de organización se inician durante el período misional, asi, el líder tradicional es convertido en curaca dentro de un nuevo modelo organizativo y al mando de una población nucleada alrededor de la misión.
Años después la creación de comunidades nativas convierte al curaca en "Jefe" como presidente de la comunidad que debe presidir las asambleas teniendo entorno suyo a su junta directiva, este nuevo modelo organizativo fue impuesto por el Estado junto al reconocimiento de la comunidad.
Hoy en día los lideres comunales o "Jefes" comunales denominados por los Ashaninkas son generalmente personas jóvenes que han aprendido a hablar y escribir español, requisito indispensable para alternar con la sociedad mayor, quedando de lado la capacidad de convocatoria y respeto que este debería poseer produciéndose en tal sentido una crisis institucional.
Otra parte del poder es sustentado por los maestros bilingües que han sido formados por el ILV (Instituto Lingüista de Verano) que influencian a la población a la conversión al evangelio o que en muchos casos asumen el control de la comunidad.
Por otro lado los diversos pastores adventistas, evangelistas e israelitas formados por las diferentes iglesias que incursionaron en la zona ostentan otra parte del poder así como influenciando nuevos valores y principios que son positivos para la vida de los Ashaninkas pero que muchas veces terminan dividiendo la comunidad.
Otro de los aspectos importantes que con llevan a esta crisis institucional es la figura del teniente gobernador, rol creado por el Estado para tener presencia en las comunidades y para ejercer el poder legal en las mismas.
Los tenientes gobernadores generalmente son digitados desde los intereses del gobierno central y según la conveniencia de los jueces de paz en turno, atentando contra el mandato constitucional que atribuye a las autoridades comunales la ejecución de sus facultades jurisdiccionales así como su derecho consuetudinario. Esta situación tiene resultados funestos al interior de la comunidad, creando una suerte de competencia entre este y el jefe de la comunidad, originando de este modo caos en la organización interna de la misma.
Todos estos procesos de cambio que han venido sufriendo la organización Ashaninka, así como los malos manejos de fondos y otros beneficios comunales, realizado por lideres anteriores, tienen como resultado la poca participación de los Ashaninkas en las diferentes actividades comunales, por este motivo no es raro que un Jefe llame a una asamblea general en la que asisten solo un 30% de la población comunal, compuesta generalmente por comuneros que viven en el poblado principal.
La comunidad como modelo organizativo de trabajo mutuo y de cooperación recíproca ha perdido fuerza, sobre todo en las comunidades de mayor contacto. En la actualidad la individualización viene haciendo presa de los Ashaninkas fruto de los contactos con la sociedad mayor y por el fracaso de iniciativas de trabajo comunal; actuando de manera contraproducente a una forma de vida que les permitió vivir durante miles de años.
Sin embargo los Ashaninkas en situaciones extremas y como respuestas a presiones externas, suelen reconstruir instituciones tradicionales como la figura del guerrero OVAYERI aunque con ciertos cambios que por ej. les permitió expulsar al terrorismo. La figura del Shaman o Seripiari que regulaba la conducta de acuerdo a los cánones aceptados por su sociedad, en la actualidad operan como represalia una vez producido conflictos entre comuneros, generando muchas veces la emigración de familias enteras fuera de sus comunidades dejando de lado en algunos casos iniciativas y compromisos.
Hoy en día las organizaciones que podemos encontrar han sido creadas por instituciones que llegaron a la zona, así tenemos los club de madres que fueron reactivadas por el municipio distrital y tienen a su cargo el Vaso de Leche, organización que de acuerdo a nuestras encuestas no tienen más de 02 años de funcionamiento.
• Organización externa
Los movimientos de organización en el Pichis a tenido su gestación posterior a las organizaciones generadas en la Merced y Satipo, por el mismo hecho de encontrarse ubicados en áreas menos articuladas a este espacio regional.
Por los años de 1975 los Ashaninkas del Pichis se incorporan a las organizaciones Amueshas del río Palcazo, llegando a conformar el congreso de comunidades nativas Campa-Amueshas. Con el congreso, los Ashaninkas impulsaron la titulación de tierras de sus comunidades. De igual manera los Ashaninkas aprendieron de las experiencias organizativas de las Yaneshas, sin embargo las diferencias étnicas y religiosas (Evangélico / adventista), hicieron que el congreso Campa-Amuesha se disolvieron en 1978.
Pese a esta situación, años más tarde (1980), gracias al impulso de dirigentes adventistas, se forma la "Asociación de Comunidades Nativas Ashaninkas del Pichis.
(ACONAP), surgiendo como una organización de multipropósito, que se encargo de agrupar a todas las comunidades del Pichis, se enfrento a los patrones ganaderos que abusaban de los indígenas, propuso la incorporación de los Ashaninkas a actividades comerciales a través de la organización de comercialización del Achiote, apoyada por la CECONSEC (Central de Comunidades Nativas de la Selva Central)
En 1987 con el propósito de reforzar la identidad étnica Ashaninka la ACONAP cambia de nombre para convertirse en: APATZAHUANIZI NAMPITZI ASHANINKA PICHIS (ANAP) Años más tarde una vez establecido el Proyecto Especial Pichis-Palcazu, el ANAP ensayo una forma de participación en este proyecto, creando de esta forma una oficina de Asuntos Indígenas, logrando que el presidente de ANAP fuera nombrado coordinador de la misma.
En el año 1989 el MRTA, asesina a Alejandro Calderón, líder máximo del ANAP. En esta ocasión los Ashaninkas ensayan un movimiento político militar que tuvo su gestación en las bases gremiales del ANAP, logrando expulsar al MRTA.
En 1998 el ANAP ensaya su participación política en las elecciones municipales, logrando de esta forma colocar un alcalde Ashaninka en el Sillón Municipal, -después de 30 años de gobierno colono- dejando de lado opciones políticas de colonos; ostentando así parte del Poder Político en la zona.
En la actualidad el ANAP tiene como principal objetivo la protección del territorio Ashaninka, para tal efecto viene facilitando la labor del PETT en el saneamiento de la tenencia de tierras así como velando por el respeto de los derechos indígenas. En cuanto a la representatividad el ANAP cuenta con 35 comunidades debidamente afiliados y 32 comunidades por regularizar su filiación contando de esta manera con 67 comunidades que representan el 100% de la cuenca del río Pichis.
Sin embargo es necesario actualizar la documentación del ANAP y sus comunidades para la obtención de su personería jurídica que le permita ejercer plenamente su representatividad.
Considerando la representatividad es necesario recalcar que la relación Líder / Comunidad es en muchas de las comunidades una relación Padre / Hijo, analogía que demuestra el grado de representatividad del ANAP en cuanto a la toma de decisiones que involucren el compromiso de una comunidad.
A pesar de ello es necesario recalcar que la autonomía comunal (garantizada por el Estado) para la adquisición de manera libre de responsabilidades y compromisos, es practicada por comunidades con mayor contacto con la sociedad mayor, las mismas que ejercen plenamente esta autonomía; tal es el caso -por mencionar algunas de las comunidades- de Cahuapanas, Quirishari y Santa Rosa de Chivis.
En cambio para un gran sector de Ashaninkas el líder del ANAP es considerado como la figura de PINKATHARI (como un conciliador y solucionador de conflictos.)
Del organigrama se desprende que el ANAP posee seis coordinadores a nivel del valle, los mismos que están situados en las diferentes micro cuencas como el: Apurucayali (por regularizar), Anacayali, Neguachi, San Pablo, Azupizú y Cahuapanas. Así mismo en cuanto a los programas viene trabajando el registro civil, territorio y charlas sobre Biodiversidad a través del CEA; quedando sin implementación los de más programas.
h. Salud.
La situación de la salud en el ámbito de la cuenca es critica, las comunidades nativas carecen de saneamiento ambiental; generalmente consumen agua del río o de quebradas. En esta situación los niños son los más afectados por enfermedades infecto-contagiosas, siendo principales las diarreas, vómitos, gripe, fiebres y parasitosis.
La desnutrición crónica a nivel de los niños alcanza el 61% en el ámbito de distrito siendo el índice más alto en el ámbito de provincia.
El Estado tiene presencia en la zona a través del Ministerio de Salud (MINSA), para tal efecto el área se encuentra dividida en 2 sub. redes; la primera ubicada en Ciudad Constitución que tiene a su cargo 3 micro-redes que cubre la parte media baja del río Pichis y sus afluentes con 14 puestos de salud.
La segunda sub red se ubica en Puerto Bermúdez que abarca la parte media del río Pichis y sus afluentes, manejando 15 puestos de salud.
Entre los principales problemas de salud identificados en el valle del río Pichis, la carencia de medicamentos en los distintos puestos de salud constituye el problema principal, los mismos que no pueden ser repuestos por el incumplimiento de los créditos medicinales solicitados por los Ashaninkas.
En cuanto a la recurrencia de los Ashaninkas a los puertos de salud una vez producida la enfermedad; nuestros encuestados manifestaron que el 50% asiste al puesto de salud, un 30.77% acude donde el curandero (TABEQUERO O VAPOREADOR), el 11.54% acude al centro de salud y el 7.69% se cura en casa.
De aquí se desprende que un buen porcentaje de la población (38.46%) de la población atiende sus enfermedades al interior de sus instituciones tradicionales, dejando de manifiesto la importancia de la medicina tradicional y la deficiencia (por diversos motivos) del servicio de salud en el río pichis. Es oportuno recalcar la poca circulación de dinero en las comunidades que limita muchas veces la adquisición de medicamentos y la asistencia a los centros de salud.
i. La Educación.
La presencia del Estado a través de la educación es deficiente, más aún si se trata de pueblos indígenas poseedores de una cultura diferente.
En este sentido los mínimos esfuerzos del Estado a través de programas de educación bilingüe no han tenido mayor cobertura en el valle del río Pichis salvo algunos esfuerzos privados como en el caso del "Instituto Lingüístico de Verano” que ha formado profesores bilingües; que hoy en día son maestros en los diversos centros educativos en el valle.
Con excepción de estos esfuerzos la población en edad escolar sigue siendo educada bajo modelos educativos urbanos cuyos contenidos e instrumentos son ajenos a la cultura Ashaninka.
Acelerando de esta manera la perdida de la identidad cultural de los niños, los maestros no bilingües no comprenden la cultura ni el idioma Ashaninka, produciendo de esta forma fricciones al interior del grupo y dificultades en el aprendizaje de los alumnos.
Para los Ashaninkas del río Pichis la educación de los niños es importante, sin embargo, factores como: el alcoholismo, los conflictos con docentes serranos, las pocas expectativas de que sus hijos completen su educación y la escasez de profesores; muchas veces desalienta a los padres de familia en la educación de sus hijos..
Durante nuestra visita un líder Ashaninka nos pregunto ¿Quisiera que me diga por que nosotros no podemos tener varios profesores en nuestra escuela como las tienen en las ciudades, es que nos marginan por que somos indígenas?.
Esto demuestra los desencuentros que existe en nuestro país y el estado de abandono del pueblo Ashaninka; en las comunidades del río Pichis un solo profesor tiene a su cargo la enseñanza de 1ro. a 6to. de primaria, con un promedio de 40 a 50 alumnos en condiciones antipedagógicas extremas.
Analizando la tasa de analfabetización en el ámbito de la provincia de Oxapampa, el distrito de Puerto Bermúdez ocupa el tercer lugar con tasas altas de Analfabetismo:
En el Valle del río Pichis solo el 4% de los alumnos que inician sus estudios concluyen su secundaria siendo uno de los principales problemas la falta de medio económicos de las familias así como el apoyo de los padres; otro de los motivos fundamentales de la deserción escolar constituye las uniones matrimoniales de los jóvenes a temprana edad generando de esta forma responsabilidades paternales tempranas.
ACTIVIDADES ECONOMICAS
a. Acceso a los recursos
El acceso al recurso tierra y con el a todos los recursos que comprenden el territorio se obtienen con el matrimonio, si bien es cierto que un gran porcentaje de las actuales familias 92.2%38 solicitaron sus chacras a la comunidad; estos terrenos están cerca o circundan el territorio de los padres, es decir, las familias y sus generaciones ocupan el dominio de ciertas zonas y legalizan este dominio solicitando a la comunidad. Es importante señalar que todos los recursos que se encuentran en la comunidad a diferencia de los árboles (que tengan valor comercial) pertenecen a todos, solo un recurso es propiedad de otro si este se encuentra en plena explotación o se encuentra en el interior de su asignación.
En cuanto al acceso de los recursos forestales los Ashaninkas de la comunidad de Kirishari tienen establecido qué, los bosques que se encuentran en las áreas de dominio de cada familia les pertenece. Sin embargo es necesario remarcar que la sociedad Ashaninka, impone el fuerte sentido (valor) de no mezquinar algún recurso que se encuentre en el interior de cada chacra.
b. La caza, pesca y recolección.
La caza es realizada con exclusividad por la población masculina, el poblador del lugar prefiere cazar sajino, majas, venado pavojil, samani cada uno de los cónyuges entrega la presa a su esposa. El varón, los hijos y algunos parientes o amigos espera la comida, la presa será hervida y ahumada para ser conservada, si la presa a sido grande la familia enviará un pedazo a sus parientes y amigos y como son pocas familias todas disfrutan de la caza.
La familia envía carne voluntariamente y es retribuida por la población. Mostrándose un patrón de reciprocidad entre los pobladores. Sin embargo es preciso recalcar que esta reciprocidad se va perdiendo sobre todo en comunidades de mayor presión colonia; en estas comunidades la casería no se comparte fuera de la familia nuclear, sino estas son vendidas o intercambiadas por otros productos.
Los meses en que destaca más la caza son: diciembre a abril, siendo esta época de lluvias, existe problema de escasez por la caza indiscriminada y por la constante tala de bosques, viéndose limitada, sobre todo en las comunidades asentadas a lo largo de la carretera marginal, actividad que ha dejado de ser practicada por un gran sector de la población indígena, ocasionando mayor dependencia de estas poblaciones con el mercado.
La pesca es otra de las actividades complementarías de subsistencia de los Ashaninkas del río Pichis, es de gran importancia para la alimentación de la población. La relación entre los Ashaninkas y el río esta fuertemente manifestada por su patrón de asentamiento a lo largo de los ríos y afluentes, dejando de lado extensas zonas del bosque al interior de las comunidades.
El tiempo y los meses más adecuados para esta actividad generalmente se dan en la época de secas, entre los meses de mayo a setiembre época donde llegan diferentes variedades de especies de bagres como: Doncella, Zungaro, así como el boquichico.
A diferencia de la caza, la pesca es realizada por ambos géneros y con participación de toda la familia, dependiendo de la técnica a ser utilizada. La utilización de barbasco es una de las técnicas de pesca donde participa toda la familia, esta consiste en el envenenamiento de afluentes pequeños que produce la muerte de los peces, que son recolectados por la familia.
Esta actividad ha venido cambiando de acuerdo al grado de contacto con la sociedad mayor, en la actualidad los Ashaninkas ya no solo producen para satisfacer la demanda familiar, sino, cada vez más es destinada a los mercados locales. La presión sobre este recurso a generado prácticas negativas en el desarrollo de esta actividad como, la utilización de explosivos que vienen dañando el equilibrio natural del río y la reproducción de los peces.
La recolección es otra de las actividades complementarías de subsistencia que permite variar su alimentación, esta abarca una gama amplia de recursos que va desde los gusanos comestibles hasta las frutas silvestres, esta practica está relacionada a la época de lluvias y a la estación seca en las cuales se producen la presencia y floración de estos productos.
Así al comenzar el tiempo de crecientes o lluvias entre los meses de diciembre y enero, se da la presencia numerosa de gusanos (PATSINSI), que es recolectado, así también la recolección de miel de abeja (YARATO) y la recolección de frutos UVILLA (GOUSSAPOA SIP), en los meses de setiembre a octubre son recolectados otros frutos dulces como el MERONKI (PEREBEA SIP), PAMAKI (ASEUDOLMED, LAVIGATA) de igual manera es recolectado el caracol de tierra llamada SONKIRO.
Hasta aquí hemos descrito la recolección como actividad tradicional la misma que viene perdiendo vigencia en la población Ashaninka, sin embargo cualquier viaje ocasional a través del bosque tropical sirve para la recolección de estos frutos, de acuerdo a nuestros informantes esta actividad es menos practicada en las comunidades de mayor contacto con la sociedad nacional.
En conclusión estas actividades desarrolladas por los Ashaninkas garantizan la subsistencia de esta población, manifestándose de esta manera el amplio conocimiento del bosque y del equilibrio que mantuvieron estas sociedades durante miles de años con su entorno ecológico. Sin embargo los procesos por los cuales los Ashaninkas se involucran con el mercado han llevado a la creación de nuevas necesidades que no pueden ser satisfechas por los sistemas tradicionales de producción, ocasionando contradicciones al interior de los mismos; donde nuevos criterios en el manejo de recursos entran en vigencia, modificando las actividades productivas y las estrategias de subsistencia practicada por esta sociedad.
r. Agricultura.
La actividad agrícola en el valle del río Pichis ha pasado por diferentes etapas en que los Ashaninkas han experimentado diferentes procesos de participación en el mercado con cultivos diferentes. El crédito arrocero promovido por el Banco Agrario el año 1986 se caracterizo por otorgar créditos a quien lo deseara, con interés elevado, con escasa productividad por las limitaciones ecológicas, con un producto con precios bajos en el mercado y hacia una población que no tenía experiencia alguna en el manejo de porcentajes. Los empleados del Banco Agrario alentaron a los comuneros a aceptar los créditos, haciendo ver que hacerlo era parte del mundo civilizado y moderno. Otro de los ejemplos que demuestra las contradicciones de los planes de desarrollo implementados para el sector indígena, es el ensayado por el Proyecto Especial (PEPP.).
Al respecto Swenson y Narby (1985) se refieren a la promoción agropecuaria manifestando que los técnicos optaron por una actitud de superioridad considerando a los Ashaninkas carentes de conocimientos acerca de cultivos, esta falta de respeto llevo a que se imposibilitará una comunicación entre el PEPP y los Ashaninakas comprometiendo un programa que pudo tener un valor significativo para las comunidades, del mismo modo los autores manifiestan que los programas siguieron un modelo de desarrollo basado en la colonización sin otorgar prioridad al poblador Ashaninka y sin reconocer la racionalidad del uso de la tierra por parte de los mismos.
En conclusión el impacto de la agricultura comercial en las comunidades Ashaninkas del río pichis se ha caracterizado fundamentalmente por afectar sus sistemas tradicionales de subsistencia, es decir no se produjo un aumento de su productividad sino más bien se comprometió su base de subsistencia para la venta en el mercado.
La agricultura es en este sentido una actividad de subsistencia para los Ashaninkas, caracterizada por la poca producción para el mercado, los principales productos son: yuca, plátano, maíz, achiote, sandias, frijoles y arroz, el área cultivada es 2.25 has.en promedio por familia, que les permite satisfacer sus requerimientos monetarios básicos.
Los Ashaninkas, organizan la actividad agrícola con relación al tiempo y a las condiciones climáticas.
d. Ganadería
La actividad ganadera en el valle del río Pichis ha sido desarrollada por hacendados que incursionaron en los años 60, los mismos que establecieron grandes pastizales en propiedades colindantes con las comunidades de los Ashaninkas. La participación de los indígenas en esta actividad se limito en los inicios a desarrollar trabajos como obreros agrícolas en la apertura de bosques y establecimiento de pastizales.
Años más tarde la actividad ganadera fue impulsada por el Proyecto Especial (PEPP) los mismos que no tuvieron mayor repercusión por el trabajo que este demandó como el establecimiento de pastos, construcción de cercos y el daño a las chacras, sumado a esto la no-disponibilidad de dinero para el adecuado cuidado del ganado.
Algunas comunidades poseen ganados de manera comunal los mismos que se encuentran abandonados ya que nadie se encarga de ellos, tal es el caso de la comunidad de San Fausto, otras comunidades tuvieron iniciativas propias para la adquisición de ganados (intercambiando especies forestales) como es el caso de la comunidad de Puerto Davis quienes ya realizaron dos reparticiones, sin embargo ningún comunero quiere llevarse el ganado por que no dispone de áreas abiertas y cercadas para su crianza. Es necesario recalcar que la crianza de ganado para algunas familias Ashaninkas representa un ahorro para cualquier emergencia.
e. Relaciones de comercio
En cuanto al consumo interno de las poblaciones Ashaninkas la yuca es el principal producto que sustenta la alimentación de la población acompañado del plátano y la pesca, teniendo una menor participación la caza por escasez de especies.
Sin embargo los sistemas productivos Ashaninkas se han visto presionados por necesidades creadas por el mercado en expansión (aceite, machete, vestidos, motores, motosierras, gasolina, baterías, etc.), en tal sentido los Ashaninkas han ensayado formas de participación en la economía regional.
Una de las respuestas más eficaces para la obtención de dinero ha sido la extracción forestal que en la actualidad consiste en la venta de árboles a los madereros, a un costo promedio de 0.10 céntimos el pie cúbico. Otra de las respuestas tienen que ver con la producción para el mercado con una serie de productos que han sido objeto de promoción por diversas instituciones, tal es el caso del achiote y el arroz que en la actualidad no tienen precio real en el mercado (0.30 Y 0.40 céntimos) Pero el principal problema radica en las condiciones en que el Ashaninka realiza la venta de sus productos en los mercados locales.
En el Valle del Río Pichis existen unos pocos comerciantes que tienen el virtual monopolio en la compra de los productos agrícolas, estos comerciantes se hallan en situación ventajosa ya que saben que los Ashaninkas rara vez tienen conocimiento de los precios en el mercado, así como su situación de desventaja al llegar al mercado con sus productos, los mismos que no pueden ser transportados de regreso a su comunidad, viéndose de esta forma en la obligación de vender su producto a los precios impuestos por el comerciante.
Otra modalidad de explotación y abuso es protagonizado por los comerciantes ínter fluviales que llegan hasta las comunidades a bordo de una lancha con un sin fin de productos industriales, los mismos que son intercambiados con precios elevados por productos agrícolas (con precios por debajo de los ofertados en Puerto Bermúdez) o son entregados a cuenta de futuras cosechas, quedando de esta forma comprometida la cosecha posterior, independientemente del alza de costos que estas puedan alcanzar, este monopolio de los canales de comercialización y de la información comercial ha llevado ha que los comerciantes establezcan precios bajos en relación con la Merced (a 120Km.) considerando los costos de transporte y operación.
Por esta razón muchos productores, manifestaron que es más efectivo vender su fuerza de trabajo (S/ 10.00 día), que tener que producir, cosechar y transportar sus productos para luego venderlos a precios irrisorios. En la actualidad muchos Ashaninkas se limitan a vender sus productos agrícolas para satisfacer sus necesidades básicas (sal, azúcar, vestido, pilas, etc.) en este sentido no es raro ver a Ashaninkas navegando en balsas con destino a Puerto Bermúdez transportando de 10 a 15 Kg de achiote u otro producto.
La venta de fuerza de trabajo indígena es ampliamente practicada por los Ashaninkas sobre todo de las comunidades cuya ubicación es próxima a asentamientos colonos, esta actividad se presenta en mayor grado durante los meses de enero a marzo en que los ríos y quebradas se cargan y posibilitan la extracción de madera aserrada durante el verano y el inicio del año escolar.
f. Fuentes generadoras de ingresos diferentes a la producción agrícola y pecuaria
Uno de los aspectos importantes para generar alguna alternativa de desarrollo para la población nativa es entre otros conocer la voluntad de trabajo de los Ashaninkas para esto consideramos verificar las fuentes de ingreso económico de los mismos, a si encontramos:
Del cuadro se desprende que el 38.50% vende su fuerza de trabajo a través de una u otra actividad, y el 38.46% genera sus ingresos vendiendo resinas y caza para venta u otras actividades con autonomía de decisión, quedando un 22.84% que no vende su fuerza de trabajo. Debemos destacar que la venta de fuerza de trabajo o de “productos indígenas” no son constantes ya que solo ocurren esporádicamente cuando las necesidades ejercen presión.
g. Participación en el mercado
Si bien los Ashaninkas conservan muchas de sus estrategias de subsistencia para mantener a sus familias, (caza, pesca, recolección, horticultura) en esta parte pretendemos describir las estrategias que los Ashaninkas han ido adaptando para generar ingresos económicos. Estos cambios se presenta con mayor frecuencia y variabilidad en las comunidades con mayor contacto, sin embargo los comuneros mantienen cierta independencia en relación con el mercado siendo su incursión esporádica, la misma que cesa cuando su necesidad es satisfecha.
• Venta de animales de caza
La ubicación estratégica de la Comunidad al pie del Bosque de Protección San Matías y al lado de la Reserva la esperanza -a pesar de la avanzada presión sobre los recursos en el ámbito- ha permitido que los Ashaninkas de Cajonari puedan abastecerse de carne para su subsistencia, no es raro encontrar a familias durante una visita consumiendo proteínas de fuente animal obtenidas en el bosque. Esta situación ha permitido que muchas de las familias generen ingresos económicos cambiando el destino de los frutos de la caza destinadas para el consumo familiar hacia el mercado local. En este entender no es raro encontrar en los restaurantes del lugar platos a la carta en base de carne exótica.
De los animales ofrecidos por los Ashaninkas en orden de prioridad son: Majas (Agouti Paca), Sajino (Tayasu Talucu) y Venado
De estas tres especies el Majas es el más vendido por los Ashaninkas, el costo por kilo de carne de cualquiera de estas tres especies es de S/5.00; es necesario resaltar que los Ashaninkas realizan esta actividad solo para cubrir sus necesidades más urgentes así por ejemplo para comprar útiles escolares en el mes de abril, para las elecciones, para asistir a los congresos convocados por sus federaciones, etc.
En conclusión esta actividad representa aún que de manera esporádica una fuente de ingreso para los Ashaninka de San Carlos-Cajonari.
• Venta de fuerza de trabajo
La venta de fuerza de trabajo se ha convertido para los Ashaninkas en un recurso que les permite obtener algún tipo de ingreso económico, muchos comuneros trabajan en las reforestaciones que se llevan acabo en la zona (a cargo del Comité de Reforestación), en fundos de patrones ganaderos, con madereros ilegales, etc. Percibiendo de S/. 10.00 a S/. 12.00 el jornal. Otra modalidad de venta de fuerza de trabajo lo realizan a través de contratos puntuales para aperturar bosque, instalar cultivos, pastizales, extracción de madera a través de habilitadores. Esta ultima modalidad a diferencia del jornal es para los Ashaninkas mas efectiva en términos económicos, por que se puede recibir el ingreso de forma efectiva
• Venta de sangre de grado
Otra de las estrategias adoptadas por los comuneros, aún que de manera muy esporádica es la venta de sangre de grado a los comerciantes de la zona, por un galón se obtiene alrededor de S/50.00, pero los precios del producto son muy fluctuantes y no es una actividad permanente. La cercanía al Bosque de Protección San Matías les ha permitido obtener las resinas con cierta facilidad, pero en la actualidad estas se encuentran más distantes, de ahí que algunos comuneros vienen realizando plantaciones con esta especie.
• Venta y construcción con hojas de yarina
Existen comunidades donde se han realizado reforestaciones con Yarina, que hoy constituyen para algunas familias una forma de obtener ingresos economicos, se venden durante todo el año a razón S/. 0.20 Céntimos la hoja a los colonos establecidos en los principales puertos o ciudades como Lorencillo, Union Ciria, Bermudez, Palcazo. A si como ha comuneros que no cuentan con este recurso; ahora bien en una vivienda estándar en la zona (7x5), entran alrededor de 1.500 hojas, logrando de esta forma obtener un ingreso de S/.300.00 por este concepto, de la misma forma para el caso de las ventas fuera de la comunidad, el tejido del techo llega ha costar S/. 250.00 por vivienda.
• Elaboración de fariña
La fabricación de Fariña, basándose en yuca es una actividad antigua en la zona que data del tiempo del boom de la madera, dicho producto es consumido ampliamente por los madereros que se internan en el bosque.
En las comunidades existen familias que se dedican a la elaboración de fariña de manera artesanal, utilizando para ello yuca, unas cuantas tablas y unas piedras como prensa. La fariña elaborada es vendida a S/. 1.00 el kilo a las tiendas en los mercados locales y a los madereros que visitan a estas familias en las comunidades. Existen familias que llegan a procesar 1ha. por año (considerando que no están dedicados con exclusividad a esta actividad).
• La realización de actividades deportivas
Estas actividades son generalizadas en todas las comunidades, son conocidas por los colonos con denotaciones prejuiciosas como masateadas o borracheras, desconociendo el mundo de relaciones sociales y estrategias de ingreso que esta actividad encierra para la comunidad organizadora.
La realización de esta actividad consiste en llevar acabo primeramente una asamblea en la comunidad, donde se acuerda recaudar fondos para diferentes propósitos, los mismos que pueden ser para hacer gestiones en La Merced ante instituciones como: FONCODES, CARITAS, REGION, para pintar las aulas de la escuela o arreglar las carpetas. (Ejemplos todos recogidos de actividades llevados a cabo en Mosquito Playa) Luego se acuerda la cantidad de kilos de masato (generalmente 12kg.) que debe aportar obligatoriamente cada mujer y una cantidad simbólica en soles (S/. 5.00) que debe llevar cada comunero obligatoriamente en especie, ya sea carne exótica, gallinas, verduras, condimentos, etc. (esta situación destaca nuevamente la complementariedad del varón y la mujer esta vez en un espacio colectivo)
Posteriormente se organiza el grupo responsable que se encargara de llevar acabo dicha actividad (generalmente lo componen de 07 a 10 personas). El grupo ya establecido se encarga de remitir invitaciones a los diferentes equipos existentes en el ámbito de comunidades y colonos. Del mismo modo se encarga de elegir un subgrupo encargado de elaborar los platillos que se ofrecerán a la venta con la colaboración de los comuneros.
Una vez llegado el día se juntan por Ej. 400 Kg, de masato, se prepararon diferentes platos (cabe resaltar que todas las entregas son llevadas bajo un estricto control bajo peso y medida, determinando de esta manera la participación de los comuneros), se instalaron los equipos de sonido y se instalaron las diferentes mesas deportivas (fútbol y voley)con las inscripciones de los equipos participantes ( se debe mencionar que la comunidad no arriesga dinero en los premios, sino más bien con las inscripciones de los equipos presentes es que se arman los premios en ese mismo momento)
La actividad puede durar de 01 a 02 días de acuerdo a la cantidad de equipos inscritos y de Masato y comida ofrecida a la venta. Un galón de masato llega ha costar S/. 3.00 y un plato de comida a S/. 3.50 (caldo de gallina, estofado de majas, estofado de gallina, asado de sajino, etc.) El grupo trabaja durante los dos días sin beber ya que son responsables de la actividad, el resto de la comunidad celebra la fiesta y se embriaga.
El éxito de la actividad esta sujeta a la cantidad de equipos participantes, en las actividades que presenciamos se llegaron a juntar sumas de S/. 450.00 y 250.00 en respectivas oportunidades. Debemos señalar que estas actividades representan el ámbito de lo colectivo en la comunidad, junto a las mingas, existiendo ámbitos individuales como el trabajo en pequeños grupos de 03 familias (para actividades agrícolas) donde no es obligación la preparación de masato, diferentes a las mingas en que participan de 5 a más comuneros y con la elaboración de masato por parte de la familia o comunidad organizadora.
PROBLEMÁTICA DE LAS COMUNIDADES
a. Deterioro de los niveles de vida
Los intentos del Estado por incorporar al sector indígena a la economía nacional en busca de su bienestar y consecuente desarrollo ha ocasionado en las CC. NN. del río pichis efectos contradictorios, los indígenas al mantener su autonomía frente a la economía de mercado, alcanzan niveles de vida óptimos, gracias al manejo uso y control de recursos naturales establecidos por su sociedad. Al producirse el contacto con la sociedad mayor se trastoca su modo de vida, estructura económica, impactando en la satisfacción de sus vitales necesidades y en consecuencia haciéndose cada vez, más dependientes del mercado que afecta y debilita su cultura. El abastecimiento de los recursos ha disminuido considerablemente por la tala indiscriminada del bosque y con ellos se ha alterado la cadena trófica, el habitad de importantes especies de fauna silvestre, que han reducido considerablemente la productividad del bosque y por la elevada presión sobre los recursos de caza y pesca ejercida por una creciente población.
En consecuencia estos cambios han influido en el deterioro de sus niveles de vida y han desequilibrado sus sistemas tradicionales de producción, que no pueden cubrir estas nuevas necesidades. Adicionalmente el agotamiento del modelo de desarrollo extractivo - comercial, la baja productividad agrícola, a si como la política de precios ha conducido al empobrecimiento no solo de la población indígena si no también de la población colona.
b. Paternalismo o desarrollo en las comunidades
En la cuenca del río Pichis las Comunidades Nativas han sido objeto de diferentes proyectos y políticas de desarrollo de corte paternalista, así seda el RIMANACUY (1982) por medio de la cual las CC. NN. reciben ciertas cantidades de dinero para su libre disponibilidad.
A mediados de los 80 el Banco Agrario hace su presencia en la zona promoviendo el cultivo a través de créditos agrícolas, esta iniciativa del estado se caracterizo por ser un programa aislado que no consideraba el monopolio comercial por los patrones, una población nativa no familiarizado con prestamos ni devoluciones bancarias, llegando a condenar al prestatario irremediablemente al endeudamiento. (Narby 1986).
El Proyecto Especial Pichis Palcazu (PEPP) creado en 1980 con el objetivo de planificar y ejecutar un conjunto de actividades que canalicen el desarrollo rural integral en la selva central, tiene como propósito principal llevar acabo la colonización, propósito que fue contraproducente para el desarrollo de los pueblos Indígenas.
De este manera el PEPP, desarrolló diferentes proyectos en las CC.NN. como crianzas de: ovinos, gallinas, abejas, peces, cuyes; los mismos que fueron entregados a responsabilidad comunal siguiendo equivocadamente un modelo andino.
El Comité de Reforestación (en adelante el comité) impulso en el periodo de 1999, la reforestación en el ámbito del valle, a través de incentivos económicos. Consistente en la celebración de un contrato de reforestación.
El comité se comprometía a pagar S/. 270.00 por la instalación de 01 hectárea de reforestación, descompuesto de la siguiente manera: instalación S/. 150.00, primer mantenimiento S/. 60.00 y segundo mantenimiento S/. 60.00. Bajo este esquema se promovió la instalación de 400 has de especies forestales para la comunidad de Cahuapanas (cuya deforestación alcanza las 5.000 has).
Con esta política, los comuneros se motivaron a hacer la reforestación, más por obtener ingresos económicos, que por poseer una real conciencia ambiental. Así, muchos jefes comunales hicieron contratos comprometiéndose a realizar reforestación en el ámbito comunal, quienes una vez recibido los desembolsos del comité, no distribuyeron el dinero a los comuneros que realizaron sus respectivas reforestaciones.
Otros, solo sembraron en las partes cercanas a la inspección, quedando vacío el interior de las franjas, y por no cargar los plantones desde el río hasta el terreno definitivo, desnudaron las raíces de los plantones para transportarlos. Todas estas acciones se tradujeron en que el comité solo logre contabilizar 90 has.
Este tipo de intervención fundamentado en la beneficencia lejos de lograr el desarrollo anhelado por las CC.NN. del río Pichis, condicionaron los proyectos de desarrollo económico a la dependencia de regalos. No es raro llegar a una comunidad y escuchar las solicitudes de regalos de machetes hachas, ganado, etc, o la pregunta clásica ¿qué me vas ha regalar?
c. Narcotráfico
La producción cocalera en el valle del río Pichis para el narcotráfico, tuvo su primera gestación en el año 1988 aproximadamente; teniendo participación activa el sector colono a diferencia del sector indígena que se involucro a través de la venta de fuerza de trabajo en la instalación de cocales, o como “burrier” Inter.- fluviales y una mínima participación en el cultivo de coca directamente en sus comunidades.
Los casos dramáticos de participación de Ashaninkas en la actividad cocalera representa el caso de la comunidad de Cajonari, quienes ampliaron su pista de aterrizaje y transportaron droga desde la carretera hasta el lugar de despegue, sin mayor éxito por la oportuna participación del ejército, pero con impactos dramáticos para la comunidad.
En la actualidad el rebrote de esta actividad se viene suscitando en sectores de ocupación colona, las misma que tienen como algunas de sus fronteras a las Comunidades de Santariani, Quirishari (sectores Miraflores, San Carlos), Cahuapanas y El Porvenir.(Información de los Ashaninikas). Donde la participación de los indígenas en los rebrotes de la producción cocalera es mínima, sin embargo se tiene información que la participación de los Ashaninkas es a través de la venta de fuerza de trabajo y el establecimiento de cocales en sus comunidades.
Fuente: MANEJO DE CAUCHO SILVESTRE EN BOSQUES COMUNALES : “UNA APROXIMACIÒN DE LOS ASHANINKAS DEL RIO PICHIS ALMERCADO” presentado por Raúl Figueroa Santillana. MAESTRIA EN ESTUDIOS AMAZONICOS. Lima junio del 2005.
Documento completo http://ibcperu.org/doc/isis/6901.pdf

21 noviembre 2010

Danza de las Tijeras y Huaconada de Mito - Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

La danza de las tijeras

Inscrito en 2010 sobre la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Descripción ©2004 by National Institute of Culture
La danza de las tijeras se ha venido interpretado tradicionalmente por los habitantes de los pueblos y las comunidades quechuas del sur de cordillera andina central del Perú y, desde hace algún tiempo, por poblaciones de las zonas urbanas del país. Esta danza ritual, que reviste la forma de una competición, se baila durante la estación seca del año y su ejecución coincide con fases importantes del calendario agrícola. La danza de las tijeras debe su nombre a las dos hojas de metal pulimentado, parecidas a las de las tijeras, que los bailarines blanden en su diestra. La danza se ejecuta en cuadrillas y cada una de ellas –formada por un bailarín, un arpista y un violinista– representa a una comunidad o un pueblo determinado. Para interpretar la danza, se ponen frente a frente dos cuadrillas por lo menos y los bailarines, al ritmo de las melodías interpretadas por los músicos que les acompañan, tienen que entrechocar las hojas de metal y librar un duelo coreográfico de pasos de danza, acrobacias y movimientos cada vez más difíciles. Ese duelo entre los bailarines, llamado atipanakuy en quechua, puede durar hasta diez horas, y los criterios para determinar quién es el vencedor son: la capacidad física de los ejecutantes, la calidad de los instrumentos y la competencia de los músicos que acompañan la danza. Los bailarines, que llevan atuendos bordados con franjas doradas, lentejuelas y espejitos, tienen prohibido penetrar en el recinto de las iglesias con esta indumentaria porque sus capacidades, según la tradición, son fruto de un pacto con el diablo. Esto no ha impedido que la danza de las tijeras se haya convertido en un componente apreciado de las festividades católicas. Los conocimientos físicos y espirituales implícitos en la danza se transmiten oralmente de maestros a alumnos, y cada cuadrilla de bailarines y músicos constituye un motivo de orgullo para los pueblos de los que es originaria.
Documentos
• Expediente de candidatura: inglésfrancés
• Consentimiento de las comunidades: Spanish/English
Decisión 5.COM 6.35
The Committee (…) decides that [this element] satisfies the criteria for inscription on the Representative List, as follows:
• R1: La danza de las tijeras es un arte escénico ritual transmitido de maestros a alumnos, que se ha convertido en un símbolo de la identidad cultural de la población andina del Perú y que conserva su significado y sus funciones sociales para ésta, aun cuando se haya desplazado a las zonas urbanas.
• R2: La inscripción de la danza de las tijeras en la Lista Representativa podrá contribuir a la notoriedad del patrimonio cultural inmaterial, fomentando al mismo tiempo el diálogo intercultural y promoviendo el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.
• R3: Las medidas de salvaguardia previstas por las comunidades y el Estado tienen por objeto promover los trabajos de investigación, el reconocimiento de los depositarios de este arte tradicional y la creación de un centro cultural que desempeñaría la función de archivo, museo y lugar para encuentros de carácter cívico.
• R4: Los propios bailarines, por intermedio de la Asociación de Danzantes de Tijeras y Músicos del Perú y la Asociación Folklórica de Danzantes de Tijeras y Músicos de Huancavelica, han tomado la iniciativa de presentar la candidatura, han participado activamente en su preparación y han otorgado su consentimiento libre, previo y con conocimiento de causa.
• R5: La danza de las tijeras fue declarada en 2005 patrimonio cultural nacional por el Instituto Nacional de Cultura, a propuesta de las comunidades interesadas.
Fuente: Website de la UNESCO
http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00011&RL=00391



La huaconada, danza ritual de Mito
Inscrito en 2010 sobre la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Descripción ©UNESCO La huaconada, danza ritual de Mito
La huaconada es una danza ritual que se representa en el pueblo de Mito, perteneciente a la provincia de Concepción, situada en la cordillera andina central del Perú. Los tres primeros días del mes de enero de cada año, grupos de hombres enmascarados, denominados huacones, ejecutan en el centro del pueblo una serie de danzas coreografiadas. Los huacones representan el antiguo consejo de ancianos y se convierten en la máxima autoridad del pueblo mientras dura la huaconada. Ponen de relieve esta función tanto sus látigos, llamados “tronadores”, como sus máscaras de narices prominentes que evocan el pico del cóndor, criatura que representa el espíritu de las montañas sagradas. En la danza intervienen dos clases de huacones: los ancianos, vestidos con atuendos tradicionales y portadores de máscaras finamente esculpidas que infunden respeto y miedo; y los más jóvenes, engalanados con indumentarias de colores y portadores de máscaras que expresan terror, tristeza o burla. Durante la huaconada, estos últimos ejecutan una serie de pasos de danza estrictamente limitados en torno a los ancianos que, debido a su edad, gozan de una mayor libertad para improvisar movimientos. Una orquesta toca diversos ritmos al compás de la “tinya”, un tamboril indígena. La huaconada, que es una síntesis de diversos elementos andinos y españoles, integra también nuevos elementos modernos. Sólo pueden ser huacones los hombres de buena conducta y gran integridad moral. La danza se transmite tradicionalmente de padres a hijos y los vestidos y las máscaras se heredan.
Documentos
• Expediente de candidatura: inglésfrancés
• Consentimiento de las comunidades: Spanish/English
Decisión 5.COM 6.34
The Committee (…) decides that [this element] satisfies the criteria for inscription on the Representative List, as follows:
• R1: La huaconada, danza ritual, ha sido continuamente adaptada y transmitida de generación en generación por los habitantes de Mito y, además, este elemento cultural ritma su vida comunitaria y constituye un reflejo de su identidad cultural local.
• R2: La inscripción de la huaconada de Mito en la Lista Representativa podrá contribuir a una mayor notoriedad del patrimonio cultural inmaterial, así como a poner de manifiesto su capacidad para sintetizar influencias de orígenes diversos.
• R3: Las medidas de salvaguardia elaboradas por las comunidades y el Estado tienen por objeto promover los trabajos de investigación, el reconocimiento de los depositarios de este arte tradicional y la fabricación de instrumentos tradicionales, atuendos, máscaras y otros objetos utilizados en la danza.
• R4: Las comunidades, por intermedio de la Sociedad de Huacones de Mito, han tomado la iniciativa de proponer la candidatura y han participado activamente en su preparación, otorgando su consentimiento libre, previo y con conocimiento de causa.
• R5: La huaconada fue declarada en 2003 patrimonio cultural nacional por el Instituto Nacional de Cultura, a propuesta de las comunidades interesadas.
Fuente: Website de la UNESCO
http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00011&RL=00390

30 octubre 2010

Turismo Rural Comunitario en el Peru - Puno

El lago Titicaca es sin duda uno de los mayores patrimonios naturales con que cuenta la humanidad. La importancia del lago para la cultura andina es inmensa: sus aguas desde siempre han significado para el hombre una fuente de recursos, ya que, al calentarse durante el día, crean diversos hábitat, que en distintos tiempos de la historia han servido para el sustento humano. Cerca del puerto de Puno, y hacia la península de Capachica, se extiende la Reserva Nacional del Titicaca, un área protegida que el tiempo y el descuido contaminaron en exceso, pero que hoy se encuentra en proceso de recuperación.
Actualmente Puno es un centro muy apreciado por el turismo, como destino en sí mismo o como punto de paso hacia Bolivia. La visita turística convencional incluye la ciudad de Puno, las ciudades lacustres y las islas peruanas de Uros, Taquile, Amantaní y Suasi. El visitante en estos espacios, toma contacto con comunidades de data muy antigua, que comparten sus formas de vida con él y le ofrecen sus espléndidos tejidos.
Conscientes del valor que tiene hoy la cultura viva para los viajeros de todo el mundo, una serie de comunidades puneñas se han abierto al turismo vivencial y rural, tanto en las islas como en el continente. Allí están los emprendimientos de Taquile, de Amantaní, de Uros, de Llachón. Estos emprendimientos se combinan de peculiar manera con aquellos situados al sur del Cusco, como para que el viajero, al recorrerlos, se haga una idea sobre la diversidad existente en el corredor sur andino del Perú.
Puno y lago Titicaca
Taquile es una de las islas del lago Titicaca y sus pobladores integran la comunidad campesina del mismo nombre; ellos son de origen quechua, enclavados en una región básicamente aimara. Hasta la década de 1970, Taquile era una comunidad cerrada al contacto con el mundo exterior. Poco a poco, y mediante el trabajo de entidades religiosas, promotores individuales y organismos no gubernamentales, la comunidad fue abriéndose a un turismo no convencional, que acudía a la isla atraído por la idea de convivir por unos días con los pobladores, aprender de la cultura tradicional y conocer los tejidos.
El turismo ha significado para los taquileños una oportunidad privilegiada para mejorar su situación económica, ya que la agricultura ha sido siempre una actividad precaria debido a la escasez de tierras y la inaccesibilidad a los mercados, mientras que la pesca es solo para el autoconsumo. El proceso de integrarse al turismo fue lento y en algunos aspectos, problemático para los taquileños. Muchos de ellos, sobre todo los ancianos, se oponían a la visita de foráneos. El aislamiento había criado personas marcadas por una gran timidez, además que el número de pobladores bilingües –quechua y castellano– era
muy escaso. En una década, sin embargo, todo eso cambió.
Desde que se inició el emprendimiento vivencial de Taquile hasta mediados de la década de 1980, el turismo se mantuvo controlado por los mismos isleños. Las embarcaciones pertenecían a socios de la comunidad, el hospedaje y la alimentación se ofrecían en casas pero se manejaban colectivamente. Bajo el mismo principio comunitario se creó la tienda comunal de artesanía, en funcionamiento hasta hoy. La comunidad gestionaba todas las actividades en el marco del beneficio común, y ello contribuyó a que una serie de tradiciones se mantuvieran de manera homogénea, sobre todo en lo que respecta a la conservación del antiguo pueblo de casas de piedra. A finales de la década de 1980 se desató un turismo intensivo, que hizo crecer al centro poblado y conllevó un cambio en la gestión, que comenzó a ser de carácter individual. Se singularizaron las casas hospedaje y proliferaron los pequeños restaurantes y las tiendas de artesanía. Muchas cosas cambiaron en Taquile a lo largo de un proceso no exento de conflictos; sin embargo, en la actualidad los isleños están rescatando las raíces del proyecto primigenio. Un elemento que ha resultado decisivo para retomar estos principios, fue la categorización del tejido tradicional taquileño como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por UNESCO.
Actualmente las posibilidades de visitar la isla son múltiples y dependen del tiempo, interés y capacidad de gasto del viajero. Una buena proporción de turistas hacen un recorrido breve, que forma parte de un circuito con otras islas como Amantaní y Uros. Sin embargo, otro número importante elige quedarse a pasar una o dos noches en alguna casa hospedaje familiar, lo que sigue siendo una experiencia muy grata. Subsiste la visita tradicional, que lleva directamente al turista al centro del poblado en el sector de Chuño Pampa, pasando por restos preíncas y permitiéndole observar un entorno paisajístico espectacular. Recientemente, dos sectores de la comunidad, llamados Huayllano y Collino, han desarrollado un producto distinto, que comienza con una bienvenida en la que se ofrecen muy buenos platos de gastronomía local en un bufet donde se lucen las truchas, las papas, la quinua, las ocas, entre otros productos propios. La visita continúa, guiada por comuneros muy bien informados, y se detiene en los diversos sitios arqueológicos. Allí se realiza un pago a la Pachamama, de importante significado para la religiosidad
quechua. El atardecer en el lago regala al viajero imágenes probablemente nunca vistas, que traen un mensaje hipnótico sobre el valor de la naturaleza, en medio de un silencio que llama a la meditación.
Luego de una cena ligera, los viajeros son recibidos en las casas familiares, donde los espera el calor de una buena cama y una conversación siempre interesante, antes de descansar.
El gran tema del día siguiente es el conocimiento del tejido tradicional en todas sus fases, así como la posibilidad
de adquirir piezas que en verdad son únicas, dentro del vasto mapa del tejido tradicional del sur andino.
EL GRAN RETO *
“La comunidad, que alcanza los dos mil habitantes, recibe ahora alrededor de 50 mil turistas al año, 25 veces su población. Una situación de esa envergadura plantea enormes retos sobre la capacidad organizacional de cualquier centro turístico, y de forma particular en el caso de Taquile que carece de tradición empresarial para este tipo de actividades y que dispone apenas de 12 km2, mayoritariamente conformados por laderas pedregosas. En la actualidad,
Taquile se resiste a la influencia cultural extranjera, y la preocupación de los isleños es el manejo adecuado de esta actividad que se ha convertido en su principal fuente de ingresos. Entre los años 1991 y 1992, el 87% de visitantes fueron extranjeros. Esta misma afluencia puede significar la progresiva pérdida de su cultura, que es su principal capital social”.
TEXTILES TRADICIONALES DE TAQUILE
En las culturas quechua y aimara el tejido es un elemento cultural esencial. Prendas tejidas se emplean para transportar semillas y alimentos, abrigarse o llevar a las guaguas. En las relaciones sociales el tejido es un regalo y también, una muestra de estatus social. La antropología ha determinado cómo en las piezas se traman los mundos humano y divino. La tradición textil “escribe” rituales, y ceremonias. El arte textil taquileño se caracteriza por la combinación de colores muy llamativos, con el negro predominante en faldas y pantalones.
Las prendas típicas de la isla son las fajas, o chumpis, y los gorros, que son indicativos del estado civil de quien los porta. Hay quien dice que en los bordados está registrada la historia familiar de los tejedores. En 2005, UNESCO otorgó al tejido tradicional taquileño la categoría de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Llachón
A Valentín Quispe, comunero de Llachón, no le gusta el culto a la personalidad y prefiere la modestia a la hora de relatar la historia del proyecto de turismo rural y vivencial que tan bien se desarrolla en su tierra. Pero lo cierto es que Valentín ha sido el gestor y líder de una idea que en sus inicios no fue fácilmente comprendida por la comunidad, pero que ahora compone la mayor fuente de ingresos para todas las familias locales.
Como ha ocurrido con iniciativas comunitarias similares, los habitantes de Llachón veían pasar a los turistas de largo, sin que este flujo impactara positivamente en su economía. Fue hace casi una década que Valentín, ante la imagen de las lanchas llenas de viajeros que se iban a Taquile y Amantaní, decidió que era el momento de crear un nuevo circuito, que atrajera visitantes interesados específicamente en convivir con su comunidad, en una relación de aprendizaje mutuo. La naturaleza, a favor de esa idea, ha dotado a Llachón de unos paisajes indescriptibles, que van variando según las horas del día y el transcurso del Sol. A ello hay que añadir, como principal capital, que la comunidad haya sabido mantener su arquitectura tradicional, construcciones en piedra techadas con ichu; y que haya mantenido sus actividades ancestrales, como la agricultura y la pesca, en armonía con el medio ambiente.
Llachón es una comunidad amplia y agrupa a 1.330 comuneros pertenecientes a 280 familias. La tradición agrícola y pesquera había creado una cultura laboral basada en los ciclos de la naturaleza antes que en los movimientos del mercado; por ello, la idea de ofrecer servicios turísticos que se interrelacionaran con un sistema mayor donde participan operadores, promotores y entidades del Estado, a los comuneros les parecía un salto difícil de dar. Poco a poco Valentín consiguió crear la Asociación de Promoción de Turismo de Llachón, compuesta por las primeras familias que se mostraron abiertas a adaptar parte de sus casas como hospedaje.
Ello significaba invertir dinero en la construcción de cuartos y baños, además de adquirir muebles y utensilios. También, exigía aprender un know how completamente nuevo y desconocido. En pro de esto estaba el espíritu de la gente quechua, muy emprendedora y a la vez cordial con el visitante.
En Llachón hay disponibles más de cincuenta camas, distribuidas en las casas de las familias integradas a la asociación. Los cuartos son una delicia: abrigados, simples, donde el sencillo mobiliario y el menaje están confeccionados con materiales locales (repisas de palo, cortinas de totora y mantas tejidas por los comuneros). Por la ventana de cualquier habitación es posible apreciar el paisaje lacustre, y le recomendamos buscarlo especialmente al amanecer y a la hora de la caída del sol. El paisaje natural se enriquece con la vista de las montañas llenas de andenes preíncas y los bosquecillos de eucalipto que rodean la comunidad. Ese es el escenario donde habitan los comuneros y comuneras; allí cultivan, pescan, tejen y hacen las labores domésticas. De allí salen y allí vuelven luego de realizar sus gestiones en Juliaca o en Puno. Y desde allí ven llegar, con satisfacción, las embarcaciones o las camionetas que traen a los viajeros que ya no se siguen de largo.
Valentín tiene las cosas muy claras, y es muy bueno conversarlas en su propia casa, mientras el viajero conoce también a su esposa Lucila y a sus hijos Carolina y Raúl. En opinión de Quispe, compartida por toda la comunidad, la esencia del emprendimiento es el valor de lo tradicional, y en ese proceso están actualmente, mientras enfrentan los impactos del éxito. Así, la comunidad se ha comprometido a que no va a vender sus tierras, pues la imagen de hoteles de cemento aledaños a sus hermosas casas de piedra, les resulta incomprensible. La calidad del proyecto y el liderazgo de Valentín han sido las razones por las cuales una serie de entidades de cooperación le hayan dado su apoyo; por ejemplo, para construir la carretera que parte de Juliaca, o para capacitaciones y pasantías. Hace poco, el Mincetur –a través del Plan Copesco– suscribió un convenio con los alcaldes de la zona para mejorar los sistemas de agua y desagüe de las comunidades, como parte de un proyecto más amplio que incluye implementación de espacios públicos, alumbrado y señalización. No cabe duda que el despunte de Llachón comienza a dar sus primeros frutos.
TITIKAYAK
Ese es el marketero nombre de una actividad añadida que dota al proyecto vivencial de una experiencia deportiva de aventura. En asociación con la antigua y prestigiosa empresa de turismo de aventura Explorandes, Llachón ofrece salidas para navegar por el lago en kayak, algo que nunca había sido visto por las poblaciones locales. La empresa puso las embarcaciones y capacitó a comuneros jóvenes en el manejo y en el guiado. Cuenta Valentín que esta iniciativa fue muy difícil de aceptar por la comunidad en un inicio pero que el argumento de que se trata de un deporte completamente amistoso con la naturaleza, le dio la legitimación. Las excursiones pueden tomar unas horas o varios días, y permiten bordear orillas de playas llenas de totorales (especialmente Escallani y Chifrón), observar las andenerías y las cordilleras, descender en diversos puntos, respirar un aire purísimo y sentir la paz más absoluta, mientras se rema.
Anapia
Desde hace unos años, el proyecto de Anapia viene recibiendo viajeros de todo el mundo, interesados en descubrir culturas antiguas en el contexto de una naturaleza privilegiada, como es la del lago Titicaca. Son viajeros respetuosos e informados de cómo se vive en el altiplano, entre carencias y desafíos. Regularmente visitan la isla estudiantes en grupos, que se enriquecen con una experiencia vivencial única, intermedia entre el voluntariado social y el turismo. Jóvenes que se instalan en las islas para colaborar con los pobladores, trabajando en el mejoramiento de sus casas o en el campo.
El origen del proyecto vivencial de Anapia se remonta al año 1998, cuando se creó en la isla, por impulso de una joven especialista en turismo llamada Eliana Paúca, la Asociación de Desarrollo de Turismo Sostenible (ADETURS), conformada por 58 familias que actualmente brindan diversos servicios de hospedaje, transporte en lancha, paseos en velero y alimentación. Los resultados del emprendimiento en cuanto a mejorar las condiciones de vida de la comunidad saltan a la vista, sobre todo, en el ánimo de la gente, sereno, sosegado y cordial.
Los servicios de hospedaje y alimentación en Anapia se dan en las casas, y tienen capacidad para unos treinta viajeros. Aquí no hay albergues ni hoteles: la esencia del proyecto está en compartir la vida del poblador local. Los comuneros han añadido un dormitorio y un baño a sus viviendas. Las habitaciones son cálidas y las camas están cubiertas con abrigadoras frazadas que hacen olvidar el frío de la noche. Las comidas que se sirven son sencillas y se basan en papas, ya que en el archipiélago se producen magníficos tubérculos de gran variedad que son acompañados con porciones de trucha fresca y ocas.
El visitante llega a la isla Yuspique y es conducido a las alturas para que aprecie las vicuñas de la comunidad. A inicios del proyecto estos camélidos sumaban una veintena, hoy superan el centenar. Luego el viajero es guiado hasta un mirador que en tiempos preíncas sirvió para observar los astros en función de las decisiones que demanda la actividad agrícola. Muy cerca se encuentran chullpas (tumbas de piedra) pertenecientes a la cultura Pukina.
En este sector de Yuspique también se aprecian cultivos rotativos de papas, habas y cebada, pensados desde siempre para alimentar a la población siguiendo sistemas que en lugar de empobrecer la tierra, la mantienen viva y fértil.
De regreso al embarcadero, las señoras reciben al viajero con una sorpresa llena de color y sabor: bajo un toldo lleno que protege las cabezas de la intensa radiación solar, está puesta una mesa con los resultados de una maravillosa huatia, un tipo de pachamanca andina que se hace solo con papas y habas.
Las comuneras de Anapia acompañan con generosidad esta huatia colorida y sabrosa, con algunos pejerreyes recién pescados, que son una delicia. Este almuerzo es una gran ocasión para conversar con los anfitriones sobre su proyecto: ellos a su vez siempre están ávidos por conocer qué pasa en otros lugares del Perú y del mundo. El buen humor termina por distender la reunión, hasta que algún comunero da la voz para salir a navegar en velero, antes de que la tarde avance.
Los veleros son las embarcaciones que los comuneros usan para salir a pescar todos los días. La vuelta que dan al visitante incluye el ingreso a los canales que circulan entre las islas y luego salen al lago amplio y despejado, en cuyos bordes remotos brilla la impresionante cordillera Real, con sus nevados teñidos de colores intensos por la luz de la tarde.
En el contacto con el turismo se han dado fenómenos muy interesantes en la población de Anapia. Por ejemplo, la comunidad cuenta con una biblioteca creada gracias a las donaciones de los visitantes. En ese local se suelen realizar por las noches reuniones entre viajeros y comuneros, en las que fluye el diálogo y se dan a conocer aspectos de la realidad que muchas veces el turismo convencional soslaya, como son las condiciones cotidianas de
vida, lo que significa vivir al lado de una frontera y las proyecciones de los comuneros hacia el futuro.
QUECHUAS Y AIMARAS
Las provincias del departamento de Puno donde que se habla aimara son: la antigua Huancané; Moho, que antes formaba parte de la anterior; y Chuchito, cuya capital es Yunguyo, y que incluye a Juli, uno de los principales centros
de cultura aimara en todo el altiplano. Además, se calcula que un 50% de los habitantes de la propia provincia de Puno hablan esa lengua.
Tradicionalmente se ha asociado al norte puneño con la cultura quechua y al sur, con la aimara. Las provincias puneñas quechuas son Sandia, Carabaya, Melgar, Azángaro, Lampa y San Román. El archipiélago de Anapia se enclava plenamente en la nación aimara.
Amantaní
Los paquetes turísticos convencionales suelen hacer un full day en tres de las islas de Titicaca: Uros, Taquile y Amantaní; la navegación entre las dos últimas toma unos cuarenta minutos. La desventaja de este recorrido es que no da el tiempo suficiente como para que el viajero profundice en la diferencia entre los tres emprendimientos.
Amantaní tiene rasgos propios sumamente interesantes que ameritan quedarse al menos dos días y una noche, hospedándose en alguna casa familiar.
Ubicada a 3.817 msnm, Amantaní tiene una extensión de 9 km2, y su naturaleza es más diversa que en las otras islas: muestra presencia de plantas arbustivas como la cantuta, la muña, la tola, entre otras. Cuenta con varios manantiales permanentes, lo que permite el desarrollo de agricultura de riego. Además, en sus riberas el clima es templado, y crea un hábitat apto para cultivos combinados. Son ocho las comunidades de Amantaní dedicadas a la agricultura, la pesca de autoconsumo, la artesanía y el turismo: Pueblo, Santa Rosa, Lampayuni, Sancayuni, Occosuyo, Incatiana, Villa Orenojón y Colqui Chaqui.
El proyecto turístico de Amantaní surge posteriormente al de Taquile, por tanto, aprende de este sus aciertos. Uno de ellos ha consistido en mantener sólido el vínculo comunitario en la gestión y prestación de servicios, gracias a lo cual la experiencia de convivencia con las familias resulta sosegada y ordenada. La isla cuenta con atractivos naturales que están dados por el paisaje lacustre y las elevaciones en tierra, que se acercan a los 4.200 msnm (monte Llacastiti). En el territorio hay también buenas muestras arqueológicas, y como siempre, una cultura viva intensa; prueba de ello es la posibilidad que tiene el viajero de hacer contacto con algún yatiri, que es como se llama al chamán en lengua aimara.
La población de Amantaní suma unas 4.000 personas organizadas en 800 familias, repartidas en las ocho comunidades. El turismo es un recurso que se maneja en base a la propiedad comunal, que controla el sistema de transporte en lanchas y botes, los hospedajes, la alimentación y en parte, la artesanía, que está compuesta por tejidos (de similar calidad a los taquileños), el tallado en piedra (proveniente del Llacastiti), algo de destilería y la peletería. Esta última actividad, que toma el insumo de la alpaca, es la que sigue uniendo a los naturales de la isla aún cuando hayan migrado a distintos puntos del país.
El proceso del emprendimiento de Amantaní es muy interesante, y surge cuando a fines de la década de 1970, el gobierno de entonces desarrolló programas de promoción artesanal. A estos se suman las iniciativas para recuperar los restos precolombinos, sobre todo los dos templos situados en las partes altas y que corresponden posiblemente a las culturas Pucará o Tiahuanaco, y que actualmente se denominan Pachamama y Pachachata. Poco a poco, con la llegada de los primeros grupos de viajeros, se fue estableciendo el sistema comunal de hospedaje y alimentación, mientras se consolidaba la feria artesanal, en la temporada alta europea (julio-agosto). También se rescató la tradicional fiesta de San Sebastián, que se celebra a inicios del año.
La estadía del viajero en Amantaní le abre la oportunidad de conocer todos estos rescates culturales, guiado por los lugareños, quienes dan la información desde el fondo de sus propias experiencias. La totalidad de los varones de la isla son bilingües, mientras que las mujeres que hablan el castellano están en menor proporción. Como sucede en Taquile, el textil tradicional de aquí es una verdadera maravilla, que se puede reconocer en sus distintas etapas de producción. Llevarse una pieza tejida de Amantaní será una manera de perpetuar la experiencia obtenida en el viaje, y la oportunidad de contar con la expresión de un tesoro ancestral. Los alimentos que se ofrecen en la isla son tradicionales, el viajero nunca recibirá fideos o arroz; siempre pescado del lago, quinua, habas, papas, habas y ocas. Dos días y una noche quizás sean insuficientes: la recomendación es extender la estadía por todo el tiempo que sea necesario para adentrarse en el complejo mundo de una comunidad que está ingresando a un mercado global en base a sus diferencias naturales y culturales.
OTRAS ACTIVIDADES
La peculiar naturaleza de Amantaní permite dos actividades únicas en el escenario de las islas del Titicaca.
Una es la producción silvícola, dada por la presencia de eucaliptos, un bien muy preciado en una región donde escasea la madera. Por medio del trueque se intercambia madera por otros productos. Los trabajos en piedra también se comercian a través del trueque, y en general son piezas utilitarias como lavaderos, batanes, hornos o muebles para el hogar. Un problema que la comunidad ha comenzado a encarar es el de la eliminación de deshechos; los orgánicos son empleados para abono; sin embargo, la llegada del turismo ha traído gran cantidad de botellas plásticas, pilas y envolturas no biodegradables. Resolver este tema resulta vital para la sostenibilidad de todo proyecto productivo o de servicios, sano y con futuro.
Uros Khantati
La etnia uros habitó las islas flotantes del Titicaca y las riberas del río Desaguadero, que une a este lago con el Poopó, en Bolivia. Las actuales veinte islas que se diseminan en la bahía de Puno, son las más visitadas por los turistas. En realidad, el número de ellas no es fijo, lo que compone un tema de gran interés viajero, pues
los comuneros van construyendo islas –o abandonándolas– según los movimientos familiares y migratorios, y la demanda del turismo. En el sector de Khantati se dice que cuando hay algún problema familiar o vecinal, este se resuelve cortando la isla con machete en dos, y se acabó. Cada pequeña isla es habitada por un número variable de familias, que pueden ser entre cinco y diez. Actualmente las islas ocupadas y en uso son: Santa María, Tribuna, Tupiri, Paraíso, Kapi, Toranipata, Chumi, Titino, Negrote y Tinajero.
En la actualidad ya no hay descendientes puros de los uros originales, se dice que el último falleció hace unos cincuenta años. Los uros, un grupo distinto al de los aimaras y los quechuas, se originaron en tiempos preíncas, y todo parece indicar que provienen del sur, de ahí que su historia sea completamente distinta de la que explica la ocupación mayoritaria de Sudamérica; aunque también hay teorías antropológicas con interpretaciones distintas. Unas ligan la llegada de los uros con la gran onda migratoria que viene por el norte del continente; y otras establecen la relación entre los uros y la cultura Puquina.
El nombre original de la etnia era el de kotsuña, que significa “pueblo lago”. El nombre generalizado de uros podría haber derivado tras la primera ocupación migratoria que se afincó en las márgenes del lago Uro-Uro, que existía en el territorio actual de Bolivia, y formaba parte del gran conjunto lacustre anterior al que hoy vemos.
LENGUA URO
Ya no quedan hablantes de la antigua lengua uruquilla, la original de los uros. Tan complejo es el origen de esta lengua como el de la propia fuente de la etnia. El uruquilla parece estar relacionado con la lengua de los chipayas, que habitaron la provincia boliviana de Carangas, en Oruro. Según estudios especializados, en la década de 1930 subsistía un centenar de hablantes del uruquilla y habitaban las orillas del Desaguadero, uno de los asentamientos primigenios luego del desplazamiento de los uros ante la amenaza inca. Desde 1950 en adelante, los uros y sus descendientes mestizos, comenzaron a adoptar el quechua y principalmente, la lengua aimara. Ello, como parte de un proceso de hibridación cultural y social que sigue fluyendo en el presente, debido en gran parte al papel del turismo, pues no es de sorprender si el viajero encuentra en Uros a pobladores que hablan inglés.
Los incas, en tiempo de Pachacutec, intentaron dominar a estos hombres –de quienes se dice que tenían sangre negra– pero ellos pudieron liberarse y se trasladaron a las islas que vemos hoy en la bahía puneña y a las orillas del río Desagüadero. Los uros originales fueron mezclándose con aimaras y quechuas, aunque la principal influencia cultural venga de los primeros. Khantati es un grupo poblacional que desciende de estas complejas mezclas y es el depositario de la hibridación cultural en la que aún sobreviven rastros de la etnia original. Uno de estos elementos ancestrales es la forma de construir sus viviendas, íntegramente de totora unida con cuerdas a postes hundidos en el fondo del Titicaca. Comparten con otros grupos isleños la tradicional mecánica para construir y renovar las propias islas, que se basa en el mismo principio con que se levantan las viviendas. En esta peculiarísima base habitacional, las familias tienen, además de las construcciones domésticas, sus locales comunales, sus tiendas de abarrotes y su escuela. Y cuentan con energía eléctrica mediante paneles solares. Estos mismos sistemas tradicionales y modernos son la base del proyecto vivencial de Khantati, pensado precisamente para que el visitante integre lo ancestral con sus exigencias de comodidad. Las habitaciones para los viajeros son de totora pero cuentan con electricidad y un mobiliario elemental pero muy confortable.
Los isleños practican la pesca artesanal del carachi y el pejerrey, entre otras especies; muestran al visitante cómo es que mediante el secado al sol, guardan pescado para tiempos difíciles, según pautas muy antiguas de seguridad alimentaria.
La caza de aves silvestres fue una actividad común para la subsistencia, pues allí no hay agricultura posible. La construcción de islas, viviendas y balsas es una tarea masculina. Las mujeres por su lado, tejen con fibras de ovino y camélido, principalmente para el turismo.
El viajero puede quedarse a pasar varios días en Khantati, conviviendo con la población, saliendo a navegar y a pescar, degustando la comida de la zona, en medio de un paisaje bellísimo, aprendiendo a tejer con las señoras, descansando. Imagine vivir unos días en islas flotantes de totora, compartiendo actividades con una familia de origen
étnico muy remoto, aprendiendo de una cultura gestada en el mestizaje; todo ello en estrecha relación con la vida que da el lago Titicaca.
GRAN EXPERIENCIA VIAJERA
Dicen los habitantes de Uros que la totora es una planta enviada por los dioses, pues con ella se confeccionan las islas, las casas, la artesanía, y las balsas para la pesca y las excursiones turísticas. Esta planta se usa como combustible para las cocinas de barro, y da un especial sabor a los platos preparados sobre la base de papa, moraya, maíz y por supuesto, el pescado: carachi, uspi, trucha y pejerrey. Los tejidos y bordados son un gran tema en Khantati: domina en los mantos una iconografía que relata los mitos fundacionales de los Uros, así como la flora y fauna locales. Los textiles se venden allí y también se exportan. El visitante puede aprender esta técnica con las mujeres, ya que los varones trabajan el tejido utilitario con la totora.
Fuente: Experiencias exitosas. TURISMO RURAL comunitario en el Perú. Editado por MINCETUR, Edición general: Cecilia Raffo, Walter H. Wust
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