07 diciembre 2010

El gato fastidioso

Había una vez un gato al que le
gustaba asustar a los perros
disfrazándose de león. El gato
decía:
—Soy el león.
Y los perros escapaban.
Un día, un perro le siguió y vio
que el león se metió a un cuarto y
que se le caía la piel. Dentro de la
piel vio al gato riéndose. El perro
fue y les avisó a los demás.
Un día, el gato disfrazado regresó para asustar a los perros, pero ningún perro corrió. Un perro se disfrazó de elefante y dijo:
—Te voy a aplastar.
Y el gato disfrazado de león huyó y huyó maullando «miau, miau».
Entonces el perro disfrazado, al escuchar la voz del gato gritó:
—Mira, ese león es un gato.
Así, por haber hecho esa broma, el gato fue castigado muy bien por los perros y nunca volvió a hacer sus bromas.
Pasaron ocho meses y un día se apareció un circo que traía leones, monos y un perro. La jaula del león se había abierto. El león se escapó y se encontró con los perros. Los perros no se movieron y
se rieron:
—Es el tonto gato otra vez disfrazado de león.
Y el león dijo:
—Yo no soy ningún gato.
—Miren, ahora imita la voz de un león— dijo uno de los perros—.
Oye, gato, parece que no escarmientas con el castigo que te dimos.
Vamos, muchachos, hay que castigarlo.
Y otro perro que sabía dijo:
—Esperen. Él no es el gato disfrazado, es un león de verdad.
—¿Cómo lo sabes?—le preguntaron.
—Yo he visto cuando se escapó de su jaula.
Los perros se detuvieron y huyeron de ese lugar. El león regresó a la jaula.
Fuente: EL GATO FASTIDIOSO autor Jason Paul Galdós Funes, 2do grado de secundaria
Alto Huarangal (Arequipa)

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