31 diciembre 2006

Santiago Comaina (Amazonas)

ZONA RESERVADA "SANTIAGO COMAINA"
La Zona Reservada denominada Santiago Comaina, está ubicada en los distritos de Cenepa, Río Santiago y Nieva, de la provincia de Condorcanqui, del departamento de Amazonas y ocupa una extensión superficial de 863,277 hectáreas. Se encuentra dentro de los límites siguientes:
NORTE: Parte de Hito No. 1 de coordenadas UTM 799 840 y 9 608 230 bordeando el Parque Ecológico propuesto por los Garantes, hasta el Hito No. 3 de coordenadas UTM 809 040 y 9 611 580, siguiendo el Hito No. 6 de coordenadas UTM 813 590 y 9 612 601 pasando por el Hito No. 7 que es la naciente del río Cangaza hasta llegar al Hito No. 9 de coordenadas UTM 819 009 y 9 613 362, siguiendo por las divisorias de aguas representado por los Hitos No. 10, No. 11 y No. 12 para luego seguir por un afluente del río Naraime hasta llegar al Hito No. 18 de coordenadas UTM 824 767 y 9 618 418; siguiendo por el río Naraime aguas arriba hasta llegar al Hito No. 19 de coordenadas UTM 821 497 y 963 609 pasando por una divisoria de aguas hasta llegar al río Ampama en el Hito No. 21 de coordenadas UTM 824 558 y 9 635 440; siguiendo aguas abajo del río Ampama hasta llegar al Hito No. 22 de coordenadas UTM 168 766 y 9 643 027; de ahí cruza el divortium acuarium hasta el Hito No. 25 en el río Chiqueiza de coordenadas UTM 169 168 y 9 648 976 siguiendo el curso del mismo río aguas abajo para luego cruzar la divisoria de aguas y llegar al río Santiago en el Hito No. 27 de coordenadas UTM 186 021 y 9 664 374.
ESTE: Parte del Hito No. 27 ya descrito y sigue aguas abajo por la margen derecha del río Santiago hasta llegar a Hito No. 28 de coordenadas UTM 196 946 y 9 532 343, siguiendo hasta el Hito No. 29 de coordenadas UTM 194 481 y 9 532 291 que es el río Putushin, y sigue en paralelo al río Santiago pasando por los Hitos No. 30, No. 31, No. 32, No. 33, No. 34, No. 35 y No. 36 de coordenadas UTM 205 039 y 9 510 994 el cual es el límite entre el distrito de Nieva y el río Santiago.
SUR: Parte del Hito No. 36 ya descrito y sigue en forma paralela al río Marañón pasando por los Hitos No. 37, No. 38, No. 39, No. 40, No. 41, No. 42, No. 43, No. 44, No. 45, No. 46, No. 47 y No. 48 de coordenadas UTM 180 501 y 9 496 571 que atraviesa el río Dominguza y sigue en paralelo al río Marañón pasando por lo Hitos No. 49, No. 50, No. 51, No. 52, No. 53, No. 54, No. 55, No. 56, No. 57, No. 58, No. 59 y No. 60 de coordenadas UTM 820 094 y 9 487 438; luego llega al río Cenepa a una distancia de 4.9 Km. de la desembocadura al río Marañón.
OESTE: Parte del río Cenepa a una distancia de 4.9 Km. de la desembocadura del río Marañón y sigue aguas arriba hasta llegar al Hito No. 61 de coordenadas UTM 816 816 y 9 503 868, luego bordea la localidad de Huampami hasta llegar al Hito No. 63 de coordenadas UTM 816 027 y 9 506 061 siguiendo el curso del río Comaina aguas arriba hasta el Hito No. 64 de coordenadas UTM 785 977 y 9 567 867, cruzando la divisoria de aguas hasta llegar al río Cenepa en el Hito No. 67 de coordenadas UTM 794 820 y 9 572 488, cerrándose la poligonal en el Hito No. 1 de coordenadas UTM 799 840 y 9 608 230.
Esta Zona Reservada, a pesar de que pudo haber sido creada por Resolución Ministerial emanada del Ministerio de Agricultura, fue establecida por el Decreto Supremo No. 005-99-AG, vale decir, por una norma de mayor jerarquía. Ello podría deberse a que se haya tenido la intención de establecer los límites del área que se pretende proteger y que están establecidos en el Decreto de su creación, con carácter definitivo.
Sin embargo, la norma ha constituido una Comisión Técnica encargada de la formulación de la propuesta de ordenamiento territorial de dicha Zona y que debe contener, entre otros aspectos, los límites y categoría de Área Natural Protegida con carácter definitivo.
Como hemos señalado, las Zonas Reservadas son áreas que reúnen las condiciones para ser consideradas como Áreas Naturales Protegidas, pero que requieren de estudios complementarios para determinar su extensión, categoría, zonificación, zona de amortiguamiento, etc., y la Zona Reservada Santiago Comaina se encuentra en este proceso. Es por esta razón que toda la información sobre los estudios complementarios se encuentra aún con carácter de reservada y la disponible es muy escasa.
Aún no hay una fecha establecida ni calculada para el término del proceso de evaluación. La experiencia anterior de otras Áreas Naturales Protegidas, demuestra que los procesos pueden durar de uno a cinco años o probablemente más, dependiendo de la complejidad de la Zona, para lo cual se tienen en consideración las poblaciones existentes, las actividades que se desarrollan con anterioridad al establecimiento del área protegida, la actividad comercial preexistente, entre otros aspectos.
Según lo establecido en la norma de creación de esta Zona Reservada, el plazo inicial para presentar la propuesta de su ordenamiento territorial ya venció, pues debió presentarse dentro de los 195 días de promulgada la norma, y ésta se publicó el 24 de enero de 1999. Sin embargo hasta la fecha todavía se encuentra en pleno proceso de evaluación.
Ahora bien, si tenemos en consideración que la población nativa preexistente es Aguaruna, cuyo sistema de organización es bien cerrado, que cuentan con áreas tituladas que abarcan un área importante de la Zona Reservada y que su interés principal es lograr consolidar otras áreas que aún no están tituladas y que tienen una diversidad de actividades que desarrollan en áreas no concentradas, es de prever que el proceso de evaluación tomará bastante tiempo más para su conclusión.
Tampoco es posible conocer aún, cuál será la categoría que se le asignará, ni las zonificaciones que tendrá, ni la zona de amortiguamiento que abarcará. Sin embargo, si tomamos en consideración los mismos elementos señalados en el párrafo precedente, podemos inferir que se le asignará una categoría que pertenezca al nivel de Áreas de Uso Directo, para que se puedan establecer Zonas de Aprovechamiento Directo, que permitan la utilización de los recursos de flora y fauna silvestre incluyendo la pesca, en beneficio de las poblaciones nativas, cosa que no podría darse si es calificada como una categoría comprendida en las Áreas de Uso Indirecto.
De las versiones recogidas de los pobladores de la zona, existe la tendencia a que sea categorizada como una Reserva Comunal.
Como se ha visto anteriormente, esta categoría protege la flora y la fauna silvestre en beneficio de las poblaciones rurales o nativas vecinas. Implica que el manejo del Área Protegida esté a cargo de las comunidades nativas, bajo el control y supervisión del INRENA. Sin embargo, la información recogida de la zona, nos indica que existe la creencia de que con esa categoría las poblaciones nativas ya no requerirán de la titulación de sus tierras y podrán manejar el área protegida sin ningún control y a su libre albedrío Sin embargo según lo establecido para éstos casos, las actividades permitidas que se realicen deberán seguir las directrices de un Plan Maestro aprobado por la Autoridad Competente.
En cuanto a los límites del Área Natural Protegida Santiago Comaina, según la información no oficial de la oficina de Áreas Naturales Protegidas del INRENA, éstos están definidos en su norma de creación y no serán modificados. Sin embargo, de la información recogida de representantes de la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP), entidad que como se sabe es una de las más representativas que agrupa a un número significativo de organizaciones Aguarunas, existe la inquietud de continuar con la titulación de sus tierras y lograr que sus tierras queden fuera del Área Natural Protegida. Ello nos lleva a concluir que lo más probable es que los límites actuales no sean modificados, pero en caso que así fuera, no serán ampliados sino reducidos.
Es de conocimiento público que según los acuerdos tomados para el Tratado de Paz con la República del Ecuador, existe la voluntad política de ambos Gobiernos de establecer un gran Parque Binacional, el cual podría abarcar la actual Zona Reservada de Santiago Comaina. Sobre el particular, la oficina de Áreas Naturales Protegidas del INRENA no tiene información sobre la formulación de una propuesta concreta para el establecimiento de este Parque Binacional y desconoce los límites que tendría, pero que considera que la Zona Reservada de Santiago Comaina sólo podría integrarla en caso tengan el mismo objetivo.
En este orden de ideas, si consideramos que la tendencia es a que se categorice Santiago Comaina como una Reserva Comunal, los objetivos del Parque Binacional no serán los mismos y por lo tanto no podrá abarcarla. Esto no impide que los límites del Parque Binacional no puedan colindar con los de Santiago Comaina.
En resumen, podemos señalar que la Zona Reservada de Santiago Comaina, podría ser categorizada como un Área de Uso Directo y en concreto, una Reserva Comunal y que sus límites están fijados casi en definitiva por su norma de creación. Estaría pendiente de establecer la zonificación que se le dará y la zona de amortiguamiento que se establecerá.
De ser esto así, las Concesiones Mineras que se encuentran dentro del área de la Zona Reservada Santiago Comaina, podrán ser trabajadas con un manejo especial y adecuado a fin de no impedir el cumplimiento del objeto de la zona protegida, salvo que la zonificación que se les dé a las áreas que ocupan, no permitan el aprovechamiento comercial de recursos naturales.
Respecto de las Concesiones Mineras que están fuera del Área Protegida, podrán ser trabajadas, pero si luego de concluido el proceso de estudio, terminan estando dentro del área de amortiguamiento, deberán igualmente tener un manejo especial y adecuado a fin de no impedir el cumplimiento del objeto de la zona protegida.

(Fuente: AREAS NATURALES PROTEGIDAS autor Edgardo Llerena Corrales, publicación de EKAMOLLE)

29 diciembre 2006

Ventanilla (Callao)

LOS HUMEDALES DE VENTANILLA
En los bordes de Lima Capital del Perú, huyendo del bullicio de la Ciudad, pasando por los cerros para caer a sus pies cerca al mar, corren aguas subterráneas que vienen del río Chillón y se juntan con el mar, emergiendo en la zona pequeñas lagunas. La humedad aviva las diversas plantas, mientras aves de largos viajes descansan en las aguas, viven entre totorales y salicornias, muchas de ellas quedándose permanentemente, estos son los Humedales de Ventanilla. Un refugio de vida frente al mar, que maneja sus propias reglas y que el hombre no debe destruir.
Los Humedales de Ventanilla, políticamente se ubican en el distrito de Ventanilla, Región Callao, República del Perú. Limitan por el norte con el futuro Terminal Pesquero de Ventanilla y por el sur con una zona circundante de estribaciones andinas, al este con zonas de expansión urbana como el AA. HH. Defensores de la Patria y al oeste con la línea paralela al mar. Estos terrenos donde se ubican los humedales están zonificados como Zona Ecológica (ZE) en el Plan Urbano Director del Callao 1995 – 2010.
La extensión inicial de los Humedales hasta hace unos años abarcó 653.22 has. De esta cifra en la actualidad solo queda 538.68 has propiamente Humedal, ocupada por gramadales, totora, vega, cuerpos de agua y pampas eriazas. Además, de esta extensión 366 has han sido declaradas por la Municipalidad del distrito de Ventanilla como Área de Reserva Ecológica mediante Acuerdo de Concejo N° 016−98/MDV.
Los Humedales de Ventanilla, reciben una serie de impactos negativos, siendo los más representativos el crecimiento urbano no planificado que ha permitido la invasión y reducción del área de los Humedales, el incremento de transito por presencia de vías de acceso, practicas de entrenamiento por parte de la aviación de la Policía Nacional y de la Marina, uso directo de aguas servidas crudas del colector de desagüe de Ventanilla en la actividad agrícola (riego) en las zonas aledañas a la vía de ingreso al Proyecto Especial Ciudad Pachacutec. A estos impactos negativos se le suma el incremento de construcciones informales en los Humedales como un Colegio Particular, Hostales y un grifo clandestino.
En este refugio de vida silvestre es común encontrar especies de flora como la totora, junco, grama salada, salicornia, caña brava y vega como las más representativas. En relación a las aves que anidan en el Humedal se han registrado por lo menos 54 especies, entre residentes y migratorias agrupadas en 24 familias. Entre las más importantes encontramos a la garza blanca grande, la garza blanca pequeña, la garza azul, el perrito cigüeñuela (en vías de extinción), el zambullidor pico grueso, el pato gargantillo, la gallareta andina, el huerequeque, el zarapito trinador, el turtupilin, el pecho colorado, el saltapalito, entre otros más son también los más representativos del lugar.
En lo referente a insectos, se ha observado la presencia de insectos terrestres y acuáticos. De los primeros, se tienen representantes de los órdenes: Ephemerida, Odonata, Hemiptera, Coleóptero, Lepidoptera. De estos, se reportan algunos géneros y especies. De los segundos, se está realizando la colecta, fijación y posterior identificación.
PROBLEMÁTICA DE LOS HUMEDALES
Grifo clandestino ·
Asentamiento humano con una población aproximada de 14 000 hab. ·
Autopista que fragmenta los Humedales. ·
Arrojo de desmonte. ·
Arrojo de residuos. ·
Colegio ubicado en zona ecológica. ·
Es usado como zona de entrenamiento aéreo por las fuerzas de orden. ·
Construcción de Silos ante la falta de drenaje para la población. ·
No hay cercado perimétrico. ·
No hay plan de gestión o maestro. ·
Falta de una categorización final por parte de INRENA (el trámite está en proceso) ·
LA COMISIÓN AMBIENTAL DEL CALLAO
El Consejo Nacional del Ambiente (CONAM) instaló el 19 de Junio del 2001 la Comisión Ambiental del Callao (CAR CALLAO) a fin de crear un espacio de coordinación para la adecuada gestión ambiental en el Callao. Esta Comisión instaló en el año 2002 el Grupo Técnico Humedales de Ventanilla, específicamente para tratar los siguientes asuntos:
Iniciar el saneamiento físico legal de los Humedales. En esto se ha avanzado el 60%. ·
Elaboración de una propuesta categorización final de los Humedales de Ventanilla. ·
Elaboración del Plan Maestro de los Humedales. ·
Delimitación y Cercado Perimétrico. ·
Acuerdos hasta la última reunión del grupo tecnico sobre humedales de la Comision Ambiental Regional del Callao
Culminación del Saneamiento físico−legal de los terrenos de los Humedales (Superintendencia de Bienes Nacionales) : Terrenos pertenecen al Estado, cualquier referencia de tenencia de propiedad es nula. Existen tres (3) Fichas Registrales a favor del estado y un (1) Plano.
1. Obtención de Partidas Registrales (Municipalidad Distrital de Ventanilla) : En Registros Públicos, a fin de contar con la Base Legal necesaria para realizar los Operativos respectivos.
2. Coordinación para Operativos anti−Invasiones (Municipalidad Distrital de Ventanilla, Municipalidad Provincial del Callao, Gobierno Regional del Callao, Serenazgo Ecológico, Policía Ecológica y Fiscalía de Prevención del Delito) dentro de un Programa de Control Urbano.
3. Estudio para la categorización definitiva de los Humedales como Área Natural Protegida de Conservación Nacional, de Conservación Regional o Conservación Municipal (Gobierno Regional del Callao) : para su posterior Administración, sobre la base de los criterios expuestos por la Intendencia de Áreas Naturales Protegidas (IANP) del Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), incluyendo la Zonificación ambiental de Humedales.
4. La propuesta para la Conservación Regional, Municipal o Privada de un Área Ecológica (Humedales de Ventanilla) debe ser presentada por la Institución interesada (Gobierno Regional, Municipalidad o Empresa Privada) a INRENA, la misma que solamente está encargada de evaluar y prestar asesoramiento, así como tramitar gratuitamente dicha propuesta y emitir una Resolución sobre la Categorización definitiva de conservación así como su destino.
5. Resolución de Afectación en Uso de los Humedales (por la Superintendencia de Bienes Nacionales), de modo preliminar a alguna entidad que el Grupo Técnico determine previo Acuerdo y vigencia del Grupo y sus integrantes, hasta completar el Estudio de Categorización que realizará el Gobierno Regional del Callao que incluya Estudios Hidrogeológicos y de Impacto Ambiental.
6. Inicio en el más breve plazo de una Campaña o Proyecto de Sensibilización y Educación sobre el valor de los Humedales dirigida a los pobladores y a los escolares y sobre la Reubicación de los Pobladores de los AA. HH. "Valle Verde" y "Próceres" (ONGs, Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Concejo Distrital de Ventanilla).
7. Informe sobre la Factibilidad de la Instalación de Alcantarillado y Desagüe en el AA. HH. "Defensores de la Patria" (SEDAPAL). Estudio Técnico para la Factibilidad de un Sistema de Drenaje en el AA. HH. "Defensores de la Patria" (Municipalidad Distrital de Ventanilla), que comprenda Estudios Hidrogeológicos, de Suelos, Resistencia Sísmica y Calidad y Tipo de Vivienda.
8. Plenarios informativos y de gestión en el AA. HH. "Defensores de la Patria" (Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Concejo Distrital de Ventanilla, Secretaría Técnica de Humedales), así como la implementación de Programas de capacitación en Educación y Seguridad Ambiental.
9. Reubicación de los pobladores que se encuentran viviendo en condiciones deplorables (Asentamientos Humanos "Valle Verde" y "Próceres") en el más breve plazo, previo Estudio Técnico (Gobierno Regional del Callao, Municipalidad Provincial del Callao, COFOPRI, Instituto de Defensa Civil y Dirección de Desarrollo Urbano y Oficina de Participación Vecinal de la Municipalidad Distrital de Ventanilla) que incluya aspectos como : Registro completo de todos los Asentamientos Humanos ubicados en la zona de los Humedales, Índice de Contaminación, Impactos Negativos a la Salud, Pérdidas Económicas, entre otros.
10. Incorporación urgente de un Programa de Control Sanitario y Saneamiento para la Prevención de Enfermedades y evitar Epidemias, que abarque aspectos como : Manejo y Control de Agua para consumo humano, Plan de Recolección Especial de Residuos Sólidos, Manejo de Excretas, Campañas de Salud, Campañas de Desratización, entre otros.
11. El Secretario del Grupo Técnico sobre Humedales presentará en la próxima Reunión de la Comisión Ambiental Regional del Callao (CAR−Callao) un Informe Final sobre el trabajo del Grupo Técnico y los Objetivos alcanzados, así como solicitará la Extensión del plazo de vigencia del Grupo que feneció el 21 Mayo 2003 (en base a nuevos objetivos planteados y con la reestructuración de los integrantes del Grupo).
12. Este informe se presento con fecha 9 de Octubre de 2003. por el Dr. Silvio Enrique Farfán Benavente Regidor de la Municipalidad de Ventanilla Secretario Técnico de Humedales de la CAR CALLAO en aquel momento.
(Fuente: Los humedales de Ventanilla autor Denis Cruces Aguirre - CEGMA (Centro de Estudios Geográficos Medioambientales y de Apoyo Social)

28 diciembre 2006

Juan Parra del Riego (Junín)

ASPECTOS GENERALES DEL AA. HH. JUAN PARRA DEL RIEGO
UBICACIÓN

El terreno donde se asienta el Asentamiento Humano “Juan Parra del Riego” se encuentra ubicado al Norte de Huancayo, en al línea ferrocarril de Huancayo a Lima, en el Distrito de El Tambo, Provincia de Huancayo y Departamento de Junín.
DESCRIPCIÓN
El área ocupa por el AA.HH. “Juan Parra del Riego” es del 190,136.00m2 distribuidos de la siguiente manera:
• Área de vivienda : 114,637.45m2
• Área de equipamiento : 14,597.85m2
• Área verde : 1,006.45m2
• Área libre y de vías : 59,854.25m2
LOTIZACION
Sobre el terreno inscrito se ha lotizado un total de 587 lotes distribuidos en dos sectores de l siguiente manera:
Sector N°01.- Tiene un área destinada específicamente a la vivienda en un área total de cuarenta y siete mil trescientos setenta y uno metros cuadrado con cincuenta y cinco decímetros cuadrados (47,071.55m2) distribuidos dentro del perímetro que colocaremos los ejes de las calles José Mariategui y Aguirre Morales que corresponde al Primer Sector, distribuidos en dieciséis (16) Manzanas; con un área destinada al equipamiento que cuenta con seis mil un metro cuadrado con sesenta decímetros cuadrados (6,001.60m2), haciendo un total de doscientos cuarenta y cinco lotes dentro del sector.
Sector N°02.- tiene un área destinada específicamente a la vivienda de un total de cincuenta y seis mil doscientos noventa y ocho metros cuadrados con noventa y cinco decímetros cuadrados (56,298.95m2), distribuidos dentro del perímetro que colinda entre los ejes de las calles; de la Av. Aguirre Morales y la apertura de la calle nueva, distribuido en veintitrés (23) manzanas; con un área destinada al equipamiento que cuenta con ocho mil quinientos noventa y seis metros cuadrados con veintiocho decímetros cuadrados (8,596.25m2) haciendo un total de trescientos cuarenta y dos lotes (342), dentro del sector.
ÁREA LIBRE DE VÍAS
Tiene un área de cincuenta y nueve mil ochocientos cincuenta y cuatro metros cuadrados con veinticinco decímetros cuadrados repartidos en vías principales secundarias y pasajes peatonales dentro de la lotización.
Vías principales.- Dentro de las cías principales tenemos las calles Faustino Quispe con 14 metros lineales de sección de vía, las manzanas con 16 metros lineales de sección de vía, Aguirre Morales con 14 metros lineales de sección de vía, San Isidro con dieciséis (16) metros lineales de vía.
Vías secundarias.- Dentro de las vías secundarias tenemos las calles Huyana Cápac con 12, doce metros lineales de sección de vía, Oswaldo Barreto con doce, 12 metros lineales de sección de vías; Inca Ripac con doce, 12 metros lineales de sección de vías, Los Pedregales con doce, 12 metros lineales de sección de vía.
Tipo de organización: Asociación de vivienda Identificación y calificación: Exp. 0233-M-85 Resolución 205-A-85 del 31-5-85
Aprobación de planos: Perímetro, Lotización, trazado Exp. 3041-M-85 Resol. 399-A-85 del 31-5-85
Inscrito en registros públicos: As. 1 Fojas 306 Tomo 284
Proceso de expropiación: Exp. N° ........................ Resol. 348-86 AMPH del 11-6-86
“Declarar la necesidad y utilidad pública su expropiación”
Fecha de ocupación: 17-9-1983
Extensión bruta: 192,500
Extensión útil: 123,451.46
Sector I: 16 manzanas
Sector II: 24 manzanas
Zonificación: Pre-urbano
Tipo de terrenos: Agrícolas
Propiedad: estatal – Centromín
N° títulos: 781
Observaciones: Res. 811-89 11-2-89 declara Lote en abandono, sec. II
Res. 764-89 11-12-89 declara en abandono 72 lotes.
DIAGNOSTICO SOCIO ECONÓMICO
El AA.HH. Juan Parra del Riego se encuentra ubicado en el Distrito de El Tambo.
Es AA.HH. que presenta diversos problemas esencialmente al índole socioeconómico lo cual esta limitando su desarrollo en lo referido al problema económico hemos podido identificar el desempleo, las bajas remuneraciones, el sub empleo, etc. En lo concerniente al desempleo se ha visto que es un tiempo atrás, ha visto considerablemente en el país, y por ende se refleja en el lugar de estudio.
INSTITUCIONES
RELIGIOSAS
Se cuenta con una parroquia “Señor de los Milagros” ubicada en la intersección de Barreto y San Isidro y cuatro sectas entre ellos tenemos a cada de Dios y puerto del cielo “Ubicad en el Psj. Jazmines, “Cristo Viene” ubicada en la Av. Ferrocarril, etc.
EDUCATIVOS
En instituciones educativas se cuentan con una escuela “E.E. N° 31594 Juan Parra del Riego” ubicado en al calle Aguirre Morales , también existe un colegio estatal “17 de Setiembre” ubicado en al calle Los Manzanos, un Nido y un Jardín.
APOYO SOCIAL
En esta existe un programa de asistencia social (PRONAA) el cual es el comedor popular de nombre “Viudas y huérfanos por la violencia” que está ubicado en la intersección de la calle Los Manzanos y la calle O. Barreto y un Comité de Base y una Loza Deportiva.
ECONOMÍA
Existen pequeños negocios tales como: bodegas, librerías, boticas, centros de belleza, etc. También existe un pequeño mercado de abastos “Los Jardines”. En Juan Parra del Riego existen pequeños talleres de producción, destacando los talleres de carpintería, zapatería, hojalatería, metal mecánico, mecánica, cerrajerías, servicio eléctrico automotriz, etc.
Hay 104 bodegas o tiendas
- Salones de belleza: 10
- Teléfonos: 21
- Electricistas: 9
- Mecánicas: 10
- Cerrajerías: 8
- Vulcanizadoras: 2
- Sastrerías: 8
- Restaurant: 3
- Zapaterías: 5
- Carpinterías: 5
- Ferreterías: 2
- Lubricadores: 2
- Bares: 4
- Naturistas: 4
- Distribuidores de gas: 7
- Hojalatería: 3
- Mueblería: 2
- Pimboll
TRANSPORTE
Las empresas de transporte público que brindan servicio al Asentamiento Humano Juan parra del riego son dos: Metropolitano cuenta con 20 movilidades y Concordia, cuenta con 18 movilidades
REPRESENTANTES
Los representantes en Juan Parra del Riego están divididos por zonas que son en su totalidad 7 y son:
N° 1 Marleni Sánchez
N° 2 Mirian Paredes
N° 3 Yoli Arrieta
N° 4 Leti Fierro
N° 5 Nancy Guerra
N° 6 Carlos Taquia
N° 7 Pablo Bonilla
INFRAESTRUCTURA
EL AA.HH. Juan Parra del Riego, en lo referente a la construcción de sus viviendas estas en su mayoría son de material noble, de uno a dos pisos.
En lo referente a sus calles pocas están pavimentadas, siendo estas las principales, estas calles presentan jardines (Inkaripac, Prolong. Jorge Chávez y un tramo de la calle O. Barreto)
SERVICIOS
El AA.HH. Juan parra del Riego cuenta con diversos servicios tales como: agua, luz, desagüe, teléfono, transporte, posta médica, recojo de basura y otros.
Realizamos un total de 40 encuestas de las cuales el 90% cuentan con los servicios básicos como agua, luz, desagüe, teléfono. El 45% cuenta con transporte propio.
La Municipalidad de El Tambo les brinda el servicio de recojo de basura y el estado con la Posta Médica.
(Fuente: Diagnostico Socio – Económico del AA.HH. Juan Parra del Riego autores Ana Huaraca García, Eliana Sánchez Cerron, Eri Torres Mulguia, Erick Lino Rosales, Vanessa Castro Soto, trabajo presentado para la cátedra Taller de Trabajo Antropológico IV, UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ - FACULTAD DE ANTROPOLOGÍA. HUANCAYO - 2003)

27 diciembre 2006

Yavarí (Loreto)

UNA BREVE HISTORIA DEL VALLE DEL RÍO YAVARÍ
autores : Richard Bodmer y Pablo Puertas
El río Yavarí fluye a través de la Amazonía occidental y sirve de límite entre el Perú y Brasil. Aunque escasamente habitado y rara vez visitado en nuestros días, el valle del río Yavarí tiene una larga y colorida historia, la misma que cuenta con registros escritos de sus poblaciones indígenas y sus recursos naturales desde hace más de 300 años. Como la mayoría de los ríos amazónicos, la historia del Yavarí es la de los conflictos con los pueblos indígenas, enfermedades y un siglo de explotación de recursos naturales. El siguiente es un relato que resume los puntos claves de la historia de este fascinante río.
El río Yavarí fue descrito por primera vez durante la expedición de Don Pedro de Texeira en el siglo XVII, la cual fue meticulosamente documentada por el Padre Christopher D’Acuna (1698). Texeira buscaba el mítico El Dorado, “La Laguna de Oro” y “Las Amazonas”, aquellas legendarias mujeres guerreras que utilizaban a los hombres sólo para satisfacer sus necesidades reproductivas.
Afortunadamente el Padre D’Acuna fue un ávido naturalista que documentó con gran detalle los usos del bosque y la agricultura por parte de los pueblos nativos. Escribiendo sobre el Yavarí, se sobrecogió con la vastedad de sus recursos naturales y la abundancia de vida silvestre en la zona.
En el siglo XIX, el Yavarí fue descrito por dos grandes expediciones científicas: una francesa, liderada por F. de Castelnau (1850–51), y otra austríaca, liderada por Spix y Martius (1823–31). Al igual que el Padre D’Acuna, ambas expediciones destacaron la variedad de plantas y animales del valle, así como la vida y costumbres de las tribus que lo habitaban, entre las que destacaba la de los Mayoruna, también conocidos como Matís (Matsés). F. de Castelnau fue el primer científico en describir con detalle y precisión al mono huapo colorado (ver Figura 1), notando su división geográfica en dos coloraciones o formas, una blanca y otra roja. Spix y Martius describieron con cierto detalle a los Mayoruna y su expansión a lo largo del valle del Yavarí, destacando su ferocidad y reportando que los portugueses no podían ingresar a sus territorios por el temor de sus ataques. Los exploradores austríacos describieron cómo los Mayoruna se ocultaban en el bosque mientras las canoas de los europeos surcaban la corriente, para luego atacarlos con flechas, lanzas y mazos.
La Mayoruna fue una las principales naciones indígenas de Loreto. En el mapa publicado por A. Raimondi (circa 1888) se puede ver que habitaban todo el valle del Yavarí, cubriendo gran parte del noreste de Loreto, desde Pebas hasta Contamana y Tabatinga.
Otros grupos, como los Ticuna, Chirabo y Marubo, también habitaban la región del Yavarí hacia fines del siglo XIX. Los Mayoruna eran conocidos como diestros cazadores y no como agricultores o pescadores. La primacía de la caza como fuente de subsistencia era lógica, dada la abundancia de especies de caza en la zona, en relación a otros lugares de la Amazonía (ver “Diversidad y Abundancia de Mamíferos”).
Efectivamente, la producción de animales de caza en el valle del Yaraví hace que esta zona sea, aún en la actualidad, una de las principales zonas de caza en Loreto (ver “Uso y Sostenibilidad de la Caza de Especies Silvestres Dentro y en los Alrededeores de la Propuesta Zona Reservada del Yavarí”).
El Yavarí ha jugado un importante papel en la historia de las relaciones diplomáticas entre el Perú y Brasil (Maúrtua 1907). En 1777, el Tratado de San Ildefonso establecío la frontera de las coronas portuguesa y española entre Leticia, Tabatinga y el río Yavarí (Public Document 1777). Empero, el temor por la expansión brasileña continuó a pesar del tratado.
Francisco Requena, responsable de la región fronteriza de Loreto durante los últimos años de la Colonia, se encontraba tan preocupado por la expansión brasileña a través del valle del Yavarí y la cuenca del Ucayali que estableció el poblado de Requena, sobre el río Ucayali, como una manera de proteger el territorio peruano (Martín Rubio 1991).
En 1866, la República del Perú y el Imperio del Brasil acordaron la organización de una expedición conjunta a las regiones desconocidas del alto Yavarí, tanto con fines científicos como de delimitación de fronteras entre ambas naciones (Raimondi 1874–79).
La expedición conjunta estuvo al mando de los secretarios de estado de ambos países, los doctores Manuel Rouaud y Paz Soldán del Perú, y João Soares Pinto de Brasil. La expedición remontó el río Yavarí a bordo del vapor Napo, luego de dejar Tabatinga el 5 de agosto de 1866. En el vigésimo tercer día la expedición pasó el río Curazao y cinco días después llegó a la desembocadura del Yavarí Mirín, bautizándole al resto del río Yavarí de ese punto para arriba como el río Yaquirana. El 8 de septiembre, la comisión conjunta alcanzó una nueva divisoria en el río y, siguiendo sus indicaciones, continuaron por el tributario más grande para determinar la frontera internacional. El tributario menor fue llamado Gálvez por Paz Soldán, en memoria del famoso oficial peruano que perdió su vida en la guerra con Chile.
A medida que el río se estrechaba Paz Soldán y Pinto eventualmente tuvieron que abandonar el vapor y proseguir el trabajo a bordo de canoas. A medida que ascendían hacia las cabeceras del río Yaquirana, observaban señales de la presencia de indígenas, a los que llamaron Matapis. El 10 de octubre de 1866 la comisión fue atacada por los indígenas, quienes escondidos en el bosque dispararon flechas a las canoas.
La comisión se retiró hacia una playa para atender a los heridos y partió de inmediato aguas abajo. En una de las numerosas curvas del río la expedición fue atacada otra vez, esta vez por más de 100 indígenas—hombres y mujeres desnudos y pintados—quienes atacaron con una lluvia de flechas a los indefensos expedicionarios. Soares Pinto murió al recibir tres flechas en el pecho, en tanto que Paz Soldán pudo huir en una canoa dejando atrás todo el equipo científico y los alimentos de la expedición. Cuatro días después, los sobrevivientes lograron alcanzar el vapor y la expedición volvió a Tabatinga. Paz Soldán perdió una de sus piernas a consecuencia de las heridas sufridas durante el ataque.
No fue el brillante oro de El Dorado, como imaginó Texeira, lo que trajo riqueza al Yavarí, sino el “oro negro” del caucho ahumado.
El auge del caucho, entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX trajo el apogeo a la región. Muchos inmigrantes provenientes de Europa, Norteamérica y los Andes llegaron hasta la región amazónica en busca del valioso látex. El valle del Yavarí, rico en árboles de caucho, se convirtió así en un blanco de los recién llegados buscadores de fortuna. La importancia de esta zona como fuente del nuevo y valioso producto trajo como consecuencia su declaración como provincia del departamento de Loreto, estableciéndose en su interior los distritos de Caballococha, Yavarí y Yaquerana.

La capital de Yavarí fue el poblado de Nazaret (hoy conocido como Amelia), y la capital de Yaquerana el pueblo de Esperanza, un rico enclave de trabajadores y comerciantes del caucho ubicado en el alto Yavarí (Fuentes 1908).
Para 1903 habían 55 estaciones de explotación de caucho a lo largo del lado peruano del Yavarí, con un total de 1.358 estradas (trochas).
El volumen de extracción registrado en 1905 fue de 600.000 kg de látex de caucho. El río bullía de actividad comercial y tráfico fluvial, pues solo en el año 1905, 22 vapores y 107 embarcaciones a vapor menores acopiaban el caucho del Yavarí hacia Caballococha e Iquitos (Larrabure y Correa 1905–09).
Los indígenas del Yavarí no pudieron soportar las incursiones de los caucheros. Los Mayoruna, otrora una gran nación, fueron empujados hacia las zonas altas del Yavarí y reducidos a un conjunto de pequeños poblados aislados. Otras etnias corrieron igual suerte al no poder soportar la penetración de los extractores en su territorio.
Pero la vida era igualmente dura para los extractores de caucho. El Yavarí era famoso por sus terribles y a menudo fatales fiebres. El doctor Pesce las describió como malignas y anormales, probablemente causadas por un tipo de tifo-malaria (Fuentes 1908).
Pero las fiebres no eran la única preocupación de los caucheros, pues los conflictos con los indígenas continuaron durante el auge del caucho. Algot Lange, en su fascinante libro de 1912 sobre el Yavarí, narra el ataque de un grupo de 20 indígenas contra los caucheros peruanos, matándolos con flechas, lanzas, garrotes y cerbatanas para luego desmembrar sus cuerpos y comérselos en compañía de sus familias (Lange 1912).
San Felipe, uno de los poblados del Yavarí Mirín, era la base de apoyo de un pequeño barón del caucho brasileño. Este hombre era el patrón de todos los caucheros del Yavarí Mirín y les abastecía de todo lo necesario para su supervivencia desde su puesto en San Felipe. Un día, un grupo de indígenas atacaron y masacraron a todos los habitantes del puesto, dejando atrás todas los vituallas de los caucheros. Noventa años después, todavía es posible encontrar en el lugar antiguas botellas de cerveza, ladrillos traídos de Pará, medicinas importadas desde Nueva York y los restos de un barco de hierro, con su motor totalmente oxidado.
El auge terminó en la década de los veinte, cuando la producción—masiva y a muy bajo costo— del caucho malayo eliminó económicamente al caucho amazónico. La decadencia de la industria del caucho amazónico está bien documentada en el valle del Yavarí.
En 1905 las exportaciones de caucho del Yavarí se calculaban en S/. 1.500.000, que al cambio de la época representaban unas 300.000 libras esterlinas. Dos años después, las exportaciones habían caído a S/. 143.000 y para 1917 apenas alcanzaban los S/. 2.000.
A pesar de ello, la explotación del Yavarí continuó. El caucho fue reemplazado por maderas exóticas, aceite de palo de rosa y pieles de animales, valiosos productos del bosque que siguieron atrayendo a aventureros en busca de fortuna.
Entre las décadas de los cuarenta y cincuenta, la población de la zona era otra vez tan abundante en los lados peruano y brasileño como en los tiempos del caucho. En 1942 se estableció la base militar de Angamos, con el objeto de asegurar la frontera luego de la guerra contra Ecuador. El número de familias se incrementó a 710, y en 1978 se creó la comunidad civil de Angamos, siendo su primer líder municipal el señor Francisco Dámaso Portal. En 1981, Angamos tuvo su primer alcalde formal y en 1984 recibió su primera visita presidencial por parte de Alan García Pérez. En la actualidad, la población de Angamos es de 300 familias y 1.200 habitantes.
Del mismo modo, el Yavarí Mirín incrementó su población a medida que la explotación de sus recursos naturales se expandía. En la década de los cincuenta, Joaquín Abenzur Panaifo ingresó al valle del Yavarí Mirín y construyó una planta de procesamiento de aceite de palo de rosa. Las ruinas de hierro y cemento de la planta pueden ser todavía observadas en el alto Yavarí Mirín. Abenzur usó como base de operaciones la localidad de Petrópolis, en la desembocadura del río Yavarí, debido a que era el punto intermedio entre el Yavarí Mirín y la ciudad de Iquitos.
La explotación del palo de rosa y otros recursos naturales atrajo a otros, como Victoriano López, quien contrató un grupo de trabajadores para la explotación de madera y palo rosa de la región.
El interés de los explotadores de recursos naturales en el Yavarí Mirín tuvo como corolario los inevitables conflictos con los pueblos nativos. Los primeros contaban con el apoyo del Estado peruano, que afianzó su presencia en la región estableciendo la base militar de Barros en el alto Yavarí Mirín. La población del Yavarí había crecido nuevamente; en cada orilla del río se podía ver pueblos y caseríos, como el de Buen Jardín, con más de 300 habitantes. En la década de los sesenta, cerca de 1.000 personas vivían y trabajaban en las orillas del Yavarí.
Pero los problemas con los pueblos nativos continuaron, en particular con los Mayoruna. Uno de los motivos más frecuentes de disputa entre colonos y nativos era el rapto de mujeres de los poblados y caseríos para tomarlas como esposas. Durante una de nuestras visitas, tuvimos el privilegio de conocer a una de estas mujeres y escuchar la historia de su rapto. Ella cuenta que llegó al Yavarí en compañía de su esposo, quien trabajaba madera. Su marido solía internarse durante varios días en el bosque, mientras ella cuidaba su cabaña y a su hija recién nacida.
Un día, mientras alimentaba sus pollos, cinco Mayoruna se lanzaron sobre ella y la arrastraron hacia el bosque. Los hombres la mantuvieron atada y desorientada, mientras caminaban por más de una semana. Cuando llegaron al poblado nativo, fue encerrada en una gran casa comunal conocida como maloca, cuya entrada era vigilada día y noche. En su interior conoció a otras mujeres que habían sido igualmente secuestradas. No pasó mucho tiempo y la mujer se “casó” con el hijo del jefe de la tribu, con quien tuvo varios hijos. Tras haberse ganado la confianza de su esposo, pudo salir de la maloca, bañarse en el río y recolectar vegetales de las tierras comunales.
Luego, por amor a sus hijos, se integró a la tribu y perdió todo interés en escapar. Algunas de las otras mujeres secuestradas, sin embargo, nunca aceptaron convertirse en Mayoruna y siguieron intentando escapar. Luego de numerosos intentos de fuga fueron golpeadas hasta morir.
Un día llegaron los misioneros. Sobrevolaron la zona en un hidroavión y arrojaron mantas, cacerolas, machetes y cuentas. Poco después aterrizaron y un grupo de hombres de largas barbas salió de la aeronave y se acercó al jefe Mayoruna. El consejo tribal discutió el destino de esos extraños hombres. Hubo una larga discusión entre los indígenas, acerca de si debían matarlos o aceptarlos. Se decidió esto último y el trabajo misionero empezó entre los Mayoruna. Los esfuerzos de los misioneros y los militares redujo paulatinamente el número de secuestros, reportándose el último de éstos a fines de la década de los sesenta.
La explotación de los recursos naturales del Yavarí alcanzó su pico a inicios de la década de los setenta, para luego iniciar una lenta declinación. El negocio del aceite de palo de rosa había sido prácticamete agotado, la caza por pieles concluyó oficialmente en 1973, cuando el Perú suscribió el CITES, y el valioso cedro (Cedrela) empezaba a ser cada vez más escaso en las cercanías de los ríos. En 1990, cuando se inició nuestro trabajo en el Yavarí Mirín, existían cinco pueblos en el área y tres campamentos madereros, los que totalizaban unos 400 habitantes. La operaciones forestales se hacían cada vez más difíciles, tanto, que en ocasiones se requería de hasta tres años para sacar la madera desde los pequeños ríos de tierra firme. Con el tiempo los madereros vieron más rentable dedicar su tiempo a la caza de especies de alto valor comercial que a la tala.
En 1995, una violenta epidemia de malaria cerebral golpeó a la región. Un poblado del alto Yavarí Mirín, San Francisco de las Mercedes, perdió casi la mitad de sus habitantes a causa de la epidemia. Otros caseríos fueron igualmente castigados. La explotación forestal terminó en la región y sus habitantes empezaron a solicitar apoyo del gobierno. Las autoridades de Islandia, capital del distrito, no contaban con los recursos suficientes para ayudar a todas las comunidades, así que comunicaron a los pobladores que solo se asistiría a la comunidad de Nueva Esperanza, un caserío ribereño fundado en 1971, por ser la más grande de la zona. La comunidad Yagua de San Felipe decidió mudarse a las cercanías de Islandia, en el bajo Yavarí, para mantenerse como sociedad tradicional. La comunidad de Buen Jardín se deshizo y en San Francisco de Mercedes sólo se quedaron dos familias.
En la actualidad, el Yavarí Mirín tiene el nivel poblacional más bajo desde los primeros días del auge del caucho. Actualmente hay 179 habitantes en Nueva Esperanza, 18 en San Felipe (antiguos pobladores de Buen Jardín) y siete miembros de la Policía Nacional en Carolina, cerca de la desembocadura del Yavarí Mirín, sin contar con cinco personas que escogieron permanecer en San Francisco de las Mercedes, en el alto Yavarí Mirín.
En el lado brasileño del Yavarí se observó el mismo fenómeno. Hace 48 años, José Cándido de Melo Carvalho (1955) registraba un total de 77 caseríos y asentamientos a lo largo del río Itacoaí, un tributario del Yavarí. Hoy, ninguno de estos caseríos y pueblos subsiste. El Itacoaí es parte de la Reserva Indígena Javarí y está casi desierta. De hecho, grupos de indígenas en estado de aislamiento han empezado a ingresar al área, a sabiendas de que los colonos o caboclos han abandonado la región. El alto Yavarí está igualmente desolado.
Años atrás, el área entre la confluencia del Yavarí Mirín y Angamos bullía de actividad extractivista. Grandes caseríos abundaban y el tráfico fluvial era constante entre Iquitos y Angamos. Los productos eran vendidos a las embarcaciones que recorrían el Yavarí y la gente mantenía ingresos respetables. Hoy, los pueblos han desaparecido de esta extensa franja del río dejando sólo porciones de purma o bosque secundario. Los barcos de Iquitos raramente remontan el Yavarí, a veces un viaje cada tres meses, y Angamos basa su abastecimiento en los avionetas comerciales más que del transporte fluvial.
Desde principios de la década de los noventa, los pobladores del Yavarí Mirín están involucrados en actividades de conservación lideradas por la Wildlife Conservation Society-Perú y el Durrell Institute of Conservation and Ecology (DICE). La población local ha participado en programas educativos de conservación y administración comunitaria de los recursos naturales.
Las comunidades locales han desarrollado un fuerte sentido de responsabilidad y sincero interés en todos los temas concernientes a la conservación, lo que puede verse en la serie de compromisos y acuerdos que respaldan sus intenciones.
El Yavarí y el Yavarí Mirín han visto un siglo de explotación de sus recursos naturales. De ello dan testimonio los bosques ribereños que han sido explotados para extraer madera para los vapores fluviales, caucho para Iquitos y Manaus, palo de rosa para la industria de la perfumería, pieles de animales como el jaguar y el lobo de río para Norteamérica y Europa, y madera para la mueblería fina. Hoy, el silencio en los bosques anuncia el retorno paulatino pero seguro de la naturaleza donde antes reinó la actividad humana. Las comunidades animales se están
recuperando a los niveles previos del auge del caucho, y los pocos seres humanos que habitan la región los cazan sólo con fines de subsistencia.
Mientras viajábamos aguas arriba del Yavarí para encontrar el helicóptero que traería al resto del equipo del inventario biológico, sólo podíamos pensar en los secretos que aún oculta este gran río. A medida que nuestros botes penetraban la neblina de aquella mañana húmeda, los bosques lucían tal y como hace 100 años atrás, cuando los primeros vapores ingresaban al valle en búsqueda del oro negro. El Yavarí parece haberse detenido en el tiempo y va recobrando, una vez más, su esplendor natural.
(Fuente: Rapid 11 biological inventories - Perú:Yavarí con Nigel Pitman, Corine Vriesendorp, Debra Moskovits, editores, Noviembre/November 2003. Instituciones Participantes : The Field Museum, Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales (CIMA–Cordillera Azul), Wildlife Conservation Society, Peru Durrell Institute of Conservationand Ecology, Rainforest Conservation Fund, Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Enlaces: Perú-Yavari en Rapid Biological Inventories.

26 diciembre 2006

Huanca (Ayacucho)

Aspectos demográficos y socioeconómicos
■ Huanca se ubica al sur oeste de Lima, en el departamento de Ayacucho, a una altitud de 850 msnm. Políticamente pertenece al distrito de Santa Lucia, provincia de Lucanas, departamento de Ayacucho, aunque geográficamente se ubica en la cuenca del río Acarí y mantiene mejores vínculos de intercambio comercial con el distrito de Acarí y la ciudad de Nazca. Es una comunidad que fue principalmente agrícola y que la minería artesanal era desarrollada por los comuneros (agricultores) ocasionalmente. Sin embargo, a mediado de los años 80 con el descubrimiento de una veta en los cerros aledaños, empezaron a llegar nuevos pobladores, los que se dedicaron a la actividad minera artesanal como su actividad económica principal. Según información del puesto de salud, la población actual se estima en 693 habitantes. Corresponde a los niños de 0 a 14 años el 34.5% del total, a los jóvenes de 15 a 24 años el 19.3%, a los adultos de 25 a 39 años el 27.3%, a los adultos de 40 a 64 años el 17.7% y los mayores de 65 años el 1.2%.
■ Se distinguen varios tipos de vivienda en la zona, los a su vez guardan relación con los grupos sociales. Se encuentran viviendas hechas de material de adobe, quincha y eternit, estas pertenecen a los comuneros (agricultores) y se ubican a la entrada del pueblo. Estas viviendas cuentan con un canal que les provee de agua. Las viviendas de los mineros, que son la mayoría en el pueblo, son de material más inestable, de esteras y cañas. Estas viviendas se distribuyen a lo largo de una calle principal. En estas viviendas habitan los mineros durante los períodos de trabajo de beneficio del mineral, el cual se da en el poblado. Durante los períodos de extracción del mineral se desplazan a las labores mineras (2 horas de viaje en tractor), en estas labores las viviendas son aún más precarias, hechas de cartón, cañas y plástico, allí permanecen al menos dos semanas por cada mes. Existe un tercer tipo de vivienda, hecha de adobe con revestimiento de cemento y techos de eternit, son de mejor calidad; éstas pertenecen a los comerciantes, los llamados «puneños», por la zona de procedencia.
Se cuenta con servicio de energía eléctrica que abastece al 80% de hogares y con una red de agua al 30%, el resto de hogares se abastece con agua del río Acarí o del canal de riego. No existen letrinas ni servicio de recojo de basura.

■ Existe un PRONOEI (17 niños), CEI (20 niños) y una escuela primaria (108 niños matriculados de 1 a 6 grado). La escuela ha sido construida por los pobladores y totalmente reconstruida por FONCODES luego del terremoto de 1996. Cuenta con 4 profesores, 2 nombrados y 2 contratados. El 95% de los alumnos son hijos de mineros, los restantes son hijos de comerciantes o agricultores. Los docentes estiman que el 80% de los alumnos trabaja en minería, servicios (talleres de mecánica, restaurantes), labores agrícolas y pecuarias (alimentación de animales).
■ Se cuenta con un puesto de salud, el mismo que fue inicialmente construido por los mineros y reconstruido posteriormente por FONCODES después del terremoto que afectó la zona. Como los establecimientos de salud de otras comunidades carece de medicamentos suficientes y equipos para la atención de emergencias y otros problemas de salud, principalmente ligados a accidentes en la minería y agricultura.
■ Existen problemas por la falta de saneamiento básico. Contando con instalación de agua, las familias no cuentan con sistema de eliminación de excretas por arrastre. Otras no cuentan siquiera con letrinas. Además, la eliminación de residuos sólidos se realiza en la rivera del río Acarí. Por otro lado se produce contaminación por la emisión de gases de mercurio durante el refogado de la amalgama y también de mercurio líquido en los relaves de las plantas artesanales de beneficio (quimbaletes).
En relación al problema de la contaminación del mercurio por gases de mercurio el Instituto Salud y Trabajo (ISAT) ha venido realizando un trabajo de sensibilización con las organizaciones locales de varones y mujeres. Además, conjuntamente con las organizaciones de mineros han desarrollado una experiencia de adaptación de un modelo de recuperador de mercurio para mitigar la contaminación por gases de mercurio. En esta experiencia se han probado y realizado cambios a diversos modelos de retorta, entre ellos la retorta del Ministerio de Energía y Minas. Finalmente, se cuenta con un modelo de horno comunal para refogado, el cual se encuentra en proceso de validación, pero desde ya se observa que supera las limitaciones de aceptación social y viene siendo utilizado por los mineros.
■ Si bien el 90% de las familias se dedica regularmente a la minería, en Huanca se desarrolla también la actividad agrícola y pecuaria en pequeña escala. Se produce principalmente papa, frutales, alfalfa y flores; se cría ganado principalmente vacuno para la producción de queso. Existen posibilidades para el desarrollo de otras actividades productivas como la crianza de truchas y camarones, ya que se cuenta con agua del río Acarí durante todo el año. Además, los relaves de la minería artesanal no contaminan el río ya que estos se comercializan. El ISAT ha apoyado la formación de una panadería para mujeres mineras, con el fin de crear trabajo sano y más seguro para los grupos de alto riesgo. En la panadería trabajan 22 socias y se produce pan para Huanca y otros poblados aledaños. La tecnología para la producción es semi mecanizada y cuentan con un horno artesanal que puede utilizarse con leña o kerosene.
El trabajo minero
La Asociación de Mineros Artesanales de Huanca (AMAH), fue constituida formalmente a partir del año 1996. Una de sus funciones fue negociar con el titular de 5 denuncios de la zona. Está asociación se desarticuló luego de un proceso de acusaciones sobre usurpación de cargo y malversación de fondos, en las cuales intervino el dueño de los denuncios. A partir del año 1998, con el apoyo del ISAT se empezó a gestar con un grupo de mineros, la empresa Huanca Comunidad Minera S.A. (HCMSA). A partir del año 2000 se han fortalecido ambas organizaciones las que han estado (y aún se mantienen) en un proceso de negociación con el titular de los denuncios, proceso que está siendo mediado por el Ministerio de Energía y Minas.
Las labores mineras se ubican en 4 zonas. Los cerros El Arenal, Huajuma Alta y Baja que se encuentran a 2 y 3 horas del pueblo y agrupan a 25 y 10 familias respectivamente. Estas familias bajan del cerro cada 15 días para el chancado y venta del mineral, así como a la feria que se realiza los días miércoles en el pueblo. Las otras dos zonas de labores son el cerro de Casco Verde y El Alizo, ubicados a media hora de distancia y albergan a 3 y 10 familias, respectivamente.
A media hora de Huanca se encuentra el campamento minero “La Lechera”, donde funciona la planta DINACOR la cual da servicio de maquila y compra el relave y mineral de los mineros. Actualmente el titular de los denuncios en Huanca está negociando con esta empresa de manera que los mineros se ven obligados a venderles el mineral, con ello se están cometiendo abusos en las liquidaciones que consisten en altos costos de maquila y robo en la ley del mineral.
Existen algunos conflictos entre la población de agricultores y la población minera. Los agricultores identifican a los mineros como invasores; sin embargo, reconocen que la minería artesanal es la actividad que da movimiento comercial a la zona y ha habido algunos procesos de negociación exitosos entre mineros y agricultores. Por ejemplo, ante la invasión de unas 50 personas (supuestamente ex presidiarios) que ingresaron a una labor amenazando con saqueos y violación de niños, se conformó una comisión mixta de negociación que llevó a los invasores a retirarse, proceso en el que las mujeres cumplieron un papel central en la escena pública local.
(Fuente: Niños que trabajan en Minería Artesanal del Oro en el Perú Lima: OIT/IPEC-SIRTI -USDOL. Proyecto Minería Artesanal en Sudamérica, 2001)

25 diciembre 2006

El Niño Jesús Inca

El «Niño Jesús Inca» y los jesuitas en el cusco virreinal autor Ramón Mujica Pinilla
El hallazgo reciente de un lienzo virreinal representando a un «Niño Jesús Inca» plantea nuevas interrogantes sobre los métodos sincréticos de aculturación y evangelización utilizados por la Compañía de Jesús en el Cusco a inicios del siglo XVII (Mujica, 2003, p. 292). Se le muestra sobre una peana entre jarrones de cristal con adornos florales. Los cortinajes alzados revelan la sacralidad de la efigie que en la pintura resplandece con luz sobrenatural y alude a la teología contrarreformista del icono como apoyo mediador entre el mundo visible y el invisible. Este ejemplar es complementario a otra pintura cusqueña (hoy perdida y vista por última vez en Argentina) con el Niño Jesús de pie y bendiciente, luciendo un unku blanco de encajes, con collar de plumas multicolores, vincha de perlas con la borla imperial y una capa roja sobre los hombros, fijada por dos cabezas de pumas que también ornamentan sus muslos y empeines (Schenone, 1998, pp. 118-119). Ambas pinturas son rarísimos «retratos» realistas de «esculturas de vestir» o imágenes de altar talladas en madera policromada, pues figuran sobre la mesa de los retablos surandinos.
Por sus características iconográficas se trata del Niño Jesús en su advocación de Salvador del Mundo. Se le representa con la mano derecha en posición de bendecir al orbe que sostiene con la izquierda. Se combinan aquí dos tópicos del antiguo arte imperial romano adaptados al cristianismo y que sobrevivieron a la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco. Para significar la omnipotencia universal de Cristo rey como monarca universal y Sol Invictus o Sol invencible —el lema victorioso militar del primer emperador cristiano, Constantino el Grande—, se le representó sosteniendo el orbe del mundo con una mano. Asimismo, bajo el influjo de la tradición platónica, también se hizo frecuente representar a Cristo en su función de Logos cosmocrator o de Verbo creador mostrando con los dedos de la mano derecha el signo del orador (gestus oratorius) —empleado después para la benedicti latina del ritual católico y para la predicación— pues con ella exaltaba hieráticamente el poder salvífico de la palabra y la sabiduría de Dios (L’Orange, 1982, pp. 139-197).
La carga político-religiosa de esta iconografía adquiere nuevos sentidos locales y potencialmente transgresores cuando al Niño Dios —rex et sacerdos— se le representa en los Andes con el atuendo híbrido y transcultural de un inca posconquista. En la pintura luce capa y túnica dorada con cuello postizo o valona. Bajo ésta sobresalen los delicados encajes que ribetean los bordes bajos y las amplias mangas sueltas de una suerte de alba o túnica interior de lino blanco que casi le llega a la media pierna y es propia del ajuar eclesiástico. Asimismo, el Niño Dios calza sandalias con cabeza de puma y lleva un prominente tocado imperial neoinca que combina divisas heráldicas de origen prehispánico y europeo. Pueden identificarse las diminutas kantutas o flores incaicas, la pluma central blanquinegra del coriquenque (halcón real de los incas) y la borla escarlata que pende sobre su frente. Éstas se yuxtaponen al torreón o castillo circular con estandartes, cetros y un diminuto arco iris que remata su ápice. Se trataría de una referencia directa al «castillo de oro» o fortaleza inca de Sacsayhuaman —un hito militar clave para la rendición del Cusco capturado por los españoles en 1536— y que aparece como divisa central en el escudo de armas concedido a dicha ciudad por el emperador Carlos V el 19 de julio de 1540 (P.T.L, 1921, pp. 63-66).
A finales del siglo XVII, durante las fiestas y desfiles del Corpus Christi en el Cusco se hizo frecuente que el alférez real de los incas y los caciques principales de sus ocho parroquias —quienes para sus respectivas cofradías religiosas solían actuar de portaestandartes— lucieran atuendos ceremoniales de «inca rey». En muchos de sus altos tocados de plumas con divisas heráldicas aparecía el torreón emblemático cusqueño, tal como se aprecia en el retrato del cacique de la parroquia de Santiago. Pero ya para esas fechas la borla real inca estaba culturalmente redefinida y de ser un distintivo imperial exclusivo del Inca prehispánico se había convertido en un indicador nobiliario étnico y social —con privilegios tributarios— que le permitía a la aristocracia indígena firmar su «otredad» cultural e idiosincrasia reconociendo al mismo tiempo su sumisión total a la Iglesia y a la Corona española (Dean, 2002, p. 57). Gracias a su glorioso pasado imperial prehispánico, durante el virreinato, Cusco fue reconocido por España como la «cabeza» de los reinos y provincias del Perú y por ello tenía el primer voto ante el Consejo de Indias cuando los procuradores de las ciudades de «Nueva Castilla» decidían sus destinos.
No cabe duda que fueron los jesuitas —llegados al Perú en 1568— quienes impulsaron en Cusco el culto al Niño Jesús Inca. En la crónica anónima de 1600 titulada Historia General de la Compañía de Jesús en la Provincia del Perú, se menciona que en la capilla adjunta a su iglesia, construida sobre el antiguo palacio del inca Huayna Cápac —el Amarucancha o Casa de las sierpes—, funcionaba una cofradía de indios dedicada al Nombre de Jesús. Ésta había sido fundada por Jerónimo Ruiz de Portillo († 1592), el primer provincial jesuita del Perú, quien, hacia 1571, fundó la iglesia de la Compañía en el Cusco. El padre Gregorio de Cisneros S. J. difundió la cofradía por más de cien pueblos indígenas aledaños al Cusco; Cristóbal Ortiz —un conocido extirpador de idolatrías indígenas— la llevó a cincuenta aldeas, mientras otros misioneros jesuitas incentivaron su culto en Quito, Arequipa y Potosí. La capilla jesuita donde operaba la cofradía en Cusco estaba íntegramente pintada con representaciones de los castigos del Infierno y escenas del Juicio Final y de la Gloria y era utilizada para la catequesis, los ejercicios espirituales, la confesión y la santa comunión de los naturales; tema polémico este último si se toman en serio las denuncias contra los jesuitas realizadas por el obispo de Charcas, Bartolomé Álvarez, en su Memorial a Felipe II (1588). Supuestamente, la Compañía de Jesús era la única orden religiosa, por aquel entonces, que permitía que los indios recién convertidos al cristianismo recibiesen el sacramento de la Eucaristía (Álvarez, 1998, pp. 213 y 225). Fuese esto cierto o no, la capilla de la cofradía del Nombre de Jesús estaba financiada por donantes indígenas, como Diego Cucho, y tenía más de quinientos cofrades indígenas, contando a las mujeres y a los ciento cincuenta indios nobles pertenecientes al grupo de los así llamados «veinticuatro », los descendientes directos de los doce ayllus o panacas reales de los incas elegidos anualmente de las dos parcialidades de la ciudad imperial, Cusco Alto y Bajo (véase Amado González, 2002, pp. 226-227).
Cuando éstos morían, tenían el privilegio de hacerse enterrar en la capilla del Niño Jesús; licencia que no trocaban por todos los mayorazgos del mundo. La procesión del Niño Dios que realizaban para las fiestas del Corpus Christi era «la cosa más lustre que ay en esta ciudad», pues salía la aristocracia indígena con él andando sobre los hombros, encabezada por un «Ynca principal», ricamente vestido, con una capa escarlata y en la mano el pendón real en vara de plata con las insignias del Nombre de Jesús. Éstos eran seguidos por los cantores y ministriles de la cofradía que tocaban orlos, chirimías, trompetas y flautas, llevando cera encendida por valor de doce mil ducados (Mateos, 1944, II, pp. 35-38).
No se conoce con exactitud desde cuándo se vistió al Niño Jesús como inca rey. Ya en 1610 para las fiestas de beatificación de san Ignacio de Loyola celebradas en Cusco durante veinticinco días —del 2 al 26 de mayo— la cofradía de Jesús operativa en la Compañía sacó en andas al Niño «en hábito de Inga, vivamente aderezado y con muchas luces». No sólo eso, para esta ocasión todas las parroquias cusqueñas expresaron su regocijo haciendo procesiones o «invenciones» con mensajes transculturadores donde se utilizaba en loor de los jesuitas las canciones, letras y danzas antes realizadas para los incas. Hasta el emblemático plumaje negro del corequenque (la falcónida real del inca) fue identificado con el hábito religioso de los jesuitas (Romero, 1923, pp. 447-454). En las fiestas realizadas el 29 de septiembre de 1613 para la villa imperial de Potosí, por la colocación de reliquias en la iglesia de San Ignacio, más de mil indios pertenecientes a la cofradía del Nombre de Jesús desfilaron cargando un anda de plata maciza con un Niño Jesús enjoyado y vestido de inca (Vargas Ugarte, 1963, pp. 95 y 96). Se hace difícil determinar si con el culto al Niño Jesús Inca los jesuitas intencionadamente se propusieron sustituir la veneración al ídolo de oro central del Coricancha o Templo del Sol en Cusco: el Punchao —«el Señor del día y hacedor de la luz y del sol y estrellas y todas las demás cosas»— que Túpac Amaru, tras recibir el bautismo y antes de su ejecución pública en el Cusco, confesó que este supuesto ídolo oracular era una mera estatua donde se guardaban los corazones de todos sus antepasados incas (Cobo, 1964, pp. 105-107). Según algunos cronistas, este ídolo tenía figura humana y estaba vestido como un niño inca, con rayos solares que salían de su cabeza y con un felino a cada lado (Mateos, 1944 II, pp. 8-10; Duviols, 1976, pp. 156-183). Un pequeño unku o túnica neoinca de vestir para la escultura del Niño Jesús conservada en el Museo Inca del Cusco demuestra que a finales del siglo XVII —o incluso en el siglo XVIII— estas prendas paralitúrgicas combinaban los símbolos cristianos del Corazón de Jesús y del orbe imperial cristiano con los dos felinos del Punchao inca y con tocapus o diseños geométricos con significados genealógicos, dinásticos y heráldicos prehispánicos.
Definitivamente, los métodos de evangelización y aculturación empleados por los jesuitas para la conversión de los naturales no fueron compartidos por todas las órdenes religiosas. En la «Visita eclesiástica» realizada entre 1687 y 1689 a su diócesis cusqueña, el ortodoxo obispo madrileño Manuel de Mollinedo y Angulo mandó prohibir y retirar todas las efigies del Niño Jesús inca que encontró en los altares de las iglesias de San Jerónimo, Andahuaylillas y Caycay (Bradley y Cahill, 2000, p. 118). Así se explicaría que en la serie del Corpus Christi cusqueño —pintada entre los años de 1674-1680 bajo el patrocinio de Mollinedo— se exhibiera a la entrada de la iglesia de la Compañía la estatua titular del Niño Jesús que remataba el altar procesional levantado por los cofrades indígenas. Ya no luce ningún distintivo étnico o de la nobleza indígena. Más bien, ostenta la corona imperial europea recomendada por el obispo madrileño durante su «Visita». Es probable que de estas prohibiciones en los Andes se produjese un desplazamiento devocional del Cristo Niño a su Madre, en las advocaciones indianizadas a Nuestra Señora del Rosario o de Pomata y a la Virgen de Copacabana, modelada en 1582 por el indio Francisco Tito Yupanqui, y que llevan al Niño coronado en brazos. Pero si revisamos las Cartas Anuas de los jesuitas y los informes de Esquivel y Navia, por lo menos en los sectores más populares, las prohibiciones de Mollinedo habrían radicalizado en el siglo XVIII la indianización del culto católico. Era durante las fiestas en homenaje al apóstol Santiago y a san Ignacio de Loyola —santos patronos de la ciudad del Cusco— que en las iglesias rurales surandinas se vestía al Niño Jesús de inca. Más peligroso aún, en estas fechas los hechiceros andinos evocaban al apóstol Santiago Illapa (Trueno) como si éste fuera una de sus divinidades precolombinas y cuando éste se les aparecía sobre su caballo blanco, instruía a los indios en el uso adivinatorio de la hoja de coca y les recomendaba que no fuesen a misa, ni rezasen el rosario ni se vistiesen como españoles (Esquivel y Navia, 1901, pp. 222-223; Polia Meconi, 1999, pp. 528-531), Santiago también era el santo de la resistencia indígena.
Efectivamente, después de 1700, con el cambio de dinastía y las subsiguientes reformas borbónicas que desencadenaron un siglo de grandes conspiraciones y rebeliones indígenas, el Niño Jesús Inca cobró para los indios profundos sentidos contestatarios y reivindicatorios.
Su ambivalencia simbólica no dejaba en claro si los feligreses adoraban al Niño Jesús vestido de inca o si más bien, se trataba de un inca católico ataviado como un Mesías inca porque —tal como lo habría vaticinado santa Rosa de Lima— el inca aparecería para restaurar el Tawantinsuyo. Esta tradición iconográfica y profética se mantiene vigente, aparentemente, hasta la gran rebelión de Túpac Amaru II, pues, en 1781, cuando muere Diego Túpac Amaru, el hijo pequeño del inca alzado en armas, el cura de la doctrina de Pampamarca lo entierra con mascaypacha y túnica de obispo (Ibid, p. 112). Las dos insignias del poder real y episcopal que ostentaba el Niño Jesús Inca simbolizaban los reclamos esenciales de los incas rebeldes, discípulos de los jesuitas: a decir, una aristocracia política y un sacerdocio indígena con derechos y privilegios propios. En todo caso, tras esta rebelión, precisamente en 1781 el visitador general Joseph Antonio de Arreche emprendió en los Andes una campaña iconoclasta con la que destruyó todo vestigio de la cultura inca entre la nobleza indígena, incluyendo los retratos de los caciques con sus escudos heráldicos reconocidos por la monarquía hispana en tiempos de los Austria.
Si bien los misioneros jesuitas trabajaron con «congregaciones de toda suerte y estado de gente», por citar a Bernabé Cobo, es decir, con todos los estratos sociales y étnicos, en el Perú ellos tenían a su cargo los colegios para hijos de caciques (Cobo, 1964, p. 425). Esto permitió que los jesuitas intentaran implementar en Cusco un ambicioso proyecto político de corte teocrático consolidado mediante matrimonios estratégicos que entroncaban a la dinastía inca con la dinastía de santos de la Compañía de Jesús. A finales del siglo XVI Martín de Loyola, nieto del hermano mayor de san Ignacio de Loyola, fue desposado con la ñusta Beatriz Clara Coya, descendiente directa del inca Huayna Cápac, y luego, la hija de ambos, es decir, Ana María Clara Coya de Loyola fue desposada con don Juan Henríquez de Borja, biznieto de san Francisco de Borja (García Saiz, 2002, pp. 207-216). La trascendencia política de estos matrimonios explica que durante ciertas fiestas hasta el año de 1741, se escenificaran estos matrimonios en vivo en el atrio de la iglesia de la Compañía del Cusco (Esquivel y Navia, 1980, p. 434). En el siglo XVIII, por la coronación del monarca Fernando VI, fray Francisco del Castillo Andraca y Tamayo († 1720) —mejor conocido como el «Ciego de la Merced»— y a nombre de los Naturales de la Ciudad de Lima, escribe una larga Loa para la Comedia Intitulada la Conquista del Perú, donde pormenoriza las ramificaciones genealógicas y alcances de estos célebres matrimonios. Al final, la nación peruana le advierte al rey:

Ya soy contigo tan una
que la separación niego
porque la unión de la sangre
casi identidad se ha hecho.
(Vargas Ugarte, 1948, pp. 222-237)
En los enormes lienzos cusqueños, pintados en los siglos XVII y XVIII para publicitar y difundir la noticia de las alianzas matrimoniales, las largas leyendas o cartelas explicativas en el cuadro fraguan la cercanía de los lazos de parentesco. Hacen pasar a Martín de Loyola como sobrino de san Ignacio y a Juan Henríquez de Borja por Juan de Borja, el hijo de san Francisco de Borja. Pero lo que interesa aquí no es la exacta veracidad histórica de la parentela sino el modelo providencialista y mesiánico utilizado por los jesuitas, que desposaron al capitán que capturaría y entregaría para su ejecución al último inca rebelde del Cusco con la heredera del imperio del sol, y sobrina del inca ajusticiado. En la pintura, Martín de Loyola, en compañía de Beatriz —ataviada como princesa inca—, sostiene el hacha inca de mando. En la parte alta están Diego Sairi Túpac, Felipe Túpac Amaru (el inca capturado por Martín de Loyola) y la ñusta Cusi Huarcay, quienes con su presencia avalan este matrimonio.
Lo mismo puede decirse de los dos santos jesuitas en el centro de la composición: san Ignacio de Loyola y san Francisco de Borja. La clave del lienzo está en el astro solar; antes una deidad pagana y ahora —tras la asimilación de los incas al imperio católico español y su conversión al cristianismo vía la Compañía de Jesús— el símbolo de un imperio austro-andino, iluminado por un nuevo Sol de Justicia. Allí resplandece el monograma de Cristo formado por las letras JHS (Jesus Homini Salvator) que es la sigla del santo nombre de Jesús y el emblema máximo de la orden jesuita. Que en la cofradía indígena del Nombre de Jesús se ataviara al Niño Dios como el verdadero Punchao inca, el «Sol del sol» o Salvador del Mundo, tiene sentido. Después de todo, en su Autobiografía el propio san Ignacio de Loyola cuenta que Cristo solía aparecérsele en la forma de un sol brillante (Loyola, 1947, p. 576).
BIBLIOGRAFÍA
Álvarez, 1998; Amado Gonzales, 2002; Bradley y Cahill, 2000; Castillo Andraca y Tamayo, 1948 (ed.); Cobo, 1964; Dean, 2000; Duviols, 1976; Esquivel y Navia, 1901 (ed.); Esquivel y Navia, 1980 (ed.); García Saiz, 2000; L’Orange, 1982; Loyola, 1947 (ed.); Mateos, 1944 (ed.); Mujica Pinilla, 2003; P.T.L., 1921; Polia Meconi, 1999; Romero, 1923; Schenone, 1998; Vargas Ugarte, 1948; Vargas Ugarte, 1963.
(Fuente: Ensayo perteneciente al catálogo de la exposición PERÚ : INDÍGENA Y VIRREINAL, BARCELONA - MUSEU NACIONAL D’ART DE CATALUNYA (MNAC) en MAYO - AGOSTO 2004, MADRID - BIBLIOTECA NACIONAL en OCTUBRE 2004 - ENERO 2005 y WASHINGTON D.C. (EE.UU.) - NATIONAL GEOGRAPHIC MUSEUM AT EXPLORERS HALL en FEBRERO - JUNIO 2005 publicado por la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior SEACEX de España)


Anónimo, Niño Jesús con vestimenta
imperial inca y mascaypacha,
siglo XVIII
Óleo sobre lienzo, 86 x 75 cm
Colección Mónica Taurel de Menacho, Lima

Costumbre de Navidad

El Mariscal Chaperito

¿Sabía usted, amigo lector, que en setiembre la ciudad de Canta rinde devoción al Mariscal Chaperito con hasta tres festejos taurinos? ¿Y quién cree usted que es este personaje? Pues ahí va la histórica anécdota: cuando las huestes chilenas —a fines del siglo XIX, durante la Guerra del Pacífico— pretendían ingresar a Lima entrando por la sierra norte y prestos a invadir y saquear la ciudad de Canta, divisaron desde las alturas la numerosa procesión de la Virgen de la Natividad y el Niño Chaperito, así bautizado el niño Jesús por los pobladores del lugar. Los chilenos creyeron que tamaña multitud era un reagrupamiento de las fuerzas patriotas, por lo que optaron por cambiar de ruta y así Canta no fue ni invadida ni saqueada. Los canteños, agradecidos, decidieron ascender al niño Chaperito al grado de Mariscal y desde entonces sale en procesión la sagrada imagen engalanada con uniforme y charreteras acorde con su «rango» militar.
Aquí una pequeña pausa, para desearles a todos los lectores que tengan una Feliz Navidad, espero que lo hasta ahora publicado y lo que siga poco a poco agregando, sea de su agrado y utilidad.

23 diciembre 2006

Pillco Marca (Huánuco)

El distrito de Pillco Marca está ubicado en la provincia de Huánuco, departamento de Huánuco. Está conformado por 15 comunidades y 20 barrios y cuenta con una población aproximada de 34,420 habitantes, en su mayoría migrantes.
En su esfuerzo de implementar la Estrategia de Municipios y Escuelas Saludables, Pillco Marca viene desarrollando experiencias en comunidades, escuelas, familias y barrios saludables. La implementación de la estrategia ha seguido las etapas que a continuación se resumen: La primera etapa fue de sensibilización, en la que se creó un espacio de concertación denominado «rimanacuy», se generó la resolución de reconocimiento y designación del equipo técnico distrital de municipios y escuelas saludables, se conformó y capacitó al equipo técnico local, se emitió la ordenanza que institucionaliza la implementación de la estrategia de municipios y escuelas saludables y se difundió la estrategia a las autoridades y líderes locales.
La segunda etapa, de planificación, comprende el Plan de Desarrollo Local Participativo reorientado hacia la promoción de la salud; la formulación del plan de trabajo anual para la implementación de la estrategia; la elaboración de diagnósticos y planes de desarrollo comunal y vecinal. La estrategia está contemplada en el presupuesto participativo municipal, motivando la elección democrática de delegados vecinales y comunales, quienes han sido reconocidos con resolución municipal.
En la tercera etapa, de ejecución, se ha realizado un censo comunal, talleres comunales para elaborar el diagnóstico y plan comunal. Se ha organizado el Taller del Presupuesto Participativo, destinándose S/. 7,000 para el desarrollo de las estrategias de municipios y escuelas saludables.
Asimismo, se ha llevado a cabo el lanzamiento del concurso de comunidades, barrios y escuelas saludables, así como el concurso de elaboración de micro proyectos de municipios saludables.
Entre los logros obtenidos, a través de políticas públicas saludables, se pueden mencionar:
• La implementación de la estrategia de Municipios y Escuelas Saludables en el Distrito de Pillco Marca, a través de la ordenanza que reglamenta la participación ciudadana en el proceso de formulación del Presupuesto Participativo 2005 del distrito.
• La creación de la Oficina de Desarrollo Social mediante resolución municipal.
• La institucionalización, mediante ordenanza municipal, del festival de la Pachamanca Saludable, entre otros.
Por último, una lección aprendida es que la estrategia debe centrarse en el desarrollo de capacidades de la población porque ello significa el mejoramiento del presente y, al mismo tiempo, la construcción del futuro.
El trabajo multisectorial es el elemento fundamental para el desarrollo y éxito de la estrategia de escuelas saludables. Entre los actores involucrados en el desarrollo de la experiencia se encuentran:
• El Gobierno Local.
• El Gobierno Regional de Huánuco.
• La CLAS Pillco Marca, responsable de promoción de la salud.
• La Dirección Regional de Educación de Huánuco.
El proceso de implementación de la estrategia de escuelas saludables tuvo como elemento articulador al Consejo Educativo Institucional, luego se promovió la organización de los educandos quienes formaron Municipios Escolares, Vigías, Promotores Escolares de Salud y Brigadas Ecológicas.
A partir del diagnóstico de la institución educativa se elaboró el Plan Anual de Trabajo. Un aspecto importante es la inserción de los objetivos del Plan Estratégico Regional de Educación y Salud en el proyecto curricular del centro educativo, lo cual permitió la elaboración de los contenidos transversales.
Entre los principales logros pueden destacarse los siguientes:
• La firma de convenios y alianzas estratégicas con el gobierno local, regional, universidades nacional y privada, institutos superiores tecnológicos y pedagógicos y autoridades locales.
• Capacitación a los educandos (vigías y promotores escolares de la salud, brigadas ecológicas, municipios escolares).
• Mejora de conductas sanitarias (hábitos de higiene, consumo de agua hervida) en niños y adolescentes.
• Mejora del entorno escolar.
• Construcción de infraestructura (seis aulas, servicios higiénicos, loza deportiva para vóley y fulbito).
• Consejo educativo institucional operativo.
• Servicio de tutoría (donde se desarrollan talleres de habilidades sociales, sexualidad saludable, alimentación balanceada, valores, entre otros).
• Participación activa de los estudiantes en la solución de problemas (actividades educativas para mejorar el entorno escolar).
Por último, es importante destacar el trabajo coordinado entre el gobierno regional, la dirección regional de salud y la dirección regional de educación de la Región Huánuco. Igualmente, la asistencia técnica brindada por las instituciones Pathfinder International, Kallpa y otras, así como el apoyo en las acciones de implementación de la estrategia.

(Fuente: Memoria del Primer Encuentro Nacional de Promoción de la Salud: Construyendo una cultura de salud en el Perú / Ministerio de Salud. Dirección General de Promoción de la Salud - Lima: Ministerio de Salud, 2005. 51 Huánuco: Municipalidad Distrital de Hermilio Valdizán, Municipio Saludable para Mejorar la Calidad de Vida por Sr. Julio Narciso Cámara y 92 Experiencia Exitosa de la Estrategia de Escuelas Promotoras de la Salud y Desarrollo Humano en Pillco Marca por la Dirección Regional de Salud Huánuco.)

22 diciembre 2006

San Antonio y Las Flores del Río Mayo (San Martín)

Caseríos de San Antonio y Las Flores del Río Mayo (San Martín). Proyecto de instalación de agua potable.
Las localidades rurales de San Antonio y Las Flores se encuentran ubicadas en el distrito y provincia de Lamas, en el departamento de San Martín, a la margen izquierda del río Mayo, a 22 km. de la ciudad de Tarapoto en el tramo Tarapoto-Moyobamba de la Carretera Marginal. La población actual se estima en 120 moradores para Las Flores y 580 para San Antonio. Las Flores cuenta con una población mayoritariamente de ascendencia nativa (Kechuas-lamas) y una minoría mestiza; San Antonio tiene una población mayoritariamente mestiza y una minoría indígena.
Ambos caseríos tienen una larga tradición organizativa y de trabajo comunitario. Siendo localidades ribereñas donde la mayor parte de los agricultores tiene sus terrenos agrícolas a la banda del río Mayo, debieron organizarse desde hace más de 40 años en Comités de Vado para cruzar diariamente el río, para ir a sus faenas y transportar sus productos. En estos comités, los varones de ambas comunidades se organizaban en grupos para brindar gratuitamente y en forma diaria (turnos de mañana y tarde) el servicio de vado (transporte de gente en canoa de una banda a otra del río).

En estos comités, la población ganó experiencia y disciplina para el trabajo de grupo; además está la experiencia organizativa de los comités de productores de maíz, los frentes de defensa, clubes de madres, clubes deportivos, entre otros. La comunidad intenta que los cargos dirigenciales sean rotatorios, para evitar sobrecargar a sólo algunos con las responsabilidades.
El proyecto de agua potable fue exitoso en términos de eficiencia, pues logró ir más allá del diseño original que contempló la construcción de piletas, para llegar a realizar conexiones domiciliarias a todas las familias de ambas comunidades. A seis años de la construcción y entrega a la población, el sistema de agua se encuentra funcionando. La clave del éxito parece estar en la intervención de un agente externo, la ONG CEDISA (Centro de Desarrollo e Investigación de la Selva Alta), que promovió el proyecto y luego fue inspector de la obra. CEDISA empezó a intervenir en varias comunidades de la cuenca del Bajo Mayo desde 1992, meses antes del inicio de operaciones de FONCODES en la región. Para entonces había desarrollado una línea de trabajo de apoyo a comunidades rurales en la construcción de pequeñas obras de infraestructura, como sistemas de abastecimiento de agua y letrinas, experiencia que luego la volcaría en proyectos financiados por FONCODES en diferentes ámbitos de la Región San Martín.
En 1993 CEDISA empezó a ejecutar proyectos de desarrollo rural en la cuenca del Bajo Mayo, dirigidos a beneficiar a un conjunto de 11 comunidades que presentaban problemas similares en los ámbitos económico, social y ambiental. Como parte de la estrategia de ejecución del proyecto, CEDISA propuso en cada comunidad la formación de Comités Comunales de Desarrollo. Así, se formaron esos comités en San Antonio y Las Flores. Al aparecer FONCODES, es CEDISA la que propuso la presentación del proyecto del sistema de agua potable para las comunidades de San Antonio y Las Flores. El presidente del Comité de Desarrollo Comunal de San Antonio llegó a ser tesorero del núcleo ejecutor del proyecto Puente Peatonal de San Antonio, en 1994, segunda obra financiada por FONCODES en San Antonio, terminado en 1996. De igual manera, dos beneficiarios del Comité de Las Flores formaron parte del núcleo ejecutor del proyecto de agua potable compartido con San Antonio, en los cargos de secretario y vocal. Puede verse que la experiencia previa de participación favoreció a ésta posteriormente, ya con la intervención de FONCODES.
En cuanto a la elección de los cargos del núcleo ejecutor de la obra del agua potable, los criterios utilizados por la población fueron básicamente tener experiencia en cargos dirigenciales, nivel de instrucción, ser respetado y tener la confianza de la población, trato, desenvolvimiento en cuanto a relaciones personales. El presidente, Juanito Lozano era un pequeño agricultor que había sido autoridad comunal, había vivido varios años fuera de su pueblo, y tenía experiencia en diversos trabajos realizados en la costa; era además miembro del Comité de Desarrollo de San Antonio. El tesorero, Gustavo Vargas, era un pequeño comerciante que había sido tesorero de la APAFA, dirigente del frente de defensa de Las Flores, y tenía imagen de persona seria y responsable en ambas comunidades. El secretario, José Benzaquen era un pequeño agricultor y comerciante, que además desempeñaba en ese momento el cargo de agente municipal de San Antonio. El vocal, Segundo Tuanama, era un agricultor joven que desempeñaba el cargo de teniente gobernador de Las Flores, y participaba por primera vez en una experiencia de este tipo. En la composición puede advertirse a personas con cierto nivel social dentro de su comunidad, experiencia dirigencial o de vida, nivel de instrucción superior al promedio, y buen nivel de representatividad. Debe advertirse que todos los miembros del núcleo sólo presentan educación primaria completa.
Aunque ambas comunidades son pequeñas, no se ha observado que los cargos dirigenciales sean asumidos siempre por las mismas personas o grupo de líderes. En San Antonio es más visible la existencia de grupos con influencia en la comunidad, que están unidos por relaciones familiares o económicas; son los grupos de donde salen las personas que ocupan los cargos de agente municipal, teniente gobernador y juez de paz. Es más, el desempeño de tareas dirigenciales aparece como una carga, antes que como una ventaja. Así, en las primeras semanas de ejecución del proyecto se estableció la necesidad de brindar un estímulo a los miembros del núcleo ejecutor, a fin de compensar el tiempo que debían dedicar a las obras y gestiones ante FONCODES, y así no perjudicar su economía familiar. Por acuerdo de ambas comunidades, se decidió que al presidente y tesorero del núcleo ejecutor se les diera trabajo en el proyecto como obreros estables, y un apoyo adicional para cubrir los gastos de gestión, pues el presupuesto asignado por FONCODES para estos fines era muy exiguo. Por ello es que se busca que las responsabilidades sean rotatorias.
En cuanto a la participación en general, aparecen claramente ámbitos diferenciados. La participación fue exitosa y generalizada, y en esto tiene que ver el carácter de bienes públicos de las obras ejecutadas (agua potable, puente peatonal). Durante la ejecución del proyecto, se estableció una dinámica fuerte de colaboración entre el núcleo ejecutor y el inspector, y entre ambos como co-ejecutores tomaron directamente las decisiones operativas importantes que no podían ser consultadas siempre a la población, por la imposibilidad hacer asambleas en forma permanente. El núcleo ejecutor fue el puente entre los actores externos, las autoridades y la población. Sin embargo, por la naturaleza del proyecto, que escapa a la experiencia administrativa y de gestión de las autoridades y miembros del núcleo ejecutor, fue el inspector el que marcó nítidamente el ritmo del proceso; ello porque cuenta con el conocimiento técnico y la experiencia, la información para la toma de decisiones. Un resultado eficiente de los proyectos depende mucho del tipo de relación que se establece entre estos actores, y su correspondencia con las prioridades establecidas por la comunidad.
(Fuente: Los tres principios de la participación: involucramiento colectivo, intermediación y pluralismo. Participación popular en las políticas sociales y los grados de complejidad social - Documento de Trabajo autor Martín Tanaka, Instituto de Estudios Peruanos. Octubre de 2000)

21 diciembre 2006

San Miguel de Aco (Ancash)

Ubicación Geográfica.-

La Municipalidad Distrital San Miguel de Aco, se encuentra enclavada en la Cordillera Blanca parte Sur Este de la Provincia de Carhuaz, Departamento de Ancash. Contando con dos vías de acceso desde la cerretera central por el Distrito de Marcará aproximadamente 12 Km. de trocha carrozable y por el distrito de Taricá 06 km., pasando por el Distrito vecino de Pariahuanca.
Población.-
El Distrito de San Miguel de Aco, cuenta con una población aproximadamente de 5,250 habitantes entre hombres, mujeres y niños.
Situación Actual.-
El Distrito de San Miguel de Aco, actualmente cuenta con infraestructuras inadecuadas en casi todos sus sectores productivos de bienes y servicios, requiriendo un apoyo integral. La actividad principal de los pobladores es la agricultura produciendo artículos de pan llevar como: Papa, trigo, alverja, cebada, ulluco, oca entre otros productos agrícolas; estando en segundo plano la crianza de animales menores.
Problemática Socio Económica.-
El Distrito de San Miguel de Aco, cuenta con la siguiente problemática.
- Alimentación.-
La población requiere de la aplicación de una política educativa alimenticia en forma prioritaria. El consumo de los productos agrícolas es de acuerdo a la producción de los mismos, destinando parte a la venta en el mercado interno del distrito de Carhuaz y la ciudad de Huaraz y otras ciudades. Los productos principales son: Papa, trigo, alverja, ulluco, oca, quinua, y en menor escala frutas.
- Forestación.-
El distrito cuenta con áreas verdes: bosques de eucaliptos en primer escala con una hectárea aproximada de 750 Ha, Pinos con 460 Ha aproximadamente y cipreses en menor escala, los mismos que son utilizados para la fabricación de muebles y parte comocombustible.
- Comercialización de Productos.-
La producción de los artículos de pan llevar son consumidos directamente por los mismos pobladores, parte de los mismos de acuerdo a la producción son destinados a los mercados de Carhuaz, Huaraz y Lima. No cuenta el distrito con mercado de abastos.
- Infraestructura de Riego.-
La infraestructura es inadecuada al nivel de todo el distrito, requeriendose una urgente construcción y rehabilitación para repotenciar el sector agrario de la zona.
- Infraestructura Urbana y Rural.-
El distrito no cuenta con las mismas de acuerdo a sus necesidades básicas; las existentes requieren de la rehabilitación correspondiente.
- Otras Necesidades.-
Urgente atención a los sistemas de agua y desagüe, alcantarillado, rurales y vecinal, mantenimiento de carreteras y vías de acceso a los diferentes caseríos y comunidades entre otros.
(Fuente: PLIEGO PRESUPUESTARIO: MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN MIGUEL DE ACO - MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE SAN MIGUEL DE ACOCARHUAZ - ANCASH – REGIÓN CHÁVIN, 2005)

EL DISTRITO DE SAN MIGUEL DE ACO.
San Miguel de Aco es un distrito rural, con relativamente poca población (un poco más de 2,600 habitantes agrupados en unas 500 familias). Está ubicado en la provincia de Carhuaz (Ancash), en las partes altas de la microcuenca de Quebrada Honda, aproximadamente entre los 2,900 a los 3,300 m.s.n.m. Su capital, San Miguel de Aco, se ubica en la parte más baja, a una hora de distancia en auto, desde Huaraz, comprendiendo además 6 caseríos que se van ubicando en las partes más altas: Yanama, Pampamaca, Quinranca, Atocpampa, Chopijirca y Huapra. El 87% de su población está en áreas rurales, siendo el área urbana aún bastante ruralizada. El distrito se crea por ley en 1953.
Características y problemática socio-económica.
La gran mayoría de la población son campesinos parceleros, además de artesanos y comerciantes. El régimen de propiedad de la tierra es de dos tipos: pequeños propietarios individualizados (un tercio de ellos) y conductores de predios bajo regímenes de organización comunal (dos tercios). En las comunidades, las tierras han sido parceladas con titularidad privada, inclusive las de la zona de puna dedicadas al pastoreo.
Con la reforma agraria, en 1972, los antiguos fundos de la zona fueron repartidos y adjudicados. La racionalidad económica predominante es la de la economía de subsistencia orientada hacia el autoconsumo familiar. La producción se conduce según las necesidades de los miembros de la familia y no según el lucro, que es la racionalidad vigente en las economías de mercado. La producción para el mercado es complementaria a la de autosubsistencia.
El distrito y la provincia de Carhuaz, se cuentan entre los más pobres del departamento. El 73% de los productores cuenta con tierras inferiores a 2 hectáreas y solo ocupan el 9% de la superficie agrícola. La forma de subsistencia de esta población mayoritaria es principalmente vendiendo su mano de obra y produciendo para el autoconsumo. El 25% restante de la población posee entre dos y más hectáreas (entre ellas sólo el 4% posee más de 5 hectáreas). Este segmento de la población tiene mejores condiciones para trabajar para el mercado y su presupuesto familiar se basa principalmente en la venta de productos agropecuarios al mercado y en la producción para el autoconsumo.
La situación de pobreza y atraso se expresa en indicadores como el de la desnutrición crónica que afecta al 72% de los niños de 6 a 9 años y la alta tasa de analfabetismo que compromete al 49.3% de la población de 15 y mas años. Así mismo, en la carencia y precariedad de los servicios básicos. En 1993 el 40.3% de los hogares no tenían agua, desagüe ni electricidad y la gran mayoría (el 72%) carecía por lo menos de uno de ellos.
De allí que las demandas de la población han estado principalmente concentradas en estos servicios básicos, la atención en educación y salud y la construcción de vías de comunicación.
Procesos de cambio en la sociedad local.
La sociedad local se densifica.
Uno de los cambios básicos a resaltar es el rápido crecimiento poblacional en los últimos 20 años, probablemente favorecido por un mayor control de la economía agraria por parte de la familia campesina, luego de la reforma agraria. Entre 1981 y el 2000 su población crece en un 50% 8, densificando la sociedad local, particularmente en los caseríos.
Entre la diversificación productiva y la desocupación crónica.
El otro cambio tendencial de significación es la disminución acelerada de la población ocupada en la agricultura y la naciente diversificación productiva estableciéndose un rápido incremento de actividades de carácter más específicamente urbano. En 1981 el 86% de la población económicamente activa en el distrito se ocupaba en la agricultura y en el 2000 sólo lo hacía el 46%. Un factor explicativo determinante de este proceso es la escasez de tierras en una topografía accidentada. Esta escasez es agravada con el incremento poblacional.
La PEA desplazada de la agricultura se ha enfrentado a diversas alternativas. Por un lado, se vio obligada a la diversificación productiva, incrementando los rubros de industria (artesanías, tejidos, confecciones, carpintería de madera) y de servicios (especialmente transportes, educación y turismo) representando estos dos rubros, en el 93, ya el 12% de la PEA total y configurando un grupo creciente de familias que tienen como base económica la venta de productos manufacturados y servicios en el mercado y que combina esta actividad con el auto-abastecimiento alimentario. Por otro lado, un sector más amplio de la población, representando el 40% de la PEA en 1993, ha sido empujado a una serie de trabajos inestables y no especificados, que incluyen trabajos asalariados ocasionales y servicios varios, generalmente realizados fuera del distrito y mezclados con la desocupación crónica.
Estas dos vertientes de desplazamiento de la PEA: la diversificación productiva local o la venta ocasional de mano de obra y de servicios fuera del distrito, principalmente en los mercados de Huaraz o Carhuaz (sin mencionar la migración definitiva), se presentan como alternativas en tensión a la población y también como tendencias de nuevas articulaciones del distrito con el mercado regional.
El surgimiento de una núcleo dirigente local.
Finalmente, a nivel socio-político, se produce otro cambio importante: el surgimiento de una clase o grupo dirigente local, de origen campesino, con capacidad de liderazgo, que apuesta por el desarrollo del distrito. Este grupo dirigente está asentado básicamente en un clan familiar: la familia Galán-Urbano, del caserío de Pampamaca, que se articula con otras familias cercanas de la misma zona como los Flores, los León y otros, constituyendo una red de confianzas y de propuestas compartidas respecto al desarrollo del distrito.
En 1979, en Pampamaca, un grupo de jóvenes liderados por los Galán y los Flores, deciden trabajar por el progreso de su poblado y solicitar su autonomía como caserío, para elegir a sus propias autoridades. Estos líderes con deseo de progreso, percibieron que la dependencia de autoridades distritales que sólo actuaban en función de la capital del distrito, era una traba para lograr el avance de su propia comunidad. Todas las faenas comunales se orientaban a construir obras en la capital del distrito dejando abandonados los poblados rurales. En 1982 deciden constituirse como caserío y empiezan a organizar sus propias obras. A través de la organización de comités y de diversas organizaciones inician los trabajos de construcción del templo, la electrificación, la escuela, los sistemas de agua potable y desagüe, así como la Caja Comunal y proyectos de desarrollo agrícola. Los líderes supieron aprovechar las oportunidades de apoyo del gobierno (Cooperación Popular, FONCODES, PRONAA) así como de diversas ONGs (Caritas, CEDEP, CARE) promoviendo a la vez la organización de la población y la movilización de recursos locales. Es así que Pampamaca, a través de los años, construye una red de diversas organizaciones y logra niveles importantes de progreso, bastante por encima de los otros caseríos.
El liderazgo de los Galán se amplía a un terreno más ideológico cuando en 1994 asumen la religión evangélica. Empiezan a vincular así su liderazgo social y político con una propuesta ética de convivencia basada en la austeridad, el ahorro, la autodisciplina y un sentido más explícito de construcción de amistad y buenas relaciones entre vecinos. En 1996, se constituye el Comité Cívico de Desarrollo de Pampamaca superando la dispersión de esfuerzos y recursos que significaba la proliferación de Comités y organización paralela de actividades y cuotas. Su primer presidente fue Claudio Galán. El liderazgo de los Galán se ha ido proyectando hacia el distrito. En 1999 Francisco Galán es elegido Alcalde.
Los Galán-Urbano son una de las primeras familias campesinas que se asientan en Pampamaca, junto con los Flores, los Castillo y los Huayta. Siendo feudatarios del Fundo Coyllurhuanca, con la reforma agraria, los dueños del fundo, reparten sus tierras entre sus hijos y sus dos feudatarios. La familia Galán recibe las tierras y posteriormente sus hijos van comprando tierras a los herederos del anterior dueño que vivían en Lima. Este origen y el carácter emprendedor de la familia, le dan una base de propiedad de tierras que les permite producir un excedente para el mercado. Así mismo, la familia Galán, apuesta por la diversificación productiva y desarrolla talleres artesanales de tejidos incursionando también en la carpintería. Desde esta actividad Claudio Galán, promueve la artesanía del tejido y organiza a diversos productores logrando exportar hacia Estados Unidos. Claudio, con una fuerte capacidad de liderazgo, asumió antes diversas responsabilidades como la conducción del Comité Cívico de Desarrollo, el Comité proelectrificación y también fue nombrado el primer promotor de salud. Gregorio Galán se vincula más con la actividad agropecuaria dirigiendo una empresa comunal en el caserío, organizando el apoyo de las instituciones públicas y privadas para modernizar la producción y mejorar la comercialización. Los otros hermanos Galán-Urbano asumen diversas responsabilidades públicas: Mario la presidencia de la APAFA, Hilario asumió el cargo de teniente gobernador y Francisco, luego de presidir diversos comités, asumió primero la teniente alcaldía y luego la alcaldía del distrito. La ideología de la familia es quedarse en el distrito y ampliar la base productiva allí. Los hijos son presionados a quedarse y van aprendiendo los diversos oficios. Victor, hijo de Claudio, probó suerte en Lima como obrero del calzado y ha regresado. Está intentando introducir el oficio de la zapatería.
Actores e institucionalidad.
Podemos distinguir cuatro agrupaciones de actores: las diversas organizaciones sociales y económicas locales, la municipalidad, las instituciones privadas de apoyo al desarrollo y las diversas instituciones públicas y sectores estatales presentes en la localidad.
Las Organizaciones Sociales y Productivas Locales:
En la capital del distrito y en cada caserío hay un conjunto de organizaciones representativas de las diversas necesidades e intereses de la sociedad local (ver anexo III). Por un lado, tenemos los diversos comités, en cada poblado, vinculados a obras de infraestructura (de electrificación, de agua potable, de desagüe o de letrinas), cuando se termina la obra se termina el comité. En el caso de los sistemas de agua potable, en varios caseríos, se han constituido posteriormente, Juntas Administradoras de Agua Potable y una Asociación de Juntas Administradoras (AJAS) a nivel de todo el distrito.
Luego tenemos diversas organizaciones de productores agrícolas y artesanales organizados en empresas comunales, viveros forestales o comités productivos. Luego están las organizaciones vinculadas a servicios públicos y sociales: las APAFAS (no en todos los caseríos), el Vaso de Leche (en todos los caseríos), algunos comedores populares y clubes de madres y la formación inicial de un grupo de promotores de salud nucleados en la Posta Médica del distrito. Finalmente diversos clubes deportivos (por lo menos 6). Por otro lado, en el caserío de Pampamaca, se formó el Comité Cívico de Desarrollo como organización de segundo nivel, centralizando los diversos comités de obras antes dispersos y articulando mejor el tiempo, los recursos y el trabajo de los pobladores en faenas. Este ejemplo ha empezado a ser seguido por otros caseríos como el de Quinranca, Atocpampa y en el barrio de San Antonio en Yanama.
En este grupo de las organizaciones sociales y económicas incluimos a las tres comunidades campesinas ubicadas en el distrito: la comunidad de Honcopampa (la más numerosa y propietaria del 75% de las tierras) ubicada en el caserío de Atocpampa y las comunidades de Shirapucro (en el caserío de Quinranca) y Fundo Aco, mas pequeñas las
dos, propietarias en conjunto del 0.7% de las tierras. Estas comunidades, como se ha señalado, mas que normar y organizar el uso colectivo de la tierra, la que ha sido parcelada con titularidad privada, norman principalmente usos y costumbres locales de parentesco y de identidad territorial. Además, cada caserío y la misma capital del distrito, nombran por elección, un representante directo de la población para los asuntos religioso-culturales y para la organización de las faenas comunales. Se le denomina alcalde pedaneo y es una forma de rescatar las costumbres comunales en cada circunscripción política.
Vemos que en el distrito se ha ido desarrollando y acumulando, una importante capacidad organizativa vinculada a la resolución de sus necesidades básicas colectivas, pero aún muy inicialmente, a la diversificación productiva y a la incipiente urbanización.
San Miguel de Aco todavía es una sociedad con intereses poco diferenciados, en la que predomina la dinámica de las unidades familiares y la articulación territorial por poblados.
En esta organización territorial para la resolución de sus necesidades básicas, el caserío de Pampamaca llevó la delantera y sirvió de referente y de estímulo al resto de caseríos.
La Municipalidad.
La Municipalidad tiene las características de la mayoría de municipalidades rurales pobres en distritos de poca población. Institucionalidad sumamente débil, pocos recursos, la mayoría (el 87%) provenientes de transferencias desde el gobierno central. Muy pocos trabajadores (solo 3), sin mayor capacitación en los roles y funciones de la municipalidad y en el manejo de la gestión pública. No obstante, el alcalde Francisco Galán expresó un nivel de impulso a la gestión municipal, a través de un dinamismo personal muy activo (así mismo de varios de sus regidores) impulsando algunas obras, las que se orientaron principalmente hacia los caseríos, dinamizando las consultas con éstos y ampliando relativamente la información a la población.
Todos los caseríos tienen agentes municipales elegidos y activos. Incluso, las comunidades campesinas tienen su propio agente municipal.
Las Instituciones Privadas de apoyo al desarrollo.
Las principales instituciones privadas que intervienen en el distrito han sido CARITAS, CEDEP y CARE. El caserío de Pampamaca, por su dinamismo y búsqueda de contactos, es el que más canalizó estos apoyos. Caritas, apoyó la construcción de su escuela y CEDEP los apoyó, en la década del 80, con el mejoramiento de su producción agrícola y la creación de un fondo rotatorio de fertilizantes y semillas. En la actualidad CEDEP, con sede en el distrito de Marcará, ya no trabaja directamente en San Miguel de Aco, pero promueve una red departamental de mujeres regidoras, en la que participan las dos regidoras de la Municipalidad del distrito, recibiendo capacitaciones y canalizando iniciativas. CARE es la institución que ha mantenido un apoyo más continuado al distrito en los años recientes.
En un inicio, CARE desarrolló apoyos puntuales como en la construcción del sistema de agua potable en Pampamaca (1985) y su ampliación (1998) o acciones de desarrollo agrícola (capacitación, semilleros, almacenes y un taller de herrería) en 1989. En la actualidad CARE realiza un trabajo articulado a partir de cuatro programas institucionales y en función de la implementación de estrategias integrales de seguridad alimentaria: el programa Niño, que apoya el desarrollo de la salud madre-niño; CEDER, que promueve el desarrollo de empresas rurales; Alturas, que promueve la mejora de la producción agrícola y FOGEL, que promueve el fortalecimiento de los Gobiernos Municipales y la participación de la sociedad civil (en la sustentación de la seguridad alimentaria local). CARE ubica la sostenibilidad de las estrategias de seguridad alimentaria al interior de los procesos de desarrollo local y regional y valora el rol central de los gobiernos locales en la conducción de estos procesos. También valora y promueve la participación de las diversas organizaciones de la sociedad civil, teniendo como uno de los ejes de su propuesta promover la elaboración de planes estratégicos de desarrollo local y la institucionalización de espacios de concertación para el diseño e implementación de estos planes, en particular, para el diseño e implementación de estrategias de seguridad alimentaria.
Instituciones Públicas y sectores del Estado.
Por un lado, están el gobernador y los tenientes gobernadores de cada caserío, vinculados, en la década del 90, a los movimientos políticos gobiernistas, particularmente a Vamos Vecino, teniendo un rol relativamente activo.
Por otro lado está la presencia de los diversos sectores del Estado Central. Hay una posta de salud para el distrito que desarrolla labores de atención y prevención en los diversos caseríos. Hay dos colegios secundarios uno en la capital del distrito y otro bajo el sistema de educación a distancia en Pampamaca y 5 escuelas primarias en la capital y en varios de los caseríos. Y luego, está la presencia de algunos programas de los sectores, en particular, FONCODES, con una participación activa en la década del 90, en el marco de los programas nacionales de lucha contra la pobreza, los que sobre todo han desarrollado acciones puntuales, dentro de la lógica y los mecanismos de sus propias direcciones nacionales.
(Fuente: PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN CONCERTADA DEL DESARROLLO EN SAN MIGUEL DE ACO SISTEMATIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA elaborado por María Rosa Boggio, CARE-PERU. Octubre, 2001)