05 febrero 2008

La microcuenca la Encañada (Cajamarca)

La microcuenca la Encañada se ubica en la margen izquierda y oriental de la cuenca del río Cajamarquino y está incluida en el territorio de la subcuenca del río Namora.
Geo
gráficamente está ubicada entre las coordenadas 07° 00¨ y 07° 07¨ de latitud sur 78° 15¨ y 78° 22" de longitud Oeste. En la zona de estudio existen en total 26 caseríos, con una población de alrededor de 1300 familias, distribuidas en las siguientes zonas agroecológicas: valle o zona quechua semihúmeda. Ladera baja, cuyo límite superior coincide con la altitud hasta donde se puede cultivar maíz (3100- 3300 m). Ladera alta, con condiciones apropiadas para el cultivo de papa y cereales, y una topografía bastante accidentada (hasta los 3500 m). La zona de Jalca, que puede aparecer a partir de los 3400 m según su latitud y tipo de exposición y que está cubierta generalmente de pastizales, arbustos o zonas de bosques naturales, dedicados sobre todo a la ganadería de vacunos y/o ovinos.
La zona en estudio presenta áreas con pendientes muy variadas. El PRONAMACHCS conjuntamente con CONDESAN, definieron en la microcuenca las clases de pendientes y las superficies en has para cada una de ellas. Las pendientes fueron calculadas en porcentajes o en grados sexagesimales (45°=100%). El resultado del cálculo de pendientes en la Encañada tiene un rango de 0 hasta más que 60%.
Se puede observar que las pendientes de 0 a 5% son áreas relativamente planas donde no hay pérdidas considerables de suelo, independientemente del tipo de cultivo o de la presencia de lluvias intensas.
- De 5 a 15%, son zonas donde la erosión que se presenta se puede controlar con zanjas de infiltración (con barreras vivas) o con terrazas de formación lenta.
- De 15 a 40%, el riesgo de erosión es más alto y las terrazas de formación lenta son efectivas para la conservación de suelos.
Sobre 40%, se considera como riesgo de erosión muy alto. Estas zonas no son aptas para la agricultura. El control de erosión en estas zonas sería principalmente con una cobertura permanente por ejemplo a través de una reforestación.
Las características de las áreas con cultivos muestran que en promedio no existen suficientes áreas con adecuadas condiciones (profundidad, contenido de materia orgánica, pendiente apropiada) para la producción agrícola. La mayoría son tierras marginales, que de no existir la actual presión demográfica serían usadas en el pastoreo, o para la forestación. (PIDAE, 1995)
Las tierras aptas para pastoreo por sus limitaciones edáficas, topográficas y climáticas, no son aptas para cultivos intensivos ni permanentes, pero lo son para pastoreo (temporales o permanentes).
Las tierras aptas para la producción forestal incluyen tierras con severas limitaciones edáficas y topográficas inapropiadas para las actividades agropecuarias de cualquier tipo. (Baigorria, 2002)
Como se puede observar en el cuadro 4, en la microcuenca la Encañada existen pocos terrenos planos que no requieren de medidas de conservación (3%), la mayor parte de la microcuenca está
cubierta con una cobertura permanente (principalmente pastos naturales) (60%), y las intervenciones más importantes a considerar son terrazas de formación lenta (21%) y trabajos de restauración (7%). Las instalaciones de zanjas de infiltración son proyectadas en áreas relativamente pequeñas (cada uno 3% en la microcuenca) (CONDESAN, 2003).
Manejo de suelos y producción forestal en la microcuenca de La Encañada
Las principales conclusiones del sondeo que realizó el proyecto PIDAE en 1995 sobre el manejo de suelos y producción forestal en la microcuenca La Encañada fueron las siguientes:
1. Son notorios los esfuerzos por implementar y divulgar las ventajas de las prácticas de conservación de suelos en los terrenos de la microcuenca. Sin embargo, falta un área de acción concentrada en donde se puedan apreciar resultados de impacto en cuanto a la habilitación de las tierras. Todos los campesinos están de acuerdo en reconocer que ¨el suelo se está perdiendo y que antes los suelos eran mejores y las cosechas más seguras.
2. El tiempo y dedicación al trabajo del agricultor promedio evidencia en la organización y uso de su chacra. En ese sentido se ha podido comprobar una alta diferenciación entre agricultores que realizan prácticas de conservación de suelos, como las acequias de cabecera, cercos vivos y las terrazas de formación lenta, y agricultores que no prestan mucha atención a la conservación de suelos, siendo estos últimos aún la mayoría.
3. La realización de prácticas conservacionistas de suelos está unida a otras prácticas agronómicas como la rotación y asociación de cultivos, el uso del estiércol seco, majadeo (fertilización orgánica con cercos rotativos), el surqueo en el sentido inverso de la pendiente incluso, como es el caso de un agricultor muy progresista, surcos en contorno en toda la chacra, la plantación de un bosquete y un adecuado manejo del agua. Este último es todavía una excepción antes que una regla general, razón por la cual hay un intenso trabajo que realizar para difundir estas prácticas.
4. Referente a la reforestación, el agricultor maneja el árbol como un componente más de la chacra, y le da múltiples usos: madera para carpintería, construcción de casas, cercos y muebles; es de uso medicinal, etc. Sin embargo, no hay los viveros suficientes para ofrecer los plantones que serían necesarios para reforestar ya sea en macizos o bajo sistemas agroforestales.
La agroforestería asociada con terrazas de formación lenta en la microcuenca La Encañada
Esta práctica consiste en el establecimiento o manejo de especies leñosas formando hileras o bandas continúas de vegetación, que siguen aproximadamente las curvas de nivel de las laderas, donde el componente forestal intercepta el paso de la escorrentía producida por las lluvias y la tierra que ésta arrastra. Con el transcurso del tiempo la tierra se acumula sobre la barrera. Como resultado de este proceso de acumulación, se forman de modo natural terrazas en el relieve de la ladera. (Reynel y León, 1990).
Cuando se ha terminado de construir las terrazas de formación lenta en algunos casos el agricultor instala en el talud de la terraza estacas o plantones de diversas especies forestales. En otros casos menos frecuentes los árboles son plantados primero siguiendo las curvas de nivel y la tierra que se arrastra por erosión queda retenida con los árboles y en forma natural se van formando las terrazas.
A partir de 1981, el PRONAMACHCS empieza a realizar trabajos de extensión rural y forma grupos de conservación de suelos en cada caserío1 de la microcuenca La Encañada, los cuales en forma de faenas comunales o mingas construyeron terrazas de formación lenta en zonas de laderas con moderadas pendientes, cuyos objetivos por un lado era el de conservar los suelos ante la erosión, ganar áreas agrícolas y por otro lado aumentar la producción de los cultivos.
Para efectivizar la función de las terrazas, se instalaron en los taludes de algunas de ellas mayormente especies forestales nativas como las especies Polylepis racemosa "Quinual" y Buddleia co
riacea "Colle", las cuales debido a la capacidad de enraizamiento y por las características de sus fustes que tienden a ramificar desde la base protegen al cultivo de los vientos fríos y retienen con mayor facilidad el desplazamiento del suelo.
Actualmente el PRONAMACHCS y los comités de conservación de suelos siguen trabajando en la construcción de terrazas y en la promoción de la agroforestería, la cual según la población local ayuda a conservar los suelos de sus parcelas agrícolas y aumentar la productividad de sus cultivos, pero requiere de estudios técnicos que confirmen su viabilidad económica.
Según estudios realizados en la microcuenca La Encañada por CONDESAN (2003), se registrado en total 3112 has (20% del total del área de la microcuenca) de terrazas de formación lenta, (muchas de ellas en laderas mayores al 25 %) y sólo en 518 ha (aproximadamente 17 %) se ha instalado agroforestería.
Fuente: "Análisis de la viabilidad económica y la adopción de la agroforestería en los Andes del Norte de Perú" Estudio de caso realizado de barreras vivas en la microcuenca La Encañada, Cajamarca, Perú autores Msc. Denis Arica S. Ing. Ambiental, especialista en recursos forestales del Centro Internacional de la Papa y David R. Yanggen Economista Agrícola PhD del Centro Internacional de la PapaSEPIA XI Perú : El problema agrario en debate. Trujillo, 16 al 19 de agosto 2005. Tema I: "Cambio técnico y agricultura en la era de la liberalización económica".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un tanto exntenso.
Sugerimos un trabajo de sintesis de cada items que se aborda sobre Cajamarca.
Por lo demas el objetivo general y los parciales son de suma utilidad para quienes nos interesa saber mas del querido Peru y nos encantaria visitarlo.
Por nuestras profesiones podemos interpretar la laboriosida nivel de conocimientos que fueron menester implementar
Felicitomos a su autor

Héctor
Argentina