Una visión retrospectiva de las izquierdas en el Peru de la década de los Ochentas
Una visión retrospectiva de las izquierdas en el Peru de la década de los Ochentas. La Izquierda de Partido vs. La Izquierda de Movimiento
Por Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara publicada en PERU IMMIGRATION DOCUMENTATION PROJECT
A fines de la década de los setenta en el Peru, la junta militar de gobierno del Peru en la persona de general Francisco Morales Bermúdez enfrento una situación extremadamente compleja. Una aguda crisis económica y una intensa movilización social protagonizada por un variado conjunto de organizaciones gremiales, sindicales, obreras, campesinas, estudiantiles, profesionales y regionales.
Las diversas agrupaciones de la izquierda de los ochentas tomaron parte en aquella movilización a través del rol de "agitadores" y "organizadores". Fue en esa arena de acción política donde la izquierda peruana alcanzo su influencia más significativa en la historia política del Peru en la transición a la democracia representativa entre 1978 -1980.
Cuando triunfo la lucha contra las dictaduras militares, los movimientos perdieron sin remedio algo de su atractivo y vigor revolucionario, asentándose a la vez en papeles más tradicionales. En una democracia representativa no podían mantener el impulso y el simbolismo que generaron bajo condiciones autoritarias.
El traslado del "poder a la civilidad" contemplo dos etapas: La primera, la elección de una Asamblea Constituyente, que redactaría una nueva constitución; y la segunda la convocatoria a elecciones generales. Esta inédita situación política en el Peru, tomo al conjunto de partidos políticos y organizaciones de izquierda. Cada uno de los cuales obligado a definir una postura y actuar en consecuencia en el nuevo escenario político. No obstante, el progreso democrático fue enorme en todo el continente y el fortalecimiento de estos movimientos era indiscutible. Pero tal vez se insistió demasiado en ellos, y no pudieron definir una postura a la altura de las expectativas de la ciudadanía, olvidando que el Peru es una nación multiétnica y multicultural. (blancos, negros, indígenas, mulatos, chinos-peruanos, afro-peruanos, de la región de selva, de la región andina, y mestizos). Los grupos Una visión retrospectiva de la izquierda en el Peru de la década de los ochentas. 3
étnicos en el Peru han tenido una experiencia histórica y cultural exclusiva, y diferentes de otras experiencias vividas por el resto de los grupos. La experiencia histórica y cultural exclusiva de cada grupo y en el respecto a las diferencias, en el respecto a la diversidad de lenguas indígenas, y la diversidad idiomática del castellano, en el respecto la diversidad racial-étnica, de género, de trabajo, y en el respecto a verse diferente compartiendo los mismos derechos civiles, políticos y ciudadanos. La izquierda no pudo definir una postura que se reflejo en un profundo desprecio a las diferencias.
En fin, el modo en que esos movimientos acabaron agrupándose en entidades de la "sociedad política," "partidos," sindicatos, gobiernos locales, frentes electorales etc. Cuando en los ochentas fue preciso elegir a una gran cantidad de autoridades municipales de izquierda y de base en muchas ciudades, recalca la importancia de la tendencia así como sus límites.
Durante los primeros meses de 1980, la izquierda se encontraba dividida en varios grupos y pequeños "partidos," casi todos con posturas "ideológicas" tenían un elemento en común de "identidad" y un profundo menosprecio de las formas, reglas y procedimientos de la democracia representativa. La ocupación de las funciones publicas ya sea en el parlamento o en los municipios mediante elecciones se convirtió en el objetivo central de la izquierda unida y de sus organizaciones integrantes.
En las elecciones municipales la izquierda logro el 2% de la votación nacional y el 28.3% en Lima metropolitana. Por primera vez en la historia política del Peru, la izquierda se hizo cargo del gobierno de importantes municipios del país. La Izquierda Unida obtuvo el gobierno en 33 consejos municipales y en 238 distritos del Peru.
En Lima gano los gobiernos municipales de cinco importantes distritos populares. Como resultaron, se incorporaron promociones de dirigentes y militantes de izquierda en los municipios, sin formación previa y sin soporte político-institucionales, expuestos a ligar con el pragmatismo y los retos del gobierno municipal.
Hacia 1983, la izquierda había logrado ganar la audiencia entre diversos sectores del Peru. Esto quedo particularmente demostrado en noviembre de 1983, cuando Una visión retrospectiva de la izquierda en el Peru de la década de los ochentas. 4
en las elecciones municipales para la alcaldía de Lima, Alfonso Barrantes Lingan, resulto elegido como alcalde de la capital de Lima. La izquierda obtuvo el 29% del total de votos emitidos en el todo el Peru. La Izquierda Unida triunfo en siete capitales departamentales y 30 capitales provinciales.
Sin embargo, sin la conexión electoral y la asociación con los partidos, muchas veces los movimientos estaban condenados a pudrirse y morir, cuando las circunstancias que les dieron vida desaparecieron.
Entre las condiciones generadas figura la diferencia entre la "izquierda de partido" y la "izquierda de movimiento." La izquierda coqueteo durante muchos años con una máxima criptocartesina: "Creo un partido político, luego existo." El partido fue la expresión privilegiada, sino exclusiva, de la voluntad, la acción y la reflexión política. Al seguir en esta tradición, la izquierda sigue casada con el partido y se concibe a si misma solo en la construcción de un partido, consolidándolo o a punto de crearlo.
Esto a su vez tiene diversas consecuencias; un partido implica una estructura, un programa coherente, normas y reglamentos que rigen la vida interna y sus debates, sus alianzas, y una cierta idea del lugar que ocupan en la sociedad. Entonces surgen las preguntas: Representa el partido una clase o un sector de la sociedad mal definido-el pueblo? Se propone gobernar supremamente y solo aceptando en su caso únicamente con resignación la existencia de otros partidos, o reconoce que una sociedad como la peruana multiétnica y multicultural, y unos grupos polimorfismos dentro de ella no pueden estar representadas nunca por un partido único?
Mas importante aun, "la línea del partido" implica que todos los movimientos populares, los impulsos se subordinan al partido, o eventualmente ser incorporados a él. La relación entre los partidos políticos de esta "izquierda de partido" anhela que llegue el momento de poder y ser omnicomprensiva y completa en sí misma.
Existen indicios de que en América Latina hoy día prevalece la tendencia a dejar atrás el énfasis partidista para ceder el paso a una izquierda de inspiración "movimiento". Desde esta perspectiva se puede observar los "movimientos". La coalición de Lula en 1989 en Brasil, el Frente Democrático Nacional de Cárdenas en 1988 en México, la coalición del No en 1988 en Chile, son ejemplos de ello.
A fines de la década de los setenta en el Peru, la junta militar de gobierno del Peru en la persona de general Francisco Morales Bermúdez enfrento una situación extremadamente compleja. Una aguda crisis económica y una intensa movilización social protagonizada por un variado conjunto de organizaciones gremiales, sindicales, obreras, campesinas, estudiantiles, profesionales y regionales.
Las diversas agrupaciones de la izquierda de los ochentas tomaron parte en aquella movilización a través del rol de "agitadores" y "organizadores". Fue en esa arena de acción política donde la izquierda peruana alcanzo su influencia más significativa en la historia política del Peru en la transición a la democracia representativa entre 1978 -1980.
Cuando triunfo la lucha contra las dictaduras militares, los movimientos perdieron sin remedio algo de su atractivo y vigor revolucionario, asentándose a la vez en papeles más tradicionales. En una democracia representativa no podían mantener el impulso y el simbolismo que generaron bajo condiciones autoritarias.
El traslado del "poder a la civilidad" contemplo dos etapas: La primera, la elección de una Asamblea Constituyente, que redactaría una nueva constitución; y la segunda la convocatoria a elecciones generales. Esta inédita situación política en el Peru, tomo al conjunto de partidos políticos y organizaciones de izquierda. Cada uno de los cuales obligado a definir una postura y actuar en consecuencia en el nuevo escenario político. No obstante, el progreso democrático fue enorme en todo el continente y el fortalecimiento de estos movimientos era indiscutible. Pero tal vez se insistió demasiado en ellos, y no pudieron definir una postura a la altura de las expectativas de la ciudadanía, olvidando que el Peru es una nación multiétnica y multicultural. (blancos, negros, indígenas, mulatos, chinos-peruanos, afro-peruanos, de la región de selva, de la región andina, y mestizos). Los grupos Una visión retrospectiva de la izquierda en el Peru de la década de los ochentas. 3
étnicos en el Peru han tenido una experiencia histórica y cultural exclusiva, y diferentes de otras experiencias vividas por el resto de los grupos. La experiencia histórica y cultural exclusiva de cada grupo y en el respecto a las diferencias, en el respecto a la diversidad de lenguas indígenas, y la diversidad idiomática del castellano, en el respecto la diversidad racial-étnica, de género, de trabajo, y en el respecto a verse diferente compartiendo los mismos derechos civiles, políticos y ciudadanos. La izquierda no pudo definir una postura que se reflejo en un profundo desprecio a las diferencias.
En fin, el modo en que esos movimientos acabaron agrupándose en entidades de la "sociedad política," "partidos," sindicatos, gobiernos locales, frentes electorales etc. Cuando en los ochentas fue preciso elegir a una gran cantidad de autoridades municipales de izquierda y de base en muchas ciudades, recalca la importancia de la tendencia así como sus límites.
Durante los primeros meses de 1980, la izquierda se encontraba dividida en varios grupos y pequeños "partidos," casi todos con posturas "ideológicas" tenían un elemento en común de "identidad" y un profundo menosprecio de las formas, reglas y procedimientos de la democracia representativa. La ocupación de las funciones publicas ya sea en el parlamento o en los municipios mediante elecciones se convirtió en el objetivo central de la izquierda unida y de sus organizaciones integrantes.
En las elecciones municipales la izquierda logro el 2% de la votación nacional y el 28.3% en Lima metropolitana. Por primera vez en la historia política del Peru, la izquierda se hizo cargo del gobierno de importantes municipios del país. La Izquierda Unida obtuvo el gobierno en 33 consejos municipales y en 238 distritos del Peru.
En Lima gano los gobiernos municipales de cinco importantes distritos populares. Como resultaron, se incorporaron promociones de dirigentes y militantes de izquierda en los municipios, sin formación previa y sin soporte político-institucionales, expuestos a ligar con el pragmatismo y los retos del gobierno municipal.
Hacia 1983, la izquierda había logrado ganar la audiencia entre diversos sectores del Peru. Esto quedo particularmente demostrado en noviembre de 1983, cuando Una visión retrospectiva de la izquierda en el Peru de la década de los ochentas. 4
en las elecciones municipales para la alcaldía de Lima, Alfonso Barrantes Lingan, resulto elegido como alcalde de la capital de Lima. La izquierda obtuvo el 29% del total de votos emitidos en el todo el Peru. La Izquierda Unida triunfo en siete capitales departamentales y 30 capitales provinciales.
Sin embargo, sin la conexión electoral y la asociación con los partidos, muchas veces los movimientos estaban condenados a pudrirse y morir, cuando las circunstancias que les dieron vida desaparecieron.
Entre las condiciones generadas figura la diferencia entre la "izquierda de partido" y la "izquierda de movimiento." La izquierda coqueteo durante muchos años con una máxima criptocartesina: "Creo un partido político, luego existo." El partido fue la expresión privilegiada, sino exclusiva, de la voluntad, la acción y la reflexión política. Al seguir en esta tradición, la izquierda sigue casada con el partido y se concibe a si misma solo en la construcción de un partido, consolidándolo o a punto de crearlo.
Esto a su vez tiene diversas consecuencias; un partido implica una estructura, un programa coherente, normas y reglamentos que rigen la vida interna y sus debates, sus alianzas, y una cierta idea del lugar que ocupan en la sociedad. Entonces surgen las preguntas: Representa el partido una clase o un sector de la sociedad mal definido-el pueblo? Se propone gobernar supremamente y solo aceptando en su caso únicamente con resignación la existencia de otros partidos, o reconoce que una sociedad como la peruana multiétnica y multicultural, y unos grupos polimorfismos dentro de ella no pueden estar representadas nunca por un partido único?
Mas importante aun, "la línea del partido" implica que todos los movimientos populares, los impulsos se subordinan al partido, o eventualmente ser incorporados a él. La relación entre los partidos políticos de esta "izquierda de partido" anhela que llegue el momento de poder y ser omnicomprensiva y completa en sí misma.
Existen indicios de que en América Latina hoy día prevalece la tendencia a dejar atrás el énfasis partidista para ceder el paso a una izquierda de inspiración "movimiento". Desde esta perspectiva se puede observar los "movimientos". La coalición de Lula en 1989 en Brasil, el Frente Democrático Nacional de Cárdenas en 1988 en México, la coalición del No en 1988 en Chile, son ejemplos de ello.
Estos frentes electores fueron amplios, mucha veces inmanejables pero con coaliciones ricas en diversidad, movimientos procedentes de la sociedad civil.
*Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara, Sociologo graduado de la Universidad "Inca Garcilaso de la Vega" Peru, MA. Latin American Studies at Hunter Collegue in New York. Experto en migraciones, Oficial Federal de Inmigracion del Servicio de Inmigracion y Naturalizacion(CIS) del DHS in New York.
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