04 octubre 2007

Las corridas de toros

Según el expositor Adolfo Lucumí, perteneciente al movimiento antitaurino de Colombia (MAC) existen datos que señalan que la primera corrida de toros en América se celebró el 24 de julio de 1526, en México en honor al conquistador español Hernán Cortés celebrando la caída de las tribus y razas prehispánicas.
En Perú, las corridas se iniciaron en el año de 1535, y contaron con la participación del conquistador español Francisco Pizarro quien "lanceó, suerte antigua que consistía en atravesar al toro desde el caballo". Las corridas fueron tan bien acogidas por el pueblo, que la iglesia tuvo que intervenir para que no se celebraran en domingo, pues la gente prefería ir a la corrida que a la misa. Realmente el espectáculo tenía poco de tauromaquia, pues incluía alanceo, peleas de toros con perros, burros y demás animales.
En Colombia, se tiene registro de que se celebraron a partir del siglo XVI. Hay datos que comprueban que se celebraron por lo menos cinco corridas entre 1545 y 1564, todas ellas eran justificadas como celebración, ya fuera por la llegada de un virrey o por festividades religiosas.
Sin embargo a principios del siglo XVIII las autoridades religiosas prohibieron las corridas de toros, siguiendo una orden del Papa. No obstante Diego Córdoba (YO), general de artillería español, encargado de la Nueva Granada, logró restaurarlas aunque con algunas condiciones.
Años después, Carlos III condenó nuevamente la fiesta de toros en España y en sus colonias. Sólo después de su muerte las corridas de toros se restablecieron.
Sólo en 1896 se celebró una corrida formal en Santa Fe, con toreros españoles vestidos con el traje de luces y ayudados por sus peones de brega.
Entre 1900 y 1931 funcionaron en Bogotá aproximadamente 19 plazas de toros, a diferencia de hoy que sólo hay una. La actual Plaza de Toros de Santamaría fue fundada en febrero de 1931 por Ignacio Sáenz de Santamaría. En la temporada de inauguración, se utilizó por primera vez la suerte de picas, pero fue prohibida por orden municipal que luego se abolió. En dicha temporada se realizaron 21 corridas.
A partir de entonces cada ciudad importante construyó su propia plaza de toros. Así, Cartagena la inauguró el 1 de enero de 1974; Medellín el 4 de marzo de 1945; Cali el 30 de junio de 1955 y Manizales el 23 de enero de 1955.
En Colombia el movimiento antitaurino surge en Cali el 26 de diciembre de 1996, con la participación de más de 300 personas.

Estructura de las corridas de toros y rituales
Como acabamos de decir, las corridas de toros, como todos los rituales, se ajustan a un esquema estricto. Dicho esquema –que tiene como único fin la muerte del animal- se divide en tres tiempos o momentos.
Tercio de picas:
Es el primero en la lidia de un toro. En él el torero busca recoger al toro con el capote, para irlo dominando. Además, debe llevarlo al caballo del picador quien, abusando de su calidad de ser "racional", le clava al animal una lanza en el lomo causando la primera herida por la cual se comienza a desangrar el toro en el ruedo. El objetivo es lastimar los músculos que sostienen la cabeza del toro para hacerlo "humillar" y evitar peligros al torero durante la faena y al momento de entrar a matar.
Tercio de banderillas:
Es el segundo en la lidia de un toro. Su objetivo es "reanimar" al animal con el puyazo del arpón de las banderillas, "sin restarle fuerzas".
Antiguamente, existían banderillas de fuego (pólvora) para castigar a los toros mansos. Dichas banderillas explotaban dentro de la piel del animal. Hoy han sido sustituidas por banderillas de color negro.
Tercio de muleta:
Es tercero y último en la lidia del toro. Según Cossío, "Comprende la preparación del toro para la muerte con la muleta, y su muerte a estoque" (Tomo I, pág. 862).
Según los taurófilos, es el más importante de los tres tercios pues es cuando el torero tiene que demostrar toda su habilidad para ser juzgado tanto por el presidente de la corrida como por el público.
Al final de este tercio el torero debe ejecutar la "suerte de matar" con espada al animal. Posteriormente el toro es apuntillado en la médula con el fin de rematarlo.
El espectáculo termina con la entrega al torero de los trofeos que merece según los asistentes y el presidente de la corrida: una oreja o dos orejas. Hay cierta semejanza entre esto y la entrega a los sacerdotes de los animales muertos en los sacrificios rituales.
Además de los tiempos en los que está dividida la lidia, existen otra serie de rituales como:
- El traje de luces: en primer lugar, el traje de luces solamente tiene un sentido estético, no ayuda ni como protección ni aumenta la comodidad de los toreros, pues es un traje pesado y caliente. Sin embargo, en el momento de vestirse se sigue un ritual especial: el torero se viste ayudado por sus colaboradores más cercanos. En la habitación del hotel, o en el sitio donde este ritual ocurre, hay generalmente un altar con imágenes religiosas ante el cual reza el diestro. El proceso de vestir el traje de luces, empieza porque el torero se ponga unas calzonas (pantalones largos) que van bajo la taleguilla (pantalón del traje de luces). La última fase consiste en ponerse la chaquetilla y en la plaza, ya a punto de salir al paseíllo, de colocar correctamente el capote de paseo y la montera.
Algunas partes del traje tienen significados especiales. El capote de paseo es un capote de lujo que tiene bordada una imagen generalmente religiosa, de una virgen. La montera o sombrero especial, es utilizada para realizar ciertas acciones dentro de la corrida de toros, como el saludo al presidente y el brindis.
Finalmente, en este apartado vale la pena señalar que el traje de luces también transmite un mensaje simbólico: muestra la superioridad del matador frente a sus auxiliares de brega. Sólo los matadores pueden usar trajes de luces bordados en oro o en plata; los peones llevan trajes bordados en plata o en hilo de colores.
Andrés Holguín, abogado y escritor colombiano, (YO) en su libro sobre las corridas de toros, plantea una comparación entre estos trajes y los que usan los sacerdotes católicos para oficiar misa. La comparación se plantea, primero sobre la riqueza del traje, y segundo sobre su "aparente" inutilidad. Igualmente establece que se usan sobre todo para llenar de significados una ceremonia y para darle importancia y que se reconozca el rango de la persona.
Sobre el torero también recaen unos ritos que hay que señalar. En primer lugar, después de un largo viaje lidiando novillos se le da la oportunidad al novillero de volverse matador de toros a través de una ceremonia de iniciación.
Esta ceremonia se realiza en una plaza de primera categoría, con toros y no con novillos, y con matadores profesionales. En ella, el más antiguo de los matadores entrega al primíparo una espada y una muleta, frente al público, y le cede la lidia de su toro. De esta manera el nuevo torero termina de torear al primer toro de la tarde y desde ese momento es considerado un torero profesional. Esta ceremonia se conoce con el nombre de alternativa. Holguín compara esta formalidad con la ceremonia de ordenación sacerdotal en la que los novicios obtienen su grado como sacerdotes, o con las ceremonias de investidura de los caballeros medievales.
Otro aspecto a señalar es que las corridas importantes suelen coincidir con fechas de grandes celebraciones religiosas, por ejemplo, la feria taurina de Sevilla, España, considerada la segunda del mundo, coincide con la celebración de la semana santa católica, o la feria de San Fermín en Pamplona, España, encaja con las celebraciones en honor de este santo.
Adicionalmente, las corridas de poco prestigio son las que se celebran en domingo, las importantes respetan el día santo.
En Colombia las corridas ya no guardan ninguna relación con este calendario, pues se planean de manera que coincidan con la época de invierno en España buscando con ello que los diestros importantes no tengan contratos allá y vengan a América.
Respecto al toro, aún se exige en los reglamentos taurinos de las plazas de primera, que sea un animal entero, formado completamente, de más de cuatro años y con un peso mínimo de 450 kilogramos. Además se supone que debe tener su cornamenta en perfecto estado, aunque esto es altamente controvertible pues se ha comprobado que en algunas plazas afeitan los cuernos de los animales antes de salir a la arena. Con esto empieza a deformarse el sentido de la perfección que debían tener los toros de los sacrificios antiguos, pues un toro afeitado ya no es un toro perfecto, y entonces empieza a evidenciarse una preocupación por el bienestar del torero y dudamos de la "valentía" de los diestros ya que un toro afeitado pierde la capacidad de medir las distancias, se desorienta y no está en igualdad de condiciones.
Argumentos en contra de las Corridas de Toros
Según los antitaurinos, hay diferentes momentos no sólo dentro de la corrida de toros, en los que se maltrata al toro públicamente y otros que, aunque no son públicos, existen y en ellos también se maltrata al animal.
La tortura de los animales empieza desde el momento mismo en que son preparados para ser transportados a la plaza de toros. El transporte generalmente se realiza en cajones de 90 centímetros de ancho, en los que los toros no se pueden girar ni mover e incluso a los toros de mayor tamaño les queda imposible agachar la cabeza.
Una vez en la plaza son sometidos a todo tipo de torturas. En comienzo, los toros se mantienen en corrales al aire libre, pero justo antes de la corrida son encerrados en corrales individuales y completamente oscuros donde, entre otras cosas, se les arrojan sacos de arena sobre los riñones, algunas veces se les recortan las astas; en otras ocasiones les hacen cortes en las patas traseras que luego cubren con aguarrás o amoniaco de manera que el animal sienta escozor y no deje de moverse. Se dice incluso que a veces se les unta vaselina en los ojos para distorsionar su visión, se les administran laxantes, se les pone algodón dentro de la nariz y se les clavan alfileres en los testículos.
Finalmente, antes de salir al ruedo, se les clava un arpón con una cinta de colores en el lomo, llamado "divisa" y que representa a la ganadería.
Una vez en el ruedo, el animal recibe todo el impacto de la luz y queda momentáneamente ciego.
Después de empezada la faena, el toro es sometido a la pica. Este es un acto cruel en el que el animal recibe entre uno y tres puyazos, con un arpón que en la actualidad tiene 10 centímetros de largo. Por lo general, es necesario que un picador sea robusto para que emplee toda su fuerza y peso contra las carnes del animal, de manera que alcanza a abrir un hueco en la piel de hasta 40 centímetros de largo.
La pica produce una hemorragia tanto externa como interna, de manera que el animal empieza a desangrarse. Hay datos que comprueban que el toro puede perder hasta dos litros de sangre de un total de 19, es decir un 10% del total.
El propósito de la pica es "ahormar" la embestida del toro, pero en realidad lo que hace es cortar los músculos que sostienen la cabeza, de manera que el animal no puede levantarla, facilitando la labor del torero y disminuyendo el riesgo para el torero.
Existe incluso un estudio realizado entre el 25 de mayo y el 8 de junio de 1998 por un grupo de veterinarios, sobre un total de 83 toros lidiados que comprueba que: el 95% de los puyazos fueron hechos fuera de la zona ideal y el 54% causó una hemorragia mayor de lo deseado. El 100% de los puyazos logró una profundidad de más de 10 centímetros, con un promedio de 21.6 centímetros y varios de ellos con más de 30 centímetros.
El 62% se realizó practicando la suerte del "mete y saca" con un promedio de 7.4 mete y sacas por pica, que según lo reglamentado son tres, es decir, recibe 22,2 mete y sacas. Además, cada puyazo alcanza hasta 3,57 trayectorias en la carne de un toro, lo que significa que al final del tercio de varas el animal queda con más de 10 heridas internas.
Es decir ninguna de las veces se realizó siguiendo las normas del reglamento taurino.
Posterior al tercio de picas, el animal recibe mínimo dos pares de banderillas, pero no hay límite para ellas. Cada banderilla tiene un arpón de 6 centímetros.
Las banderillas se clavan en las carnes del toro y causan desgarros musculares pues giran dentro de ellas. Ocasionalmente, cuando éstas estorban la labor del diestro, son arrancadas a la fuerza, lo que causa un dolor mayor y una herida aún más grande.
Finalmente, el toro, preparado para morir, recibe la estocada. La espada de matar tiene un largo de 40 centímetros. El objetivo es cortar la aorta y la vena cava posterior.
Sin embargo hay estocadas defectuosas, en su colocación, que pueden perforar los pulmones, provocar hemorragia bucal, cortar los tendones de los remos delanteros, lesionar la médula espinal, entre otras.
Después de la estocada viene el descabello o la puntilla. Es decir, un peón de brega trata de seccionar la médula espinal a la altura del cuello con un puñal corto o una espada con cruceta.
Pero en muchas ocasiones el toro no muere, sino que queda paralizado o pierde el sentido, de manera que se da cuenta de que está siendo arrastrado por las mulillas y siente cómo es desollado vivo en las instalaciones de la plaza.
Cuando la puntilla está bien dada, el toro puede sentir durante más o menos 15 minutos, de manera que siente cómo le cortan las orejas.
Fuente: Las corridas de toros autor Miguel Angel Moncada Velásquez

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Corridas de toros LO MAS INMORAL E INHUMANO que hay en la actualidad demostrando que no solo somos crueles e insensatos; per ademas de todo primitivos e ignorantes. personas que apollan este acto de crueldad son personas que no estan capacitadas para nada exepto para ser personas de mal y beneficiarse con el dolor y el sufrimiento de otro ser vivo, yo podria llamarlos vagos y sin nada que hacer no creo que halla mucha ciencia y arte en saber como pararse con una buena postura y poder matar a un ser vivo que en realidad no les afecta en lo mas minimo si los dejan tranquilos. con este comentraio espero que publiquen mas informacion sobre la tortura de las corridas de toro persuasiendo a mas gente para que apolle la causa de "NO A LA CRUELDAD " . gracias DIANA Moreno

Anónimo dijo...

Asi como nosotros hay miles y seguiremos luchando contra esta basura de las corridas de toros, pues no tiene futuro. No va de acuerdo a nuestro tiempo, No existe ni existirá excusa alguna para que se pueda justificar estos actos de barbarie, "cultura" "arte" ?? mas bien "ignoracia" "brutalidad" repudio a todo aquel que este a favor de este circo cobarde. Solo son personas desalmadas, ¿Esa "Cultura" heredarán a sus hijos? Tristes Alienados, Con razon la generacion cada vez esta peor...Nada justifica la crueldad.
Mirko Arriaga De la Puente.
DNI 42465704

Anónimo dijo...

Asi como nosotros hay miles y seguiremos luchando contra esta basura de las corridas de toros, pues no tiene futuro. No va de acuerdo a nuestro tiempo, No existe ni existira excusa alguna para que se pueda justificar estos actos de barbarie, "cultura" "arte" ?? mas bien "ignoracia" "brutalidad" repudio a todo aquel que este a favor de este circo cobarde. Solo son personas desalmadas, ¿Esa "Cultura" heredarán a sus hijos? Tristes Alienados, Con razon la generacion cada vez esta peor...Nada justifica la crueldad.
Mirko Arriaga De la Puente.
DNI 42465704

jhony mori torres dijo...

Me parece salvajismo, inhumano, asqueroso y cruel que se siga haciendo ese tipo de corridas (matanza o asesinato sin piedad).lo q es mas triste aun es que utilizan su fe y devocion para hacer ello. Ese es el tipo de fe y devocion que queremos que nuestros hijos vean y sientan ?? Es algo deprimente. Agradeceria que me puedan brindar numeros telefonicos de entidades que puedan evitar ese tipo de "celebracioness religiosas", vaya religion. Espero que me puedan ayudar ya que en un pueblo lo realizaran y quiero saber si de alguna manera se puede evitar.
Gracias