03 febrero 2007

Caserío de Chamanayoc (Ancash)

Características socioculturales
El caserío de Chamanayoc está ubicado en la zona suroeste de la Cordillera Negra del Callejón de Huaylas, en el distrito y provincia de Huaraz, aproximadamente a 12 kilómetros de Huaraz y 15 kilómetros de Recuay (centros urbanos más próximos).

El acceso es sólo por camino de herradura. La viviendas son rústicas, de adobe con techo de teja y algunas de calamina. Están concentradas en dos partes, la mayoría a unos 300 metros de la escuela y las restantes alrededor de esta. La escuela está ubicada a un costado del camino de herradura Llacllintu-Santa Catalina y dispone solamente de servicios de agua potable.
Chamanayoc, al igual que muchos otros caseríos de la zona de la Cordillera Negra, no está constituido como comunidad, ni forma parte de comunidad alguna. Las únicas organizaciones sociales con que cuenta son el Comité de Agua Potable y el Comité de Regantes.
La población aproximada de Chamanayoc es de 119 habitantes entre niños, jóvenes, adultos y ancianos. Según el padrón de usuarios de agua potable, existen 40 familias. En la mayoría de los casos, la migración es temporal. Los varones jóvenes y adultos así como las mujeres jóvenes generalmente migran a la ciudad de Huaraz para trabajar como obreros y peones en las construcciones de casas o como empleadas domésticas.
Los varones suelen ir a la ciudad de Huaraz de lunes a viernes y retornan a la comunidad los sábados y domingos; en cambio, las mujeres regresan, por lo común, después de un mes.
Las actividades productivas están centradas en la agricultura (papa, cebada, trigo, arveja y algunas hortalizas). Los productos se destinan al autoconsumo y sólo una pequeña cantidad de excedentes para la venta. La comercialización de los productos agrícolas y de algunos animales tiene lugar en la ciudad de Huaraz los sábados y jueves, que son días de mercado (feria). La crianza de animales —ganado vacuno, ovino, equino, etcétera, así como de animales menores como cuyes, conejos, gallinas, etcétera— es mínima.
La tenencia de la tierra es privada y, con el paso del tiempo, se va fraccionando cada vez más debido a que cada propietario la distribuye a sus hijos cuando ya pueden laborar en ella y adquieren la mayoría de edad.
El trabajo agrícola es básicamente individual, cada uno en su propia parcela. En determinadas circunstancias se convoca a trabajos comunales; por ejemplo, para la limpieza de las acequias, del camino, el arreglo de la capilla, de la escuela, etcétera.
Características sociolingüísticas
Según los pobladores, los padres de familia, la profesora y nuestras observaciones in situ, la población de este caserío es quechuahablante.
Todos sin excepción alguna hablan el quechua en los diversos contextos y circunstancias comunicativos (la familia, la comunidad, la escuela y otros). El quechua es la lengua de socialización primaria, de comunicación intrafamiliar y de comunicación intracomunal e intercomunal. El uso del castellano está supeditado a la presencia de un interlocutor hispanohablante.
En otros casos, incluso cuando el interlocutor les habla en castellano, ellos responden en quechua. Esto nos hace suponer que comprenden el castellano, pero prefieren no hablarlo por tener un limitado dominio de esta lengua o por temor a equivocarse y a “hablar mal”.
Al respecto, una de las madres de familia dijo: Pruhisursitu, qhichwallapam parlakuyaa, kaayitaqa kayiyaami parliitamsii puiriyatsu. Yachaqkaqkunamsii kastillanupapis qhichwapapis parlayan [Profesorcito, nosotros hablamos sólo en quechua, al entender entendemos, lo que no podemos es hablar. En cambio los que saben sí hablan tanto en castellano como en quechua].
Al parecer, en el caserío de Chamanayoc no existen personas monolingües propiamente dichas ni en quechua ni en castellano. Si bien es cierto que todos tienen como L1 al quechua y la mayoría como L2 al castellano, esto no significa que sean monolingües en quechua. Los niños adquieren el castellano inmediatamente después del quechua y algunos casi simultáneamente.
Dada la relativa cercanía a la ciudad de Huaraz, la influencia de la escuela y los medios de comunicación masiva (principalmente la radio y, en algunos casos, la televisión), cuando los jóvenes hablan por lo común alternan códigos en castellano y en quechua.
También cabe señalar que algunas personas entienden algo de castellano pero no pueden hablarlo (bilingüismo pasivo), o su producción se reduce simplemente al uso de ciertas palabras tales como “sí”, “no”, “bien”, “mal”, etcétera, o frases cortas como “Buenos diyas”, “¿De Huaraz eres projisor?”, “Tu markaqa ¿cómo es projichu?”, etcétera. Esto ocurre principalmente con los niños y niñas en edad preescolar y las mujeres ancianas.
Por el hecho de haber accedido a la escuela, la población joven tiene cierto dominio del castellano, al igual que los adultos que emigraron a la ciudad de Huaraz para trabajar, entre otras razones. Se observa que ellos tienen más competencia en quechua que en castellano (bilingüismo subordinado). No parecen existir los bilingües equilibrados propiamente, aunque puede presumirse que algunos jóvenes que han estudiado en la ciudad de Huaraz y han concluido la Educación Secundaria podrían estar en este grado de bilingüismo.
Es necesario destacar que ningún poblador de Chamanayoc escribe en quechua; su dominio se plasma sólo a nivel oral. En cuanto al castellano, los que escriben son generalmente los varones que tienen mayor grado de escolaridad puesto que la mayoría de las mujeres son analfabetas.
Características socioeducativas
Chamanayoc cuenta con una escuela unidocente creada en 1987. Allí labora una sola profesora en calidad de nombrada, quien aparte de atender cuatro grados (del primero hasta el cuarto) cumple funciones de directora.
La profesora realizó sus estudios en el ISP de Huaraz, donde obtuvo su título profesional; luego realizó estudios de complementación académica en la Universidad Nacional de Ancash “Santiago Antúnez de Mayolo” (UNASAM) y se graduó como Bachiller en Educación. A la fecha cuenta con 13 años de servicios en total, 7 de ellos en Chamanayoc.
La docente tiene como L1 el quechua y como L2 el castellano. Recibió capacitación para el programa EBI en los meses de marzo y agosto del presente año del PLANCAD-EBI/ Diakonía. Radica en Huaraz y se traslada diariamente
a la escuela. Va y viene hasta cierta parte en movilidad (Huaraz-Llacllinto) y de allí camina (Llacllinto-Chamanayoc).
El horario de trabajo en la escuela es sólo en las mañanas de 9:30 a.m. a 1:30 p.m. Al respecto, la profesora indicó: Los alumnos llegan tarde a la escuela. Me están esperando todavía que yo llegue para que salgan de sus casas, y en el camino se demoran siquiera media hora. Por eso he puesto mi horario de nueve y media a una y media de la tarde, porque si vengo a las ocho es en vano, no vienen los alumnos.
Los alumnos ingresan al salón de clases a medida que van llegando. En el recreo, las niñas forman grupos para jugar entre ellas y los niños juegan fulbito con una pelota hecha de trapo.
La participación de los padres y madres de familia en la escuela se reduce a la ejecución de ciertos trabajos de mejoramiento de la infraestructura. Dicha participación no es por iniciativa propia, sino obedece al llamado que hace la profesora en coordinación con la presidenta de la Asociación de Padres de Familia (APAFA).
La escuela cuenta con un aula y un depósito (techo de teja, piso de tierra, bóveda y paredes sin obra blanca), servicios higiénicos rústicos (letrinas), biohuerto (en un espacio aproximado de 3 metros cuadrados), agua potable y cerco periférico en construcción.
La población escolar de la escuela de Chamanayoc es reducida debido a que hay pocos niños en el caserío. Además, algunos padres de familia suelen matricular a sus hijos en las escuelas vecinas de Huamarín y Mashuan porque allí trabajan más profesores y enseñan en castellano. Al respecto, la profesora dijo: El año pasado un padre me dijo, señorita no quiero que a mis hijos les enseñe en quechua porque ellos ya saben, lo que quiero es que mis hijos aprendan a hablar y escribir bien el castellano; el quechua para qué les va a servir, por eso he venido para que me dé su traslado de mi hijo.
Durante los últimos años no se ha podido superar los 20 alumnos matriculados de primero a cuarto grado. En el año lectivo de 1999 se contaba con 16 alumnos matriculados del primero al cuarto grado (7 en el primero, 2 en el segundo, 5 en el tercero y 2 en el cuarto), 10 de ellos varones y 6 mujeres44.
La deserción escolar es mínima: del total de alumnos matriculados sólo se retiró uno del segundo grado.
Los alumnos que terminan el cuarto grado van a estudiar a las escuelas de Huamarín, Mashuan y Collcapampa para terminar la primaria.
Si bien son pocos los que concluyen la Educación Primaria, la gran mayoría sigue la secundaria en los colegios de Huamarín, Collcapampa y Huaraz, según las posibilidades económicas de sus padres. Apenas son unos cuantos los que concluyen la Educación Secundaria y casi ninguno sigue estudios de educación superior.
La gran mayoría de la población adulta, principalmente las ancianas, son analfabetas. En la entrevista a los padres, al preguntar sobre los materiales, 3 de 6 madres manifestaron no saber leer:
—Manam rikaallarqootsu mana liyita yachar [No he visto por no saber leer].
—Riqiimi, piru manam liyitsu, manam rikapaatsu, nuqapiqqa allim sulu wakinmi niyan manam intintipaqtsu [Sí, conozco, pero no leo, no reviso. Para mí está bien, sólo algunos dicen que no es para entender].
—Rikarpis mana riqir imatataq rurashaq [Mirando también qué voy a hacer, si no conozco].
De la población adulta, sólo un porcentaje mínimo, sobre todo los varones, tienen algún grado de escolaridad en Educación Primaria.
En cambio, la población joven casi en su totalidad estudia la primaria y en menor porcentaje la secundaria, pero muy pocos concluyen este nivel. Hasta ahora no existe ningún chamaquino profesional. Un padre de familia manifestó: “Me gustaría que los profesores fueran de acá mismo, pero acá en la comunidad no hay ningún profesional”.
Finalmente, todos los padres y madres de familia manifiestan que hasta ahora nadie ha visitado a la comunidad para hablarles sobre la educación bilingüe, ni las autoridades de la Dirección Regional de Educación de Ancash (DRE-A) ni de otras instituciones, y que sólo la profesora les había hablado una vez muy brevemente de las ventajas de la enseñanza en quechua. Al respecto, la profesora confirmó la versión de los padres:
En primer lugar no entendían, pero en reuniones yo les hice entender qué significaba EBI. Me dijeron al ver los textos en quechua ni nosotros sabemos bien el quechua, ¿tú cómo vas a enseñar? Pero yo les hice entender las ventaja de EBI porque en la casa sólo se comunican en quechua. Ahora están convencidos que EBI es bueno para sus hijos.
[...] Con respecto al Programa EBI del Ministerio, más o menos así a grandes rasgos es lo que les he explicado yo, nada más.
(Fuente: Capítulo III EL PROGRAMA DE EDUCACIÓN BILINGÜE INTERCULTURAL Y SU APLICACIÓN EN EL AULA, En Documento de Trabajo N° 15 - PROGRAMA MECEP)

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