31 enero 2007

Comunidad Campesina Santa Rosa de Chontay (Lima)

La comunidad campesina de Santa Rosa de Chontay, reconocida oficialmente en 1990, está ubicada en el distrito de Antioquía, provincia de Huarochirí, departamento de Lima. La mayor población se asienta a orillas del Río Lurín en el km. 37.5 de la carretera rumbo a la mencionada provincia. Forma parte de una de las cinco comunidades campesinas del distrito de Antioquía.
De la época prehispánica, queda como evidencia el camino inca o cápac ñam que aún puede transitarse entre los cerros vecinos. Este camino unía Pachacámac con el Santuario de Pariacaca, Xauxa y el Cusco. A esta ruta se suman las zonas arqueológicas de Lindero y Chontay y los enigmáticos petroglifos. Actualmente la comunidad ocupa el mismo lugar donde estuvo ubicado un tambo antiguo.
El pueblo colonial data más o menos de 1630, que fue creado junto a otros poblados antiguos de la zona: Cochahuayco y Sisicaya. De esa época colonial queda la, hoy reconstruida, iglesia que aún conserva su campana fechada en 1794.
Durante la república comenzó a poblarse nuevamente, con pocas familias de migrantes y algunos peones de la casa hacienda. Hoy sus descendientes están dedicados a la agricultura y a la cestería.
En la actualidad se compone de aproximadamente 30% de habitantes oriundos del lugar y un 70% de migrantes de otras provincias del Perú.
En cuanto a las autoridades, que tienen injerencia en la comunidad, pueden mencionarse a la Junta Directiva Comunal, compuesta por los propios comuneros, un Teniente Gobernador que es la autoridad política y el Agente Municipal que es el representante del Alcalde del Distrito.
Las fechas importantes de celebración son en primer lugar, la fiesta patronal de Santa Rosa de Chontay durante los días 29, 30 y 31 de agosto; en segundo lugar, la fiesta patronal, menos pomposa, en honor a San Martín de Porres, realizada en noviembre; luego sigue la fiesta de carnavales con la característica yunza entre febrero y marzo; finalmente, la fecha del 20 de julio que es el Aniversario de reconocimiento oficial de la comunidad.
La comida tradicional de la zona, que está pasando al olvido, es la sopa seca, denominaban por los antiguos pobladores mancha pecho. Este potaje consta de tallarines, carapulcra con pollo, gallina y chancho.
Debido a la existencia de camarones en el río Lurín se acostumbra a preparar chupe, ceviche, chicharrón y otros platos en base a ese marisco.
La zona cuenta con sol todo el año y sembríos que cubren todos los rincones de la quebrada, sustituyendo las antiguas plantaciones de coca, hoy desaparecidas. A lo largo de la ruta, se observa la hermosa campiña cubierta de árboles frutales (manzanas, membrillos, pacaes y paltas) y cultivos de pan llevar.
En ambas márgenes del río emerge, como flora natural, el carrizo y la caña brava, especies que los pobladores han sabido aprovechar, con mucho ingenio, en la elaboración de canastas para diversos usos. Entre las piezas más características figuran las canastas para criar y atrapar camarones durante la crecida del río.
LA ACTIVIDAD ARTESANAL DE LA CESTERÍA EN SANTA ROSA DE CHONTAY
Debido al clima cálido, la presencia de cañas en las riberas del Río Lurín es abundante, motivo por el cual los pobladores estables han optado por dedicarse eventualmente a la cestería y principalmente a la elaboración de esteras.
Es una actividad de subsistencia que, de algún modo, ayuda a la precaria economía de los artesanos, quienes a la vez se dedican a otras actividades como la agricultura y la albañilería. Algunos han abandonado sus parcelas por el alto costo que significa mantenerlas.
La cestería es un oficio de larga data en los Andes centrales. Sin embargo parece haberse perdido en la memoria del lugar, pues los actuales pobladores indican que se había iniciado hace unos 40 o 50 años; a excepción de la familia Marchán que manifiesta que entonces la tradición cestera ya era conocida.
Aprendizaje
La mayoría de artesanos aprendieron desde niños el oficio, mediante la observación y participación en alguna etapa del proceso de elaboración de las canastas y esteras.
La enseñanza de la cestería en Chontay se da de dos formas:
1° entre no familiares y
2° entre familiares: de padres a hijos y viceversa o de hermanos a hermanos, abuelos a nietos, tíos a sobrinos.
Materia prima
Se emplean la caña brava y la caña hueca o carrizo. Ocasionalmente la sacuara y el carricillo.
La caña brava (Arundo Donax, familia: Gramineae) crece de forma silvestre en la ribera del río. Llega a tener una altura máxima entre 9 a 10 metros la más gruesa.
Esta caña demora en madurar de uno a un año y medio, tiempo propicio para ser empleada. Se dice que mientras más madura esté se garantiza una mayor duración de los objetos elaborados. Se caracteriza por ser más dura y de mayor grosor o diámetro que el carrizo. Debido a que tiene una mayor carnosidad y resistencia, requiere pasar por unos procesos previos de flexibilización. Por su dureza se la emplea generalmente para hacer canastas. También las más grandes pueden ser vendidas como “parantes” (varas de caña) y ser usados para el techo de las casas rústicas.

Esta caña tiene una flor a la cual llaman “sacuara”, que crece en la parte superior de la caña madre y que está conformada por un tallo delgado con unas espigas de color entre marrón y crema. De su tallo se hacen cestos pequeños y caseros. Al respecto se menciona: “…por su diámetro angosto y su altura pequeña su utilización es más bien casera, los artesanos la utilizan para confeccionar cestos y guardar sus verduras o hacer secar los quesos, por lo dificultoso y su fragilidad, no es material preferido por los artesanos para hacer canastas para la venta.” Hoy las comercializan para convertirlas en adornos o “plumillas” de colores.
La caña hueca o carrizo (Phragmites australis - P. Communis) también crece de forma natural alrededor del río. Madura a los seis u ocho meses. Crece hasta 2 metros de altura y su tallo es más flexible y delgado en grosor respecto de la caña brava. Se caracteriza por su “…color verde intenso en su estado inicial y amarillo al secarse; tallo de forma redonda: su forma es rígida y resistente, posee nudos equidistantes que aumentan a medida que alcanzan un nuevo ciclo de crecimiento.” Se emplea por lo general para elaborar las trampas para recoger camarones y esteras, excepcionalmente para las canastas domésticas.
Principales objetos de cestería
1. La canasta camaronera o trampa
Según Soto-Miasta (1987) estas canastas se conocían, en la época prehispánica, con la denominación quechua isanka, que quiere decir canasta grande. Su uso es ancestral y existe un ceramio escultórico Chimú, que representa a un camaronero con su implemento de trabajo.
Estas canastas tienen forma cónica. Las urdimbres o varas largas se elaboran con carrizos delgados, que oscilan entre 2 y 2.20 metros, dispuestos y amarrados alrededor de un arco de tronco delgado (molle, sauce, huarango o casuarina) que pueda doblarse. La dimensión del arco determina y condiciona los diferentes tamaños de las trampas. Luego se realiza el entramado con doble alambre o totora, de manera que la canasta se va angostando hasta terminar en una punta o cola que mantiene parte de las hojas. Finalmente se recorta la puerta y se le da determinada forma a la cola, cuyo diseño identificará a cada artesano.
Sólo se emplea el machete o cuchillo, a veces la tijera de podar y si se teje con alambre se requiere de un clavo o desarmador para ajustar.
Incluso como complemento pueden usarse guantes o medias para protegerse las manos y una frazada vieja o costal, para mantener caliente los carrizos o dar forma redondeada a la trampa. Cabe señalar, que la trampa se divide en tres secciones: arco, cuerpo de cañas y cola.
El tiempo de elaboración de una trampa de 2 metros es un día para un novato y si es un diestro en la materia, entre 40 minutos o 1 hora.
Su uso es básicamente local, ya que son usadas exclusivamente para capturar camarones en los ríos. Todas las familias antiguas de Chontay mantienen el conocimiento de la elaboración de trampas. Sólo son comercializadas en las zonas aledañas al río Lurín. Algunos pobladores, al sumergirlas al río, colocan alrededor mallas de pescar o cámaras viejas de auto con el fin de protegerlas. Así mismo, para que la canasta tenga firmeza, se la ata con un cable grueso a una roca grande, de tal manera que sea difícil de moverla. La boca va dirigida contra la corriente de agua.
Entre noviembre y diciembre, con la creciente de las aguas del río, los pobladores ubican sus trampas para cazar camarones. Estas trampas se ubican en lugares estratégicos que los pescadores conocen. Estas áreas tienen que tener una buena caída de agua y sin muchas piedras. Los sitios, donde es seguro que queden atrapados los camarones, se conocen localmente con la denominación de “botaderos”. Cada pescador tiene su botadero. Con la técnica de hacer “secas” se podía también capturar camarones.
Es una técnica consistente en secar una parte del río, haciendo un surco para desviar el cauce de las aguas. De esta forma salen a la superficie los camarones. Entre junio y julio aumentan los camarones y para en esa temporada también son capturados por medio del buceo y haciendo “secas”.
El costo de una de estas canastas depende de la cantidad de alambre que se ha usado, del tamaño y del acabado que se le da. La duración de una trampa depende de como esté cargado el río y de la suerte, puesto que en ocasiones son arrastradas por los huaycos. Si se la da un buen cuidado, puede durar entre tres y cuatro meses.
En la mayoría de casos, son los hombres quienes se encargan de elaborar por completo las trampas. Si las mujeres intervienen en el proceso no hacen la etapa más complicada y que requiere mayor fuerza, tal es el caso del doblado de la madera que será el arco, el “quemado” y doblado de las cañas, pero sí pueden encargarse del tejido.
2. El criadero para camarones
Es una canasta alargada, que sirve para almacenar y mantener vivos los camarones que se van capturando. Mide entre 70 y 80 cm. de alto y la boca con un diámetro de 25 cm. Algunos le colocan una tapa de la misma caña o sino se cubre con una red de pescar. En su fabricación se demoran de 2 a 3 horas.
Anteriormente, cuando se hacía la veda de camarones, se elaboraban criaderos de 3 o 4 metros de largo, los cuales podían contener de 100 a 200 kilos.
3. Canastas domésticas
Estas piezas son de uso común en la población rural y también resultan útiles en las ciudades. La caña brava es la más apropiada para la elaboración de las canastas, a veces el carrizo y la sacuara.
Las herramientas, en la mayoría de casos, son producto de la invención de los propios artesanos, que se ajustan a las necesidades del momento. El “raspador” o “despulpador” se emplea para raspar el “corazón” de las tiras de caña. Consiste en un tronco de sauce o de cualquier árbol viejo, en cuya parte superior se ubica una hoz de chapodar y un fierro de media pulgada de grosor de 30 a 40 cms. de largo, los cuales están asegurados a la madera con clavos. El tronco se hunde en la tierra unos 40 a 60 cms. Este instrumento ya se conocía por la zona desde unos
cuarenta años atrás.
El “quebrador” es un tronco que tiene clavado, en uno de sus lados, un trozo delgado de madera en forma de arco. Este permite flexibilizar las tiras de caña. Algunos “quebradores” van incorporados en los “raspadores”. Los aros de sauce o caña de distintos diámetros son para dar forma y tamaño de las canastas.
Los “bajadores” de sauce, huarango u otra madera sirven para ajustar el tejido de la canasta. Tienen una forma cilíndrica con un extremo cortado en bisel.
Los palos rústicos son, instrumentos de caña, para calcular el diámetro del fondo y medir la altura de la canasta.
El “trozador” de metal, en forma de T y en cruz, se usa para partir o rajar la caña en tiras. Este instrumento es de varios tamaños, según el grosor de las cañas y se manda a preparar en las cerrajerías. Una de sus medidas es 25 x 20 cm.
En reemplazo de la T también se acostumbra emplear los “rajadores” de madera, que son útiles para partir o rajar la caña en 3 o 4 tiras. También se usa una rodaja de tronco de sauce o una laja de piedra aplanada, sobre la cual se inicia el tejido de la base de la canasta.
Entre los tipos de canastas destacan: guanera, papera, platanera y chanchera. También son representativas las canastas balays que son de distintos tamaños y sirven para transportar pescado. Las más grandes pueden llegar a contener entre 100 a 150 kilos de pescado y cuestan por unidad S/. 200. Estas miden aproximadamente 1.50 m. Siguen, en orden de tamaño, el balay tercero para 90 kilos, el balay cuarto para 40 kilos y el balay quinto para 20 o 25 kilos.
La canasta “guanera” se llama así porque antiguamente se la usaba para transportar guano, que luego se echaban a los sembríos de papa para abonarlos. El tiempo de elaboración es mínimo mediodía desde el primer proceso. La “papera” era para contener y trasladar las semillas de la papa.
Mide entre 35 y 40 cm. Se emplea entre 18 y 20 cañas. De cada caña salen 3 o 4 tiras, dependiendo de la dimensión del grosor. Para ambos tipos de canastas, las cañas bravas son más delgadas, al igual que para las dulceras y paneras. Incluso para estas canastas chicas las cañas miden entre 3 a 4 m. contrario a las usadas en las piezas grandes.
La “platanera” es de factura más reciente y comercial. Se usa para contener y contar los plátanos. Esta canasta es un poco más pequeña que la “chanchera”. Mide 45 cm. de diámetro y 38 cm. de fondo. La boca con el alto es igual en dimensión. La “chanchera” es grande y sirve para llevar lechugas, alcachofas y otras verduras. También se utilizan para llevar pollos hasta Huancayo.
Cuentan que se hacían unas canastas llamadas mochas porque no tenía “orejas”, usadas por los pobladores para calcular el peso de los camarones. La cantidad que contenían era de tres kilos. Estas canastas habían servido para contener los fideos y que, en años anteriores a la proliferación del plástico, era cotizada por la empresa Nicolini. Saturnino Marchán era uno de los encargados de su fabricación.
El tiempo de elaboración de las canastas domésticas, depende del tamaño de la pieza a realizar y de la habilidad del artesano. José Chilón comenta que se puede demorar entre 20 y 30 minutos como máximo.
Antes de que se usaran los cajones de madera y costales plásticos, eran comunes las canastas grandes para transportar las verduras, como alcachofas o lechugas y para los panes.
4. Esteras
El material para la elaboración de las esteras es la caña hueca, excepcionalmente la caña brava y el carricillo.
El esterero cuenta con herramientas sencillas como el machete o cuchillo, hoz, mazo de madera de molle, aliso o eucalipto de diferentes formas y trozo de madera plana, metal o botella plástica.
Existen dos tipos de esteras por la forma del tejido: la hecha con la técnica del trenzado (sin pares) y la simple (en pares). La primera es más difícil de trabajar que la segunda. Cuentan que el tipo trenzado era común hasta que llegó la manera simple, idea traída por algún artesano de Pisco. También la estera se diferencia por el tejido tupido y flojo.
Los habilidosos pueden preparar entre 20 y 25 esteras diarias. Si se labora con otros ayudantes incluso alcanzan a realizar hasta 50. Antes se fabricaban las esteras con 25 paradores y hoy sólo usan 14. Así mismo, la medida era de 3 x 2 metros y hoy se hacen de 2.80 x 3.80 cm.
Su uso es local y urbano marginal. Para los techos y las mismas viviendas.
La comercialización de esteras es local y se destina a Lima para ser vendidas en las grandes locales de ferretería. El costo promedio es S/. 5. Cuando baja la demanda puede costar S/. 4 y si sube se vende en S/. 5.50 o S/. 6.
Talleres
Los talleres se encuentran dentro de las viviendas de los artesanos y junto a las riberas del río. También en Santa Rosa de Chontay hay un taller común para todos los cesteros del lugar, que se ubica a la entrada del pueblo, al lado de la carretera rumbo a Huarochirí. El taller de un cestero es un ambiente sencillo, donde se ubica la materia prima y las herramientas.
Artesanos
La mayoría de los que laboran en la cestería son hombres y algunas mujeres cuya actividad artesanal es complementaria a la agricultura y otras labores de subsistencia. Debemos mencionar entre los más destacados a los siguientes: Marcos Chumpitáz Hidalgo, Diego Chumpitáz Ruíz, Jesús Chumpitáz Cusipuma, Francisco Bendezú Quispe, Felipe Mora, Jesús Angel Bendezú, José Chilón Huangal, Andrés Changa-naquí Escate, Angélica Ramírez Quispe, Alejandro Valdéz, Esteban Matumay Espinoza, Hilaria Quispe, Fortunata Arcos Vílchez.
Es preciso notar que la presencia de la cestería, a pesar del auge de los recipientes de plástico, se debe a su funcionalidad, estética y accesibilidad a una población extensa. Está presente desde tiempos remotos y seguirá vigente mientras no desaparezcan las materias primas y no se pierda el conocimiento técnico de elaboración. De ahí la necesidad de revalorar este tipo de artesanías.
(Fuente: EL ARTE DEL TEJIDO EN FIBRA VEGETAL: LA CESTERÍA DE SANTA ROSA DE CHONTAY autor SIRLEY RIOS ACUÑA, Perú)

30 enero 2007

La maca ( Lepidium spp.)

En la opinión de Chacón (1997), la variedad conocida como Lepidium meyenii walpers, se encuentra en estado silvestre y la variedad domesticada conocida y cultivada hasta ahora en los departamentos de Junín y Cerro de Pasco es la denominada Lepidium peruvianum chacon sp. nov.
La maca pertenece a la familia Cruciferae como la mostaza y el nabo y al igual que la kiwicha, la variedad cultivada recibe distintos nombres «Maka», «Macamaca». «Maino», «Maine» y «Ayak chichita».
Es una herbácea pequeña, pegada al suelo y cuenta con 10 - 12 hojas radicales; raíz engrosada en forma de rabanito.
Si bien el centro de domesticación se encuentra en las partes altas de las pampas de Junín (Carhuamayo, Junín) y en la región de Cerro de Pasco (2000 a.C), en la actualidad se cultiva en ocho departamentos del Perú: Junín, Cerro de Pasco, La Libertad, Cajamarca, Ancash, Huancavelica, Ayacucho y Cuzco. El Dr. Ramiro Matos Mendieta, como arqueólogo y natural de Junín, en sus estudios sobre la agricultura temprana en la meseta de Bombón, informa que la maca habría sido domesticada por las Comunidades denominadas los «Pumpush», durante el formativo, alrededor del año 2000.a.C., pues no existen en las pampas de Junín, evidencias de mayor antigüedad (Matos 1980).
De manera específica la Dra. Chacón (1961) indica que «...la maca (Lepidium peruvianum chacon) es cultivada a una altitud de 4000 m.s.n.m. en los pueblos de Carhuamayo, Ondores, San Juan de Jarpa, Achipampa, Yanacancha, Junín, Huayre, Tacorán, San Blas, Matacancha, Uco, Morococha, Palomayo, etc.».
La zona ecológica de esta planta se ubica entre los 3800 y 4200 m.s.n.m.; ecorregión correspondiente a la región puna, según la clasificación del geógrafo Javier Pulgar Vidal. El ecólogo Antonio Brack Egg señala que la formación vegetal más importante de esta ecorregión son los pajonales o pastizales naturales de gramíneas, con plantas almohadilladas y bofedales.
La maca crece en climas fríos, soportando heladas, granizo, vientos fuertes y sequías prolongadas; sus hojas permanecen verdes entre los meses de julio y agosto, época de verano y de severas heladas durante la noche.
«La maca es una planta que se ha adaptado a la vida en condiciones ambientales extremas existentes en uno de los pisos ecológicos situados a grandes alturas de la cordillera de los Andes Centrales del Perú. Su tolerancia a bajas temperaturas, heladas, vientos y aun a suelos endurecidos y relativamente secos es sorprendente y constituye la mejor explicación de su permanencia en las punas andinas» (Chacon 1997).
Consumo de maca
En los siglos XVI y XVII, los cronistas como Bernabé Cobo (1653), Guamán Poma de Ayala y Cieza de León, entre otros, dan cuenta de la maca, como una planta que además de estar muy difundido su sembrío, era empleada como alimento de gente y de animales «…porque los hace reproducirse, los hace crecer muy fuertes», para los trabajos físicos; además opinaban los cronistas, que la maca era usada junto con otras plantas en prácticas religiosas-ceremoniales.
En opinión del historiador Waldemar Espinoza (1976), los yaros venidos del sur, habrían contribuido a su expansión, mediante el sistema de mitmas, pues convirtieron al altiplano de Junín en un punto vital como productor de maca.
La Dra. María Rostworowski, hizo un análisis del documento que trata sobre la visita a Chinchaycocha el año 1549; en este documento se señala que la maca era de mucha importancia, pues se la tomó como tributo por el encomendero Juan Tello de Sotomayor, el que exigió como tributo por un año la entrega de 300 cargas de media fanegada de maca.
Sobre este documento, la Dra. Rostorowski también comenta la leyenda sobre la existencia de dos hermanos, Raco y Yanacocha, que eran divinidades representadas por los cerros nevados que llevaban los mismos nombres ubicados cerca de Huariacaca en Junín; los naturales de la región le ofrendaban maca para invocarles buenas cosechas. La denominación Raco significaba Gordo; los pobladores consideraron a Raco como la divinidad de las comidas guisadas.
Los campesinos andinos: ecólogos y conservacionistas
Muchos estudiosos de la ciencias sociales y biológicas, tienen la tendencia y la predisposición de no tomar en cuenta, no reconocer y menos valorar en su verdadera dimensión, el extraordinario aporte de los campesinos andinos en su papel de auténticos ecólogos y conservacionistas; pues gracias a estos anónimos productores del campo, la permanencia y estructura de nuestra producción agropecuaria, a lo largo de nuestra historia se ha logrado mantener con relativo éxito.
Los agricultores andinos de todos los tiempos, de modo silencioso, enfrentan los riesgos que impone la naturaleza en los Andes; así como la agresión técnicoadministrativa impulsada por el Estado por medio de sus instituciones administrativas-burocráticas y de otras instituciones privadas de origen urbano; siempre han estado manejando y cuidando sus semillas que proporcionan productos de los cuales los citadinos, con alegría pueden saborear.
Gracias a estos campesinos que con sus experimentos e investigaciones, convirtieron los Andes, en un permanente laboratorio; con la experiencia y el conocimiento acumulado en miles de años, el que se expone y se muestra en la actualidad, por medio de una amplia variedad de especies de granos tubérculos, raíces, frutas, verduras, etc.
A pesar, que el sector estatal no brinda una adecuada atención a las necesidades de los agricultores, sobre todo de comunidades campesinas, para impulsar la producción, es motivo de admiración, observar el amplio abanico de variedades que emplean en sus sistemas sostenibles de producción, creando nuevas variedades de semillas.
A modo de ejemplo, en el 2003, en la Feria Agropecuaria de Huamachuco (La Libertad), un campesino del caserío El Calvario del distrito de Sarin, expuso 28 variedades de papa nativa, todas cultivadas en sus pequeñas parcelas y en la Feria Agropecuaria de Chinchero (provincia de Urubamba), en la segunda feria, después de la gran feria regional de Huáncaro en la ciudad del Cusco, un agricultor de Yucay, expuso 78 variedades de maíz, todas sembradas en sus parcelas y otro agricultor mostró 17 variedades de mashua; igualmente se observó en dichas ferias variedades de quinua de colores diversos (amarilla, rosada, negra, parda y blanca) y de habas, las cuales a pesar de no ser oriundas de los Andes, los campesinos de la región han logrado obtener variedades de distinto tamaño, forma y color (amarillas, verdes, plomas, negras).
Adicionalmente, hasta el mes de agosto del año en curso, el autor ha logrado coleccionar 19 variedades de ñuña, cultivadas y cosechadas en los caseríos de Yanác y Payamarca.
Esta opción por la diversidad en la diversidad y su correspondencia con las condiciones y demandas de la naturaleza y la sociedad es propia de la cultura andina, falta aún mucho por descubrir sobre la maca y la kiwicha y sobre muchos productos más, no sólo agropecuarios; es tarea que le compete asumir a las nuevas generaciones de antropólogos, sociólogos rurales, arqueólogos e historiadores en labor compartida con otras disciplinas científicas.

(Fuente: Recuperación de productos nativos de los Andes: kiwicha y maca autor Simón Escamilo Cárdenas, publicada en la REVISTA DE ANTROPOLOGÍA Nro. 3, Año 2005, Universidad Nacional Mayor de San Marcos)

29 enero 2007

Experiencia de los agricultores de Canas (Cusco)

Ubicación Geográfica
La experiencia se desarrolla en la Cuenca del río Jabón Mayo que involucra a los distritos de Yanaoca, Pampamarca y Túpac Amarú de la provincia de Canas, Región del Cusco, ubicada entre los 3,800 y 4,3oo msnm.
Marco Institucional
La Federación Departamental de Campesinos de Cusco (FDCC) , base de la CCP; han convenido con la ONG Instituto para una Alternativa Agraria (IAA), iniciar una experiencia de trabajo que se constituya en un proyecto piloto para ser replicado por la FDCC en otras partes del Departamento y por parte de la CCP, en otras partes del país.
Objetivos del Proyecto
El Proyecto busca resolver la situación de sobrevivencia de las economías de los pequeños productores del campo. Valorar las potencialidades de las familias comuneras que poseen riquezas naturales como son tierra, agua y cobertura vegetal, recursos productivos como semillas, cultivos, crianzas, herramientas; promoviendo el reconocimiento que tanto varones como mujeres andinas tienen conocimientos y “saberes” de alta calidad por su pertenencia a una cultura ancestral.
El Proyecto busca también establecer un Proyecto Piloto que le permita diseñar políticas de desarrollo rural y lucha contra la extrema pobreza y replicar los aprendizajes en otros ámbitos del Cusco y otras regiones andinas de la Sierra Peruana.
Componentes y metodología de Trabajo
La experiencia basa su intervención en cuatro componentes: (i) el desarrollo de capacidades humanas, (ii) el desarrollo de las capacidades tecnológicas de los productores rurales, (iii) la educación productiva emprendedora y competitiva para construir y conquistar mercados.
La metodología de capacitación es la de “Campesino a Campesino” a través de los Yachachiq. El enfoque es de gestión integral de micro cuencas y avanza a una gestión territorial buscando una relación sinérgica con enfoque de construcción de mercados y corredores económicos y acción concertada en distritos.
Experiencia acumulada
Antecedentes
Después de su lucha por la tierra (1970), los movimientos campesinos y gremios agrarios de base campesina iniciaron su lucha por políticas nacionales a favor de las poblaciones campesinas, descuidando la dimensión de los procesos productivos, su vinculación al mercado y la seguridad alimentaria, lo que desencadenó no sólo procesos fracasados en materia del desarrollo rural, sino que dio cabida a Sendero Luminoso, quién prohibió trabajar para el mercado y obligó a reducir áreas de cultivo, predicó contra la tecnología y destruyó violentamente experiencias emprendedoras e innovadoras.
Luego de un largo tiempo de repliegue, se iniciaron experiencias impulsadas desde la FDCC, una de ellas la de Limatambo y la desarrollada en la Cuenca de Jabón Mayo en Canas-Espinar. En este contexto es que la experiencia de la FDCC y el IAA recogen los principales aprendizajes de la experiencia de Limatambo (1992), en el tema del desarrollo de la democracia participativa y la promoción de la pequeña producción campesina.
La experiencia cuenta con el protagonismo de Comunidades Campesinas, familias comuneras, los Yachchiq y la FDCC, con el acompañamiento del IAA.
Los pasos pioneros para abrir camino a la democracia participativa lo dieron las mujeres campesinas de la FDCC, ampliándose la participación a las organizaciones sociales locales, quienes alcanzaron objetivos relacionados al ejercicio pleno de tres derechos: la toma de decisiones, la participación en la gestión de los planes estratégicos y, la fiscalización social al uso de fondos públicos.
Acciones desarrolladas
En este contexto, la experiencia FDCC-IAA se inicio con sistemas de riego, paquetes productivos, semillas y fertilizantes y, sanidad animal financiados con fondos rotatorios con el propósito de mejorar la producción y productividad para mitigar las situaciones de emergencia que afecta cíclicamente la zona. La crisis económica de los 85 y 90’ y una condición de inelegibilidad del país se llegó a disolver el Banco Agrario, se abrió el mercado de tierras y, se privatizaron empresas productivas y de servicios. En consecuencia se dejo de apoyar el agro y dejaron de cultivar grandes superficies. La FDCC planteó a las ONGs en Cusco alternativas de atención a la crisis del Agro, pero no hubo respuesta.
La FDCC y el IAA diseñaron un “modelo de desarrollo productivo” que tiene como eje central el desarrollo de capacidades, con capacitación tecnológica e implementación de tecnologías productivas, conservacionistas y de transformación. Capacitación en democracia participativa. Educación productiva emprendedora.
Calidad y competitividad para conquistar mercados.
El Proyecto se desarrolla bajo el enfoque de la gestión integral de micro cuenca, haciendo uso de la metodología de capacitación de “campesino a campesino”. En ella los Yachachiq son líderes campesinos que asumen roles como conductores del interaprendizaje a través de pasantías a zonas de experiencias validadas y capacitación práctica con el “aprender haciendo” en el lugar de origen de los replicantes. El Proyecto ha formado en la micro cuenca en Huasacmayo, 94 Yachachiq (cada uno a cargo de 10 familias). Ellos se reúnen una vez por semana para intercambiar información y ser capacitados en una nueva tecnología y participar de pasantías. Mediante esta metodología las familias replicantes parten elaborando su diseño predial mediante un dibujo de su predio con todos sus recursos y la distribución que posee. Luego dibuja su sueño de cómo transformar su predio implementando las tecnologías que ha conocido y que más se acomodan a sus habilidades y expectativas. El sueño se convierte en el plan de desarrollo de la familia y se divide por metas a alcanzar en plazos de 3 y 5 años. El plan predial aporta en un gran cambio en la cultura del campesino andino dominada por el temor al riesgo -que los mantiene en una precaria línea defensiva de sobrevivencia- cambiándolos hacia una actitud emprendedora.
En materia de la seguridad y soberanía alimentaria y haciendo frente a la inseguridad alimentaria, desnutrición infantil y, la tendencia al monocultivo. El Proyecto está promoviendo la chacra familiar integral de seguridad y soberanía alimentaria”. Para lo cual se ha modulizado la chacra a un área de 3 mil m2, donde se instalen pequeñas parcelas que den alrededor de 50 Kilos de cada 8 ó 10 productos diferentes (granos, tubérculos, raíces, leguminosas, frutas y nueces andinos). Se logra una producción de 600 Kilos al año y se requiere 52 Kilo por semana para obtener dietas de nutrición óptima (actualmente una familia consume 10 kilos de quinua al año y 5 kilos de Tarwi, 10 kilos de huevos al año. La producción que se promueve es la agroecológica. Ello exige la producción de abonos orgánicos y una cultura andina propia.
La transformación en industrias artesanales familiares está permitiendo que las familias experimenten la importancia de generar valor agregado y gozar de la diferencia que hay en los precios, comparados cuando venden materia prima barata. Están surgiendo sistemas de acopio de leche que se pasteuriza para venderle al programa municipal del Vaso de Leche. También le están abasteciendo con yogurt y queso. Es decir, empieza a surgir un aparato embrionario de industrialización de la pequeña producción campesina con beneficio directo de los productores.
Algunos resultados relevantes
La experiencia de Jabón Mayo se esta replicando desde el año 2000, en 60 distritos y con el Plan de Emergencia Infantil en la próxima campaña agropecuaria que empieza en Setiembre-Octubre se instalarán Centros Comunales de Seguridad Alimentaria en Comunidades del 100% de distritos de Cusco. La réplica se está desarrollando en Ayacucho, Huancavelica, Apurimac, Arequipa, Puno y Piura.
Se han validado 40 tecnologías productivas, conservacionistas y de transformación. La tecnología motor del cambio es el riego por aspersión a partir de variadas fuentes de agua como manantes, puquiales, ojos de agua y aguas de filtración. Quienes engordaban ganado una vez al año ahora pueden hacerlo 4 veces al año.
Crían cuyes, cultivan hortalizas, hacen yogurt, manjar, mermeladas, encurtidos, jamón. El efecto multiplicador ha sido acelerado, se inició en la campaña agropecuaria 2000-2001, con 120 familias campesinas, 4 por distrito en 30 distritos, en la segunda campaña se tuvo 360 familias; en agosto del 2002, se realizó el Congreso Departamental FDCC con 2,800 delegados, donde se presentaron los avances de la experiencia y técnicas validadas. A partir de la tercera campaña agropecuaria son 60 distritos donde se implementan las réplicas y se calcula que alrededor de 5 mil familias están replicando reservorios rústicos, riego por aspersión e instalación de huerto fijo familiar y parcelas de pastos asociados cultivados.
En el marco de los presupuestos participativos, la FDCC y comunidades han logrado la reorientación de las inversiones en 60 distritos hacia reservorios rústicos, riego por aspersión, huertos fijos y parcelas de pastos asociados a cultivados. Se ha logrado que FONCODES financie la gestión integral de 12 micro cuencas en Cusco y 3 en Puno para beneficiar 500 familias por micro cuenca. Así mismo la FDCC consiguió que el Gobierno Regional asuma el proyecto presentado para financiar la gestión integral de 96 micro cuencas en Cusco y 960 Centros Comunales de Seguridad Alimentaria. El proyecto está valorizado en 35 millones de dólares que están siendo gestionados por el GR.
La experiencia ha contribuido a incorporar en la legislación peruana conceptos y disposiciones a favor de la democracia participativa, conjuntamente con experiencias de Villa El Salvador, Ilo, Cajamarca, provincias altas de Arequipa y otras. Se han sumado conceptos relativos a la democracia participativa, acuñándose el concepto del Consejo de Coordinación, Local y Regional, la preparación del presupuesto participativo, y los planes estratégicos de desarrollo local.
La PUCP ha instalado una unidad en Jabon Mayo para realizar labores de capacitación, fabricación de máquinas y equipos de tecnologías aplicadas con uso de energías renovables y realizar investigación estratégica de procesos productivos. La unidad se denomina YACHAY WASI (Casa del saber).
(Fuente: PROGRAMA DE APOYO A LAS ALIANZAS RURALES PRODUCTIVAS DE LA SIERRA DEL PERÚ, “ALIADOS”. Presidencia del Consejo de Ministros – Banco Mundial (Comisión Interministerial de Asuntos Sociales – CIAS) “Diseño Institucional del Proyecto” autor Olga del Carpio Velarde (Consultora), asistentes para el trabajo de campo: Manuela de la Peña Vega, Maria Rosa Castelo Yanque, Fernando Fuentes del Carpio. Lima, febrero del 2006)

28 enero 2007

La misión del colibrí (leyenda quechua)

Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas. Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua. El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra.Las rocas comenzaban a agrietarse y el aire caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá.Si no llovía pronto, todas las plantas y animales morirían.
En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse.Y dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba.
Durante la noche, se produjo en la flor una metamorfosis mágica.Con las primeras luces del amanecer, agobiante por la falta de rocío, el pimpollo se desprendió del tallo, y en lugar de caer al suelo reseco salió volando, convertido en colibrí.Zumbando se dirigió a la cordillera. Pasó sobre la laguna de Wacracocha mirando sediento la superficie de las aguas, pero no se detuvo a beber ni una gota. Siguió volando, cada vez más alto, cada vez más lejos, con sus alas diminutas.
Su destino era la cumbre del monte donde vivía el dios Waitapallana.Waitapallana se encontraba contemplando el amanecer, cuando olió el perfume de la flor del qantu, su preferida, la que usaba para adornar sus trajes y sus fiestas.Pero no había ninguna planta a su alrededor.Sólo vio al pequeño y valiente colibrí, oliendo a qantu, que murió de agotamiento en sus manos luego de pedirle piedad para la tierra agostada.Waitapallana miró hacia abajo, y descubrió el daño que la sequía le estaba produciendo a la tierra de los quechuas. Dejó con ternura al colibrí sobre una piedra.Triste, no pudo evitar que dos enormes lágrimas de cristal de roca brotaran de sus ojos y cayeran rodando montaña abajo. Todo el mundo se sacudió mientras caían, desprendiendo grandes trozos de montaña.
Las lágrimas de Waitapallana fueron a caer en el lago Wacracocha, despertando a la serpiente Amarú. Allí, en el fondo del lago, descansaba su cabeza, mientras que su cuerpo imposible se enroscaba en torno a la cordillera por kilómetros y kilómetros.Alas tenía, que podían hacer sombra sobre el mundo.Cola de pez tenía, y escamas de todos los colores.Cabeza llameante tenía, con unos ojos cristalinos y un hocico rojo.El Amarú salió de su sueño de siglos desperezándose, y el mundo se sacudió.Elevó la cabeza sobre las aguas espumosas de la laguna y extendió las alas, cubriendo de sombras la tierra castigada.
El brillo de sus ojos fue mayor que el sol.Su aliento fue una espesa niebla que cubrió los cerros.De su cola de pez se desprendió un copioso granizo.
Al sacudir las alas empapadas hizo llover durante días.Y del reflejo de sus escamas multicolores surgió, anunciando la calma, el arco iris.Luego volvió a enroscarse en los montes, hundió la luminosa cabeza en el lago, y volvió a dormirse.Pero la misión del colibrí había sido cumplida…Los quechuas, aliviados, veían reverdecer su imperio, alimentado por la lluvia, mientras descubrían nuevos cursos de agua, allí donde las sacudidas de Amarú hendieron la tierra.Y cuentan desde entonces, a quien quiera saber, que en las escamas del Amarú están escritas todas las cosas, todos los seres, sus vidas, sus realidades y sus sueños. Y nunca olvidan cómo una pequeña flor del desierto salvó al mundo de la sequía.
(Fuente: La misión del colibrí (leyenda quechua) recopilada por Enrique Melantoni)

27 enero 2007

La ciudad sagrada de Caral (Lima)

La sociedad de Supe en los albores de la civilización
Caral ocupa 66 ha, en las cuales se distingue una zona nuclear y una zona marginal. En el núcleo, las edificaciones están distribuidas en dos grandes mitades: una alta donde se pueden apreciar las construcciones piramidales más destacadas, una plaza circular hundida, dos espacios de congregación pública masiva, además de las unidades domésticas y de almacenamiento de los funcionarios, así como un conjunto residencial extenso. La mitad baja tiene edificios de menores dimensiones, aunque destaca el complejo arquitectónico del Anfiteatro, y un conjunto residencial, igualmente, de menor extensión. La zona en la periferia tiene numerosas viviendas agrupadas, distribuidas a modo de archipiélago en «islotes», a lo largo de la terraza que linda con el valle.
Millones de piedras fueron cortadas y trasladadas a la ciudad para la construcción de los edificios públicos, para remodelar los diseños arquitectónicos o para enterrarlos cíclicamente y construir uno nuevo.
Caral es el asentamiento más destacado de los 18 identificados a lo largo de 40 km del valle bajo y medio de Supe, cada uno de los cuales reúne edificios públicos con la característica plaza circular hundida, además de un conjunto de unidades domésticas. No es Caral el más extenso pero sí el que muestra un diseño arquitectónico planificado y una fuerte inversión de fuerza de trabajo en la construcción de los edificios piramidales. Por la extensión de los asentamientos y por la cantidad de trabajo invertida se hace evidente que ellos tienen un ordenamiento jerarquizado y que había una organización social unificada en el valle. Este patrón de distribución puede extenderse también a los valles de Pativilca, Fortaleza y Huaura, los cuales, al lado de Supe, debieron constituir el territorio base de formación del Estado prístino.
La ciudad de Caral se encuentra en el inicio del sector medio del valle de Supe, provincia de Barranca, a 184 km al norte de Lima, en el área norcentral del Perú. Es el asentamiento urbano más destacado por su extensión y complejidad arquitectónica de todos los identificados en el Perú entre los 3000 y 2000 años a.C.
· Condiciones económicas que sustentaron a la sociedad de Supe
Los avances tecnológicos alcanzados en los campos agrícola y pesquero en los valles interandinos y en el litoral, respectivamente, incidieron en el desarrollo de las fuerzas productivas de las sociedades que habitaban los valles costeños del área norcentral, en particular en las de Supe.
La producción de algodón y la manufactura de fibra destinada a la elaboración de ropa y sobre todo de redes para la extracción masiva de pescado, fomentaron la especialización laboral y favorecieron la complementariedad económica mediante el intercambio permanente de productos entre los asentamientos de agricultores y de pescadores. Se hizo posible, así, la acumulación de la producción, la división social del trabajo, la especialización, el intercambio a corta y a larga distancia.
· La formación del Estado y la trama social
Los excedentes derivados de la producción social, tanto en el campo agrícola como en el pesquero, fueron distribuidos de modo desigual, en beneficio de los representantes de linajes y de los especialistas a cargo de las actividades necesarias para garantizar la reproducción del sistema; se formaron así en el área norcentral comunidades de agricultores y pescadores, «pachacas», dirigidas por sus autoridades y «principales», con sus respectivos edificios públicos para fines administrativos y ceremoniales, sus conjuntos residenciales y su territorio de producción económica.
La producción excedentaria favoreció a las poblaciones del valle medio de Supe, mejor ubicadas para el intercambio de productos. Los valores agregados en la manufactura con la fibra de algodón y en el procesamiento de la anchoveta y sardina, con fines de intercambio, enriquecieron y acrecentaron el prestigio de los «principales» a cargo del comercio interétnico.
Entre las autoridades se distinguió el hunu o señor de los señores de los asentamientos del valle y del litoral, y sobre todos los hunus se encontraría el señor del territorio comprendido entre los valles de Santa y Chancay. Este modelo de organización política continuaría en el Perú prehispánico a través del tiempo.
El Estado prístino de Supe logró movilizar grandes cantidades de fuerza de trabajo, y mediante complejas redes de relaciones consiguió atraer en su beneficio el excedente producido en un extenso territorio, que incluía, además del costeño, el Callejón de Huaylas, el Huallaga y el Marañón.
La población mayoritaria conformó el estrato social bajo, dedicada a las actividades agrícolas o pesqueras y a todas las labores que le demandaba el Estado.
· El rol de la religión como instrumento de cohesión y de coerción social
Un sistema elaborado de creencias, ceremonias y rituales impregnó a las sociedades de los valles ubicados entre el Santa y el Chancay y las sierras y selvas colindantes, articuladas por el primigenio Estado político de Supe o atraídas por su prestigio. Se formaron complejos universos mitológicos y simbólicos. En ausencia de un grupo militar, la religión fue la fuerza de cohesión y control social. La vida y el quehacer de las poblaciones transcurrieron dedicados a producir para su subsistencia y para el mantenimiento de los dioses, autoridades, funcionarios y servidores, así como a efectuar los trabajos de construcción, enterramiento y remodelación de los templos, para lo que eran convocados periódicamente.
· La importancia del conocimiento en el desarrollo civilizatorio
En esas condiciones socioeconómicas se desarrollaron las ciencias, tecnologías y artes. Conocimientos en astronomía, geometría, aritmética, biología, medicina, etc., fueron aplicados en la predicción del clima, en la elaboración del calendario, en la construcción de obras arquitectónicas, en el manejo de los suelos por medio de la excavación de canales de riego o de drenaje y la habilitación de chacras, en el mejoramiento genético de las plantas, en el tratamiento de algunas dolencias o enfermedades, en la administración pública y en la manufactura de artefactos con fines ceremoniales, comerciales y suntuarios. Estos avances en el conocimiento, realizados por especialistas, les dio también poder a éstos e hicieron posible mejores condiciones de vida para las poblaciones del área norcentral en los albores de la civilización.
Hoy podemos admirar el orden urbano, la obra arquitectónica, los geoglifos que antecedieron en más de tres mil años a las líneas de Nasca, la decoración de sus murales, los instrumentos musicales, sus elaborados textiles y adornos personales, la variedad genética de sus productos y su propia representación en más de un ciento de figurines de barro no cocido.
· Caral y la autoestima social
La primera contribución de Caral a la sociedad actual es en el campo del conocimiento histórico al mostrar la gran antigüedad de la civilización en el Perú y América y modificar con ello concepciones sobre la condición humana en el planeta. En el caso más concreto de nuestro país, la investigación sobre Caral permite conocer las respuestas dadas por sociedades que habitaron por casi un milenio este territorio antes que nosotros; podemos aprovechar las experiencias positivas y desechar aquellas fallidas.
Desde la perspectiva cultural, Caral está llamado a convertirse en uno de los más importantes instrumentos para mejorar la autoestima de los peruanos y a constituirse en el símbolo más destacado de la identidad nacional, por ser la primera civilización, la más antigua de América y el modelo de organización sociopolítica que desarrollarían otras sociedades en períodos posteriores en el territorio del Perú. Nos pone en evidencia la capacidad creadora de los habitantes de este disímil territorio que con esfuerzo y organización lograron ingresar al estadio civilizatorio un milenio y medio antes que otras poblaciones del continente.
En el aspecto económico, la puesta en valor de Caral, a través de acciones de investigación, consolidación y restauración de sus imponentes construcciones monumentales, la convertirá en un destino turístico de primer orden a escala nacional e internacional, y en una fuente de ingresos importantes para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones de la localidad y del país en general.
Por su valor histórico, cultural y económico, el destinar fondos a Caral no es un gasto es una inversión que contribuirá al desarrollo del país.
Confiamos en el cambio de actitudes, en el reconocimiento de los valores de nuestra historia milenaria, que todo peruano debe hacer para afirmarse y conducirse con seguridad, sesionado de la misma visión de desarrollo, en beneficio de los que conformamos esta nación.
· El patrimonio cultural como eje que fomente el desarrollo socioeconómico
Pero no solo se trata del patrimonio cultural. El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe considera que la riqueza arqueológica del valle debe fomentar el desarrollo socioeconómico en sus diversos aspectos: agrario, ordenamiento
de cuenca, reforestación, producción artesanal y manufacturera, etc. para que este importante recurso cultural pueda ser apreciado en un contexto social adecuado en concordancia con su importancia. Creemos que de este modo la población actual podrá identificarse con la fuente de la que derive una mejor calidad de vida y no se convertirá en mero espectador del bienestar de los visitantes. Con esta perspectiva venimos trabajando, pero se requiere del apoyo de diversos sectores del gobierno Central, del Regional y local, así como de la sociedad civil para que aunando esfuerzos se pueda hacer realidad esta visión integradora del desarrollo en beneficio del patrimonio arqueológico y de la población actual que vive al lado de él.
El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe
El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (PEACS) es una unidad ejecutora del Instituto Nacional de Cultura del Estado peruano que ha planteado un programa una investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico con un enfoque integral, sostenible y multidisciplinario. Por ello se viene trabajando paralelamente en el estudio científico de los sitios arqueológicos del valle de Supe, en la conservación física de los monumentos, en la restauración y puesta en valor de éstos con fines turísticos y en la búsqueda de la aplicación de diversos otros proyectos con la finalidad de fomentar el desarrollo socioeconómico de las poblaciones del distrito de Supe y de la provincia de Barranca. Se busca convertir al rico patrimonio cultural de Caral- Supe, la civilización más antigua de América, en el eje que fomente mejores condiciones de vida para la sociedad actual.
Con esta perspectiva el PEACS viene realizando excavaciones arqueológicas en Caral y en otros sitios aledaños y coetáneos a éste; estudia y analiza los materiales obtenidos; desarrolla un programa permanente de monitoreo y conservación de las estructuras arquitectónicas del sitio; elabora informes científicos y de divulgación; diseña circuitos turísticos de visita; organiza eventos para la adecuada difusión de la importancia histórico-cultural del lugar; y, promueve el desarrollo integral de la población local y nacional.
Las actividades de investigación en el valle de Supe, provincia de Barranca, desarrolladas desde 1994, han demostrado que Supe fue el asiento del primer Estado político formado en el Perú, con mayor datación de este continente y que Caral es el asentamiento urbano con arquitectura monumental más antiguo de América. Su antigüedad ha sido confirmada por cuarentidós fechados radiocarbónicos, entre los 3000 y 2000 años antes de nuestra era.
(Fuente: Caral : LA CIUDAD SAGRADA DE CARAL: SIGNIFICADO Y TRASCENDENCIA autor Ruth Shady Solís, Arqueóloga, Jefa del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe/I.N.C.)


Enlaces: Proyecto Especial Arqueológico Caral

26 enero 2007

El Tambo (Junín)

CREACIÓN

El distrito de El Tambo, de la Provincia de Huancayo, fu creado por Ley N°9847, promulgado el 13 de noviembre de 1943, durante el primer gobierno del entonces Presidente Constitucional de la República Dr. Manuel Prado Ugartechi.
LINDEROS
Los linderos del distrito de El Tambo, son los siguientes: Por el Norte, con Quebrada Honda y el distrito de San Agustín de Cajas, pasando por los lugares denominados Raura y Ráchac hasta legar a la Hacienda Marancocha; por el Este, partiendo de Marancocha y pasando por la Hacienda Aychana hasta llegar a la Cumbre de Huaytapallana, donde nace el río Shulcas; por el Sur con el indicado río Shulcas, hasta su desembocadura en el río Mantaro; por el Oeste con el río Mantaro.
DIVISIÓN POLÍTICA
El distrito de El Tambo, cuya capital es el pueblo del mismo nombre, tiene los siguientes anexos: Aza, Incho, Cullpa, Cochas, Paccha, Ancalayo, Camisería, Hualahoyo, Inal, Saños Chico, Saños Grandes, Coillor Chico, Mejorada, Umuto, La Esperanza, Urpaicancha, Batanyacu, Laamblasplata y Yauris.
UBICACIÓN
El distrito de El Tambo, se encuentra ubicado al lado Norte del distrito de Huancayo, hacia la orilla izquierda del río Mantaro, a 3,253mts. Sobre el nivel del mar, y a 12° 03° 14’ L.S. y 75° 12’ 55’ L.O. de G.
EXTENSIÓN SUPERFICIAL
Se desconoce la extensión superficial del distrito. El área urbana de la capital del distrito, a comienzos de 1965, era de 245.6Has. es de acotar que en los últimos 20 años, la ciudad fue aumentando su áreas urbana, a razón de 81,800mts2. promedio.
CLIMA
Al igual que casi todos los distritos de la Provincia de Huancayo, El Tambo tiene una temperatura de 20° a la sombra (esto corresponde a los meses de agosto a diciembre), siendo la temperatura mínima de 9.5°C, en los meses de mayo, junio y Julio.
HIDROGRAFÍA
Parte de sus tierras la lado Oeste están bañadas por le río Mantaro. Por el Este se observan agudas en acequias provenientes de los nevados del Huayatapallana. Sus cursos van al Sur, desembocando en el río Shulcas.

Se nota la presencia de muchas acequias y manantiales, sobre todo en las zonas rurales. Existe además un canal de aguas, de regadío, que va de Norte hacia el Sur, por le lado Este de la carretera Central.
OROGRAFÍA
Se caracteriza por la presencia de la cordillera Central de Los Andes. La configuración geográfica en la parte Este es muy accidental.
ASPECTO HISTÓRICO
ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA “TAMBO”
El nombre del distrito de atribuye a que, dada la bondad del clima del valle del Mantaro, en lo que hoy es el distrito, se estableció un Tambo, para el descanso de la comitiva imperial de los incas, Refiérase igualmente que en el siglo XVI, entre otros, el Ayllo Tambo, formaba el “común” del entonces pueblo de Huancayo, constituido por indios de raza Huanca y quechua.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL DISTRITO
En al obra “Historia de Huancayo”, de Oscar O. Chávez, se manifiesta que dada la bondad del clima del valle del Mantaro en lo que hoy es el distrito de El Tambo, para el descanso de la Comitiva imperial, se estableció un “tambo”, posiblemente, también antes de atravesar el río Símicas, se habría constituido algún palacio, para el descanso del monarca y que la saña destructora de los conquistadores o la acción del tiempo han borrado sus huellas.
El historiados José Varallanos en su obra “Huancayo Síntesis de su Historia refiere que los ayllos que en el siglo XVI formaban el “común” del entonces pueblo de Huancayo, entre otros fueron: Ayllo Huamanmarca, Ayllo Cajas, Aylla Tambo, Ayllo Auquimarca, Ayllo Gualahoyo y Ayllo Plateros. Estos Ayllos de indios de raza huanca y quechua, tenían sus pueblecillos dispersos en las colinas o en los promontorios cercanos al perímetro actual de la población de Huancayo, atravesada por 3 riachuelos – Shulcas – Yanama y Chilca, pasaba así mismo el cambio Real de los incas. Más tarde estos ayllos se convirtieron en barrios, con terrenos labrantíos y de pastores. Los pobladores se unían para defender sus intereses comunes. La unidad también se basaba en al religión predicada por los frailes, el idioma quechua, las costumbres originarias y las impuestas por la Iglesia. Posteriormente, los pobladores formaron las capillas de los barrios.
El Tambo entonces, va emergiendo como un propulso barrio y sus pobladores constituyen la Sociedad Religiosa “Cruz de El Tambo”. Esta institución agrupaba a los ciudadanos de barrio, sus festividades tenían lugar el 1ro de mayo de cada años. Igualmente, ella, en representación del vecindario, era el único centro de conjunción de los pobladores. Con frecuencia se dirigía al Alcalde de Huancayo, par que atendiera algunas obras de bien colectivo en su sector.
Así, en 1940, solicita el Alcalde DE Huancayo, la formación de una avenida con árboles ornamentales, faroles y bancas, pavimentación y otras obras. Por aquel tiempo, el barrio contaba con el Colegio Salesiano, una Escuela Elemental de varones, otra de niñas y la Escuela Mixta Japonesa. Los moradores solicitaban además, la incorporación en el seno de la comuna huncaína, de los genuinos representantes del barrio, la sociedad Religiosa estaba conformada por Vicente Portocarrero como Presidente.
ASPECTO SOCIAL
La estructura social tiene base, la familia. En la ciudad, el padre labora en los diversos centros de trabajo de Huancayo. Dentro del campo, generalmente se ocupan en la chacra. La madre también ayuda a los quehaceres cotidianos. Las comunidades realizan sus trabajos por faenas.

Es notorio en al zona rural, la preocupación que hay para dar solución a los diversos problemas que se confrontan en el campo educativo. Los dirigentes de los anexos, agentes municipales, tenientes gobernadores o presidentes de las comunidades, van comprendiendo que, para alcanzar el progreso, económico y social, es necesario elevar el nivel cultural y técnico de la población.
(Fuente: Diagnostico Socio – Económico del AA.HH. Juan Parra del Riego autores Ana Huaraca García, Eliana Sánchez Cerron, Eri Torres Mulguia, Erick Lino Rosales, Vanessa Castro Soto, trabajo presentado para la cátedra Taller de Trabajo Antropológico IV, UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ - FACULTAD DE ANTROPOLOGÍA. HUANCAYO - 2003)

25 enero 2007

Centro poblado de Quispillaccta (Ayacucho)

Quispillaccta se encuentra en el distrito de Chuschi, provincia de Cangallo, en la zona centro sur del departamento de Ayacucho. Se encuentra sobre los 3,100 m.s.n.m., y consta de un centro poblado menor y doce barrios. Se practican dos actividades principales, la agricultura y la ganadería; la mayor parte de la producción es destinada al autoconsumo.

Se trata de una zona considerada como de pobreza extrema, con contactos relativamente marginales con otras zonas. Existe una identidad comunal fuerte, expresada en el peso de las autoridades comunales en toma de decisiones (faenas comunales, p.e.), que actúan en coordinación con las autoridades políticas (alcalde del Centro Poblado).
En la última década se ha observado un aumento de la presencia de instituciones tanto estatales (PAR, INFES, Ministerio de Agricultura, Proyecto Sierra Centro Sur, FONCODES) como privadas, a través de ONGs como ABA -Asociación Bartolomé Aripaylla-, o CARE-PERU.
Respecto a FONCODES, esta institución llegó a la comunidad al igual que otras, siguiendo criterios propios de focalización, no tanto por gestiones de la población. Una de las primeras obras de FONCODES se realizó en el barrio de Yuracc Cruz (1994), se trató de la instalación de agua potable, obra que en la actualidad no funciona, al parecer, debido a deficiencias técnicas en su ejecución. Dicen ahora los pobladores que los ingenieros de FONCODES “compraron” al presidente del núcleo ejecutor, por lo que se emplearon materiales de mala calidad. Como señalaba más arriba, la eficiencia de las obras y la participación parece depender por entero del tipo de intervención del agente externo. Otra de las obras ejecutadas por FONCODES fue la construcción de dos aulas de nivel inicial, las que se destruyeron en el mes octubre de 1999, cuando un fuerte sismo sacudió el lugar. Diversas instituciones se hicieron presentes ofreciendo su apoyo, siendo FONCODES una de ellas.
En general, el diagnóstico es que la participación de la población en las faenas comunales se cumplió, y en esto el peso de la identidad y autoridad comunal resulta decisivo. Claro está, hay algunas diferencias dependiendo de la naturaleza de las obras. En el caso del servicio de agua potable, en el barrio de Yuracc Cruz, estamos ante un bien público, que involucró al conjunto de la población. En cuanto a las aulas de nivel inicial, evidentemente los directamente implicados son quienes tienen niños en la escuela, aunque también otros participan en las tareas comunales.
Es importante registrar que los líderes comunales son escasos en la comunidad. Es decir, son siempre pocas las personas con instrucción y capacidad de asumir responsabilidades. Por ejemplo, el presidente del núcleo ejecutor de las aulas, Elías Carlos Ccoriñawi, también ostenta el cargo de Teniente Gobernador; en 1998 formó parte de un núcleo ejecutor en la capital distrital, Chuschi, y también pasó por el cargo de Envarado en 1987. Su grado de instrucción es de secundaria incompleta. Hay un fuerte peso de las autoridades tradicionales, entre los que están el Hatun Alcali, o Alcalde Mayor o de Altura; detrás de él están un Primer y Segundo Regidor, luego unos doce o más Alvacires o Envarados, en donde cada uno representa a uno de los doce Barrios. Siendo escasas las capacidades para asumir estas tareas, y resultando onerosas para quien las ejerce, la lógica es buscar que los cargos sean rotatorios.
A los cargos dirigenciales se llega después de un proceso formativo; si un comunero quiere asumir algún cargo dirigencial en cualquiera de sus formas, previamente tiene que haber asumido el cargo de Alvacil (alguacil) o Envarado, los que son considerados como una suerte de asistentes siempre a disposición de sus autoridades inmediatas, en este caso, el Hatun Alcali (alcalde). Para su elección se toma en cuenta a jóvenes que recién se han casado, quienes conjuntamente con sus esposas asumen la función.
Sus labores se inician a las tres de la mañana de cada día, cuando se toman acuerdos y se hacen coordinaciones para el día. Su elección está encaminada a enseñarles el “saludo a sus mayores” y también lograr la adquisición de experiencia en cargos dirigenciales.
El peso de la identidad comunal hace que no haya conflictos serios entre las autoridades comunales y los miembros de los núcleos ejecutores del FONCODES, se registra un trabajo coordinado; los segundos se subordinan en última instancia a la autoridad comunal. La participación de la población como mano de obra comunitaria, aparentemente, se da sin mayores problemas.
(Fuente: Participación popular en las políticas sociales. Cómo y cuándo es democrática y eficiente, y por qué puede también ser lo contrario autor Martín Tanaka, publicada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) - Consorcio de Investigación Económico y Social (CIES))

24 enero 2007

La Reserva Comunal Amarakaeri (Madre de Dios)

Descripción
La Reserva Comunal Amarakaeri está ubicada en el departamento de Madre de Dios entre importantes áreas protegidas como el Parque Nacional del Manu, la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja-Sonene, formando parte de un corredor internacional de conservación que involucra áreas protegidas en Bolivia y Brasil. El área de la reserva comunal posee un clima típico del trópico húmedo, cuenta con llanuras y ríos meándricos en su parte baja, así como con formaciones montañosas y quebradas escarpadas en su parte alta. La reserva está hidrológicamente definida por las subcuencas de los ríos afluentes por la margen izquierda a una porción de los ríos Alto Madre de Dios y Madre de Dios.
Biodiversidad
En la Reserva Comunal Amarakaeri se encuentran zonas de vida con gran diversidad biológica como bosque húmedo y muy húmedo subtropical, bosque pluvial subtropical, de topografía accidentada, con abundantes torrentes, quebradas y riachuelos, bosque pluvial semisaturado, presente en las montañas que separan Madre de Dios y Cusco donde están las nacientes de los ríos Chilive y Colorado, presenta superficies accidentadas, con abundantes helechos arbóreos y nubosidad continua. El bosque muestra una vegetación variada en base a los pisos altitudinales presentes, hay gran cantidad de
especies con amplia distribución en las diferentes formaciones y asociaciones de bosques. El área alberga especies de fauna amenazada como lobo de río, jaguar, mono maquisapa, oso de anteojos, guacamayos y paujiles.
Amenazas
La Reserva Comunal Amarakaeri aún no cuenta con la respectiva administración in situ, no tiene ejecutor del contrato de administración, ni jefe del área, ni comité de gestión, ni plan maestro, lo cual la coloca en situación vulnerable frente a las diversas amenazas a las que está sujeta. Las amenazas más importantes son la minería aurífera en el sector sur este de la reserva comunal con un alto nivel de amenaza, la extracción ilegal de madera y la búsqueda de especies valiosas al interior de la reserva comunal, la excesiva extracción de otros recursos del bosque como carne de animales silvestres, peces, frutos y hojas de palmera, la expansión de la red de acceso vial alrededor de la reserva tanto en el sector del río Puquiri como en la zona de Itahuanía y el incremento de los procesos migratorios a la región que aumentan la presión y las amenazas sobre el área protegida.
Descripción física
El Decreto Supremo No. 031-2002-AG de creación de la Reserva Comunal Amarakaeri establece que ésta está ubicada enteramente en el departamento de Madre de Dios, en el distrito de Madre de Dios, provincia de Manu. Sin embargo, en los mapas y documentos técnicos la reserva aparece abarcando una porción del departamento de Cusco, supuestamente en los distritos de Pilcopata y Quincemil, provincias de Paucartambo y Quispicanchis respectivamente. Esta omisión en el dispositivo legal deberá ser aclarada y corregida para evitar potenciales conflictos futuros.
Se pueden observar tres formaciones fisiográficas principales: Las terrazas, que comprenden el 50 % de la reserva comunal, son de pendiente muy suave y de laderas largas, constituida por tierra erosionable (arena, limo, grava y arcilla) y conformada por llanuras de inundación donde destacan meandros, lagos y aguajales. Las colinas, que ocupan un 15% de la reserva comunal, de relieve ondulado y microtopografía accidentada entre los 700 y 1000 msnm, con suelos altamente erosionables. Las montañas, que comprenden el 35% de la reserva comunal, son de pronunciado y brusco escarpamiento, con elevaciones entre 1500 y 2500 msnm.
Entre las aguas continentales podemos distinguir a los ríos, cochas o lagunas y aguajales o pantanos. La reserva está hidrológicamente definida por las subcuencas de los siguientes ríos afluentes por la margen izquierda de los ríos Alto Madre de Dios y del Madre de Dios: Río Carbón, Salvación, Yunguyo, Adan Rayo, Shintuya, Mochino, Serjali, Mamajapa, Blanco, Chilive y el río Colorado o Karene con sus afluentes Puquiri y Huasoroco.
El área está constituida predominantemente por rocas sedimentarias y metamórficas, cuya secuencia estatigráfica abarca edades desde el paleozoico hasta el cuaternario. Las rocas más antiguas, cuyas edades han sido establecidas como del paleozoico inferior, consisten en una potente secuencia de cuarcitas y pizarras esquistosas, sobre las cuales se encuentran las del paleozoico superior, compuestas por calizas y areniscas. Descansando sobre estas se encuentran sedimentos mesozoicos, representados sólo por el cretácico. El triásico y jurásico no se han depositado o reconocido en esta región. Los depósitos continentales del terciario consisten en una notable secuencia de limolitas, arcillas, areniscas y lutitas. El cuaternario está conformado por los depósitos recientes y por las terrazas altas y bajas, que en su conjunto están constituidas por arenas, gravas, limos y arcillas.
Los suelos de la zona proceden de varios orígenes y ocupan diferentes situaciones o posiciones fisiográficas, fisionómicas y climáticas. Se tiene suelos derivados de sedimentos aluviales de naturaleza fina, generalmente en terrazas altas lejos de los ríos, con bajo drenaje. Suelos en zonas intermedias derivados de sedimentos finos y profundos depositados sobre colinas medias en épocas antiguas, presentan abundancia de piedras hasta de 2 cm de diámetro y son suelos altamente erosionables. Suelos aluviales inundables en la margen izquierda del río Puquiri, con bancos de arena y tierra sometida a inundación. Suelos primarios o de formación in situ, ocupan las laderas, colinas altas y cumbres con pendientes complejas, fuertemente quebradas o empinadas, suelo poco profundo y con abundancia de piedras de hasta 25 cm de diámetro.
Clima
El clima varía entre el semicálido muy húmedo al cálido húmedo. La temperatura promedio va entre los 23° a los 28° en las partes más altas y entre los 25° y 38° en las partes bajas. La zona se caracteriza por presentar un fuerte descenso de las temperaturas mínimas hasta 8 o 10 grados en los meses de junio y julio, fenómeno llamado "friaje" originado por vientos polares que suben bordeando la cordillera. La precipitación promedio anual es de alrededor de 2 480 mm en Kosñipata a 3810 en Shintuya.
Biodiversidad
En la Reserva Comunal Amarakaeri se encuentran las siguientes zonas de vida que determinan su gran diversidad biológica: Bosque húmedo subtropical, intensamente lluvioso, con presencia de aguajales. Bosque muy húmedo subtropical, con pendientes altas, precipitación variable que supera los 4000 mm anuales. Bosque pluvial subtropical, de topografía accidentada, con abundantes torrentes, quebradas y riachuelos, con una precipitación aproximada de 6000 mm anual. Bosque pluvial semisaturado subtropical, presente en las montañas que separan Madre de Dios y Cusco donde están las nacientes de los ríos Chilive y Colorado, presenta superficies accidentadas, con abundantes helechos arbóreos y nubosidad continua.
Vegetación
La Reserva Comunal Amarakaeri presenta: Bosques de terrazas, áreas planas no inundables, con vegetación tanto alta como baja, zonas con buen drenaje y también aguajales. Bosque de colinas bajas, de estructura boscosa con mejores aptitudes en vigor de vegetación, aunque no es significativo el volumen maderable de especies valiosas. Bosque de colinas altas, en la zona media de la reserva, con colinas de hasta 100 m de altura. Bosque montañoso, en los cerros altos del límite sur de la reserva comunal, por la fragilidad del ecosistema constituye una zona de protección.
El bosque muestra una vegetación variada en base a los pisos altitudinales presentes, hay gran cantidad de especies con amplia distribución en las diferentes formaciones y asociaciones de bosques. La vegetación de bosque de montaña se caracteriza por presentar árboles de 30 m de altura con copas anchas y enmarañadas, con plantas epífitas de las familias aráceas, bromeliásias y diversidad de orquídeas. El sotobosque es marcadamente más denso que en la selva baja. En el bosque maduro se observa claramente la estratificación, el dosel del bosque presenta copas frondosas y exuberantes, el suelo cubierto de hojarasca siempre húmedo y los estratos intermedios con vegetación variada. Reserva Comunal Amarakaeri www.parkswatch.org 4 agittatum, a sp., . l xylom ylla, lma
Las riberas de los ríos presentan matorrales con especies características como caña brava Gynerium spájaro bobo Tessaria sp., cetico Cecropia sp., palo balsa Ochrompaca Guadua sp., bobinsana Calliandra sp., topa Ochroma spEntre las especies de flora más utilizadas por la población nativa locase tiene Jacaranda copaia, Ceibapentandra, Hura crepitans, Myrosp., Dipterix sp., Callophyllum brasiliensis, Swietenia macrophCederla odorata, Cedrelinga sp., Otoba parvifolia, Castilloa elastica, Ficus insípida, Pouteria caimito, Pouteria mamosa, Euterpes precatoria, Jessenia batano, Mauritia flexuosa, Guiliespeciosa, Bactris sp., Scheelea cephalotes, Iriartea sp.
Fauna
La reserva comunal presenta una alta diversidad de fauna típicas de la selva alta y selva baja, con altos rangos de dispersión y endemismo. El área presenta especies de mamíferos como monos Lagothrix lagothrica, Alouatta seniculus, Phitecia monachus, Cebus apella, Cebus albifrons, Ateles paniscus, Aotus trivirgatus, Saimiri sciureus, Callicebus moloch, Cebuella pygmaea, Saquinus fuscicollis, tapir Tapirus terrestris, sajino Tayassu tajacu, huangana Tayassu pecari, venados Mazama americana, Mazama quoazoubira, oso hormiguero Myrmecophaga tridactyla, armadillos Priodontes maximus, Dasypus septemcinctus, Dasypus kappleri, ronsoco Hydrochaeris hydrochaeris, felinos Pantera onca, Felis concolor, Felis pardalis, Felis wiedii.8 En peligro de extinción se encuentran en el área los lobos de río Pteronura brasiliensis y los osos de anteojos Tremarctos ornatus que habitan en las partes altas.
El área alberga especies de reptiles como la taricaya Podocnemis unifilis, motelo Geochelone denticulata, lagartos como Caiman crocodylus, Melanosuchus niger, Paleosuchus sp., iguanas Anolis sp., serpientes como Lachesis muta, Bothrops atrox, Bothrops bilineatus, Corallus caninus, Spilotes pullatus, Epicrates cenchria, Micrurus mertensi.9 Especies de aves en situación indeterminada como los guacamayos y loros Ara ararauna, Ara militaris militaris, Ara macao, Ara chloroptera, Ara severa castaneifrons, Ara couloni.
Entre los peces el área presenta especies como Brycon erythroptera, Chichlasoma sp., Leporinus sp., Mylossoma brachypomus, Piciratus brachypomus, Hidrolicus sp., Electrophorus sp., Pterygophychthys sp., Pseudopimelodus zungaro, Pseudoplastystoma sp., Rhamdia sp., Serrasalmus sp., Prochilodus caudifasciatus, Plagioscion auratus.10
Ciertas especies se ven amenazadas por diversos factores en la zona. Los ungulados como el Tapir por la caza y la fragmentación del hábitat; el lobo de río por perturbación de hábitat, la actividad maderera, la minería, el turismo y la sobrepesca; el jaguar por la caza y la fragmentación de hábitat; el águila arpía por la fragmentación del hábitat, la deforestación y la disminución de presas; los crácidos como el paujil por las bajas tasas reproductivas y la presión de caza; los monos por la sobrecaza.
Influencia humana
Acceso

La principal vía de acceso por la parte oeste del área protegida es por la carretera de penetración Cusco, Paucartambo, Pilcopata, Comunidad Nativa de Shintuya de 260 km de largo. Esta vía presenta dificultades para el tránsito vehicular en época de lluvias.
Otro acceso importante se da por su lado este, por el circuito Mazuko, Huaypetue, Choque, Puquiri, en camionetas 4x4 que hacen servicio constante hasta el mismo río Puquiri.
El acceso fluvial es amplio. Las localidades de Puerto Maldonado, Laberinto y Colorado están conectadas por el río Madre de Dios y Shintuya se conecta al mismo a través de río Alto Madre de Dios. Desde estas localidades es posible llegar a cualquier punto de la reserva comunal por vía fluvial, en época de lluvias el bote puede ingresar sin dificultad a los principales ríos como el Colorado o Karene, el Puquiri, el Chilive, el Blanco entre otros. En época seca se restringe el acceso.
La localidad de Diamante cuenta con una pista de aterrizaje para aviones de pequeño tamaño, utilizados principalmente por turistas que visitan el Parque Nacional del Manu. La población total estimada asentada en la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal Amarakaeri entre Salvación y Shintuya, incluyendo las comunidades nativas vecinas inmediatas al área y los colonos de Puquiri llegaría a unas 3250 personas.
Las comunidades adyacentes a la Reserva Comunal Amarakaeri y cuyos territorios comunales titulados colindan con el área protegida son las comunidades nativas de Shintuya, Diamante, Boca Isirihue, San José del Karene, Puerto Luz y Barranco Chico. Se cuenta con la presencia de Puerto Azul o Barraca, comunidad asentada en la boca del río Blanco y que aún no cuenta con titulo de territorio comunal. Estas comunidades están compuestas por nativos de las étnias Harakmbut principalmente, Yine Yami o Piro en Diamante y con escasa presencia de Machiguengas en Isiriwe. Las comunidades nativas utilizan actualmente gran parte de la reserva para sus incursiones de caza y pesca que realizan en migraciones estacionales.
El área de influencia social sobre la reserva la constituyen también los asentamientos de colonos en la carretera de acceso a Shintuya al oeste del área protegida, desde Atalaya pasando por Salvación, Yunguyo, Los Aguanos, Adanrayo, Mansilla hasta Santa Cruz o Km 250, con mayor conexión por Pilcopata y Paucartambo, y la población minera asentada en el sector del río Puquiri, Choque y Huaypetue al este del área protegida, con mayor conexión con Mazuko.
Organización
La Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes FENAMAD es la organización que representa a los pueblos indígenas de Madre de Dios y formula sus políticas de trabajo y elige a sus dirigentes a través de congresos entre todos los jefes comunales. En 1993 se formó un Consejo Harakmbut (COHAR) como base de FENAMAD en la zona para organizar mejor a las comunidades Harakmbut, luego esta organización pasó a llamarse Consejo Harakmbut, Yine y Machiguenga (COHARYIMA) al incorporar a dichas poblaciones en el consejo.
Los colonos de la carretera Salvación – Shintuya están organizados a nivel de diversas asociaciones con diversos niveles de membresía. Así se tiene a la Asociación de Extractores Forestales del Manu y Kosñipata, Asociación de Pequeños y Medianos Productores Agrarios del Manu, Asociación de Ganaderos del Manu, Asociación de Productores de Plátanos y Piñas y la Asociación de Comercializadores en coordinación con el Proyecto Promanu.
Las organizaciones comunales de los colonos, formadas en sus respectivos asentamientos, tienen en la actualidad poco poder de convocatoria, dado que estas organizaciones no le ofrecen nada concreto a la población, sólo les exige faenas y trabajos comunitarios. La organización comunal no tiene un atractivo para la gente local, quienes no ven un beneficio neto en la misma. La falta de cohesión también se debe a que los miembros de estas comunidades son migrantes que provienen de diversos lugares, no existiendo una identidad común entre los mismos.
Actividad económica y uso de recursos naturales
La agricultura en la zona es precaria y poco diversificada, con serias deficiencias en la producción. Los principales cultivos son arroz, plátano y yuca, en menor escala se siembra maíz, cítricos, papaya y piña. El cultivo del arroz ha sido incentivado por los programas de apoyo y constituye el producto agrícola más importante de toda la zona del Alto Madre de Dios, su comercialización se limita al mercado local. Los agricultores nativos manejan pequeñas áreas de cultivo con alta diversidad de especies como yuca, plátano, maíz, caña de azúcar, camote, pijuayo, piña, barbasco, etc. La producción agrícola se realiza en pequeña escala y exclusivamente para el autoconsumo. La producción agrícola se basa en una explotación tradicional y migratoria con labores de roce, quema, tumba, siembra, cultivo y cosecha. Los suelos por su alto grado de acidez y frágil textura tienen una limitada fertilidad. Por otro lado, la población de colonos depende para su alimentación de la producción agrícola de Cuzco y del comercio de productos manufacturados.
Una queja constante de los agricultores es que la tierra ya no produce y que los cultivos son atacados por plagas. El Proyecto Promanu introduce insecticidas y funguicidas de la línea verde en la zona, pero como no todos los agricultores participan en sus programas, otras áreas cultivadas se contagian y se da una mayor necesidad de uso de químicos. Refieren que la primera cosecha de plátano fue buena, las siguientes ya no lo fueron. Se promovió el monocultivo y fácilmente entraron las plagas, por ello la necesidad de promover agroquímicos. Debido a la escasez de madera a causa de la sobre explotación, los pobladores locales que antes se dedicaban a la extracción forestal hoy se ven obligados a dedicarse a cultivar la tierra, abriendo más bosque para la agricultura.
Cuando se construyó la carretera de penetración a fines de la década de los 60 con el apoyo del ejército, ingresó la actividad ganadera. Hubieron varios intentos pon introducir la ganadería extensiva, pero estos proyectos no fueron exitosos, tal es el caso de la ganadería de Shintuya promovida por los padres de la misión católica o la promovida por la Dirección Regional en el Alto Madre de Dios. Las condiciones de la zona no son apropiadas para promover dicha actividad. Sin embargo, hay aún gente que persiste con la idea de promover dicha actividad.
Hoy tanto la madera como la minería constituyen las actividades económicas más importantes en la zona. El ingreso de la carretera dio acceso a extractores madereros que por años han estado operando en la zona dando como resultado la actual ausencia de madera de valor económico en la zona de influencia de la carretera.
La caza en el área se lleva a cabo únicamente a nivel artesanal y para el autoconsumo. Las zonas con mayor presencia humana muestran un claro alejamiento de la fauna de caza, los cazadores deben recorrer largas distancias para adquirir presas comestibles. La sobrecaza, la fragmentación de hábitats y la perturbación han afectado la presencia de animales en los alrededores de los poblados y asentamientos mineros. El uso de escopetas y la abundante presencia de mineros y madereros en ríos y quebradas han afectado de manera importante las poblaciones de animales de caza en toda la región. Los nativos realizan viajes prolongados con fines de caza, mientras que los colonos sólo cazan en los alrededores de sus chacras o campos de cultivos.
Exceptuando parcialmente a la Comunidad Nativa de Diamante, la totalidad de las comunidades nativas dentro de los territorios titulados no cuentan con suficiente fauna de caza para sostener el autoconsumo de sus integrantes. Debido a ello, se emplean mayores distancias para el desplazamiento hacia lugares con mayor abundancia de fauna. Realizan viajes de caza llamados "veraneo" a zonas alejadas, sobretodo en época seca. Estos viajes pueden durar varias semanas y constituyen un tipo de migración estacional en el que participa toda la familia. En estas ocasiones cazan, pescan y recolectan.
Según comentario de un comunero de la comunidad de Shintuya, existe cierta demanda de productos de animales por parte sobretodo de gente de Paucartambo que llega a la zona buscando plumas, más que nada de guacamayos, loros y garzas, para confeccionar máscaras y vestimentas que utilizan en sus danzas y celebraciones festivas. Afirma que inclusive algunos buscan cuero de jaguar.
La pesca se practica a nivel artesanal y fundamentalmente para el auto consumo. Es una actividad vital para la alimentación de la población nativa debido a que proporciona casi el 50% de las proteínas en su dieta. No existen estadísticas sobre población ni manejo de peces. En épocas pasadas, cuando la minería en la región era intensa, había cierta comercialización de pescado y carne de monte hacia las zonas de trabajo aurífero, principalmente por parte de pobladores de la comunidad de Diamante. Hoy muchos se quejan de la disminución de la pesca, afirman que es por el uso de dinamita en el pasado y el constante uso del barbasco por parte de las comunidades nativas. En el río Colorado se afirma que la pesca ha disminuido a causa de la minería, pero en el río Puquiri los peces han prácticamente desaparecido a causa de esta actividad. El exceso de sedimentos en suspensión y la turbidez del agua afecta la fotosíntesis, la cantidad de oxígeno disuelto y los niveles primarios de la cadena trófica en el agua.
La población nativa realiza recolección de productos del bosque como frutos, insectos, fibras, plantas medicinales y hojas de palmera para la construcción de casas. Estas actividades tradicionales se han visto afectadas por la adquisición de productos substitutos o equivalentes en los mercados modernos. Los colonos no tienen la tradición de recolectar productos del bosque, sin embargo han aprendido a recolectar aguaje, chonta, hoja de palmera y gusanos comestibles "Suris".
Turismo
La Reserva Comunal Amarakaeri presenta un gran potencial para el ecoturismo. El turismo que llega a visitar el Parque Nacional del Manu lo hace bordeando parte de la Reserva Comunal Amarakaeri por la carretera de Pilcopata hasta la localidad de Atalaya donde los turistas se embarcan en botes para seguir viaje por el río Alto Madre de Dios hasta la desembocadura del río Manu por donde se sube hasta llegar al parque. Hay importante flujo de turistas que llega por avioneta a la pista de Diamante en Boca Manu desde donde se embarcan para ir al parque. En la zona del río Alto Madre de Dios aparecieron albergues que servían principalmente como escala después del viaje por tierra antes de embarcarse en botes hacia Manu. El turismo en Manu es de alto costo debido sobretodo a las dificultades logísticas. En los últimos años han estado construyéndose nuevos alberques en la zona, que ofrecen sus propios atractivos y circuitos, y que buscan capturar un turismo menos exclusivo y ofrecer alternativas al turismo en Manu.
Entre la localidad de Atalaya y Blanquillo en el río Madre de Dios a un par de horas aguas debajo de Boca Manu existen alrededor de 15 albergues turísticos, algunos de empresas y operadores de turismo constituidos y otros de las mismas poblaciones locales, quienes a iniciativa propia y en vista de los potenciales beneficios, construyen albergues propios, tal es el caso de Yanayacu y Boca Limonal en el río Alto Madre de Dios y un grupo de mineros en el sector Aguajal en el río Madre de Dios. La comunidad de Diamante está implementando un proyecto de desarrollo turístico en asociación con empresarios privados, por el cual se está construyendo un albergue con infraestructura de primera cerca de la pista de aterrizaje de Diamante. El turismo ha estado teniendo influencia en la economía de la zona, cada vez más personas se ven involucradas en la actividad ya sea como motoristas, guías, cocineros o proveedores de alimentos locales, aprenden el negocio y se arriesgan a invertir en sus propias operaciones turísticas.
Existe la empresa comunal de turismo Wanamei, formada a iniciativa y bajo liderazgo de la población indígena local con apoyo de la ONG Racimos de Ungurahui quien asesora en el funcionamiento de la misma. Han establecido circuitos turísticos en el interior de la reserva y la operación se realiza en forma participativa entre las 8 comunidades nativas vecinas. La iniciativa comenzó el año 1998 con el fin de brindar una alternativa sostenible y participativa en el uso y aprovechamiento del área protegida y para crear fondos de desarrollo e ingresos para las comunidades nativas socias.
La empresa Wanamei opera de manera autónoma, sin depender de agencias u otros albergues. Hasta la fecha es la única empresa que mueve turistas en el interior de la reserva comunal. En la actualidad no cuanta todavía con la autorización del INRENA. Para efectos de turismo las comunidades se han organizado bajo un comité intercomunal con una coordinación central en la ciudad de Cusco. Cuenta con reglamentos internos, estrategias de implementación, programas de capacitación e indicadores de monitoreo. El programa reconoce la reserva comunal Amarakaeri como patrimonio de todas las comunidades nativas. Se ha establecido que el turismo debe ser operado a través de la coordinación en Cusco y no cada comunidad en forma autónoma, para evitar distorsiones en la distribución de beneficios. Existen dificultades en la implementación de programas de este tipo no sólo a nivel de financiamiento por escasez de fondos o a nivel de conflicto social interno entre clanes indígenas, sino también por desconocimiento de la normativa específica.
En la localidad de Salvación existe gran interés por el turismo. El instituto tecnológico local, institución de educación superior, enseña turismo y ya hay dos promociones egresadas. Los jóvenes egresados están formando sus organizaciones y tomando contacto con operadores y gente involucrada en agencias de turismo de Cusco. En Salvación hay una persona que opera ecoturismo llevando turistas que le envía un pariente desde Cusco. Los lleva por las cabeceras de los ríos Chilive y Azul en caminatas largas y campamentos.
Actitud local frente a la Reserva Comunal
La población local en general reconoce la existencia de la Reserva Comunal Amarakaeri, pero desconoce detalles de sus propósitos y objetivos y de cómo se procederá frente a las actividades que actualmente se llevan a cabo en su interior o alrededores. Las comunidades nativas están mejor informadas en relación a la reserva comunal, debido a las visitas de sus representantes de la FENAMAD y Coharyima que constantemente están tocando el tema.
Los colonos y mineros han sido informados sobre la reserva por las autoridades respectivas. Si bien la Reserva Comunal Amarakaeri no ha afectado predios individuales o terrenos particulares en forma directa, existe descontento y recelo por parte de los colonos y mineros frente a la reserva comunal. Los colonos circundantes quieren expandir sus actividades agrícolas, de extracción forestal y minería en terrenos al interior de la reserva, sienten que la reserva es un obstáculo para el desarrollo de sus actividades. Todos los colonos que circundan la reserva comunal están en contra de la misma. La reserva ha sido un mecanismo de exclusión efectiva del acceso de esta gente a los recursos.
Las asociaciones de mineros y madereros de Huaypetue, Puquiri y Colorado sienten que FENAMAD no coordina lo suficiente con ellos. Además, existe el precedente que la FENAMAD ha logrado suspender concesiones mineras en la zona, ganándose el odio y resentimiento de los mineros. Estos no quieren aceptar la reserva comunal y están totalmente en contra de la misma. La población del distrito de Huaypetue piensa que la única zona que les permitiría expandir sus actividades es hacia la reserva comunal, debido a que Huaypetue se encuentra rodeada por concesiones forestales que limitan su expansión efectiva hacia otro lugar.
El gobierno regional de Madre de Dios, con su presidente el Sr. Rafael Ríos vinculado a intereses madereros, tiene una política extractivista de los bosques y ha estado haciendo campaña en contra de las áreas protegidas en general y de la Reserva Comunal Amarakaeri en particular. Se prevé que en un futuro cercano surgirán conflictos relacionados a la reserva. Se aprovechará la oposición local de los colonos contra la reserva y serán utilizados con fines políticos.
Conservación e investigación
Fernandez, M. & C.A. Kirkby (2002). Evaluación del estado poblacional de la fauna silvestre y el potencial turístico en los bosques de Salvación y Yunguyo, Reserva de Biosfera del Manu, Madre de Dios, Perú. Pro-Manu, Cusco.
(Fuente: Perfil de Parque - Perú : Reserva Comunal Amarakaeri elaborado por Parkswatch-Fortaleciendo parques para proteger la biodiversidad )
Enlaces:
Información sobre la Reserva Comunal Amarakaeri