01 enero 2007

Leyendas de Cuenca (Huancavelica)

LA TRADICIÓN CUENQUINA (Leyenda)
RECOPILADOR: Municipalidad Distrital de Cuenca

El Distrito de Cuenca tenía la Iglesia Matriz techada con paja, ichu y palos simples; entonces los cuenquinos tuvieron que cambiar de techo, tuvieron que traer palos de la selva central.
Desde entonces los españoles invadieron nuestro territorio cuenquino. Nuestra «Iglesia» fue quemada de un cañonazo explosivo, entonces los hombres de Cuenca vieron salir una paloma blanca hacia el denominado paraje Mullacamarca; cuentan nuestros antepasados que esa paloma se encantó en la roca, desde ese momento se había ido el santo de la lglesia «San Vidal» .
Entonces los cuenquinos fueron con música de banda y orquesta para rescatar al santo San Vidal. Por lo que no quiso salir dicha paloma, el pueblo de Luquia fueron también a rescatar a la paloma igualmente con banda y orquesta, entonces la paloma se desencantó de la roca y se fue a la Iglesia matriz de Luquia. Quedando así una imagen del San Vidal, que en nuestros días existe y cada mañana se escucha una melodía de arpa y violín.

LA LEYENDA DEL PUQUIAL DE SALAPATA-CUENCA
RECOPILADOR: Municipalidad Distrital de Cuenca
Cuenta la leyenda que los antiguos pobladores de esta localidad sufrían de la escasez del agua, por el descuido del mantenimiento del agua por entonces se proveía el agua de diferentes lugares para el consumo diario, pero conocedores de la noticia de que al sur en un pueblo llamado Huamanga donde existía formas de piedras encantadas las que contenían agua y que se podían trasladar a cualquier lugar que uno quería les vino la idea de organizar comisiones de hombres y mujeres valientes.
Un día lleno de entusiasmo emprendieron el viaje al lugar donde encontraron la piedra de Huamanga encantada de agua, empezaron a trasladar en quirma.
Un hombre de cuyo pene salía el agua y una mujer de cuyos pechos salía el agua, donde por el cansancio descansaron y por el descuido se escaparon ambas, y lograron detener a la mujer donde llega al lugar denominado Salapata que es un manantial que en nuestros días existe para el consumo diario de agua.

LA LEYENDA DEL PUQUIAL DEL JALGANCHANY
RECOPILADOR: Municipalidad Distrital de Cuenca
Cuenta la tradición cuenquina que el dicho puquial era muy malo: Las personas que bebían el agua o pasaban por lugar les agarraba una enfermedad terrible e incurable.
El puquial tenía abundante agua que sólo servía para las plantas, desde entonces la población cuenquina decidió eliminar con una explosión de dinamita curándolo con: Coca, aguardiente, cigarro, kerosene, etc.
Al estallar la dinamita vieron salir una paloma blanca lastimada que algunas plumas cayeron y fueron llevados por el aire a distintos lugares que ahora diferentes puquiales forman con poca agua como:
Humar Puquio. Es un puquial de muy poca agua y que ahora sirve para el consumo diario de la pequeña población de Jogoña y también para los animales domésticos.
Ventana Puquio. Puquial con muy poca agua.
Nucycha Puquio. Puquial con muy poca agua que sirve para la gente que va a pastar sus animales.
Desde entonces, aquella paloma reveló a uno de sus compoblanos en sus sueños diciendo:
- ¡No serviré a nadie!
Y se fue al denominado paraje llamado. «PACCHAYCO» que antes sus aguas frías se iban al río, que hace tres años atrás sirve como Irrigación Huysia, Huayllapampa.

LA LEYENDA DEL DEL AGUA POTABLE DE CUENCA
RECOPILADOR: Municipalidad Distrital de Cuenca
Cuenta la leyenda que los antiguos pobladores de esta localidad sufrían de la escasez del agua, por el descuido del mantenimiento del agua por entonces se proveía el agua de diferentes lugares para el consumo diario, pero conocedores de la noticia de que al sur en un pueblo llamado Huamanga donde existía formas de piedras encantadas las que contenían agua y que se podían trasladar a cualquier lugar que uno quería les vino la idea de organizar comisiones de hombres y mujeres valientes.
Un día lleno de entusiasmo emprendieron el viaje al lugar donde encontraron la piedra de Huamanga encantada de agua, empezaron a trasladar en quirma.
Un hombre de cuyo pene salía el agua y una mujer de cuyos pechos salía el agua, donde por el cansancio descansaron y por el descuido se escaparon ambas, y lograron detener a la mujer donde llega al lugar denominado Salapata que es un manantial que en nuestros días existe para el consumo diario de agua.
(Fuente: Tradiciones orales de Huancavelica: Relatos del «I Concurso de Recopilación de Tradiciones Orales» autor Biblioteca Nacional del Perú.)

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