Ecología: Areas críticas en el Perú
El páramo central se extiende a través de numerosas cadenas y cimas montañosas desde el sur del Ecuador hasta el norte del Perú. Esta ecorregión, como otros ecosistemas de páramo, ocupa desde el límite arbolado, a aproximadamente 3.200 metros de altitud, hasta el límite de nieve perpetua, a cerca de 4.500 metros de altitud. El pastoreo de ganado, la extracción de madera, la quema, la agricultura y la construcción de carreteras son las principales amenazas para este frágil ecosistema. Las especies no endémicas están empezando a asentarse, y la erosión resultante del exceso de pastoreo también resulta problemática.
El bosque seco del Marañón está situado en el punto en que se encuentran la Cordillera Central de los Andes y la Cordillera Norte. Este valle seco se halla casi completamente rodeado de exuberantes cadenas montañosas. Durante mucho tiempo este ecosistema ha estado sometido a una explotación agrícola intensiva, y buena parte del bosque ribereño seco original se ha perdido. La agricultura (sobre todo de la palma aceitera), las fincas ganaderas y la tala de árboles representan en la actualidad graves amenazas, y la extracción de aceite supone un problema potencial. La caza y captura para el comercio de animales de compañía (en especial la captura del pachaloro) también supone una amenaza.
Los yungas peruanoscentrales son una ecorregión subtropical. Los drásticos contrastes de altitud dentro de la ecorregión explican los diferentes paisajes y especies que se encuentran en ella. En la zona seca los árboles son de hoja caduca, pero el resto de la región posee una densa vegetación de hoja perenne, incluyendo selva alta. En toda la región hay una gran diversidad de especies, con un elevado endemismo. Esta ecorregión todavía se conserva relativamente intacta como hábitat, aunque su deforestación va en aumento. La abrupta naturaleza del paisaje le ha dado cierta protección, pero los recientes asentamientos humanos y su expansión han despejado ciertas zonas para el pastoreo y la agricultura, en especial de café y coca ilegal.
La puna andina central es un altiplano que se extiende a lo largo de la columna de los Andes, a través del Perú y de Bolivia, y llega, hacia el sur, hasta el norte de Chile y la Argentina. Esta ecorregión, con un régimen de lluvias moderado, se ha degradado a consecuencia del pastoreo de rebaños de llamas domésticas, alpacas, cabras y ovejas, y del recojo de madera para calentarse. Es preocupante la introducción de especies invasivas y los incendios no controlados.
Los Andes tropicales son considerados la región más rica y con mayor diversidad del mundo (además del Perú, abarcan parte de Venezuela, Colombia, el Ecuador y Bolivia). Esta ecorregión alberga alrededor de una sexta parte de toda la vida vegetal en menos de uno por ciento de la superficie de la Tierra. Aunque una cuarta parte de su hábitat aún se conserva, la región se enfrenta a distintas amenazas (como la minería, la extracción maderera, la exploración petrolera y las plantaciones de productos narcóticos) que se extienden a consecuencia del continuo crecimiento de numerosas ciudades dentro de la región. Los bosques nubosos se enfrentan a una creciente presión procedente de las presas hidroeléctricas y de las especies invasivas.
Fuentes: National Geographic, Conservation International.
El bosque seco del Marañón está situado en el punto en que se encuentran la Cordillera Central de los Andes y la Cordillera Norte. Este valle seco se halla casi completamente rodeado de exuberantes cadenas montañosas. Durante mucho tiempo este ecosistema ha estado sometido a una explotación agrícola intensiva, y buena parte del bosque ribereño seco original se ha perdido. La agricultura (sobre todo de la palma aceitera), las fincas ganaderas y la tala de árboles representan en la actualidad graves amenazas, y la extracción de aceite supone un problema potencial. La caza y captura para el comercio de animales de compañía (en especial la captura del pachaloro) también supone una amenaza.
Los yungas peruanoscentrales son una ecorregión subtropical. Los drásticos contrastes de altitud dentro de la ecorregión explican los diferentes paisajes y especies que se encuentran en ella. En la zona seca los árboles son de hoja caduca, pero el resto de la región posee una densa vegetación de hoja perenne, incluyendo selva alta. En toda la región hay una gran diversidad de especies, con un elevado endemismo. Esta ecorregión todavía se conserva relativamente intacta como hábitat, aunque su deforestación va en aumento. La abrupta naturaleza del paisaje le ha dado cierta protección, pero los recientes asentamientos humanos y su expansión han despejado ciertas zonas para el pastoreo y la agricultura, en especial de café y coca ilegal.
La puna andina central es un altiplano que se extiende a lo largo de la columna de los Andes, a través del Perú y de Bolivia, y llega, hacia el sur, hasta el norte de Chile y la Argentina. Esta ecorregión, con un régimen de lluvias moderado, se ha degradado a consecuencia del pastoreo de rebaños de llamas domésticas, alpacas, cabras y ovejas, y del recojo de madera para calentarse. Es preocupante la introducción de especies invasivas y los incendios no controlados.
Los Andes tropicales son considerados la región más rica y con mayor diversidad del mundo (además del Perú, abarcan parte de Venezuela, Colombia, el Ecuador y Bolivia). Esta ecorregión alberga alrededor de una sexta parte de toda la vida vegetal en menos de uno por ciento de la superficie de la Tierra. Aunque una cuarta parte de su hábitat aún se conserva, la región se enfrenta a distintas amenazas (como la minería, la extracción maderera, la exploración petrolera y las plantaciones de productos narcóticos) que se extienden a consecuencia del continuo crecimiento de numerosas ciudades dentro de la región. Los bosques nubosos se enfrentan a una creciente presión procedente de las presas hidroeléctricas y de las especies invasivas.
Fuentes: National Geographic, Conservation International
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